lunes, 21 de marzo de 2016

Cayetano. Traca final en Valencia


Cayetano Rivera Ordoñez prendió la mecha de la traca final de esta feria de Fallas que será recordada durante muchos años, quizás siempre, por lo que ha tenido de simbólica para el futuro de nuestra Fiesta, ya menos negro desde el domingo 13 de Marzo, con la muestra de civismo y de poder demostrada en la manifestación en defensa de nuestras tradiciones, en defensa de una libertad que las hordas podemitas quieren asesinar, en defensa de la Fiesta de los toros. Y Cayetano se encargó de dejarnos un magnífico sabor de boca tras su gran faena y antológica estocada al buen tercero de la corrida de Juan Pedro Domecq, el único del encierro que merece tal calificativo, pues la corrida, en general, salió descastada, falta de raza y de fuerzas. Pero Cayetano exprimió al máximo las cualidades del toro, lo entendió y lo llevó a los terrenos donde más podía lucir, tanto con el capote como con la muleta, en una faena despaciosa, perfectamente estructurada y medida, series cortas, muletazos largos y templados, dándole al juanpedro las pausas que requería. Y el estoconazo con el que pasaportó al de Domecq, volcándose sobre el morrillo, fue la culminación de su obra de arte, el éxtasis de los tendidos pidiendo las dos orejas que el presidente, a mi juicio de manera totalmente justa y acertada, concedió. Y me alegro que así fuera. Tantas veces he repetido que esta debe ser una temporada especial, tantas veces he repetido que lo nuestro es una fiesta y que es momento de mostrar al  mundo nuestra afición, ¡qué mejor que ver a los toreros a hombros por las calles de nuestras ciudades!. Valencia siempre ha tenido un carácter festivo, distendido y alegre, y este año no ha sido menos. Siete matadores han salido a hombros por la Puerta Grande camino de la calle Játiva: El novillero Andy Younes al cortar dos orejas a sus dos novillos de Antonio López Gibaja, y los matadores José Garrido con los de Fuente Ymbro, Juan del Álamo la tarde Zalduendo, Roca Rey con los de Victoriano del Río, El Juli y López Simón el día del mano a mano con los de Garcigrande, y la ya citada de Cayetano Rivera con el juanpedro. Pero muchas más han sido las orejas cortadas. Cristian Climent, Álvaro Lorenzo, Román,Enrique Ponce, Rafelillo, Talavante y Paco Ureña (lástima la espada con el sexto de Adolfo Martín, se le escapó una Puerta Grande que tenía más que ganada por sus dos firmes faenas a los adolfos) han tocado pelo en estas Fallas. Y me parece una magnífica noticia que el número de trofeos haya sido tan elevado. Sinceramente creo que debemos dejar a un lado mucha escuadra y cartabón que tantas veces llevamos a las plazas para medir si la espada cae uno o dos centímetros desprendida, si el torero se cruza unos grados más o no, el famoso pico, etc, etc. No quiero con esto decir que abandonemos los cánones del toreo, que dejemos a un lado la pureza de este arte, que reclamemos la verdad del toreo, la colocación y la exposición, que el tercio de varas se recupere, ya tantas cosas más, por supuesto. Lo único que reivindico es dejar  a un lado demasiadas muestras de falsa "dureza", que alejemos ciertos tics que todos sabemos cuales son y que confunden verdad con intransigencia, que las filias y fobias ganaderas y toreras que tan bien conocemos en algunas plazas (en concreto Las Ventas, por qué no decirlo claramente) sean menos, que vayamos a las plazas a disfrutar de nuestra Fiesta, gozando con la estampa de un toro con trapío, buscando la belleza de un muletazo, el valor de un buen par de banderillas, la importancia de una vara bien colocada o la culminación con una estocada en todo lo alto, como suele decirse. Si alejamos la crispación, si vivimos una tarde de toros como lo que es, una expresión popular de fiesta, los toros jamás morirán. Y creo que Valencia ha sido muestra de lo que debe ser esta temporada, una auténtica fiesta. Ha dado el primer paso con la manifestación del 13 de Marzo, sus tendidos han sido reflejo de alegría ante la belleza de este arte y se ha vivido la Fiesta en todo su esplendor. Ya, anteriormente, Castellón y Vistalegre habían tomado este camino. Espero y deseo que esta línea se siga en las diferentes ferias que conforman el calendario taurino nacional, con Madrid y Sevilla como puntas de lanza, como escaparate desde el cual mostrar al  mundo entero lo que significa nuestra afición y nuestra Fiesta. 
Teníamos muchas esperanzas depositadas en estas Fallas y, realmente lo pienso así, creo que se han cumplido. El regusto que nos dejó ayer Cayetano con su salida a hombros me invitan a soñar con lo que aún está por venir. Que así sea.

Antonio Vallejo

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