Sí, lo están viendo bien, no se trata de un montaje fotográfico ni es, como dicen ahora los cursis, un "fake". Es Diego Ventura el pasado domingo en La México en la corrida que inauguraba la segunda parte de la Temporada Grande en un mano a mano con el mexicano Emiliano Gamero ante toros correctos de presentación y en tipo de Los Encinos y Julio Delgado que en general tuvieron nobleza y resultaron manejables, aunque les faltó un punto de empuje y transmisión para romper, y que se saldó con un balance final de una oreja para cada rejoneador, la que cortó Ventura al primero y la que cobró Gamero con el sexto. Una corrida que mantuvo el suspense en su arranque por la lluvia que cayó durante esa mañana dominical, que se mantuvo a las cuatro y media, hora de inicio de los festejos capitalinos, y que hizo que el ruedo presentara un estado poco recomendable para los caballos con el riesgo que eso entraña en este tipo de corridas. Pero Ventura y Gamero decidieron que por respeto a los aficionados que habían acudido a La México para verles echaban la corrida y si la lluvia lo hacía imposible ya decidirían qué hacer. Me llamó mucho la atención el escasísimo público que se concentró en los inmensos tendidos de La Monumental porque el cartel creo que era de mucha expectación, pero al parecer el rejoneo no es precisamente lo que más les guste a los mexicanos. De hecho no recuerdo ningún nombre de rejoneadores aztecas, todos los que me vienen a la cabeza son españoles, portugueses o franceses. Y digo que me extraña tan poco público porque en el ruedo comparecía la máxima figura del toreo a caballo actual y quien sabe si lo será de todos los tiempos y posiblemente el máximo exponente mexicano de este arte, con la peculiaridad añadida de haber sido los dos últimos que han indultado a un toro en La México. Gamero lo hizo el pasado 29 de diciembre con un toro de Vistahermosa y Ventura el 11 de noviembre de 2018 en la apertura de la pasada Temporada Grande con el toro Fantasma de la ganadería Enrique Fragua. Un cartel equivalente a este en Madrid, en San Isidro, si no cuelga el cartel de "no hay billetes" poco le iba a quedar.
Hubo mucho sobre la arena de La México, mucho arte y toreo de gran altura con dos estilos muy diferentes. Diego Ventura demostró una vez más que hoy por hoy es el número uno por temple, por doma, por conocimiento de los terrenos, por vistosidad, por emoción, por todo. Templó a su toros, los llevó metidos en el costado y en la grupa, cuarteó, quebró y colocó rejones y banderillas en terrenos largos y cortos, dio distancia cuando se lo pedían sus toros, pisó terrenos comprometidos cuando no arrancaban y había que provocar su embestida para completar las suertes, todo ello presidido por la gusto, la clase, el temple y una técnica y una doma portentosa. Con Bronce lo bordó, despacio, en terrenos que parecían imposibles, con pureza, toreo a dos pistas maravilloso, llevando los pitones cosidos a este precioso caballo, con Prestigio las banderillas cortas fueron un espectáculo, carruseles reunidos, bailando alrededor de los toros, con Chalana quebró al pitón contrario en un palmo de terreno y prácticamente entre los pitones dejándonos boquiabiertos, Gitano puso a La México en pie con quiebros en los medios dándole toda la ventaja al toro y con piruetas espectaculares en la misma cara, con Dólar llegaron las banderillas a dos manos sin la cabezada que desataron la locura en los tendidos. De haber manejado mejor los rejones de muerte y de haber tenido más movilidad y empuje en sus toros estaríamos hablando de una tarde-madrugada antológica con puerta grande asegurada.
Emiliano Gamero, para mi totalmente desconocido, me pareció arrollador, todo impulsividad, todo entrega, con un rejoneo de arrebato, ciñéndose hasta limites casi imposibles lo que aumenta la emoción aunque le lleve a que en bastantes ocasiones las suertes no tengan tanta limpieza y pureza, pero conecta como nadie con los tendidos por sus piruetas y su personalidad. Su actuación podría calificarla de vibrante y, al igual que me pareció con Diego Ventura, de haber afinado más a la hora de dejar el rejón de muerte también creo que habría abierto la puerta grande porque tenía a sus compatriotas completamente rendidos. Por cierto, un muy bonito detalle el que tuvo Gamero al brindar el cuarto toro a Diego Ventura con una bonitas palabras de agradecimiento, cariño, respeto, caballerosidad y consideración a un maestro: "Nadie como tú me ha apoyado tanto".
Pero hubo algo que hizo de esa corrida de rejones algo diferente, algo que nunca jamás había visto y que no sé si será flor de un día o quizás una "revolución" en el toreo. La imagen que he utilizado para abrir esta entrada la tomé directamente de la televisión, en directo, cerca de la una de la madrugada hora española, y les juro que tuve que frotarme los ojos para asegurarme que estaba despierto y no soñando. Corría el tercer toro, Diego Ventura montaba a Bronce cuando tras dejar dos banderillas reunidas va hacia las tablas y pide a su ayuda ¡una muleta!. Sí, tal cual, como lo leen, una muleta. La despliega y sobre su caballo comienza a darle un par de muletazos por el pitón derecho, ligados, luego otro muy similar a un trincherazo para después llevar al toro encelado usando la muleta como si fuera un rejón de castigo cuando despliega la banderola. ¿Transgresión?, ¿Revolución?, ¿Esnobismo?. No lo sé, para cada uno tendrá su significado y merecerá una opinión u otra. Eso ocurrió en La México, que mientras un sector aplaudió enfervorizado otros aficionados se lo censuraron, así es el toreo porque así lo ha sido desde sus orígenes. Que se lo pregunten a Belmonte, tachado de loco porque se quedaba quieto delante de la cara del toro, y ya ven ahora, la quietud y el temple son la máxima del toreo. Ni idea si volveremos ver a Diego Ventura repetir esta "suerte", quien sabe si se convierte en una más a sumar a las muchas del toreo, pero lo que sí sé es mi opinión al respecto. Me encantó verle tomar la muleta y reafirmar así la manera en que tengo por costumbre denominar a estos hombres, toreros a caballo. Quienes se asomen en este blog a lo que cuento de las corridas de rejones habrá leído con reiteración que me he ido acercando a estos festejos y aprendiendo gracias a una hija mía gran aficionada para quien Diego Ventura es su máxima figura, que hace unos trece años no iba a estas corridas y regalaba los abonos, que poco a poco voy conociendo las distintas suertes y empiezo a saber apreciar cuando se hacen las cosas con pureza y verdad, como también se habrán dado cuenta que casi siempre les llamo toreros a caballo, aunque rejoneador también me parezca perfecto. De igual manera me gusta llamar a los integrantes de las cuadrillas toreros de plata, porque pienso que todos ellos son toreros, cada uno con un estilo o unas labores concretas. Para mi bregar es torear, colocar las banderillas es torear y rejonear es torear, todos son, por tanto, toreros, como también lo son los novilleros en su escalafón. Y no olvidemos nunca que los orígenes de la tauromaquia son a caballo, que el toreo a pie vino más tarde. Insisto, lo que hizo Ventura puede que suponga un punto de inflexión en esta Fiesta tan maravillosa, o puede que nunca más se repita, el tiempo lo dirá, pero ese "atrevimiento" a lo mejor hace que muchos aficionados que no valoran como creo que se merecen cambien su punto de vista respecto a la corridas de rejones, o mejor dicho, las corridas de toros a caballo.
Antonio Vallejo
P.D: Como no quiero mezclar una cosa con otra y lo de México merece su propio hago este aparte final como continuación a la anterior entrada en la dejaba apuntes de lo que será la temporada española pendientes de oficializar. Pues ya tenemos calentitos los carteles de la Feria de la Magdalena en Castellón, y mejor rematada no puede estar:
Domingo 15 de marzo: Toros de Victorino Martín para Paco Ramos, Daniel Luque y Román.
Lunes 16 de marzo, corrida de rejones: Toros de Fermín Bohórquez para Serio Galán, Diego Ventura y Lea Vicens.
Jueves 19 de marzo: Toros de García Jiménez y Olga Jiménez para Sebastián Castella, Miguel Angel Perera y Emilio de Justo.
Viernes 20 de marzo, corrida goyesca: Toros de Garcigrande-Domingo Hernández para El Juli, José María Manzanares y Paco Ureña.
Sábado 21 de marzo: Toros de Victoriano del Río-Toros de Cortés para Morante de la Puebla, El Fandi y Roca Rey.
Domingo 22 de marzo: Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, Cayetano y Pablo Aguado.
Para las tardes del lunes 17 y martes 18 de marzo la empresa ha programado dos novilladas sin picadores para promocionar jóvenes promesas casi todos de la región levantina. Será, sin duda, una gran Feria de la Magdalena a la altura del 75º aniversario que celebra y que sigue la marcha ascendente de los últimos años en cuanto a importancia en le calendario taurino español.
Y para esta noche toros de Villa Carmela para Antonio Ferrera, Arturo Macías y Luis David desde La México, un gran cartel tanto por los matadores como por la ganadería, el mismo hierro con el que Ferrera abrió la puerta grande la pasada Temporada Grande.
¡Esto ya no para!
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