domingo, 27 de enero de 2019

Larga y pesada madrugada


No se me ocurre mejor manera de definir la corrida del pasado domingo con la que arrancó la segunda parte de la Temporada Grande mexicana. Larga porque  arrancó a las once y media de la noche y el octavo toro, sí, han leído bien, el octavo y último se arrastraba pasadas las tres de la madrugada hora española. Ocho toros de Fernando de la Mora y no porque en el cartel se anunciaran cuatro matadores, puesto que los acartelados eran Sebastián Castella, Octavio García "El Payo" y Juan Pablo Sánchez, sino porque tanto Castella como El Payo regalaron un sombrero cada uno cumpliendo con esa tradición mexicana tan peculiar. Y pesada porque uno tras otro iban saltando al ruedo y realmente poco o muy poco transmitían los ejemplares de Fernando de la Mora que , por cierto, estuvieron muy bien presentados, serios, con buenas hechuras y más volumen y ofensividad de los que suele estilarse por allí, a excepción del quinto que, a modo de ver, era un toro basto, con mucha caja y poca cara, muy justito de pitones, desproporcionado, en resumen, feo, para no dar más vueltas.   Así que es fácil deducir que no fue nada sencillo mantener los ojos abiertos y vencer al sueño y las tentaciones de irse a dormir, pero al final, como casi siempre pasa con esta bendita afición, le espera mereció la penable séptimo, un gran toro al que el francés Sebastián Castella cuajó en una extraordinaria faena.  Cierto es que la corrida no empezó mal con un primer toro noble y con clase al que Castella llevó con temple y suavidad en la muleta en los primeros compase del trasteo, flexionando la rodilla, alargando el viaje, andándole con torería para llevárselo a los medios y rematar ese prólogo con una trincherilla de cartel que precedió a un par de tandas por el pitón derecho templadas y lentas, conduciendo la embestida muy despacio, a la mexicana, dejándole la muleta puesta para ligar los redondos con clase y gusto, dejándonos en la retina un cambio de mano extraordinario para dejar al toro perfectamente colocado para torear al natural y desplegar toda su capacidad técnica, inmensa, tapándole la salida y así corregir la tendencia del toro a irse al final del muletazo, ligando los naturales en una baldosa. Pero al toro le faltó empuje, raza y más duración para que la faena rompiera y se rajó demasiado pronto, comenzó a defenderse y al francés no le quedó otra que irse a por la Tizona y pasaportar a ese primero que no dejó buen sabor de boca en esas cuatro o cinco tandas que tuvo. El segundo tampoco estuvo mal, un toro al que el mexicano Octavio García "El Payo" toreó con mucha clase y elegancia, muy seguro y relajado en una faena inteligente aprovechando el buen pitón derecho del animal, adelantando la muleta, llevándole muy toreado, tirando de él con suavidad, muy templado, la mano baja, acompañando la embestida con la cadera, redondo largos y profundos, bajando la mano, arrastrando la muleta, poderoso, exprimiendo la clase y nobleza de un toro al que también le faltaron fuerzas y se acabó demasiado pronto. Al hilo de las tablas finalizó su faena el de Querétaro robando al animal los últimos muletazos con unas trincherillas y cambios de mano que desprendieron sublimes aromas de torería y nos dejaron un magnífico sabor en el paladar. A partir de ahí comenzó una deriva hacia lo anodino que a medida que pasaban las horas e iban saltando uno tras otro los ejemplares de Fernando de la Mora hacía que mantenerse frente al televisor fuera una labor de mérito. El tercero fue un toro sin recorrido, soso y deslucido, que pasaba sin más, como quien va a comprar el pan, sin más, sin entrega, sin emoción, a media altura, al que Juan Pablo Sánchez no pudo obligarle ni lo mínimo porque para colmo se venía abajo. El de Aguascalientes tan solo puso poner ganas y más ganas, pero cualquier intento de lucimiento era en vano y lo mejor que hizo fue pasaportarlo  con prontitud. El cuarto tampoco humilló, le faltaba ritmo, era tardo y soltaba la cara a cada muletazo. Tiró de técnica el galo, le puso la muleta adelantada, trató de tirar del animal bajándole la mano pero el de Fernando de la Mora no se entregó y la faena no pasó de la mediocridad a pesar de los intentos de Castella por robar algún muletazo suelto con cierta hondura, pero el conjunto resultó deslucido y carente de emoción, incluso se le protestó que acortara las distancias con el toro ya rajado y la impaciencia y el desánimo empezaba hacer mella en los tendidos de La México. El quinto, más de lo mismo, soso y deslucido, sin raza, sin recorrido, sin fuerza, a la defensiva, soltando la cara, sin una gota de emoción, absolutamente imposible, ante el que "El Payo" nada pudo hacer por lo que, visto lo visto y sin querer irse de vacío, el mexicano pidió el de regalo. Fue pedir eso y tras el arrastre salió Castella al tercio e hizo la misma solicitud al Juez de Plaza, que accedió a otro sobrero más de regalo, con lo cual la cosa iba a alargarse mínimo, cincuenta minutos más. Y de verdad que no eran horas para tanto exceso, sobre todo porque los dos de regalo eran del mismo hierro y si su juego iba a ser el mismo que el de sus hermanos... Para colmo, cuando las cosas se tuercen lo hacen de verdad y cualquier situación es susceptible de empeorar, saltó el que hacía sexto, un manso de solemnidad, que rehuyó los capotes, que salía rubricado del peto del picador en cuanto sentía el acero, rebrincado, dando vueltas por el anillo de Insurgentes abolutamente desentendido, sin orden ni concierto, un caos, una capea que alcanzó momentos de auténtico sainete cuando nadie acertaba a saber si el Juez de Plaza había cambiado el tercio o había devuelto el toro a los corrales, algo que hubiera sido ya de traca, devolver a un toro por manso. Se armó la marimorena, el público protestando, Juan Pablo Sánchez y su cuadrilla sin saber qué hacer, el torilero que si abría o no la puerta, un espectáculo lamentable pero que al menos me sirvió para espabilarme a esas horas de la madrugada. Como era de esperar no pudo haber faena de muleta alguna ante un manso que huía a tablas buscando la salida y al que Juan Pablo Sánchez hizo lo que había que hacer, machetearlo por bajo y pasaportarlo con la mayor brevedad posible, que al final no fue tal ante las complicaciones que le presentó el toro a la hora de entrar a matar. Por lo menos el de Aguascalientes no pidió otro más de regalo, ¡menos mal!. 
Y saltó el séptimo, un cárdeno largo y proporcionado, con cuello, serio pero agradable de cara, abrochadito de pitones, de los que, como suele decirse, caben en la muleta. Repite y humilla en el saludo capotero de Castella, verónicas suaves semiflexionado rematadas con una media plena de gusto. El de Fernando de la Mora se dejó pegar en le caballo, sin empujar, pero su movilidad y fijeza permitió a Fernando García padre e hijo cuajar un excelente tercio de banderillas, especialmente el hijo que dejó dos pares de poder a poder, con pureza y limpieza, saliendo de la cara con torería. Ese buen tranco y esa embestida con clase que desplegó en banderillas el de Fernando de la Mora la mantuvo en la muleta. Faena que inició el galo fiel a su estilo, puro Castella, en los medios, clavando las zapatillas, vertical, dos cambiados por la espalda intercalados con dos estatuarios pasándose los pitones a milímetros de la chaquetilla para ligar sin solución de continuidad una serie por el pitón derecho templada y a mano baja que remata con un sensacional pase de pecho. Toreo en redondo de mucha altura, toreo con empaque, relajado, con naturalidad, templadísimo, arrastrando la muleta, alargando el viaje, el compás abierto, la cintura rota, pura belleza, tandas de derechazos rotundas, con profundidad y estética, los cambios de mano fueron supremos, los de pecho que abrochaban las series monumentales, lo olés hacen crujir a La México, por fin la emoción del toreo invade las alicaídas almas de los aficionados, huérfanos de esperanzas. Pero esta el la magia del toreo, esta es la grandeza de este Arte, esta es la verdad de la afición, nada está determinado y, nunca mejor dicho, hasta el rabo todo es toro. Mereció la pena aguantar hasta esas horas para disfrutar de esos redondos, y de los naturales arrastrando la muleta, con hondura, ligados en un palmo de arena, perfecta colocación, sin enmendarse, grandísimo toreo de Castella, puro y refinado, gloria bendita, como el epílogo por el pitón derecho, muletazos lentos, eternos, majestuosos, con la México en pie rompiéndose las palmas a aplaudir a un gran toro, bravo, encastado y con mucha clase y a un gran torero, una auténtica figura aquí y allí. Si hubiera algo que reprocharle a Sebastián Castella fue que quizás se pasó de metraje en la faena, pero es que le toro era tan bueno y repetía con tal fijeza y humillación que a ver quien se resistía a seguir toreando tan a gusto como lo hizo el francés. Una pena que al exprimir tanto al de Fernando de la Mora no le ayudara nada a la hora de matar y la espada cayó muy baja haciéndole perder los trofeos, porque estoy seguro que si hubiera matado bien las dos orejas habían ido al esportón sin discusión alguna. Pero esa estocada defectuosa no emborrona la grandísima faena con la que Castella nos hizo soñar el toreo una vez más.
Y aunque aún restaba por salir de toriles el segundo sobrero de regalo para "El Payo" puede decirse que la corrida acabó con la calurosa  vuelta al ruedo de Castella porque el que hizo octavo no sirvió para nada. Distraído y desentendido desde su salida, de embestida descompuesta en el capote y en la muleta, sin humillar, sin entrega, sin clase ni raza. Lo intentó Payo pero el toro no tenía ni un pase, imposible a más no poder, cerrando así una corrida gris en la que tan solo se salvó un toro de ocho, pobre balance, y en la que los matadores anduvieron por encima de sus oponentes.
Así pasó la duodécima de la Temporada Grande el pasado domingo, esta noche llega la decimotercera con la presencia del maestro Antonio Ferrera, motivo más que suficiente para sentarme de nuevo frente al televisor y disfrutar de otra madrugada para soñar el toreo. Le acompañan en el cartel Arturo Saldívar y Diego Silveti con toros de Villa Carmela. Tan solo espero que no sea larga y pesada.

Antonio Vallejo

sábado, 19 de enero de 2019

Temporada Grande en La México, segunda parte..¡y Ajalvir en puertas!


Ya está aquí la segunda parte de la Temporada Grande en La México, una vez concluida una primera que nos ha dejado en la memoria pasajes de grandísimo  toreo y de intensas emociones. Será difícil olvidar la antológica faena De Diego Ventura y el indulto al toro Fantasma aquella ya lejana madrugada del 11 de noviembre que inauguró la Temporada Grande, o la emotiva, elegante, torera y triunfal despedida de Ignacio Garibay, la torería y la verdad de Andy Cartagena, Arturo Macías "El Cejas" y Leo Valadez con una complicada y  deslucida corrida de José María Arturo Huerta y Arturo Gilio, el toreo con empaque y sabor añejo de Diego Urdiales, la vergüenza torera de "El Payo" que pagó con sangre su arrojo y el triunfo de Sergio Flores ante toros de Xajay, las faenas cumbre de Antonio Ferrera la madrugada del 9 de diciembre, arte, sentimiento y torería frente a toros de Santa Bárbara, la coronación de Andrés Roca Rey como figuran del toreo en la corrida guadalupana del 12 de diciembre en la que el peruano aunó valor, emoción, pasión, arte, torería pura, y, ¡cómo no!, la noche del 16 de diciembre en la que la emoción alcanzó cotas impensables en el adiós a los ruedos de un hombre ejemplar, íntegro, un modelo a seguir, fiel, leal, batallador, inasequible al desaliento, vencedor de la adversidad, dueño de la fuerza ante el dolor, sacrificio y superación son sus señas de identidad, además de un TORERO, Juan José Padilla. Todo eso lo vimos y lo vivimos con intensidad gracias a Canal Toros y las retransmisiones en directo desde La México, un auténtico lujo que nos acercan a esa manera tan especial de vivir el Arte en aquella tierra. Después ha habido cuatro corridas celebradas los días 23 y 30 de diciembre y el 6 y 13 de enero que no he visto no por falta de ganas sino porque no han sido transmitidas en España. Corridas con toreros mexicanos como Federico Pizarro que también se despidió del toreo, Fermín Rivera, Gerardo Adame, Fabián Barba, Calita, Diego Sánchez, Alfredo Ríos "El Conde", Uriel Moreno "El Zapata" o José Luis Angelino, en las que lo más destacable fueron las orejas cortadas por los veteranos Pizarro y "El Conde" y lo más triste sin duda fue la grave doble cornada sufrida por Fabián Barba ante un sobrero de regalo del hierro de Monte Caldera. 
Todo eso es ya historia, como lo es ya gran parte de la temporada americana, a todo tren en no solo en la plazas mexicanas, también en Perú con un Enrique Ponce apoteósico en Lima, en Colombia, en la feria de Manizales con Juli y también Ponce a hombros tras una tarde histórica en la que brindaron un homenaje al Arte en toda su extensión, poderío, mando, técnica, conocimiento, gusto, clase y dosis infinitas de torería, en Venezuela,  el toreo no para, vive a un ritmo frenético al otro lado del Atlántico, y para demostrarlo ya tenemos aquí la segunda parte de la Temporada Grande de la Monumental azteca. Una segunda parte que mañana mismo, a las once y media de la noche hora española, llegará a través de Canal Toros. Cinco madrugadas para seguir viviendo el toreo que van a servir de aperitivo a la temporada española que ya mismo abrirá sus puertas. Cinco madrugadas con los siguientes carteles:

Domingo 20 de enero: Toros de Fernando de la Mora para Sebastián Castella, Octavio García "El Payo" y Juan Pablo Sánchez.

Domingo 27 de enero: Toros de Villa Carmela para Antonio Ferrera, Arturo Saldívar y Diego Silveti.

Lunes 4 de febrero: Toros de Montecristo para el rejoneador Diego Ventura y los matadores Joselito Adame, Andrés Roca Rey y Ernesto Javier "Calita".

Martes 5 de febrero: Toros de Los Encinos para el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza  y los matadores Enrique Ponce, Sergio Flores y Luis David.

Domingo 10 de febrero: Corrida de la oreja de oro.

Carteles a mi modo de ver muy bien rematados en los que están los nombres que han dado brillo y esplendor a la primera parte de la temporada y que estoy convencido que van a llevar a los tendidos de La México a muchos más aficionados que la media de lo que vimos en lo festejos de noviembre y diciembre, no digo ya los de enero que he leído que la asistencia fue casi testimonial. Atractivos hay, desde luego, y ya tengo ganas de ver salir al primer toro de Fernando de la Mora y ver a Castella desplegar su capote para recibirlo y empezar a soñar el toreo una vez más.
Como decía, el planeta toros no para, tenemos a la vista ya la primera feria de la temporada española, en la madrileña plaza de Ajalvir sonarán el sábado clarines y timbales anunciando al primer toro en saltar a la arena en España, aunque un día antes lo harán anunciando un novillo. Sí, así va a ser, lo siento por los antitaurinos y antiespañoles, ya estamos otra vez aquí, no podéis con nosotros, somos más y mejores. Y para que vayan abriendo boca así serán los carteles de Ajalvir:

Viernes 25 de enero: Novillada sin picadores con reses de San Isidro para Álvaro Burdiel, Guillermo García y Daniel Pérez.

Sábado 26 de enero: Toros de Jódar y Ruchena para Sánchez Vara, Salvador Cortés y Fernando Adrián.

Domingo 27 de enero: Toros de Marqués de Quintanar para Gómez del Pilar, Lama de Góngora y Miguel Angel Pacheco.

Y tras Ajalvir vendrá la también madrileña localidad de Valdemorillo cuyo ayuntamiento ha tomado las riendas para componer a contra reloj los carteles para la Feria de San Blas y La Candelaria prevista para los días 4, 9 y 10 de febrero y que ha estado en el aire en las últimas fechas. Hubiera sido una lástima que no se hubiera celebrado una feria que cada año iba ganando peso por su seriedad y la cuidada elección de los nombres que por su coso hacían el paseíllo. Y el 23 de febrero llegará el esperado mano a mano en Vistalegre entre Jesús Manuel "El Cid" y Emilio de Justo frente a toros de Victorino Martín, Puerto de San Lorenzo y Parladé en la que será la primera gran tarde de la temporada madrileña y que promete ser espectacular. Las emociones fuertes tendrán continuación el 9 de marzo en una localidad próxima a Madrid, la toleraba ilesa que ha anunciado un cartelazo de auténtico lujo en el que José María Manzanares, Morante de la Puebla y Roca Rey matarán toros del hierro madrileño de José Vázquez, casi nada. Tomará el relevo Valencia con sus Fallas, una semana después Castellón con la Feria de la Magdalena, luego aparecerá el abril sevillano en el horizonte cuyo final compartirá fechas con el nacimiento  de un nuevo San Isidro, ¡de locura lo que se nos viene encima!.
¿Alguien se lo quiere perder?. Disfrutemos del Arte, disfrutemos de lo nuestro, disfrutemos del toreo, ya lo tenemos aquí, un año más, una temporada más para soñar y soñar.

Antonio Vallejo

jueves, 3 de enero de 2019

¡Feliz año nuevo taurino!


Un nuevo amanecer, un nuevo año que acaba de arrancar, lleno de ilusiones, de deseos, de planes, de retos, de proyectos, doce meses por delante para hacer realidad muchos sueños. Aunque a muchos les pese, aunque les fastidie con “j”, también arranca un nuevo año para el toreo, una nueva temporada cargada de sueños, ilusiones y deseos que en nuestro caso, el de los taurinos, se harán realidad por muchas trabas que nos pongan, aunque nos insulten, aunque nos quieran intimidar y agredir, da igual, este Arte es tan grande que nada le puede detener. Llevamos ya muchos años soportando la brutal campaña política manejada por la izquierda, la “moderada” y la radical, que en realidad son todas lo mismo, cuya única finalidad, siempre lo he dicho, es destruir España y todo aquello que les suene a español, y los toros son posiblemente unos de los máximos exponentes de españolidad. No pueden soportarlo, mienten y lo visten de animalismo, de falso ecologismo, cuando en realidad no tiene ni idea de lo que es y lo que significa el toro bravo, es más, no les importa, en el toro ven a España y por eso quieren acabar con él. Pero enfrente se encuentran a hombres que empeñan su vida y su dinero para criar y mantener viva la especie del toro bravo, a hombres que empeñan su salud y su vida enfrentándose a un toro para crear Arte y a hombres que pagamos honradamente y con los impuestos correspondientes para organizar festejos y así disfrutemos de una afición con siglos de tradición. Mientras haya un ganadero, un torero, un empresario y un aficionado cada nuevo año nacerá una nueva temporada, no podrán con nosotros, jamás. Así ha sido durante siglos y así va a seguir siendo, más aún este año que ha hecho aparición en la escena política un nuevo partido que ha puesto la defensa de la tauromaquia como uno de los puntales de su programa. Ese partido, creo que a  ninguno de ustedes se les escapa, es VOX, que ha irrumpido con una música que suena realmente bien en muchos aspectos que han sido despreciados por los partidos que se han repartido el pastel y muchos beneficios durante tantos años de corrupción. Luego habrá que ver lo que pasa cuando comiencen a caminar, habrá que ver si no desafinan, pero de momento suena muy bien todo lo que atañe a la defensa de España, de su Unidad, de lo español, de sus raíces católicas, de sus tradiciones, de la defensa de la vida frente al criminal aborto y, por supuesto, de los españoles frente a la invasión organizada y programada que estamos sufriendo a través de nuestras fronteras. Y parece ser que a mucha gente también le ha gustado que alguien diga las cosas claras, que hable sin complejos de lo que realmente preocupa e importa a muchos españoles hartos ya de tanta economía, que al final solo va bien para los que manejan el poder, de un lado y del otro, mientras los demás tenemos que pelear cada día por sacar adelante a nuestras familias, por dar la educación que queremos a nuestros hijos, por defender nuestras creencias y porque están hartos de la dictadura de lo políticamente correcto. Al menos así lo deduzco si hago caso a lo ocurrido en Andalucía. Me resulta muy gracioso escuchar ahora a Pablo Casado hablando explícitamente de la importancia de la caza, la pesca ¡y los toros!, haciendo una defensa de ello a capa y espada. Parece mentira, años de silencio, mirando de perfil, ni sí ni no, estilo rajoyesco, y ahora que vana a menos se ponen a rebufo de las ideas de VOX, ahora se dan cuenta que los taurinos existimos, cuando durante años nos han despreciado, han callado y no han dicho nada en su defensa, quizás algunos a título particular, pero nada oficialmente. Han visto que se le escapan los votos y han acudido cual buitres a recuperar alguno. Quizás sea tarde y se tengan que lamentar de haber despreciado a tantos por esa absurda idea de “centrarse”. Hay cosas que importan más que la economía, que son nuestras raíces, nuestra esencia, y la tauromaquia es una de ellas. No somos pilas de monedas, somos un pueblo con una historia gloriosa que  nos hizo Una y Grande, un pasado que nos honra y que la izquierda quiere borrar con la ayuda de ese PP silencioso, cobarde y traidor tal y como ha demostrado, por ejemplo,  con la terrible e infame Ley de Memoria Histórica. Repito, luego habrá que ver como responde VOX cuando tenga responsabilidades, de momento suena bien, pero el movimiento se demuestra andando.
No sé en lo demás pero en lo que respecta a la tauromaquia no hay duda que tiene un padrino de lujo, Morante de la Puebla, que estoy convencido que mucho ha tenido que ver en los resultados electorales de Andalucía. Doce han sido los escaños que ha conseguido, dos por verónicas con sabor a romero, dos por medias para soñar, dos por chicuelinas bajas con aromas de azahar, dos por redondos eternos, dos por naturales infinitos y los dos últimos trincherillas de duende y pellizco. Y tiene narices que el maestro Morante por el simple hecho de haber expresado sus ideas y apoyar a una opción política tenga que estar aguantando que le hagan pintadas en su finca y le amenacen, bonita democracia.
Centrándonos en los toros, mientras América sigue a todo ritmo, Perú, Colombia, Ecuador y México con media Temporada Grande en la capital aún por desarrollarse, la nueva temporada 2019 española y francesa comienza a tomar forma, aunque solo sean apuntes de lo que está por venir, que va ser mucho, en un claro ejemplo que el toreo no descansa, es interminable, no para, aquí ya allá, da igual el mes del año, siempre habrá una plaza en la que lidie una corrida de toros. Francia ha sido madrugadora en este aspecto y plazas como Vic-Fezensac anuncia ganaderías para su Feria de Pentecostés en junio: Pedraza de Yeltes, Dolores Aguirre y Cebada Gago además de una corrida concurso de La Quinta, Saltillo, Partido de Resina, Pagés-Maihlan, Flor de Jara y Los Maños completan un elenco ganadero de carácter marcadamente torista. Otra plaza importantísima en el país galo, Arles,  cierra también los hierros que conformarán su temporada centrada en la Feria de Pascua en abril y la Feria del Arroz en septiembre. Serán los de Palha, Jandilla, Garcigrande, La Quinta, Adolfo Martín, Pedraza de Yeltes, Torrestrella, El Tajo y La Reina, Núñez del Cuvillo, Domingo Hernández, Zalduendo y Los Espartales para rejones. Otra que se suma al carro de los anuncios es Ceret que para su fin de semana torista de julio prepara dos corridas de toros con reses de Juan Luis Fraile y Saltillo. Nos falta por saber de Nimes, pero seguro que en breve comenzará a desgranar lo que será la temporada de la más importante plaza francesa.
Por su parte en España hay mucho y suculento para ir abriendo boca. Ya hay anunciados dos tentaderos públicos en Madrid, uno el próximo 19 de enero en Valdilecha a beneficio de Cáritas y que contará con Miguel Tendero, Esaú Fernández, Fernando Adrián y el novillero Rubén Fernández, y otro el 16 de febrero en Moralzarzal a beneficio de la Federación Española de Enfermedades Raras en el que se lidiarán novillos de Peñajara para Pepe Luis Vázquez, Julio Aparicio, Manolo Sánchez, Luis de Pauloba y Toñete, aunque como cada año supongo que será Ajalvir dentro de unas semanas, allá por el 26 y 27 de enero, la plaza que tenga el honor de escuchar clarines y timbales y ver saltar al ruedo al primer toro de la temporada, pero aún no hay nada confirmado al respecto. Quién sí ha presentado el cartel de su Feria de San Blas y la Candelaria ha sido Valdemorillo. Precioso cartel, por cierto, para esta feria madrugadora que va ganando en prestigio y reconocimiento cada año. Cierto que no están definidos ni los matadores ni las ganaderías pero no creo que tarden puesto que falta tan solo un mes para que la plaza madrileña abra sus puertas. Seguirá siendo Madrid en estos primeros compases de la temporada, concretamente la plaza de Vistalegre, quien acapare la atención de los aficionados con un interesantísimo mano a mano entre Jesús Manuel “El Cid” y Emilio de Justo frente a dos toros de Victorino Martín, dos de Puerto de San Lorenzo y otros dos de Parladé en lo que será también un desafío ganadero para abrir el año taurino en la capital. Todo un acontecimiento como aperitivo a la espera que Las Ventas ponga luz a lo que será su temporada. De momento en referencia a la primera plaza del mundo, aunque supongo que abrirá sus puertas el Domingo de Ramos y que también anunciará su cartel de Resurrección, dos fechas que esperamos con auténticas ganas los aficionados madrileños. A partir de ahí las novilladas coparán los carteles de los domingos hasta que el mes de mayo irrumpa con toda su fuerza primero con la Feria de la Comunidad y días después con San Isidro, pero para eso aún queda, no tanto como parece, ya mismo estaremos viendo aparecer noticias y combinaciones de lo que serán los carteles definitivos. De lo poco que se sabe es que Puerto de San Lorenzo va a lidiar este año tres tardes en la Monumental, seguramente dos en mayo y la tercera en la Feria de Otoño. Quien sí que ya tiene perfilada lo que promete ser una gran feria es Castellón, que entre el 24 y el 31 de marzo celebrará su Feria de la Magdalena para la que contará con nombres de auténtico lujo. En el coso castellonense harán el paseíllo Morante de la Puebla, Enrique Ponce, El Juli, Roca Rey, Manzanares, Cayetano, El Cid y Varea, entre otros, para matar corridas de Garcigrande-Domingo Hernández, Juan Pedro Domecq, García Jiménez, Núñez del Cuvillo y Victorino Martín, Adolfo Martín o Fuente Ymbro. Será sin duda un gran serial pocos días después de la primera de las grandes ferias, la de Fallas en Valencia, que tan solo ha confirmado la presencia de los toros de Victorino Martín y la reaparición de Paco Ureña tras el percance el pasado mes de septiembre en Albacete que le hizo perder la visión de un ojo. Una reaparición que esperamos con impaciencia todos los aficionados, deseosos de volver a disfrutar con la pureza del toreo del  murciano.
También parece claramente definido el cartel de una de las fechas icónicas de la temporada española, el Domingo de Resurrección sevillano que tan solo baraja cuatro nombres, Morante, Manzanares, Juli y Roca Rey, todo en función de que el de la Puebla continúe o no en su negativa a que se le retransmita por televisión. En fin, ya veremos, pero en cualquier caso será un cartelazo. Lo que  está confirmado por el propio Ramón Valencia es que será Miura el hierro que un año más cierre la Feria de Abril sevillana, que quiere que Diego Ventura toree en La Maestranza este año y que dará un trato muy especial a El Cid en la temporada de su adiós a los ruedos. ¡Y qué ganas tengo de ir a Sevilla y sentir el toreo como esa plaza lo hace!. Digo lo mismo que con San isidro, la verdad es que no queda nada, sin darnos cuenta estaremos oliendo a azahar y romero, ya verán.
Y para terminar con estos apuntes de lo que vamos a vivir en los próximos meses hay que hablar, como cada año, de Pamplona, la Feria del Toro, que siguiendo fiel a su costumbre hizo pública en diciembre la relación de ganaderías que correrán por sus calles y se lidiarán en el coso de La Misericordia: Victoriano del Río, Cebada Gago, Jandilla, Puerto de San Lorenzo, José Escolar, Núñez del Cuvillo, La Palmosilla, El Capea-Carmén Lorenzo para rejones, la navarra ganadería de Pincha para la novillada y, como es tradición, la mítica Miura cerrando los sanfermines.
En resumen, son solo apuntes que nos ilusionan y que demuestran que el toreo no para, incombustible, en América, en España y en Francia, el planeta entero es un ruedo, para fastidio de intransigentes y deleite de millones de aficionados que como cada año soñaremos con toros de bellísimas hechuras y extraordinaria bravura, con lances de capote y pases de muleta que nos hagan soñar, con estocadas que valgan triunfos rotundos, con toreros a hombros a lo largo y ancho de nuestra geografía y también con toros que regresen al campo con vida por sus excelentes condiciones de bravura, nobleza y fuerza. Esa es nuestra afición, nunca podrán con nosotros porque somos muchos más y mucho mejores que ellos.
Queridos amigos, ¡Feliz año nuevo taurino!


Antonio Vallejo