domingo, 7 de febrero de 2016

Segunda de Valdemorillo: Para hacer afición


El pasado 29 de enero, hace una semana nada más, hablaba sobre la nueva temporada que comenzaba a andar por tierras madrileñas. Abría puerta Ajalvir y le seguía en el tiempo Valdemorillo con su feria de San Blas y la Candelaria, la primera feria con solera del año. Decía que esta de 2016 tenía que ser una temporada especial, en la que había mucho en juego y mucho que demostrar al mundo, una temporada en la cual diéramos ejemplo de lo que es nuestra afición y nuestra Fiesta. Pues bien, la tarde de hoy en Valdemorillo debe servir como ejemplo de lo que debe ser una tarde de toros. Reclamaba la pasada semana la asistencia masiva a nuestras plazas para demostrar que no somos minoría y demostrar lo que vale, lo que supone y lo que importa la Fiesta en España, como arte, como tradición, como patrimonio cultural y como sello de nuestra identidad. Primer objetivo conseguido hoy. Más de tres cuartos de entrada con un público de todas las edades y de todo tipo, sin exclusiones de ninguna clase, un público ávido de toros y de diversión, que eso es nuestra Fiesta, arte y diversión. Ambiente festivo y alegre camino de la coqueta y moderna plaza de La Candelaria, familias enteras que iban a disfrutar de una arte, la tauromaquia, como han hecho durante siglos nuestros antepasados. ¿Eso es lo que quieren prohibir?. En fin, sobran comentarios a la esquizofrenia progre.
Y no me extraña nada que casi se llenaran las 5.000 localidades de esta plaza, porque es realmente cómoda y agradable. Lejos quedan los tiempos de la antigua feria de San Blas en la plaza portátil que hasta febrero de 2003 se instalaba en la localidad madrileña. Fue en 2002 cuando se inició la construcción de la actual plaza, cuya inauguración se produjo el 4 de febrero de 2003. Primero descubierta, con lo que eso supone en el mes de febrero madrileño, con aquellas tardes de frío y viento, con los tendidos poblados de mantas y termos de caldo caliente y café, amén de las ropas de abrigo, para soportar las inclemencias del invierno, pero desde 2007 con una cubierta que permite ver toros en unas condiciones magníficas y desde unos tendidos cuyas localidades son amplias y cómodas. Si a esto sumamos que el ayuntamiento de Valdemorillo, que no es precisamente de derechas (la alcaldesa es de Progresistas de Valdemorillo que gobierna con el apoyo de PSOE, Sí se puede, UPyD e Izquierda Unida), apoya esta feria porque la considera "parte de su tradición y algo que no se puede perder", en palabras de su alcaldesa, y que ha hecho un esfuerzo económico importante para que se pueda celebrar con los carteles anunciados, es lógico que casi se haya llenado la plaza. Así sí se hacen las cosas, lejos del politiqueo y de la demagogia barata que manejan los antitaurinos, burdo eufemismo de lo que realmente son, enemigos de todo lo que les suene a España. 
Dicho todo lo anterior, vamos a lo visto hoy sobre la arena de Valdemorillo. Anunciado un encierro de Monte la Ermita, antigua Carmen Segovia, de procedencia actual Torrestrella, la mítica ganadería de Don Álvaro Domecq Díez. Seis toros, en mi opinión, de muy buena presentación y hechuras, quizás más feo el tercero, demasiado abierto de cuernas y bizco del pitón izquierdo, y precioso, de imponente estampa, el sexto, "Charro", un toro negro de capa y astracanado de cuello, de 520 kg, que aunque se ha lidiado en esta plaza de tercera ha dado ciento y vuelta a muchos lidiados en plazas de segunda y unas cuantas de primera. Toro armónico, perfectamente hecho, en tipo y peso, ni atacao ni escurrido, serio, bien rematado, si aparatosidad, pero con dos pitones terminados en puntas, astifino, ligeramente abrochado, perfecta definición de lo que es el trapío. Uno a uno han ido saltando al ruedo estos seis ejemplares de Monte la Ermita y uno a uno nos han ido dejando con la boca abierta con su comportamiento. Hacía mucho que no veía una corrida de toros tan completa, encastada, con dos toros, tercero y cuarto bravos y con excepcional clase, pero todos ellos manejables, con fijeza, repetición y fuerza. Prueba de ello es que ni uno solo ha blandeado en ninguno de los tercios, ni uno ha perdido las manos y los seis han metido la cara en los engaños y han repetido con nobleza. Y me da igual que haya sido en una plaza de tercera, porque cuando el toro es bueno lo es en cualquier plaza. Y repito, veremos en plazas de primera y segunda muchos animales que no llegan ni a la pezuña de algunos de los que esta tarde hemos visto en La Candelaria.
En el cartel tres matadores que reclaman sitio. El zaragozano Paulita, el segoviano Víctor Barrio y el "alemán" de Galapagar Martín Escudero, nacido por aquellas tierras del centro de Europa pero criado y crecido en Galapagar, con sus tíos Adolfo y Victorino Martín. Los tres matadores han estado mucho más que dignos esta tarde. Es más, de no haber fallado con los aceros, el balance final de trofeos hubiera sido mucho mayor que las dos orejas cortadas al cuarto por Paulita y la cortada al tercero por martín Escudero.
El aragonés ha estado muy en torero toda la tarde. Tranquilo y con oficio, reflejo de sus doce años de alternativa, a pesar de torear poco la pasada temporada. Bien en el manejo del capote, con gusto, toreando a la verónica, dando muestras de su conocimiento de los terrenos, llevando bien sus toros al caballo. Pero ha sido con la muleta donde su toreo ha alcanzado gran dimensión. Templado, con la mano baja, toreando largo, con ligazón, aprovechando las buenas cualidades de su lote, en definitiva, dejando una impresión de madurez y de torero hecho que creo merece tener más oportunidades a lo largo de la temporada. Sensacional la estocada al cuarto, que le ha valido las dos orejas, e incomprensible que con una buena faena y una más que buena estocada al primero no se le haya concedido un apéndice. Es lo de siempre, lo que tiene abrir plaza, con el público frío, o eso dicen. Sinceramente nunca lo he entendido. ¿Por qué motivo el hecho de ser el primer toro de la tarde si se torea y mata bien tiene menos derecho a cortar una oreja?, ¿por qué hay que esperar a ver cómo se desarrolla la tarde?, o eso dicen. Es lo mismo que en el fútbol. Una patada en el segundo minuto del partido que puede lesionar al contrario recibe "advertencia" por parte del árbitro, pero si la misma entrada se hace en el minuto veinte supone tarjeta o expulsión. De verdad, no me extraña nada que a los maestros no les guste abrir plaza, les entiendo perfectamente. 
Víctor Barrio ha tenido el lote menos manejable del encierro, que no es lo mismo que decir malo. Más complicados en sus embestidas, les ha costado más humillar, pero el segoviano ha sabido llevarlos en su muleta bajándoles la mano, con recorrido y ligazón. Antes había toreado de capa con decisión, saliendo a esperar a su primero en el centro del ruedo tras salir de chiqueros, con los pies juntos, con la dificultad que conlleva, tremendo de valor. Buen quite por gaoneras, con ganas y firmeza toda la tarde, demostrado con las ceñidas series de manoletinas finales, con el único pero de alargar un tanto sus faenas de muleta, lo que quizás haya influido en sus fallo a espadas, una lástima porque al menos una oreja creo que hubiera cortado esta tarde. Pero Barrio nos ha dejado la impresión de haber crecido como torero, se le ve más maduro y con las ideas claras. Condiciones tiene, valor también, ganas muchas, a ver si tiene suerte y contratos.
Martín Escudero ha cuajado una gran tarde. La imagen que yo tenía guardada de él era la de un torero con maneras de novillero, todo ganas y voluntad, pero muy acelerado, atropellado, como queriendo demostrar en cada lance, en cada muletazo, que sabe torear, con un punto de ansiedad que no le beneficiaba. Hoy le hemos visto sereno, midiendo los tiempos, con las pausas necesarias entre series, dándole sitio a los toros, sin acortar tanto las distancias. Magníficas sus dos faenas, perfectamente planteadas y desarrolladas, muletazos largos, ligados y templados por ambos pitones, sobre todo por el izquierdo, pitón sobre el que ha trazado naturales de gran hondura en sus dos toros, con gran empaque, poderosos y artistas. Mano izquierda que, si sigue manejando igual durante esta temporada, va a dar mucho que hablar. Eso siempre y cuando alguien le diga que tiene que pasar horas y horas ante el carretón ensayando la suerte suprema, porque esta tarde ha perdido los trofeos por el mal manejo de los aceros. No sé si hubiera cortado 2,3 ó 4 orejas de no haber matado tan mal, pero no se hubiera quedado con la única cortada al magnífico tercero.
Por tanto, tarde muy entretenida la vivida hoy en Valdemorillo, en la que el público ha respondido, el ganadero ha enviado una magnífica corrida y los tres espadas han toreado con gusto y clase. Tardes así necesitamos muchas a lo largo de la temporada. 
Mañana finaliza la feria de San Blas y La Candelaria en Valdemorillo, los días 20 y 21 toma el relevo Vistalegre con la renacida feria de invierno. De momento lo único que podemos hacer es agotar las localidades y llenar la plaza. Diría aquello de si el tiempo no lo impide, algo que da igual porque ambas plazas son cubiertas, y si la autoridad lo permite, que aunque le fastidie con jota no nos puede prohibir ir a la plaza, al menos yo estaré allí, que así va a ser. 

Antonio Vallejo

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