martes, 23 de agosto de 2016
Tercera de Corridas Generales de Bilbao: Gran tarde de Puerto de San Lorenzo
Lo decía hace un par de días y las expectativas se van cumpliendo. Arrancaron las Corridas Generales bilbaínas con una magnífica corrida de rejones, seria, bien presentada y con bravura del hierro de Angel Sánchez y Sánchez que perimitió a Hermoso de Mendoza y Andy Cartagena abrir la puerta grande de Vista Alegre. Más que notable fue la presentación en Bilbao de la rejoneadora francesa Lea Vicens, quien está cuajando una sensacional temporada en las plazas españolas y que el sábado cortó una oreja y a punto estuvo de cortar alguna más de no haber fallado con el rejón de muerte. A esta corrida de rejones le siguió el domingo una también seria novillada, utreros de imponente presencia, muy bien hechos aunque de juego un tanto deslucido y faltos de raza los de José Cruz. Alejandro Marcos, Pablo Aguado y Luis David Adame estuvieron por encima de los novillos, plenos de entrega, ganas y disposición los tres jóvenes, exprimiendo lo poco que tenían dentro. Destacó una vez más el mexicano Adame frente al tercero, con un toreo al natural de muchos quilates, extraordinario, templado, por bajo, corriendo la mano, dejando en el aire sensaciones de torero hecho y que demostró estar más que preparado para tomar la alternativa en la próxima Feria de la Vendimia de Nimes, y el toreo clásico, reposado, profundo y con mucho gusto del sevillano Aguado, quien frente al quinto dejó pasajes con el capote y la muleta de mucho sabor y gran calidad, templado y elegante, con unos ayudados por alto de mucha enjundia. La espada le privó de al menos uno de los trofeos, una lástima.
Para ayer lunes se reservaba el primero de los platos fuertes de esta semana de toros en Bilbao. La primera de las corridas de toros no defraudó. Puerto de San Lorenzo llevó a Vista Alegre una corrida muy seria, de magníficas hechuras, seis toros muy parejos, entipados, muy en Atanasio-Lisardo, armónicos, con trapío, sin excesos ni de kilos ni estridencia de pitones, de bellísima lámina. Un diez en cuanto a presencia y presentación, la imagen lo dice todo. Pero es que además de esto, cuatro de los ejemplares fueron de nota, concretamente 1º, 4º, 5º y 6º, con bravura, raza, clase y movilidad. Tan solo 2º y 3º resultaron deslucidos por falta de casta. Ante estos ejemplares estuvieron más que resueltos Juan José Padilla, Joselito Adame y Juan del Álamo. Una oreja cortó Juan José Padilla al noble y buen cuarto, con una faena de menos a más, templada y ligada, con magníficos derechazos, largos y bajos, vaciándose. Entrega total del jerezano que celebraba sus 25 años desde su presentación en Bilbao. Sensacional había estado previamente frente al primero, un torazo, bravo, de gran clase, que humillaba y repetía con entrega ante el que desarrolló un vibrante tercio de banderillas y al que realizó una faena de muleta basada en el temple y la ligazón, muletazos con hondura por ambos pitones aprovechando la extraordinaria embestida del Atanasio. De no ser por la mala suerte al entrar a matar hubiera cortado otra oreja con seguridad.
Lo intentó el mexicano Joselito Adame con tesón ante el deslucido y huidizo segundo. Ninguna opción tuvo Adame, bastante hizo con intentarlo y pasaportarlo de buena estocada. Otra historia fue el quinto, buen toro, con clase, nobleza, fondo y fijeza. El mexicano basó la faena en la mano derecha, con temple, conduciendo la embestida del Atanasio con limpieza y gusto. Extraordinaria la estocada recibiendo que valió una oreja con fuerte petición de la segunda sin que fuera concedida por el palco. Sinceramente no sé por qué criterio ser rigió la presidencia para negarle el segundo trofeo, creo que confundir exigencia con injusticia son cosas que no benefician a la Fiesta, pero no deja de ser más que una opinión muy personal.
Juan del Álamo es uno de esos toreros jóvenes que, quienes le hemos visto en los últimos años en Madrid, valoramos mucho, uno de los nombres que no queremos perdernos nunca. Torero con mucha clase y gusto, no exento de técnica, valor y mucha entrega, como la que ayer demostró frente el tercero, un toro deslucido ante el que demostró grandes dosis de entrega y disposición, tirando del animal, tratando de sacar agua de un pozo seco, para finalizar con unos circulares por la espalda que tenían mucho riesgo sin esperar recompensa alguna. Más no se puede pedir al salmantino que saludó desde el tercio la merecida ovación de la entendida afición bilbaína. Con fijeza y nobleza se comportó el buen sexto al que Del Álamo toreó mejor por el pitón derecho. Faena con altibajos, muletazos sueltos, sin continuidad y sin llegar a tomar vuelo, algo pasada de tiempo quizás y que nos dejó la sensación de que las condiciones del de Puerto de San Lorenzo permitían sacar algo más y ante el que el salmantino no pareció llegar a acoplarse.
En cualquier caso una gran corrida la de Puerto de San Lorenzo, acorde en presencia y hechuras a lo que es una plaza de primera, de primerísima diría yo, como es Bilbao. Esto es lo mínimo que se debe exigir. Luego saldrá el toro y embestirá o no. Ayer lo hicieron cuatro de los seis atanasios, merecido premio a la labor ganadera de la familia Fraile que allá por tierras charras cuidan tanto este encaste de tanta tradición e importancia.
Para mi, como aficionado, da gusto ver una feria en la que se cuida tanto al toro y en la que el público sabe valorar al toro y al torero con equilibrio y criterio. Muchas plazas, algunas de primera, debieran tomar nota de estos detalles. Sólo cuidando al toro se cuida la Fiesta.
Por tanto, buen comienzo de las Corridas Generales, espero que la semana siga por esos cauces.
Antonio Vallejo
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