martes, 8 de agosto de 2017
Con Bilbao en el horizonte
Pasó julio, los sanfermines marcando el epicentro taurino de dicho mes, Feria del Toro que nunca defrauda, Teruel y su Feria del Angel este año cargada de sentido, de sentimiento y de emotividad en el recuerdo a Víctor Barrio en el primer aniversario de su trágica muerte, Santander y su Feria de Santiago en la que una vez más José María Manzanares nos deslumbró con su elegancia natural, su porte, su clase, su gusto, su torería infinita. Pasó julio y nos dejó el corazón encogido en Pamplona con la tremenda cornada sufrida en Pamplona al banderillear a un toro de Puerto de San Lorenzo el día 10 de julio, una cornada que nos retrotrajo a aquel dramático 17 de junio en que nos congeló el alma la muerte de Iván Fandiño ante un toro de Baltasar Ibán en la francesa plaza de Aire Sur L'Adour y que aún nos tiene sobrecogidos, sin poder apartar de la memoria al diestro vizcaíno. Pasó julio, con lo bueno y con lo malo, con triunfos y tragedia, con alegría y dolor, las dos caras del toreo, y llega agosto, el mes del año que más toros se lidian y que, por supuesto, más toros se matan, porque eso es la Fiesta, la lucha a vida o muerte entre un hombre y un toro bravo, lucha de la que emana belleza y arte, aunque en Baleares una pandilla de imbéciles analfabetos pretendan eliminar esa verdad y esa pureza del toreo.
La lista de localidades españolas y francesas en la que a lo largo de este mes veraniego y vacacional por excelencia en las que se celebran corridas de toros sería interminable, prácticamente en todas las provincias de España ciudades y pueblos, plazas de primera, segunda, tercera, portátiles, las que sean, dan corridas de toros. A lo largo de casi toda nuestra geografía los toros son la base de las fiestas populares, y lo son porque la gente, eso que llaman pueblo, lo demanda, y van, y se llenan las plazas, aunque algunos sigan insistiendo que los toros no tiene interés. Menos interés tienen los cuatro gatos que se llaman animalistas y que, amparados en la ideología-doctrina totalitaria y destructiva del marxismo en sus diversas ramas socialistas y comunistas, pretenden prohibir una tradición de siglos. Repito, la lista será interminable: Estella, Gijón, Huesca, Tafalla, Dax, Beziers, Baeza, Motril, Iscar,, Calatayud, Pontevedra, Sigüenza, Alfaro, Almendralejo, Antequera, Cenicientos, Sanlúcar....y así hasta enumerar un sin fin de ciudades y pueblos repartidos a lo largo y ancho de nuestra piel de toro. Pero creo que hay cuatro puntos de máximo interés que destacan sobre todos los demás en el calendario taurino agosteño y que cada año están en el punto de mira de los aficionados.
El primero es el Puerto de Santa María; "quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros", lo dijo nada más y nada menos que Joselito "El Gallo". En la preciosa plaza gaditana en la que se saborea cada detalle, en la que se vive con pasión un lance o un adorno, en la que el toreo eterno embriaga los sentidos, hacen el paseíllo en estos primeros días de agosto Morante de la Puebla, Juan José Padilla, Jose Mª Manzanares, El Juli, Ginés Marín, López Simón, Roca Rey, José Garrido, ante reses de Juan Pedro Domecq, La Palmosilla, Nuñez del Cuvillo y Daniel Ruiz. Una temporada de verano que seguramente resultará triunfal y en la que el arte y los aromas del toreo bueno fluirán cada tarde sobre la arena de El Puerto.
Otro punto a destacar es sin duda San Sebastián y su Semana Grande. El moderno coso de Illumbe se prepara para ofrecer tres corridas de toros y una de rejones dignas de esta plaza de primera categoría con gran tradición y que merece mucho la pena seguir de cerca tanto por los nombres que se anuncian como por la importancia que la entendida afición donostiarra da a la presencia y presentación de los toros. Por Illumbe desfilará un plantel de toreros y toros de auténtico lujo: Morante de la Puebla, Roca Rey, Ginés Marín, Joselito y Luis David Adame, López Simón, El Juli, Alejandro Talavante, Enrique Ponce, Cayetano, Hermoso de Mendoza ante ejemplares de Zalduendo, Garcigrande-Domingo Hernández, Angel Sánchez y Sánchez, José Vázquez Fernández y El Parralejo. Tan solo espero que la respuesta de los aficionados esté acorde a la categoría de la plaza y al esfuerzo de la empresa por confeccionar un ciclo de enorme interés.
El tercer punto caliente del verano taurino estará en Málaga, una semana de toros que reunirá a toreros de la talla de Juan José Padilla, Antonio Ferrera y El Fandi ante toros de El Pilar, Sebastián Castella, Alejandro Talavante y Roca Rey frente a los de Victoriano del Río, Paco Ureña, Javier Jiménez y José Garrido con toros de Fuente Ymbro, Fortes en solitario para matar seis reses de José Vázquez Fernández, Jandilla, Parladé, Garcigrande, Victorino Martín y Victoriano del Río en una arriesgada apuesta, la de encerrase en solitario, que siempre he creído debe estar reservada solo para grandes figuras por la preparación y capacidad que requiere, algo que no tengo nada seguro que Fortes reúna, dicho con todo el respeto del mundo, por buen torero que sea, por muchas ganas e ilusión que ponga y porque tenga a la afición de su tierra volcada con él para brindarle un triunfo a la mínima oportunidad, pero ya veremos. Insisto que me parece que para afrontar tal reto hay que er una gran figura del toreo. Málaga también tiene programado un interesante mano a mano entre Enrique Ponce y Javier Conde, interesante por Ponce, también dicho con respeto, porque Conde tampoco es que me inspire demasiada confianza. Es posible que ante una afición que le consiente y perdona casta todo, a escasos metros del portal de su casa, deje alguna pincelada de gusto y mucho de toreo pinturero sin demasiada profundidad, aunque ojalá me equivoque. Una corrida de Juan Pedro Domecq para Paquirri, Cayetano y Manzanares si está recuperado de la intervención de hernia discal cervical a la que ha sido sometido, algo que parece complicado y otra de Nuñez del Cuvillo para Juli, Talavante y Roca Rey completan los carteles de la feria malagueña. Habrá tiempo de hacer balance y valorar si estas tres citas de relevancia cumplen con las expectativas creadas.
Pero si hablamos de toros y del mes de agosto hay una ciudad española y una plaza que copa toda la atención del mundo del toro, una de las que marca claramente el rumbo de la temporada y que ya se divisa en el horizonte taurino: Vista Alegre y Bilbao, las Corridas Generales. Para empezar un precioso y emotivo detalle que dice mucho del respeto y la importancia que la capital vizcaína da a la Fiesta: el cartel elegido para anunciar esta Corridas Generales 2017 y que traigo a la portada de esta entrada. Sobrio y elegante, como la entendida afición bilbaína, con la imagen del malogrado Fandiño en una pose muy taurina, cabizbajo, gesto que tantas veces le vimos repetir esperando la muerte del toro, con el mismo vestido de torear con el que se anunció en su encerrona en Las Ventas en marzo de 2015 y semiapoyado sobre la negra pared de un frontón en la que se lee la palabra falta haciendo un juego de palabras entre la línea que marca el saque en le juego de pelota vasca y su irreparable ausencia. Sinceramente, solo por esto ya merecería la pena ir a Bilbao a ver toros. Una plaza y una afición a la que conozco perfectamente, una plaza en cuyos tendidos me he sentado durante bastantes años, una plaza seria, una afición con enorme conocimiento y tradición, con un club taurino como es El Cocherito, referencia nacional, que vive y disfruta esa semana taurina desde que se despierta hasta que se acuesta, una ciudad que habla de toros en innumerables tertulias y coloquios en hoteles y restaurantes, una cita primordial en el calendario a la altura de Madrid o Sevilla, y no creo que exagere nada. Hablaba de El Puerto, recomendaría a todo aquel que no haya visto toros en Vista Alegre que lo haga, entre otras cosas porque allí probablemente verá al toro-toro. Padilla, Ferrera, Fandi, Joselito Adame, Juan del Álamo, Curro Díaz, Enrique Ponce, Manzanares (duda), Morante de la Puebla, Juli, Roca Rey, Diego Urdiales, Manuel Escribano, Paco Ureña, José Garrido, Fortes, Juan Leal y Román. Sin duda un gran elenco de nombres de matadores a los que sumar el de ganaderías: Torrestrella, Alcurrucén, Jandilla, Victorino Martín, Garcigrande, Victoriano del Río, Puerto de San Lorenzo y Miura. Más no se puede pedir. Todos los días revisten enorme ínterés para el aficionado, sin duda, pero creo que la tarde del 21 de agosto será muy especial. Esa tarde estaba anunciado el torero de Orduña frente a toros de Alcurrucén en una terna completada por Joselito Adame y Juan del Álamo. Curro Díaz, gran amigo de Fandiño, ha sido el elegido para ocupar el vacío que Fandiño ha dejado en la afición bilbaína, esa que tantas tardes le ha tributado olés y ovaciones. Me parece otro detalle que dice mucho y bueno de cómo es este mundo del toro, de su sensibilidad y sus valores. Seguro que Vista Alegre se va llenar hasta la bandera ese día 21, entre otras cosas porque la empresa, con muy buen criterio, ha rebajado en un 30% el precio de las entradas para esa corrida buscando que el homenaje que se pretende tributar al "León de Orduña" sea inolvidable, que lo será, porque la afición bilbaína se va a volcar en ello. Y todos los que veamos esa corrida a través de Canal Toros también lo sentiremos como si estuviéramos en Vista Alegre. Como también veré las dos tardes de Enrique Ponce, auténtico ídolo en Bilbao, los días 25 y 26 de agosto frente a ejemplares de Victoriano del Río y Puerto de San Lorenzo. Nunca olvidaré que en esa plaza vi torear por primera vez en vivo al maestro de Chiva. Le había visto por televisión, su estilo me impactó, era algo distinto y tenía ese don especial de los elegidos para ser grandes figuras del toreo, quien sabe si el mejor de la historia. Fue allá por 1991, me impresionó sobremanera, me cautivó con su elegancia, su suavidad, su naturalidad, su toreo desmayado, al igual que a toda la afición bilbaína, en un idilio que va ya para 26 años, casi nada. Desde entonces ha sido uno de mis referentes en cuanto a lo que siento y entiendo que es torear, y en Bilbao su toreo fluye infinito en perfecta armonía con la afición. El dato es tremendo, 62 paseíllos y 36 orejas cortadas, puertas grandes ni sé, creo que son seis, pero sobre todo es lo que siente Bilbao por Ponce y Ponce por Bilbao, pura magia que a mi embrujó hace ya tantos años.
Lo dicho, por delante un apasionante agosto taurino para disfrutar con este arte y esta bendita afición que es el toreo y que tiene a Bilbao en un horizonte ya muy próximo. Un mes repleto de festejos porque, aunque muchos no quieran verlo, España no entiende sus fiestas sin toros. Pero ya sabemos que sus argumentos son falacias, burdas mentiras, sabemos que el toro bravo no les importa y que lo único que les mueve son motivos políticos encaminados a destruir España y todo aquello que pueda soñar a español. ¿Y hay algo más nuestro que la Fiesta?.
Termino como tantas veces lo he hecho, al que no le guste que no vaya, pero que nos dejen a nosotros la libertad de disfrutar con la belleza de una tarde de toros.
¡Feliz verano!
Antonio Vallejo
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