Ambas orillas del Atlántico,
España y América de la mano, la recta final de la temporada en aquellas se
solapa ya con el nacimiento del año taurino en España, Francia y Portugal. Sí,
ya está aquí la temporada 2017, aquella que parecía tan lejana es ahora una
realidad.
Ha sido Morante quien ha
encendido la mecha del cohete que inagura lo que va a ser una Fiesta de verdad,
con mayúsculas, de aquí al mes de octubre. Solo en la cabeza de un genio como
él cabe diseñar un fin de semana en su tierra natal, en La Puebla del Río, en
el que se vive por y para el toro, en el que disfruta todo el pueblo de una
auténtica fiesta, de una tradición de siglos, sin sesgos, sin distinciones de
ningún tipo, todos implicados con los toros. Y si no sólo hace falta ver la
foto del maestro conduciendo hacia la plaza de toros a la cuadrilla de El
Toronto y sus enanitos toreros para el espectáculo infantil, un chófer de lujo
para un festival de lujo. Lo de menos es el resultado de la novillada sin
picadores - apoteósico, por cierto - con cinco orejas y un rabo cortados por
Rodrigo Pipio, El Laluri, Jesús Cuesta y Álvaro Romero. Lo que quedará es el
ambiente de alegría y diversión, fiesta de verdad, ajena a insultos y barbarie,
como muestran las dos fotografías que adornan esta entrada.
Así que los primeros
novillos de la temporada ya han saltado al ruedo en La Puebla del Río, pero
será este sábado 28 de enero cuando el primer toro haga lo propio en Ajalvir.
Será un ejemplar de D. Alberto Mateos, hierro anunciado para esa tarde, el que
tenga tal honor. Y será la terna integrada por Sánchez Vara, César Valencia y
José Arcila la primera en hacer el paseíllo en este nuevo año taurino. Para el
domingo 29 se anuncia un festejo mixto con cuatro toros de Orellana Perdiz para
los espadas Alberto Álvarez y Andrés Palacios y dos novillos Antonio López para
Amor Rodríguez. Frío va a hacer en Ajalvir, seguro, pero espero que los
matadores calienten el ambiente con sus capotes y sus muletas y que las
primeras noticias de la temporada hablen de arte, triunfos y orejas.
Y a partir de ahí arrancará
como un cohete una temporada imparable. El próximo fin de semana Valdemorillo
abre sus puertas a la Feria de San Blas y La Candelaria con carteles sumamente
atractivos. Será el sábado 4 de febrero con toros de Monte La Ermita (antes
Carmen Segovia) para la terna Manuel Jesús “El Cid”, Luis Antonio Gaspar
“Paulita” e Iván Fandiño - un cartel que bien podría encuadrarse en las Ventas,
por qué no - cuando la localidad madrileña marque el inicio “oficial” de la temporada.
Para el domingo 5 de febrero se anuncia una corrida de toros con el hierro de
Buenavista para los diestros Cristian Escribano, Martín Escudero y Posada de
Maravillas, quedando para el lunes día 6 una novillada con utreros de Gómez de
Morales para los novilleros Fernando Flores, Andy Younes y Santiago Sánchez. Un
magnífico aperitivo sin ninguna duda para el primer plato fuerte de la
temporada, el día 25 de febrero en Vista Alegre. Ese sábado la plaza de
Carabanchel anuncia toros de La Palmosilla – he visto las imágenes de los seis
animales escogidos y son realmente bonitos de hechuras, agradables de cara
aunque serios, acordes a la categoría de la plaza, nunca lo olvidemos, que no
es Las Ventas - para nada más y nada menos que David Mora, Paco Ureña y Varea.
Una cita para no perdérsela.
Lo dicho, a ambas orillas
del atlántico hay toros. En América son Colombia y México quienes entran en su
recta final mientras en España arranca la temporada y es imparable, aunque a
algunos les pese, lo siento, pero es así y así seguirá siendo. No van a
dominarnos, jamás van a acabar con la Fiesta, como se demostró ayer en Bogotá.
La Santamaría volvió a abrir sus puertas tras cinco años de prohibición
impuestos por el ex alcalde Gustavo Petro para ver torear a Julián López El Juli,
Andrés Roca Rey y Luis Bolívar, resultando un auténtico éxito en todos los
sentidos. Lo intentaron los antis, animalistas se llaman, auténticos animales
es lo que son, unos mil que se concentraron a las puertas de la plaza de toros
gritando, insultando, intimidando y agrediendo a los aficionados que acudieron
en masa para disfrutar del Arte, de la Fiesta. Sí, en masa, abarrotando los
tendidos de la plaza colombiana, como dicen ellos, con todo el “boletaje”
vendido. Éxito de público y éxito artístico. Roca Rey salió a hombros tras
desorejar a su segundo, toreando fiel a su estilo, ese que hiela la sangre por
dónde se coloca y por donde hace pasar al toro, entregadísimo toda la tarde,
Juli dando de nuevo dos lecciones magistrales de poderío, mando y técnica ante
ejemplares deslucidos y complicados y el colombiano Bolívar que toreó con gran
clase y gusto a su primer toro al que cortó una oreja de ley. Lo repito,
nuestra Fiesta es imparable, pongan delante a cuantos pongan. Son muchos siglos
de tradición, son muchos siglos de cultura, y lo nuestro no nos lo va a robar
ningún animalista venido de Dios sabe donde y pagado con Dios sabe qué dinero y
de qué turbio origen. Y lo mejor es que todo pasa a ambas orillas del
Atlántico, muestra de que somos muchos, además de mejores.
La México también se quiere
sumar al festival, no podía ser de otra manera. Así que es bastante lógico que
ayer robara de nuevo horas al sueño para retomar a través de la retransmisión
de Toros Tv la Temporada Grande de la capital azteca en esta su segunda parte.
Al menos en este tramo de enero y febrero las corridas se adelantan media hora,
así que a las 23:30 h nos esperan tres horas de toros en directo desde México,
algo es algo, aunque sea media hora más que gane de sueño. Ayer se lidiaron
reses de Montecristo para Miguel Ángel Perera, Juan Pablo Sánchez y Diego
Silveti. Antes de nada, una pena ver el pobrísimo aspecto de los tendidos de la
Monumental mexicana, prácticamente despoblados, deprimente. Esperemos que en
los próximos festejos programados en los sucesivos fines de semana mejore la asistencia
de aficionados a esta plaza fundamental para la Fiesta.
Muy por encima de los toros
creo que estuvieron los tres alternantes, y de no haber sido tan malo el manejo
de la espada, es más que probable que se hubieran cortado tres orejas, al menos
así lo pienso yo. Toros en general desrazados y justos de fuerzas, quizás el
primero y el sexto los de más opciones para el triunfo por su nobleza y cierta
bravura, todos ellos bien presentados, bastante pareja toda la corrida, serios,
muy en tipo al toro mexicano. Supongo que esa falta de fuerzas fue la causa de
que la corrida no fuera picada. De verdad, tan solo se colocaros seis
¿puyazos?, si es que se puede llamar así los pinchacitos que se dieron a los
toros en el caballo.
Miguel Angel Perera recibió
a su primero con suaves verónicas ligadas con tres cordobinas plenas de sabor y
gusto, una delicia para los sentidos. Fue un animal noble y con cierta clase
pero justito de fuerzas. Con mucho mimo, con una suavidad máxima lo llevó el
extremeño en la muleta, a media altura, algo retrasada para no obligarle en
demasía, cuidando, acariciando al toro en cada lance. Lección de colocación,
técnica y temple, aunque a la faena le faltó esa chispa, ese punto de emoción
para romper. Pero enfrente tenía lo que tenía y bastante hizo Perera con
mantenerlo en pie y dejar patente su clase, su mando y su portentosa capacidad
lidiadora. El cuarto de la tarde tampoco ayudó mucho al español. Sin fijeza en
el capote, sin humillar, la cara a media altura, sin aclarar su embestida en
ningún momento. Si a eso le sumamos su falta de fuerzas es normal que en la
muleta resultara tardo, pese a lo cual Perera logró sacarle muletazos
impensables al inicio de la faena con ambos pies clavados en la arena, sin
moverse un milímetro, muy en su estilo firme y poderoso, logrando dominar la
embestida descompuesta y rebrincada del de Montecristo, que se defiende más que
embiste fruto de sus escasa fuerzas. Muy por encima Perera en ambos toros, pero
también mal con la espada, algo que sin duda echó al limbo una más que posible
oreja en su primero.
Juan Pablo Sánchez demostró
una vez más que sabe torear y que además lo hace muy bien. Dispuesto y
entregado toda la tarde, siempre intentando poner la muleta delante y llevar en
largo al toro, sin tirones ni enganchones, muy por encima de sus oponentes. El
segundo es un animal deslucido, andarín, que no humilla, de viaje corto y que
cabecea constantemente. Pese a esas escasas cualidades el mexicano le pone
siempre la muleta plana, en la cara, y conduce con limpieza los arreones del
toro, llegando incluso a sacar varios redondos de mucha categoría en dos tandas
mediada la faena. Lección de técnica e inteligencia de Sánchez además de
enormes dosis de entrega, finalizando la faena entre los pitones del toro con
cambiados por la espalda ligados a redondos bajando la mano que parecían
imposibles y que pusieron en pie a los pocos miles de aficionados dispersos por
los inmensos tendidos de La México. A buen seguro que si lo hubiera matado bien
hubiera cortado una oreja, pero se le atravesó la espada y no pudo ser. El
quinto no mejora las cualidades de su hermano. Reservón y agazapado, no da ni
una oportunidad, además de escaso de fuerzas, derrumbándose en cuanto el
mexicano le baja la mano. Lección de entrega y pundonor de Sánchez, que se
expone llegando a ser volteado sin consecuencias en un par de ocasiones. La
disposición de Sánchez fue tal que al final de la faena llegó a robar algunos
naturales sueltos y un par de redondos, sobre todo uno lento y con la mano baja
al que sucedió un cambio de mano bellísimo, de enorme valía por cuanto el toro
no permitía nada. Magnifica impresión la que me ha dejado este torero al que
seguramente veremos en España en esta próxima temporada.
La misma suerte con el
ganado que sus compañeros de terna ha corrido Diego Silveti. El tercero sale suelto,
sin fijeza, sin humillar y con cero de codicia. Toro sin ritmo, reservón y de
embestida descompuesta. Le pone Silveti la muleta plana, en la cara, consigue
que no le dé ni un enganchón, trata de bajar la mano y conducir larga la
embestida, por llamarlo de alguna manera, del animal. Pero a pesar de las ganas
y la disposición de Silveti resultó imposible, no había absolutamente nada que
rascar. En el sexto al menos pudo lucirse en un ceñido quite por gaoneras
coreadas con olés y que fueron de lo mejorcito de la tarde con el capote, junto
a la cordobinas de Perera al primero. Se arranca en largo el toro al inicio de
faena. Un cambiado por la espalda aprovechando la inercia del toro da paso a
una tanda por el pitón derecho en la que el toro se desplaza con brío pero con
brusquedad, con más violencia que clase. Lo para Silveti, somete la embestida
atempera las sacudidas del de Montecristo a base de temple y de bajar la mano,
muy bien el mexicano. Gana enteros la faena cuando toma la muleta con la mano
izquierda y se coloca para torera al natural. Por ese pitón echa la cara más
abajo y por ese pitón surgen los mejores lances, dos tandas ligadas, bajando la
mano, con emoción. Igual que he dicho de Perera y Sánchez, también creo que
Silveti ha estado muy por encima de su lote. De nuevo mal manejo de la espada
que tira por tierra cualquier posibilidad de oreja en este sexto.
México, Colombia y España, a
ambas orillas del Atlántico se pueden ver toros, aunque a algunos nos lleve a
trasnochar y pasar un lunes de resaca. Pero merece la pena, la afición que
llevamos dentro es muy grande y el esfuerzo es poco para las alegrías y
satisfacciones que nuestra Fiesta, este bendito Arte que es la Tauromaquia, nos
da. Y al que no le guste que no vaya, pero que deje de insultarnos, intentar
intimidarnos y tratar de agredirnos, porque no lo va a conseguir.
Antonio Vallejo
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