La temporada americana está en plena ebullición. Perú y México acaparan la atención una vez que en España las plazas han cerrado sus puertas y descansan de cara a lo que vendrá a partir de febrero. Bueno, lo de descansar es un decir, porque en los despachos de las empresas el trabajo no cesa y ya están confeccionando los carteles de las feria más importantes de cara al próximo año. No es exageración, si no al tiempo, que será breve porque ya empiezan a desgranarse anuncios en plazas de primera como Valencia, Sevilla o Pamplona. Pero todas esas noticias llegarán y, como repito cada año, sin darnos cuenta nos vamos a ver inmersos en la nueva temporada. Solo una muestra, una noticia que acabo de recibir, Victorino Martín es la ganadería elegida para abrir la temporada 2018 en Las Ventas el próximo 25 de marzo, Domingo de Resurrección. Esto es solo un aperitivo de la avalancha de rumores, anuncios y noticias que nos esperan y que van a ponernos ese cosquilleo en el cuerpo y esta ganas irreprimibles de que salte el primer toro en España.
Pero la actualidad en los próximos meses estará en América, ese es el presente del planeta toros y creo que es importante que le prestemos la atención que se merece. En años anteriores lo he comentado y sinceramente pienso que es muy recomendable, si uno puede en vivo y los que no tenemos capacidad de permitirnos ese lujo hacerlo a través de la televisión, ver toros al otro lado del charco. Si finalmente se concreta que Canal Toros va retransmitir, como en años anteriores, las corridas de la Temporada Grande de La México se nos va hacer mucho más llevadera la espera. Y por lo que se avanzó en el programa especial resumen de la temporada española el pasado mes de octubre es posible que también nos asomen a otras plazas del Nuevo Continente, es nuestro anhelo que así sea y que se concreten los anuncios. Pero no es solo cuestión de hacer llevadero el invierno, es enriquecedor comprobar la manera de entender y vivir el toreo en aquellas tierras. Un ejemplo, la apoteósica llegada de Roca Rey al aeropuerto de Lima. Increíble, como a una mega estrella del cine o del pop-rock, la "rocamanía", una multitud de aficionados esperándole en la terminal para sacarle a hombros como si hubiera abierto la puerta grande de Acho. La imágenes que todos pueden ver en los distintos portales taurinos son espectaculares, ojalá en nuestra patria viviéramos algo similar con las estrellas del toreo. Ver la pasión con la que los aficionados van a los toros en Perú, México, Ecuador, Colombia o Venezuela es más que reconfortante, es realmente una lección para muchos que en España parece que en vez de ir a disfrutar a los toros van a pasarlo mal, a buscar solo el fallo y a protestar cuanto más mejor para que parezca que así son más aficionados. Es cierto que a la hora de ver la corridas de toros en La México, pongo esta plaza como ejemplo porque es la única de América que he podido ver en directo a través de la televisión, hay que cambiar el chip y olvidarse de muchos de nuestros tics de "aficionado exigente". Hay que entender que el toro americano es distinto de hechuras y trapío, que la seriedad no va acorde a la aparatosidad de pitones que en España se pide en muchas plazas, que el tercio de varas en la gran mayoría de los casos se resume a un picotazo, un simulacro de puyazo y pobre del matador que lleve el toro al caballo dos veces, no digo tres, le montan la de San Quintín, y que en las faenas no está siempre el pesado de turno que a cada lance le pide al matador que se cruce y que cada pase surja aislado, sin continuidad sino que se permite torear al hilo y ligar los muletazos , se busca la estética quizás más que la hondura y la profundidad y los adornos y florituras se reciben con algarabía por parte de los tendidos. ¿Y eso significa que son peores aficionados? Para nada, en absoluto, lo sienten a su manera, tan respetable o más que la nuestra y, puedo asegurar, que entienden y mucho del toreo, saben valorar perfectamente lo que el matador está haciendo ante el toro pero huyen de la crispación y la intransigencia, lo entienden como lo que es, una fiesta, y cuando hay que protestar lo hacen como el que más, que nadie se piense lo contrario. Esto lo he aprendido estos años, en las madrugadas de domingo invernal, viendo las corridas de La México por la tele y, creánme, me lo he pasado bomba escuchando a los comentaristas, aprendiendo nuevos términos, nombres de lances, quienes, suertes, con cierta envidia de su forma de apasionarse con lo que está pasando en el ruedo. Y cuando alguien lo hace mal son duros, incluso crueles, pero adornado con ese gracejo especial que tienen los aztecas que hace más "agradable" la crítica. ¡Ah! y si alguien va a ver estas corridas por vez primera que se arme de paciencia, que no se extrañe al ver que el festejo se va casi con seguridad a las tres horas. Desde que arranca el paseíllo hasta que sale el primero pueden pasar 20 ó 25 minutos, eso si esa tarde no hay alguna despedida de toreros, subalternos, picadores o alguna jubilación de alguien del personal de plaza. Pueden dar una o dos vueltas al ruedo con la familia, amigos, conocidos... con una parsimonia y una tranquilidad muy al uso de los manitos. Y no digo nada de las corridas de ocho toros, esa noche me veo camino de la cama a las 4 ó 4:30 de la madrugada. Pero merece la pena ese desvelo para aprender a querer aún más esta bendita afición.
Como ya he dicho ahora son y Perú y México los reyes de la fiesta, el centro del planeta taurino. Roca Rey ha reventado Acho en una faena apoteósica en la que se ha mostrado tal cual es ante un público entregado y enfervorizado que ha vibrado con la quietud, el riesgo, la variedad y la imaginación del limeño que perdió la puerta grande por la espada. También Ponce tocó pelo esa tarde en una faena de maestro consagrado ante toros de Daniel Ruiz llegados desde España semanas antes para la misma corrida en la que el gran triunfador fue el peruano Joaquín Galdós que abrió la puerta grande en una memorable actuación. En Guadalajara, Aguascalientes y Querétaro, por nombrar solo algunas de las plazas mexicanas en las que se está lidiando en estos días los toreros mexicanos y los españoles están cuajando grandes actuaciones. Joselito Adame en Guadalajara en una faena extraordinaria para cortar un rabo y salir a hombros junto a Octavio García "El Payo", y Sebastián Castella en Aguascalientes con una faena marca de la casa en la que el temple y la hondura fueron las notas que sirvieron para cortar dos orejas. Son tan solo unos ejemplos de lo mucho que se está viviendo en México antes del inicio de la Temporada Grande en la Monumental que es sin duda la más relevante de la temporada americana. No en vano es la única plaza americana en la que se confirma alternativa y junto a Madrid y Nimes conforman el trío de plazas de confirmación a nivel mundial. Dos novilladas, finales de los certámenes que se han realizado para descubrir nuevos valores, son el prólogo a lo que se anuncia a partir del domingo 19 de noviembre en la primera parte de esta Temporada Grande. Las combinaciones de los carteles son las siguientes:
Domingo
19 de noviembre.- Julián López “El Juli” en mano a mano con
Joselito Adame, con toros de la ganadería de Teófilo Gómez.
Domingo
26 de noviembre, corrida mixta.- El rejoneador Pablo
Hermoso de Mendoza, Cayetano, Arturo Saldívar, y Leo Valadez, quien confirma
alternativa. Los toros para rejones están por designar, y los de los toreros de
a pie serán de Jaral de Peñas.
Domingo
3 de diciembre.- El rejoneador Jorge Hernández Gárate, y
a pie, Enrique Ponce, Joselito Adame, y Octavio García “El Payo”, con toros
de Teófilo Gómez, Julio Delgado, y El Vergel.
Domingo
10 de diciembre.- Sebastián Castella, Sergio Flores, Ginés
Marín, y Luis David Adame con toros de Xajay.
Martes 12 de diciembre (corrida extraordinaria).- Pablo Hermoso de
Mendoza, José Tomás, Julián López “El Juli”, José Mª Manzanares, Joselito
Adame, Octavio García “El Payo”, Sergio Flores y Luis David Adame, cono toros
de 8 ganaderías diferentes aún por designar.
Domingo
17 de diciembre, corrida mixta.- Andy Cartagena, Fermín
Rivera, Juan Pablo Sánchez, con toros de Rancho Seco, y Torreón
de Cañas.
Lunes
25 de diciembre.- Fabián Barba, Antonio Romero, y Gerardo
Adame, con toros de Rancho Seco.
Lunes
1 de enero Festejo de Rejoneadores.- Emiliano Gamero,
Luis Pimentel, y Sebastián Torre, además actuarán los Forcados Mazatlecos en
mano a mano con los Portugueses de Alcochete. Lidiarán toros de San
Marcos.
Lo primero de todo, las ganaderías. Salvo Xajay, que la conozco por haberla visto otros años, las demás no tengo ni idea de como son, la verdad por delante, ni sus encastes, su procedencia, sus hechuras o su presencia, pero no creo que difieran mucho del toro tipo mexicano, más bien pequeño, de hechuras y morfología "distintas" por decirlo de alguna manera, corto de cuello, cornicorto y tendente a cornipaso en muchos ejemplares. Un toro al que al principio cuesta adaptarse y que nos resulta un tanto extraño acostumbrados a los mastodontes que tantas veces vemos en España. Y lo segundo los matadores, que salvo en las corridas del día de Navidad y Año Nuevo son de sobra conocidos, figuras del toreo a uno y otro lado del Atlántico. Hasta ahí todo normal, pero me ha llamado la atención lo que he leído en diversos medios taurinos mexicanos y algunos blogs taurinos de aquellas tierras donde están que echan humo ante los carteles anunciados. Más bien tienen un cabreo monumental y reparten estopa a diestro y siniestro. Las críticas se centran, y me parece que con plena justificación, en las ausencias de matadores como Diego Silveti, Miguel Ángel Perera, Paco Ureña, Andrés Roca Rey, Antonio Ferrera, José Mª Manzanares o Alejandro Talavante y en los hierros elegidos, especialmente los de las figuras como Ponce, Juli o Joselito Adame, reses de Teófilo Gómez y Julio Delgado a las que tachan de "bobaliconas". ¿Entienden ahora por qué decía que saben y mucho de toros, que son exigentes sin caer en la intransigencia y que cuando ven que algo se hace mal no se callan ni se cortan un pelo?. La verdad es que yo también me alineo en esa postura crítica con la empresa, y lo hago por una razón que me parece de sentido común. La México es, si comparamos con España, el equivalente a Las Ventas. ¿Se imaginan un San Isidro sin que ninguno de esos matadores haga al menos un paseíllo?. Cuesta creerlo, ¿no?, pues eso es lo que les pasa a los aficionados mexicanos, que están que no se lo acaban de creer, y les entiendo perfectamente. Confío en que estas ausencias no supongan una merma en la fluencia de espectadores, situación que el año pasado fue alarmante y que mucho me temo que va a repetirse ante la frialdad con la que han recibido el anuncio de los carteles. Si ver una plaza de toros en la que el cemento sea lo dominante en los tendidos es deprimente lo es multiplicado a la enésima potencia cuando en la inmensidad de las cincuenta mil localidades de la Monumental Azteca solo se ven espectadores en los tendidos más bajos. El pasado años hubo festejos con tres o cuatro mil espectadores en una imagen desoladora que espero que no se repita este año. Y ya para terminar tan solo añadir una duda, una inquietud por lo que he leído hoy mismo acerca de la ruptura de Unicable, la cadena que estos años retransmtía los toros en la México y que ha roto su acuerdo con la plaza dejando en el aire quien será la encargada de las transmisiones. Se habla de una plataforma digital, BLIM de Televisa, como la encargada de hacerlo. Solo espero que Movistar con su Canal Toros logre alcanzar el acuerdo necesario para hacernos llegar hasta España la señal de las corridas desde La México y que no nos quedemos sin toros en directo este invierno. Después de tantas ilusiones depositadas en espera de las madrugadas taurinas y los lunes resacosos por la falta de sueño sería un palo quedarme sin poder disfrutar de los toros ¡doce meses al año!, el sueño de cualquier aficionado, esas frías madrugadas de invierno español al calor del toreo en América, un lujo.
Antonio Vallejo
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