Ya estamos aquí de nuevo, comenzando un nuevo año del que ya, así, sin más, hemos consumido medio mes entre pitos y flautas, entre comidas, cenas, celebraciones, fiestas, regalos y la consiguiente resaca que da paso a la famosa cuesta de enero. Atrás quedó el 2017, un año que en lo taurino creo que nadie duda que ha quedado marcado para la historia por la inmensa figura del grandísimo maestro Enrique Ponce pero que nos dejó el triste recuerdo de la trágica pérdida de Iván Fandiño y la muerte de los inolvidables Dámaso González y del Victorino Martín. La esencia del toreo, la verdad de la Fiesta en un mismo año, el dolor por la pérdida frente a la alegría del triunfo más rotundo, drama y gloria de la mano. 2017 fue el año de Ponce, otro más. Madrid, Bilbao, Málaga vieron lo más grande del maestro, faenas históricas de toreo que entremezcló clase, gusto, elegancia, temple, mando, técnica, conocimiento, valor, entrega, verdad, pundonor y todos los calificativos que queramos aplicar a maestro de Chiva. Eso sin olvidar otras como Almería, Ciudad Real, Murcia o la mismísima Salamanca en suelo patrio, porque si nos trasladamos al otro lado del Atlántico, México y Colombia han sido testigos del inconmensurable toreo de Enrique. Es imposible olvidar su histórica faena del pasado domingo 3 de diciembre en La México ante un toro de Teófilo Gómez para el que se pidió el rabo y que incomprensiblemente el juez de plaza negó, la obra maestra realizada en Cali el pasado 29 de diciembre al desorejar a un toro de Las Ventas de Espíritu Santo y la monumental faena que esta misma madrugada ha realizado a dos toros de Ernesto Gutiérrez Arango cortando cuatro orejas en dos faenas maravillosas repletas de temple y hondura con la impronta y el sello de ese toreo tan personal que Enrique atesora para salir a hombros junto a Julián López " El Juli", probablemente el otro nombre destacadísimo del pasado año. Eso con permiso de Antonio Ferrera, Alejandro Talavante y Paco Ureña, que en mi opinión brillaron a una altura máxima, especialmente el balear en la temporada de su reaparición tras la grave lesión sufrida hace casi 2 años, y que merecen un puesto de honor en el podio de triunfadores de 2017. Pero creo que Juli merece un reconocimiento aparte por la inmensa temporada que ha cuajado, dando la cara y triunfando en todas las plazas y todas las ferias, rotundo, poderoso, con un mando y una clase fuera de serie, pletórico, dejando patente que es un figurón del toreo que también está marcando una época y que pasará a la historia del toreo con letras de oro entre los más grandes. La salida a hombros de Juli junto a Ponce en la colombiana plaza de Manizales resume, a mi modo de ver, lo que fue ese 2017 que ya es parte de esa historia.
El pasado es pasado y debe formar parte del recuerdo para abrir una puerta al futuro, a un futuro cargado de esperanzas e ilusiones en una temporada 2018 que arranca ya mismo. Sí, ya mismo es ya mismo, una semana sin ir más lejos, puesto que este próximo sábado 20 de enero, en La Puebla Del Río, el maestro Morante organiza una novillada mixta sin picadores en la que harán el primer paseíllo del año el rejoneador Pablo Domecq y los novilleros Rocío Romero, Alejandro Adame, Mariano Fernández, El Niño de los Tendíos y Manolo Luque "El Exquisito". Clarines y timbales sonarán de nuevo anunciando la salida al ruedo del primer novillo de la temporada, igual que sonarán una semana más tarde, el sábado 27 de enero en la que tradicionalmente es la primera feria de la temporada, la de la madrileña plaza de Ajalvir, antaño fría y ventosa pero hoy resguardada de las inclemencias climatológicas gracias a su moderna cubierta. Una corrida de toros para los matadores Sánchez Vara, Joselillo y David Galván y una novillada para Alejandro Rodríguez, Álvaro Burdiel y Juan José "Villita" ante toros y utreros de la madrileña ganadería López Gibaja componen el primer fin de semana taurino de la temporada. ¡Y a partir de ese sábado ya será un sin parar hasta octubre!, como cada año, le pese a quien le pese. Porque a Ajalvir le sucederá la también madrileña localidad de Valdemorillo que presenta cuatro festejos a celebrar a partir del 4 de febrero. Las combinaciones para esta Feria de San Blas y La Candelaria son las siguientes:
Domingo 4 de febrero: Toñete, Ángel Téllez y Alejandro Gardel con toros de Montealto.
Viernes 9 de febrero: Rafaelillo, Uceda Leal y Miguel de Pablo con reses de Pablo Mayoral.
Sábado 10 de febrero: Leonardo Hernández, Juan Mora y Alejandro Mora (que debuta con picadores) en una corrida mixta ante reses de El Pilar.
Domingo 11 de febrero: Manuel Escribano, Miguel Abellán y Juan Miguel que tomará la alternativa frente a toros de Monte la Ermita.
Será Madrid quien siga marcando el paso de este inicio de temporada con la Feria de invierno en Vistalegre conformada por una corrida de toros de Victorino Martín para Curro Díaz, Daniel Luque y Emilio de Justo y una novillada de El Parralejo para Antonio Catalán "Toñete", Ángel Téllez y Rocío Romero que debutará con picadores. Eso será el fin de semana del 17 y 18 de febrero, a tan solo un mes de la primera gran cita de la temporada, la de Fallas de Valencia y que en breve dará a conocer la composición de sus carteles, a buen seguro con las principales figuras y ganaderías en ellos. Y luego vendrá Sevilla que ya ha hecho oficial el elenco ganadero para la próxima Feria de Abril, como ya hizo Pamplona el pasado diciembre. Nombres de auténtico lujo acordes a la primerísima categoría de la Real Maestranza sevillana: Nuñez del Cubillo, Fuente Ymbro, Torrestrella, Garcigrande, Juan Pedro Domecq, Victorino Martín Andrés, Daniel Ruiz, Hnos. García Jiménez, Jandilla, Victoriano del Río Cortés, El Pilar y Miura, la mítica ganadería sevillana que cerrará el ciclo sevillano. Todo esto mientras América entra en su recta final y México con la segunda parte de su Temporada Grande, Colombia y Venezuela se solapan con España en estos meses que llevarán a una nueva primavera, esa primavera con la que muchos soñamos y que volverá a reír por cielo, tierra y mar, algo que también muchos anhelamos.
Y no debemos olvidar que hay una fecha y un lugar marcado de manera muy especial en el calendario de este 2018. Tras el vacío que dejó en la afición el hasta luego de Morante de la Puebla el pasado mes de agosto su reaparición es ya un hecho confirmado. Será el 12 de mayo en Jerez, en plena Feria del Caballo, alternando junto a Juan José Padilla y José Mª Manzanares ante astados de Juan Pedro Domecq. Está claro que será la locura y que conseguir una entrada para ese día va a ser algo más que misión imposible. También está claro que para mí sería un sueño estar en Jerez ese día para ver el regreso del genio, sentir de nuevo el duende, notar el pellizco de la magia y rememorar aromas de Romero, pero por entonces estaré inmerso en pleno San Isidro, sentado en mi abono y disfrutando un año más del mes de toros más importante e intenso del planeta, y eso son palabras mayores. Y aunque parezca una locura decirlo ahora, está a la vuelta de la esquina.
Sin freno, el mundo del toro ni para ni descansa, por todo el planeta, Europa y América, invierno y verano, da igual, siempre habrá un lugar donde unos hombres se vistan de luces y se enfrenten a ese animal tan querido y respetado que es el toro bravo en una lucha cara a cara que antecede al triunfo o a la tragedia. Así ha sido durante siglos y así seguirá siendo, al menos en este 2018 que estrenamos y que nos invita a soñar, una vez más, con verónicas, chicuelinas, varas, banderillas, redondos, naturales, trincherillas, estocadas...que nos llenen de emoción y nos hagan disfrutar de la inmensa belleza de esta afición y de esta Fiesta inmortal. Pese a quien pese, a pesar de los ataques indiscriminados, frente a todo y contra todos los que quieran imponer su capricho de motivaciones políticas ante la libertad de ir a la plaza de toros a ver y disfrutar de ese arte eterno que es la Tauromaquia, en unos días España volverá a escuchar el sonido de clarines y timbales anunciando que un toro va a saltar al ruedo, España volverá a sentir los olés unos tendidos apasionados y ojalá que muchas tardes vea a los aficionados saliendo de la plaza de toros como se decía antaño, toreando al aire con la mano, rememorando faenas antológicas.
Señores, será un placer compartir con todos esta nueva temporada y contarlo como lo vea, como lo viva y como lo sienta, con pasión, emoción e ilusión, con aciertos y errores, pero siempre con mi afición por montera.
¡Feliz año taurino!
Antonio Vallejo
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