domingo, 27 de marzo de 2016

Sábado sin Gloria en la Malagueta


Tras una intensa y emocionante Semana Santa malagueña, en la que con fervor y sentimiento hemos revivido la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, en la que nos hemos emocionado y sobrecogido al ver el rostro de dolor de Nuestra Madre la Virgen, con el aroma a incienso aún vivo y los ecos de tambores, cornetas y marchas procesionales clavados en nuestros sentidos, llegaba este Sábado de Gloria en el que clarines y timbales toman desde hace unos años el relevo de los sonidos de la ciudad y que nos anuncian tarde de toros en La Malagueta, una cita que lleva camino de convertirse en clásica dentro del calendario taurino nacional.
Tarde de toros con atractivo cartel: Miguel Ángel Perera, Cayetano Rivera y Fortes (así se anuncia esta temporada el malagueño) con toros de Núñez del Cuvillo. Esto era lo anunciado desde el día 25 de febrero, fecha en la que se presentó esta corrida. Pero cuál es mi sorpresa cuando por la mañana busco información del apartado y sorteo de los toros que se van a lidiar y me encuentro que la corrida programada ha sido sustituida por otra conformada por tres hierros distintos, los de Luis Algarra, Vegahermosa y Jandilla, estos dos últimos pertenecientes a la misma ganadería, y los tres de procedencia Juan Pedro Domecq Díez. Así, a priori, llama la atención este baile de corrales. Rebuscando por periódicos y portales taurinos, leo que se han reconocido ¡veintidós toros!, y que de ellos tan solo ocho han pasado el reconocimiento, los seis que se lidiarán más dos sobreros de Jandilla. Es decir, que siendo yo un desastre para esto de los números, y si mis cuentas no fallan, catorce toros no han sido aprobados por el equipo de veterinarios de La Malagueta. Y, supongo, que esos catorce animales pertenecerían a la ganadería anunciada, Núñez del Cuvillo, digo yo. Hombre, a bote pronto, raro, llamativo y chocante sí que parece, que Cuvillo no tenga en el campo, a estas alturas de temporada, una corrida que pase el reconocimiento de Málaga. Desconozco si habrá otros motivos más allá, intereses más o menos claros, pero tampoco me voy a poner a dudar de la profesionalidad de nadie ni quiero pensar en oscuras intenciones o malintenciones de nadie, ya sea empresa, ganadero, veterinarios o toreros, y menos en un día como el de hoy, y en una temporada como esta, la que tantas veces he repetido debe ser ejemplo de alegría y triunfo para demostrar al  mundo y a tanto antitaurino, prohibicionista, animalista o de lo que se disfracen los que ya sabemos, qué es y qué significa nuestra Fiesta. De igual manera, llevo repitiendo machaconamente que los aficionados debemos responder de la mejor forma que somos capaces para respaldar la Fiesta, acudiendo a las plazas y llenando los tendidos. Al menos esa parte hoy se ha cumplido, con tres cuartos de plaza llenos de aficionados deseosos de disfrutar de una gran tarde de toros en esta coqueta plaza malagueña en una bonita tarde primaveral, agradable de temperatura, pero con la presencia de un incómodo viento que ha molestado durante toda la corrida.
Y si no hemos disfrutado del arte como nos hubiera gustado no ha sido por culpa de los matadores, más bien por las escasas cualidades de los toros, desiguales de presentación, con más de uno anovillado, salvando quizás primero, segundo y sobre todo el sexto, los de mejores hechuras y trapío, pero con mal juego, descastados, faltos de raza y clase en general, saliendo toda la corrida blanda y justa de fuerzas. Frente a esto tres toreros que han estado, a mi modo de ver, muy por encima del juego de sus oponentes, voluntariosos, firmes y valientes, tratando de sacar todo cuanto llevaran dentro los cornúpetas, que era más bien poco.
El primero, “Misterioso”, de 483 Kg, perteneciente al hierro de Luis Algarra, es un bonito colorado bajo de agujas, ancho de sienes, sin excesos por delante pero un toro serio, muy en tipo a lo que es el encaste Domecq. Lo recibe Perera a la verónica a pies juntos, con las manos bajas, con gusto, ganando terreno al de Algarra, que mete la cara, mejor por el pitón izquierdo, para rematar con una elegante media que arranca las primeras palmas. No obstante, el toro echa las manos por delante, demostrando que no va muy sobrado de fuerzas, por lo que se le mima en el caballo, recibiendo un castigo muy medido, y eso que empuja con cierta bravura. Pierde las manos al salir del primer encuentro y la segunda vara es un visto y no visto, poco más que señalada y mal colocada, trasera y baja, pese a lo cual se aplaude al picador. En fin, diversidad de gustos y criterios, pero desgraciadamente el tercio de varas está pasando a ser un mero trámite que hay que cumplir, con lo importante y necesario que es para el desarrollo de la lidia. Buen tercio de banderillas el protagonizado por Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero, llegando a la cara del toro, clavando con limpieza, sin ventajas y saliendo con garbo del encuentro.
Muletazos de tanteo de Perera suaves, con la mano a media altura, sin obligar al animal, que lleva el depósito en reserva. Tiene nobleza el de Algarra, mete la cara con bondad, pero su escaso fondo hace que falte emoción y transmisión, todo resulta un tanto soso. Lo tiene que cuidar el pacense en su muleta, con series cortas y muy medidas, rematadas con pases de pecho tras los cuales pierde las manos el noblote pero flojo toro. Por ambos pitones lo prueba Perera con idéntico resultado y, a medida que se apaga el toro, acorta distancias Miguel Ángel, metiéndose entre los pitones, con ese estilo suyo tan peculiar en el que, si el toro no embiste, es él quien lo hace. Alarde de voluntad y valor del pacense recompensado con palmas desde los tendidos. Mata de entera en todo lo alto, como suele decirse, gran estoconazo, sin duda, recibiendo ovación tímida, escasa, a mi modo de ver, para su actuación, muy por encima del toro.

El segundo, “Pelotero”, 517 Kg, también pertenece al hierro de Algarra. Negro, armónico, bonitas hechuras, serio, con trapío, pero quizás ligeramente anovillado, posiblemente correcto de presencia en una plaza de segunda, pero en La Malagueta y un Sábado de Gloria debemos pedir algo más. Sale abanto este de Algarra, sin fijeza  en los capotes, cabecea, echa las manitas por delante….y pierde las manos. Poco puede lucirse Cayetano en su recibo por verónicas. Afloran las primeras protestas en los tendidos ante tales muestras de blandura. Toma dos varas perfectamente señaladas, delanteras, pero sólo eso, nada más que eso, no se le puede castigar por que el animal va muy justito de fuerzas. Aprovecha su turno de quites Fortes, un tanto deslucido, incomodado por el viento y las escasas reservas del de Algarra, con el consiguiente mosqueo de Cayetano, a quien tenía escasos dos metros, junto al burladero de cuadrillas con una cara que era un poema. Poco le ha gustado al madrileño esa entrada al quite del malagueño, y lo entiendo, porque el toro no estaba para ello, pero también comprendo que Fortes juega en casa y viene dispuesto a todo. De nuevo, al igual que en el anterior toro, muy buen tercio de banderillas a cargo de Agustín Serrano y Alberto Zayas, que reciben una tibia ovación , escasa a mi juicio para lo bien que han cuadrado, clavado y reunido  los palitroques. Pero es lo que hay. Inicia la faena Cayetano a media altura, muy suave y templado, con mucho gusto y torería, la que desprende el maestro y que le viene de familia. Poco a poco va bajando la mano por el pitón derecho y saca un buen redondo, más largo y hondo, en una tanda cortita para no ahogar al toro, que echa la cara arriba y engancha la  muleta en el remate de pecho. Por el izquierdo lo prueba Cayetano, imposible a todas luces. Corta el viaje el de Algarra, se revuelve y busca por ese pitón. Con buen criterio retorna la toreo en redondo, pero a estas alturas de la faena el torito está apagado. Ganas y voluntad a raudales por parte del madrileño, pero al toro le cuesta una enormidad tomar la muleta que le pone el maestro. Palmas de reconocimiento a su voluntad y a su labor, también claramente por encima del toro. Mata de entera al volapié, ligeramente desprendida, traserita y tendida, pero más que suficiente para pasaportar al de sangre Domecq. Discreta ovación como premio a su actuación, más que voluntariosa.

El tercero, “Jirivillo”, 530 kg, pertenece al hierro de Vegahermosa. A porta gayola se va el malagueño Fortes para recibir a este primero de su lote. Ni que decir que la ovación de los aficionados es tremenda. Va a por todas, está claro, y en los tendidos un runrún de expectación y cierto miedo ante lo que pueda pasar. Todavía está fresca en la memoria su grave cogida el pasado mes de agosto, y ya conocemos todos la trayectoria de este torero y su amplio historial de cornadas. Ese ambiente de nerviosismo se transforma en casi pánico cuando asoma el de Vegahermosa por la puerta de chiqueros y pierde las manos al salir, con Fortes de rodillas ante él, sin inmutarse, con el toro amagando para finalmente darle una larga cambiada con peligro, con el toro revolviéndose en busca del torero. Primer susto. Toro serio, con más presencia, al que recibe con el capote a la verónica y dos chicuelinas a manos bajas que enloquecen a la parroquia. Parece que va bien el de Vegahermosa, pese a lo cual se le pega muy poco en el caballo, dos puyazos traseritos sin emplearse mucho el toro. Turno para Perera, quien nos deleita con un lucido quite en el que combina chicuelinas, una tafallera y gaoneras para rematar con un pase de pecho de pitón a rabo con su capote. Muy bien el de Badajoz, con gusto, arte y torería, pese a lo que escucha algunos pitos, ¿por qué?. Es su turno y tiene todo el derecho a hacer su quite correspondiente, por mucho que Fortes sea malagueño y toree en su casa. No se puede ser así, señores, no va en beneficio de la Fiesta. Réplica de Fortes al quite de Perera, bonito ver este pique entre matadores, con otro quite por gaoneras, igualmente rematado con otro pase de pecho con el capote. Gran ovación, esta vez sí, de la afición local, como era de esperar. Otro gran tercio de banderillas, y ya van tres de tres, a cargo de Martín Blanco y José Luis Hernández “El Zuri”, ambos ovacionados tras sus buenos pares.
Se dirige el malagueño a brindar al público, pero el toro se le arranca y lo torea por alto, muy suave, con mucho gusto, montera y espada en su mano izquierda, para rematar con un trincherazo lleno de sabor. Ahora sí, brindis al público. El toro tiene más tranco que los dos anteriores, repite, aunque no mete la cara abajo con tanta clase, pero va, lo que sirve para que Fortes recete una primera serie por el pitón derecho con largura y temple que gusta a los tendidos. En la segunda tanda en redondo baja algo el empuje del Vegahermosa, que acorta su embestida, para rematar con uno de pecho nuevamente ovacionado. Por el pitón izquierdo le cuesta más acoplarse al malagueño. Saca un buen natural hondo por bajo, pero sin rematar hacia dentro al final de los naturales, saliendo suelto el toro tras el muletazo, un tanto deslucido. Toma de nuevo la muleta en la mano derecha y esta vez sí le coloca la tela en la cara, llevándolo bien toreado, tapándole la salida, con lo que consigue eso que llamamos ligazón, transmisión y, al fin y al cabo, emoción. Poco a poco se queda sin fuelle el toro y acorta distancias Fortes, en un nuevo alarde de valor y disposición, con un recital de circulares por la espalda que vuelven locos al personal. Mata de media tendida y tres descabellos, pese a lo cual se pide la oreja por un sector de la afición. Escucha una cariñosa ovación.

El cuarto, “Vinazo”, 514 kg, del hierro de Vegahermosa es anovillado, con poca cara, muy justito de presencia, indigno de una plaza de primera, ¡y Málaga lo es!. Si este animal pasó el reconocimiento, ¿cómo serían los catorce rechazados?. Otro que sale suelto, a su aire, sin fijeza, sin permitir a Perera lucirse con el capote. Mal tercio de varas. Primer puyazo trasero, bajo y sin castigo, tan solo señalado, y segundo puyazo que es un simulacro, con el toro entrando y saliendo del caballo en un abrir y cerrar de ojos, como si hubiera rebotado cual muelle. Lo peor es que se aplaude este no tercio de varas; cosas veredes, amigo Sancho. Lo prueba Miguel Angel Perera con un lucidísimo quite por delantales, pleno de gusto, rematado con una media con sabor a toreo añejo. Por cuarta vez un sensacional tercio de banderillas en las manos de Curro Javier y Guillermo Barbero, torería pura, quienes, esta vez sí, tienen que desmonterarse para responder a la sonora ovación. Brinda al público Perera, coloca con mimo la montera en la segunda raya, costumbre habitual del pacense, y clava las zapatillas en la primera raya para recibir al de Vegahermosa por alto, con suavidad. Torea en redondo bajando la mano, largo y templado, pero el toro traga tres pases, al cuarto se revuelve. Tandas cortas, por tanto, para rematar con el de pecho a este animal reservón que va justito de fuerzas y que protesta a cada muletazo. Por el pitón izquierdo le cuesta embestir, hay que taparle la cara para sacar algún natural de mérito, pero sin ligazón. Visto el comportamiento del toro, vuelve a cortar distancias Perera, que se mete entre los pitones, exponiendo una barbaridad, con las puntas rozando la taleguilla, justa ovación de reconocimiento a su disposición. Mata de media trasera y ligeramente atravesada que acaba con la vida de este “Vinazo”. Cariñosa ovación de despedida.

El quinto, “Gestora”, de Jandilla, es el de mayor peso de la corrida, 570 Kg en la báscula. Serio, bizco del pitón izquierdo, buena presencia. Con brusquedad y arreando  toma el capote de Cayetano, que pasa las de Caín ante las arrancadas del Jandilla. Pero ojo, no confundamos brusquedad con bravura. Es este un toro con peligro, un peligro sordo que me da la impresión que muchos  no han visto. Entra al caballo que monta Chano Briceño quien agarra un buen puyazo arriba, delantero y sin rectificar, aguantando el empuje del toro. ¡Bien picado, por fin!. Pues no se crean, que ha habido protestas a esta buena vara, como a la segunda, también agarrada arriba y delantera, como debe ser. ¡Menos mal que algunos aficionados han respondido con palmas al retirarse el picador por el patio de cuadrillas!. Intenta el quite Fortes, pero el toro no está para florituras, además del viento, que sopla ahora con más fuerza y descubre al torero. Cara de no muchos amigos la de Cayetano, a quien creo que no le ha hecho demasiada gracia esta nueva entrada al quite. Complicado y con peligro, el que tiene el de Jandilla, el tercio de banderillas, resuelto con mucho oficio por Joselito Rus y Alberto Zayas. Insisto, toro con peligro, al que hay que poder y someter. Personalmente pienso que requería una lidia a la antigua, doblándose por bajo, enseñándole al toro quien manda para posteriormente intentar el toreo en redondo o al natural, si es posible, a un toro que echa la cara arriba, se revuelve y busca presa constantemente. Gran mérito tiene, por tanto, los redondos por bajo que ha sacado Cayetano poniéndole la franela en la cara y llevando metido en la muleta al de Jandilla. No se ha escondido el madrileño y, en mi opinión, ha estado mas que digno, rematando además con un estoconazo antológico en todo lo alto, entrando con todo, volcándose sobre el morrillo, que acaba de manera fulminante con el animal. Como el resto de la temporada siga igual con la espada y los toros le acompañen, vamos a ver a Cayetano abrir unas cuantas Puertas Grandes.

El último de la tarde, “Hilachozo”, 511 Kg, de Luis Algarra, es un precioso colorado muy serio, armónico, musculado, de bella lámina y buenas hechuras, con dos puñales por pitones señalando al cielo de Málaga. Suelto en los primeros compases, sin fijeza en el capote de Fortes, tanto que se arranca hacia los caballos de los picadores que están saliendo por la puerta del patio de cuadrillas. Providencial en ese momento “El Zuri”, perfectamente colocado se lleva al toro a punta de capote hacia el burladero, ¡bien por los buenos toreros de plata!. Gran y merecidísima ovación para el subalterno. Recibe el de Algarra dos puyazos traseros, empuja en el peto del caballo dejándose pegar, sin emplearse en demasía. Complicado resulta el tercio de banderillas. Corta una barbaridad y pone en apuros a los banderilleros, que resuelven el trance con oficio, especialmente “El Zuri”, colocando un arriesgado segundo par, cerrando así una buenísima actuación a lo largo de toda la tarde, tanto en la brega como con los garapullos. Toro sin raza ni casta este de Luis Algarra que no da opciones al lucimiento de Fortes. Faena deslavazada, sin ligazón, pases sueltos sin emoción ni transmisión, además molestado por un viento que a esas horas sopla con más fuerza. Poca historia, en resumidas cuentas, a pesar de la voluntad y las ganas de agradar del malagueño. Mata de entera traserita y tendida, más que de sobra para acabar con el toro.

Como titulaba esta entrada, Sábado sin Gloria en Málaga. Y no será porque Perera, Cayetano y Fortes no hayan puesto todo de su parte. Pero ya sabemos como es la Fiesta: el hombre propone, Dios dispone y luego sale el toro y lo descompone.


Antonio Vallejo

lunes, 21 de marzo de 2016

Cayetano. Traca final en Valencia


Cayetano Rivera Ordoñez prendió la mecha de la traca final de esta feria de Fallas que será recordada durante muchos años, quizás siempre, por lo que ha tenido de simbólica para el futuro de nuestra Fiesta, ya menos negro desde el domingo 13 de Marzo, con la muestra de civismo y de poder demostrada en la manifestación en defensa de nuestras tradiciones, en defensa de una libertad que las hordas podemitas quieren asesinar, en defensa de la Fiesta de los toros. Y Cayetano se encargó de dejarnos un magnífico sabor de boca tras su gran faena y antológica estocada al buen tercero de la corrida de Juan Pedro Domecq, el único del encierro que merece tal calificativo, pues la corrida, en general, salió descastada, falta de raza y de fuerzas. Pero Cayetano exprimió al máximo las cualidades del toro, lo entendió y lo llevó a los terrenos donde más podía lucir, tanto con el capote como con la muleta, en una faena despaciosa, perfectamente estructurada y medida, series cortas, muletazos largos y templados, dándole al juanpedro las pausas que requería. Y el estoconazo con el que pasaportó al de Domecq, volcándose sobre el morrillo, fue la culminación de su obra de arte, el éxtasis de los tendidos pidiendo las dos orejas que el presidente, a mi juicio de manera totalmente justa y acertada, concedió. Y me alegro que así fuera. Tantas veces he repetido que esta debe ser una temporada especial, tantas veces he repetido que lo nuestro es una fiesta y que es momento de mostrar al  mundo nuestra afición, ¡qué mejor que ver a los toreros a hombros por las calles de nuestras ciudades!. Valencia siempre ha tenido un carácter festivo, distendido y alegre, y este año no ha sido menos. Siete matadores han salido a hombros por la Puerta Grande camino de la calle Játiva: El novillero Andy Younes al cortar dos orejas a sus dos novillos de Antonio López Gibaja, y los matadores José Garrido con los de Fuente Ymbro, Juan del Álamo la tarde Zalduendo, Roca Rey con los de Victoriano del Río, El Juli y López Simón el día del mano a mano con los de Garcigrande, y la ya citada de Cayetano Rivera con el juanpedro. Pero muchas más han sido las orejas cortadas. Cristian Climent, Álvaro Lorenzo, Román,Enrique Ponce, Rafelillo, Talavante y Paco Ureña (lástima la espada con el sexto de Adolfo Martín, se le escapó una Puerta Grande que tenía más que ganada por sus dos firmes faenas a los adolfos) han tocado pelo en estas Fallas. Y me parece una magnífica noticia que el número de trofeos haya sido tan elevado. Sinceramente creo que debemos dejar a un lado mucha escuadra y cartabón que tantas veces llevamos a las plazas para medir si la espada cae uno o dos centímetros desprendida, si el torero se cruza unos grados más o no, el famoso pico, etc, etc. No quiero con esto decir que abandonemos los cánones del toreo, que dejemos a un lado la pureza de este arte, que reclamemos la verdad del toreo, la colocación y la exposición, que el tercio de varas se recupere, ya tantas cosas más, por supuesto. Lo único que reivindico es dejar  a un lado demasiadas muestras de falsa "dureza", que alejemos ciertos tics que todos sabemos cuales son y que confunden verdad con intransigencia, que las filias y fobias ganaderas y toreras que tan bien conocemos en algunas plazas (en concreto Las Ventas, por qué no decirlo claramente) sean menos, que vayamos a las plazas a disfrutar de nuestra Fiesta, gozando con la estampa de un toro con trapío, buscando la belleza de un muletazo, el valor de un buen par de banderillas, la importancia de una vara bien colocada o la culminación con una estocada en todo lo alto, como suele decirse. Si alejamos la crispación, si vivimos una tarde de toros como lo que es, una expresión popular de fiesta, los toros jamás morirán. Y creo que Valencia ha sido muestra de lo que debe ser esta temporada, una auténtica fiesta. Ha dado el primer paso con la manifestación del 13 de Marzo, sus tendidos han sido reflejo de alegría ante la belleza de este arte y se ha vivido la Fiesta en todo su esplendor. Ya, anteriormente, Castellón y Vistalegre habían tomado este camino. Espero y deseo que esta línea se siga en las diferentes ferias que conforman el calendario taurino nacional, con Madrid y Sevilla como puntas de lanza, como escaparate desde el cual mostrar al  mundo entero lo que significa nuestra afición y nuestra Fiesta. 
Teníamos muchas esperanzas depositadas en estas Fallas y, realmente lo pienso así, creo que se han cumplido. El regusto que nos dejó ayer Cayetano con su salida a hombros me invitan a soñar con lo que aún está por venir. Que así sea.

Antonio Vallejo

miércoles, 16 de marzo de 2016

San Isidro ya es oficial



Un año más, pese a quien pese, nos encontramos a las puertas de un nuevo San Isidro, el de 2016, que debe ser distinto, que debe seguir la senda marcada por otras plazas desde principio de esta temporada, símbolo de la Reconquista taurina de España frente a la ola de ataques y a la invasión de odio a todo cuanto suene a España por parte de la progresía marxista podemita disfrazada de falso animalismo. Lo importante es que esta mañana, en la sala Bienvenida de la Monumental de Las Ventas, han sido presentados oficialmente los carteles del San Isidro 2016, por mucho que les moleste. Es cierto que desde ya varios días conocíamos la composición de la feria, pero faltaba la presentación en sociedad, ante una afición ansiosa por que se abran las puertas de chiqueros y salte a la arena venteña el primer toro, que será un Atanasio-Lisardo de la ganadería de Valdefresno, y cuya lidia y muerte, como decían los clásicos, corresponderá al madrileño Miguel Abellán, ¡casi ná!, ¡bien para empezar!. Ya sueño con esa tarde del viernes 6 de Mayo, con las manecillas del reloj marcando las siete, los clarines y timbales sonando para abrir el primer paseíllo y, eso espero, los tendidos de Las Ventas a reventar. Esta debe ser la temporada en la que vuelva a revivirse lo que hace no muchos años era la norma, el lleno diario con el cartel de no hay billetes colgado en las taquillas la mayoría de las tardes. Ese día y a esa hora los aficionados madrileños y aquellos cuantos vengan de cualquier otro lugar tenemos la responsabilidad de poner nuestro granito de arena en defensa de nuestra Fiesta. Y, desde luego, mimbres hay para componer un muy buen cesto.

Basta echar un vistazo a los carteles para darse cuenta que nos encontramos ante un San Isidro en el que Taurodelta ha hecho un gran esfuerzo por confeccionar un ciclo más que atractivo, cuidadoso en la selección ganadera y de matadores, bien combinados, sin que nos encontremos ante esas tardes que clásicamente ocupaban los domingos y que eran consideradas poco menos que de relleno. 

Empezando por lo fundamental, el toro, el personaje principal de esta maravillosa obra de arte que es la tauromaquia, merece la pena destacar la variedad de encastes presentes en el ciclo. Es cierto que domina claramente el encaste Domecq, en sus líneas Domecq-Díez y Domecq-Solís, que ocupan 15 de las 31 tardes programadas. Pero también es cierto que se anuncian dos tardes de los Albaserrada de Victorino y Adolfo Martín, tres tardes del encaste Nuñez con Alcurrucén, Robert Margé y Nuñez del Cubillo (mezcla de sangre Osborne , Domecq y Nuñez), dos tardes para los Atanasios-Lisardos de Puerto de San Lorenzo y Valdefresno y una tarde para Saltillo, Miura, Baltasar Ibán, Cuadri e Hidalgo Barquero (Benítez Cubero), encastes propios, de los llamados minoritarios, casi todos programados en la semana final, la llamada torista, la de las ganaderías consideradas duras. Y por supuesto, las tres tardes de rejones reservadas a los Murube de El Capea, Fermín Bohórquez y María Guiomar Cortés de Moura. El plantel ganadero, a priori y sobre el papel, es más que interesante e invita a soñar. Luego, como toda la vida, saldrá el toro y Dios dirá.

Y si cuidada ha sido la selección ganadera, lo mismo se puede decir de los actuantes en los distintos escalafones de matadores, rejoneadores y novilleros.  Comenzando por estos últimos, se presentarán en Madrid los que ocupan los primeros puestos del escalafón. Veremos, en las tres tardes de lunes programadas, hacer el paseíllo a Luis David Adame (el mexicano, hermano pequeño de Joselito Adame), Alejandro Marcos, Álvaro Lorenzo, Filiberto, Ginés Marín, Joaquín Galdós, Juan de Castilla y Varea. Si los novillos de El Parralejo, Montecillo y Puerto de San Lorenzo/la Ventana del Puerto embisten, seguro que nos vamos a divertir. Tardes para aficionados, de las que tanto nos gustan en Madrid.

Los rejoneadores también van a tener un papel destacado en esta isidrada. Sin duda, el mayor atractivo lo conforman la presencia de Diego Ventura la tarde del 21 de Mayo y Pablo Hermoso de Mendoza la del 4 de Junio. Supongo que lleno seguro, de un público alegre y festivo que disfrutará con la doma, la monta y el toreo de estos dos caballeros, dos auténticos maestros. Pero no estarán solos, ni mucho menos. Leonardo Hernández, Andy Cartagena, Sergio Galán, Joao Moura, Manuel Manzanares, Rui Fernandes y la confirmación de la rejoneadora francesa Lea Vicens completan los paseíllos que veremos las tardes de sábado y que seguro resultarán un éxito de público y de trofeos, en ese ambiente festivo y familiar, tan sano y necesario para nuestra Fiesta, en el que tantos nuevos aficionados nacen y se hacen viendo torear a caballo. Para muchos niños puede ser el primer paso, la puerta de entrada a esta maravillosa afición, el germen de lo que debe ser la futura afición que mantendrá eternamente encendida la llama del toreo.

Para el final dejo el capítulo de matadores. Salvo Morante de la Puebla, mi Morante, el duende, el pellizco (¡cuánto lo voy a añorar), harán el paseíllo por la arena venteña todas las figuras. Enrique Ponce, José María Manzanares, El Juli, Alejandro Talavante, Miguel Angel Perera, Alberto López Simón, El Cid, Miguel Abellán, Daniel Luque, Manuel Escribano, Iván Fandiño, Jiménez Fortes, Uceda Leal, Juan del Álamo, Diego Silveti, Fandi, Encabo y un largo etcétera, junto a las esperadas confirmaciones de alternativa de Roca Rey, José Garrido, Juan Leal, Posada de Maravillas y Román. ¿Alguien da más?. Pues sí, la empresa nos lo va a dar porque, en mi opinión, hay dos nombres que merecen un capítulo aparte. El primero de esos nombres es David Mora. Esperado y emotivo será el regreso del madrileño a la plaza en la que hace dos años casi pierde la vida, más aún tras la excelente lección de clase, gusto y torería con la que nos hipnotizó el pasado 21 de febrero en Vistalegre. Dos tardes, las del 24 y el 27 de Mayo hará el paseíllo el diestro madrileño para matar los encierros de Alcurrucén y El Pilar, junto a López Simón, Fandi, Diego Urdiales y Roca Rey. De lujo, sin duda. Y el otro nombre propio es el de Sebastián Castella, eje principal de esta feria de San Isidro 2016. Cuatro tardes, cuatro, veremos al maestro francés. Las del 13, 20 y 30 de Mayo y la del 1 de junio, la corrida extraordinaria de Beneficencia, en la compartirá cartel con José María Manzanares y Alberto López Simón con toros de Victoriano del Río. ¡Más que tortas va a haber para conseguir una localidad para esa tarde!, auténtica tarde de claveles. Sin olvidar que en sus otras tres tardes matará las corridas de Nuñez del Cuvillo, Alcurrucén y Adolfo Martín, lo que es lo mismo, una tarde de Domecq, otra de Nuñez y otra de Albaserrada, para que nadie le ponga ni un pero.

Tras todo esto, ¿alguien se lo quiere perder?. Insisto en que me parece que estamos ante un San Isidro especial, en el que se ha hecho un gran esfuerzo por todas las partes para confeccionar un ciclo apoteósico, incluso histórico, en una temporada que debe ser igual de histórica y especial. Ahora sólo queda que los aficionados no fallemos. Es nuestro momento, llenado la plaza durante los 31 días, para demostrar al mundo que esta Fiesta es la nuestra, que la queremos y que está más viva que nunca, a pesar de los continuos insultos, los repetidos ataques y los frustrados intentos por asesinar una tradición cultural y popular ancestral.
¡Que empiece ya este San Isidro!

Antonio Vallejo

lunes, 14 de marzo de 2016

Valencia prende la mecha


Desde luego que el juego de palabras viene que ni pintado para reflejar lo que ayer aconteció en Valencia, en un día que estaba marcado en grana y oro en el calendario taurino, la fecha de este ya histórico y simbólico domingo 13 de marzo de 2016, que marcará un antes y un después para nuestra Fiesta. Valencia prende la mecha cada año durante sus fiestas de Fallas, con las famosas mascletás y sus noches de hogueras, en esas maravillosas obras de arte en madera y cartón que arden el día 19 de marzo. Tradición y cultura en una tierra que ama precisamente eso, las tradiciones y la cultura, fiestas inimaginables sin sus bandas de música, ¡qué sería valencia sin música!, y fiestas asímismo imposibles sin los toros, ¡qué serían las Fallas sin toros!. Es por esto por lo que la fecha de ayer 13 de Marzo cobra especial relevancia. En tierra de tradiciones, un pueblo, el español, se rebela ante el ataque a sus señas de identidad, ante el odio, el insulto sectario y la amenaza constante. Valencia ha encendido la mecha, Valencia debe ser la llama viva que el toreo debe seguir. Ayer tomaron sus calles decenas de miles de españoles, venidos de todas partes de nuestra geografía. Me da igual diez mil que cuarenta mil, las imágenes son suficientemente  reveladoras de la magnitud de la manifestación en defensa de la libertad por disfrutar de una espectáculo artístico ancestral, profundamente arraigado en nuestra cultura y nuestro pueblo. No se pedía más que eso, respeto. Respeto a los toreros que cada día se juegan la vida ante un toro, animal al que aman por encima de todo. Respeto a los ganaderos que invierten mucho tiempo, dinero y esfuerzo en preservar una raza única, el toro de lidia, que sin las corridas de toros estaría extinguida. Respeto a los empresarios que también invierten y se juegan mucho para mantener vivo un espectáculo cultural y popular ancestral. Respeto para cualquier ciudadano español, o de donde sea, que religiosamente paga de su bolsillo una entrada con su IVA correspondiente para asistir a algo que siente y que le gusta. Respeto a las miles de familias que viven de esta Fiesta y que tanto beneficio económico aportan cada año a las arcas del Estado con todos los impuestos que escrupulosamente pagan, no como otros que tanto critican nuestra Fiesta, ahogados en océanos de corrupción. Sólo se pide y se exige respeto, el mismo que los taurinos tenemos con los demás. Siempre lo he dicho y lo mantengo. Somos más, la mayoría es abrumadora. Los números son reveladores, solo hace falta sumar los asistentes a lo largo de la temporada a las plazas de toros y los miembros adscritos a las distintas asociaciones antitaurinas para darse cuenta de la realidad. Y también, como siempre he dicho, somos mejores. Sólo hace falta ver el ejemplo de ayer. Ni un insulto, ni un mínimo altercado, ni una palabra malsonante en medio de una multitudinaria manifestación. Educación y respeto, emblemas de nuestra manera de ser, obrar y comportarnos, cualidades que a otros les faltan. Una multitud que, con orgullo, saca a las calles nuestra esencia y nuestra razón de ser, ondeando sin prejuicios ni complejos la bandera que a todos nos une, símbolo de nuestra identidad, sin partidismos ni política demagógica, con un lema claro “los toros, cultura, raíces y libertad de un pueblo”, con la verdad por delante, como el toreo bueno.
Valencia ha dado la talla, ha enseñado el camino a seguir. Sevilla y Madrid, puntales de la tauromaquia, ya tan cercanos, deben ser la continuación de esta marcha imparable en defensa de nuestra Fiesta. Nadie puede callarnos, nadie puede con nuestra afición. Como tantas veces he repetido últimamente, aunque ya pueda resultar cansino, no fallemos los aficionados, llenemos las plazas, es nuestra gran oportunidad, demos ejemplo al mundo entero de lo que somos, sigamos en la línea de no callarnos, de proclamar nuestra afición a los cuatro vientos, de salir a la calle y decir, con orgullo y la cara bien alta, ¡yo soy taurino!.


Antonio Vallejo