Atrás queda ya una temporada taurina a la que despedí el pasado 13 de octubre en Las Ventas. Una temporada que si recordaré por algo será por la enorme lista de cornadas y lesiones de toreros de oro y plata. Desde Pepe Moral en Valdemorillo, allá por febrero, hasta la escalofriante y casi mortal de Mariano de la Viña en Zaragoza muchos han sido los hombres que han pasado por el hule. Román, Escribano, Rafaelillo, Perera, Caballero por partida doble, Cortés, Saldívar, Leal, Ritter, Aguado, Toñete, Galdós, Pirri, Juan de Castilla, Diego San Román, Rufo, Menés, Montero,
Olmos, Mora, Chacón, Reyes Mendoza... Y no sé los que me dejaré en el tintero. A eso hay que sumar graves lesiones como las de Emilio de Justo, Roca Rey, Manzanares, El Fandi
o Enrique Ponce que en algunos casos les ha mantenido apartados de los ruedos durante meses si no les han obligado a cortar la temporada de manera radical. Un año duro, demasiado, que debe servir para poner aún más en valor la entrega y la disposición de estos superhombres que cada tarde se visten de luces y ponen en juego su vida para crear arte. Precisamente ese arte es el que esta temporada ha sobresalido de principio a fin y han sido con muchos nombres que han marcado la temporada. Probablemente haya sido Pablo Aguado el que más ha impactado en el aficionado por el temple, el gusto, y el caudal de aromas que desprende en cada muletazo, pero no se puede olvidar a David de Miranda, sublime en San Isidro, a Roca Rey, arrollador, arrebatador y este año además reposado, toreando con temple, largura y mucha profundidad, Antonio Ferrera, maestría y poso de toreo eterno transportándonos a otras épocas, Perera, poderoso y firme como nunca, o como siempre, Paco Ureña, ¡qué decir se su toreo anárquico, sin guión, que nos maravilló y cautivó por su abandono y su hondura, Cayetano, quien ocupó el hueco de Roca Rey y que tras su rotundo triunfo en Pamplona al cortar cuatro orejas ha cuajado un final de temporada apoteósico o Enrique Ponce, siempre Ponce, eterno, inmortal, con treinta años de alternativa y las mismas ganas y entrega del día de su alternativa. Pero sin duda hay un nombre que ha marcado la temporada de Castellón a Zaragoza, como suele decirse. Ese nombre es Jesús Manuel "El Cid" en la temporada de su adiós, recogiendo el cariño de todas la plazas y aficiones rendidas a un maestro que a lo largo de sus veinte años de alternativa nos ha emocionado con la profundidad de su toreo, su temple y una mano izquierda portentosa. Lástima de la cruz de la espada porque si no estaríamos hablando de uno de los más grandes de la historia. Una temporada que también va a ser recordada por el alto nivel ganadero, con una lista casi interminable de toros de una clase y bravura descomunal. Son muchos, pero si tengo que entresacar algún nombre me voy a quedar con la corrida de Jandilla en Sevilla y la de Nuñez del Cuvillo en Madrid como las que recuerdo por encima de todas, sin olvidar Juan Pedro Domecq, Garcigrande, Victorino y Adolfo Martín que creo que han completado una sensacional temporada. Es decir, una temporada a la que como nota final general pongo un sobresaliente alto en la que, sin duda, la Feria de Abril de Sevilla por sí sola hubiera merecido la calificación de matrícula de honor.
Todo hubiera sido de color de rosas y lo hubiera contado a mi manera si el cerrojo se hubiera echado en septiembre, pero las cosas son como son y no como nos gustarían que sean. Por suerte o por desgracia los toros no son ajenos al entorno, la Fiesta no vive en una burbuja, inmune a todo cuanto ocurre a su alrededor, y al mundo del toro le duele, nos duele, y mucho ver lo que está pasando en nuestra España y el peligroso abismo al que nos podemos ver arrastrados de aquí a muy poco tiempo. Decía que despedí la temporada en Las Ventas el día 13, domingo, pero también estuve el día 12, día de El Pilar, Fiesta Nacional, que este año fue especialmente triste y duro para quienes amamos a España y en su día juramos defenderla. Nada escribí aquellos días en los que nuestra Patria se desangraba por la brutalidad e impunidad de unos golpistas terroristas amparados por el poder político que pretenden romper la unidad de una nación. No tenía ganas, la verdad. Es más, me parecía vergonzoso ponerme a contar la entrega y disposición sin recompensa por un presidente insensible de Jesús Enrique Colombo, jugándose la vida a cara de perro ante dos toros muy peligrosos, me parecía una frivolidad escribir sobre los recursos técnicos, la solvencia y la veteranía de Eugenio de Mora que se impuso a tres toros de los que tiró para robarles muletazos que parecían imposibles, me parecía irrespetuoso escribir sobre la grave cogida de Gonzalo Caballero exponiéndose hasta límites insospechados al tirarse a matar recto, por derecho, a un toro a la defensiva, probón, reservón, que medía y buscaba hasta que encontró el muslo de Caballero, y me parecía un insulto escribir sobre el temple, el gusto y la clase de un joven sevillano de origen pero madrileño de adopción, crecimiento y formación llamado Álvaro Burdiel, que se llevó el triunfo en el certamen Camino Hacia Las Ventas con un toreo clásico y reposado que llegó a los tendidos. Tampoco me apetecía hablar de lo que viene ya, desde este domingo 3 de noviembre que La México abre sus puertas a una nueva Temporada Grande que promete intensas emociones. Basta echar un vistazo a los carteles de la primera parte de esta Temporada Grande para entender que cada domingo, de aquí a febrero, me siente a las once y media de la noche frente al televisor, ponga Canal Toros y disfrute de como se vive y se siente el toreo en aquellas tierras. Vean y juzguen:
Domingo, 3 de noviembre: Toros de Fernando de la Mora para rejones y de Julián
Hamdan para Diego Ventura, Antonio Ferrera, Leo Valadez y José María
Hermosillo, que tomará la alternativa.
Domingo, 10 de noviembre: Toros
de Bernaldo de Quirós para Morante de la Puebla, Joselito Adame y Ernesto
Javier “Calita”.
Domingo, 17 de noviembre: Toros
de La Estancia para Miguel Ángel Perera, Arturo Saldívar y Gerardo Adame.
Domingo, 24 de noviembre: Toros
de Villa Carmela para Juan Pablo Sánchez, Diego Silveti y Ginés Marín.
Domingo, 1 de diciembre: Toros de Reyes Huerta para Enrique Ponce, Fabián
Barba, Joselito Adame y Pablo Aguado, que confirmará la alternativa.
Domingo, 8 de diciembre: Toros
de Xajay para Sebastián Castella, Paco Ureña, Octavio García “El Payo” y André
Lagravere “El Galo”, que confirmará la alternativa.
Jueves, 12 de diciembre: Corrida
Guadalupana. Toros de Begoña para Sergio Flores, Andrés Roca Rey y Luis David.
Domingo, 15 de diciembre: Toros
de Barralva para David Fandila “El Fandi”, Fermín Rivera y José Mauricio.
Domingo, 22 de diciembre:
Toros de Montecristo para una corrida de Tres Triunfadores Mexicanos.
Domingo, 29 de diciembre: Toros
de Vistahermosa para Horacio Casas, Emiliano Gamero y Santiago Zendejas,
actuarán los forcados Amadores de Lisboa, los forcados de Mazatlán y los
forcados Amadores de Turlock.
Domingo, 5 de enero: Corrida de banderilleros. Toros de Piedras Negras para
José Luis Angelino, Antonio García “El Chihuahua” y Gerardo Rivera.
Domingo, 12 de enero: Toros
de Pozo Hondo para Uriel Moreno “El Zapata”, Jerónimo y Antonio Mendoza.
Ahora lo hago pero en todos esos días no tenía ganas de escribir mientras veía la brutalidad terrorista independentista en las calles de Barcelona sin que nadie diera la orden para que las Fuerzas de Seguridad españolas o el Ejército si era preciso pusieran fin al terror callejero. ¡Pero qué vamos a esperar de un gobierno que realmente apoya la ruptura de España en mil pedazos!. ¡Pero qué vamos a esperar de una oposición miedosa y acomplejada incapaz de alzar la voz con claridad!. España se estaba destruyendo no solo en su sagrada integridad nacional, también en su historia, con la vergonzosa y asquerosa colaboración de la jerarquía de la iglesia, dirigida y ordenada el Vaticano y ejecutada por la Conferencia Espiscopal, cobarde, miserable, negociando beneficios fiscales y abandonando al Prior del Valle en su defensa de la Verdad y la verdadera Fe, un nuevo mártir, mientras permitían que un gobierno marxista violara una Basílica Pontificia, un recinto sagrado, para profanar la tumba de Francisco Franco, católico ejemplar, el hombre que en el siglo pasado les salvó de la muerte, de su aniquilación, y así le han pagado. Judas, hace 21 siglos, fue un ejemplo de integridad, honor y valor al lado de este Papa y estos obispos. Las treinta monedas de plata que hayan cobrado del marxismo les pesarán algún día.
Con todo esto, ¿a quien le podía importar lo que sucedía en un ruedo?. A mi, desde luego, no. Por eso mi silencio escrito hasta hoy, que rompo con dificultad y con dolor. Me ha costado mucho decidirme, emocionalmente estoy muy afectado, dolido y rabioso, se me tambalean algunos principios y se vienen abajo muchas convicciones y creencias. A pesar de todo seguiré manteniendo mi afición, aunque también quieran prohibírmela, porque esto sigue y la lucha por la defensa de España, su sagrada unidad y su gloriosa historia no cesa ni cesará.
Queridos amigos, no sé si esto es un adiós pero sí sé que es un triste y duro final de temporada. Hasta siempre o hasta pronto, Dios dirá.
Antonio Vallejo
Gracias Antonio por estas crónicas tan maravillosas que nos brindas. Muy de acuerdo con todo lo que dices pero espero poder seguir leyéndolas el próximo año. !No te dejes que no te quiten tu afición! ¡Un fortísimo abrazo!
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