domingo, 18 de febrero de 2018

Victorino Martín, presente


Han sido muchos y quedarán muchos homenajes en memoria del Victorino Martín Andrés. El gran ganadero de Galapagar se los merece, la Fiesta, el toreo, todos los que amamos esta bendita afición le debemos mucho. Su figura ha sido siempre sinónimo de verdad y pureza en lo que al toro bravo se refiere, su vida ha sido una constante entrega en busca de la bravura, la raza y la casta, fiel a unas ideas, fiel a unos principios y fiel a su manera de concebir lo que es un toro en toda su dimensión. Su nombre ha creado una leyenda, los  victorinos, que traspasa las barreras de lo taurino y sirve para calificar situaciones de la vida que destacan por su dificultad y su exigencia. Así eran  sus toros, complicados y exigentes, ante los que había que estar bien puesto y que no permitían la mínima distracción, como suele decirse, de los que piden el carnet. Pero hablar en pasado no sería justo puesto que su hijo Victorino es un digno heredero como ya ha demostrado con creces desde hace tiempo y va mantener esa divisa en todo lo alto puesto que bebe de las mismas fuentes de pureza y verdad, de compromiso con la esencia de la bravura de las que lo hacía su padre. Madrid no podía faltar al homenaje a una figura tan relevante y este sábado 17 de febrero era la fecha elegida para tal fin. Madrid se lo debía, Madrid le debe mucho a Victorino y no hubiera sido digno pasarlo por alto. Ese homenaje se ha tributado al finalizar el paseíllo, con los toreros desmonterados y en perfecta formación, en medio de un silencio sepulcral tan solo roto por un precioso poema escrito en memoria de D. Victorino. Emotivos y sentidos momentos, tanto como los vividos al entregar a Victorino hijo y sus hijas un gran retrato de su padre y abuelo, todo ello envuelto de aplausos y vivas a España y al toreo, amén de a D. Victorino. Solo por eso merecía estar ayer en la cubierta de Carabanchel.
La cita de ayer tarde en Vistalegre era sin duda una de esas de la que los aficionados esperábamos con auténticas ganas. Hay hambre de toros tras del parón invernal, quien más quien menos está ya ansioso por volver a sentarse en un tendido y ver saltar a la arena a ese animal tan bello que es el toro bravo. A eso íbamos a Carabanchel este sábado por la tarde, a ver los toros de Victorino, un pistoletazo de salida de auténtico lujo para la temporada de la capital de España. Yo al menos así lo sentía, tenía muchísima ganas de verme de nuevo sentado en un tendido, tenía muchísimas ganas de ver un nuevo paseíllo, de escuchar el pasodoble, los clarines y timbales, de ver al toro con su figura imponente galopar por el ruedo, de sentir el ruido de los capotamos, del encuentro con los caballos, de los olés, de las órdenes de los matadores, del arrastre de mulillas, en definitiva, volver a sentir el toreo en todas sus facetas. Y para quien no hay ido nunca a Vistalegre se lo recomiendo, porque al ser una plaza cubierta la acústica es totalmente diferente y se aprecian sonidos matices que al aire libre pasan desapercibidos y que ayudan a sentir lo que se ve con más intensidad. Por desgracia tengo que decir esto con sinceridad y con pena; me ha decepcionado ver que los tendidos de Vistalegre hayan estado ocupados en dos tercios, más o menos. A ver, no está mal si pensamos que es febrero y que no es Las Ventas, pero la ocasión y el motivo creo que merecían mayor respuesta por parte de los aficionados. Me esperaba más, o al menos lo deseaba, hubiera sido precioso ver un lleno de "no hay billetes". Me cuesta creer que en todo Madrid y alrededores no haya 10.000 personas que llenaran los tendidos de la plaza, máxime aún siendo el motivo que era, pero las cosas son como son y no como nos gustaría que fuesen. Por mucho empeño que pongan los ganaderos en criar toros, por mucho que las empresas pongan todo de su parte para programar carteles atractivos, por mucho que los toreros se entreguen para generar emoción, si los aficionados no responden la Fiesta se muere, y hoy la afición madrileña creo que no ha estado a la altura. Siento decirlo pero es lo que me sale de dentro. La mayor publicidad que puede tener el toreo es ver las plazas llenas, a la gente entrando en masa y saliendo felices para contar a todo el mundo lo que han sentido. Eso es fundamental si queremos defendernos de los ataques continuos, demostrar que somos muchos más y que no van a quitarnos lo nuestro. Mejor argumento no se puede dar a los talibanes prohibicionistas, a esos antis de pacotilla, que unos tendidos semivacíos. Esperaba más, de verdad.
Por cierto, y siguiendo con el tema de los aficionados,  a ver si algunos mantienen el sentido de la orientación y la ubicación y son capaces de darse cuenta de donde están en cada momento. En Madrid pasa una cosa muy curiosa, que teniendo como tiene dos plazas de toros, una de primera, la de Las Ventas, y otra de segunda, la de Vistalegre, parece que algunos son incapaces de saber si están sentados en una u otra plaza. ¿Por qué lo digo?. Muy sencillo; esta tarde he sufrido el calvario de dos personajes que han debido volver a su casa hinchados de orgullo vanagloriándose de todo lo que saben de toros. ¡Toda la santa tarde se la han pasado criticando y sacando faltas!, que si eso no eran toros de Madrid, que si los kilos, que si los pitones, que si el trapío, que sin los caballos, que si no se cruzaba el torero a cada muletazo, que si la espada estaba unos milímetros allá o acá, que si tal, que si cual, daba igual, nada les parecía bien. Por supuesto, han soltado lo del ridículo "miau" tan común entre los "sabios" venteños. Vamos, toda la batería de tópicos con los que algunos quieren dárselas de exigentes y estrictos aficionados. Incluso, cuando se ha pedido la oreja para Curro Díaz y Emilio de Justo, se han permitido el lujo de soltar por la boca algo impropio de cualquiera que tenga un mínimo de educación o respeto, no digo ya un mínimo de afición: "han debido venir los paletos de fuera de Madrid". ¡Tócate las narices!. Y no eran solo los dos que tenía sentados a mis espaldas, por la plaza había unos cuantos más que se han dedicado a silbar y protestar constantemente al más puro estilo de ese tendido que todos sabemos. ¡A esos que se comportan de esa manera sí que no se les puede sacar de casa!. Uno de ellos, cuando varios aficionados más le han pedido que callara un poco, les ha respondido que tenía 69 años y llevaba muchos yendo los toros y que decía lo que le daba la gana. Pues si cada tarde que va a los toros se avinagra como la ha hecho este sábado no entiendo por qué va. Los toros son para disfrutar, son para emocionarse y para que los sentimientos fluyan, no para criticar, amargarse y buscar siempre el fallo o la excusa para protestar con afán de hacerse notar o creerse el que más sabe. Dime de qué presumes y te diré de qué careces, pero allá cada cual. Exigencia e intransigencia son cualidades que  están separados por una fina línea y mientras la primera es beneficiosa, la segunda es letal al menos para el toreo. Es decir, que hay que saber donde se está y valorar cada cosa en su lugar. Además siempre se ha dicho que a cada torero hay que medirle en función del toro que tiene enfrente, igual que al toro hay que valorarlo en función de la categoría de la plaza en la que se lidia. Esto viene al caso de esas protestas que han salido de algunos tendidos sobre la presentación de los toros de Victorino. Otra vez vuelvo a lo mismo. No sé si eran conscientes que Madrid es muy grande y que, repito, tiene dos plazas, que existe mundo más allá de Las Ventas, a lo mejor hay que explicárselo más y más. No sé si eran conscientes que ayer estaban en la de segunda categoría y que la presencia que se exige a los toros no es la misma que en una de primera. ¡Que hasta ahí llegamos todos!, aunque ciertos sabios nos consideren unos absolutos ignorantes. Pues algunos erre que erre con los kilos y el trapío. A mi personalmente me ha gustado la corrida, creo que ha estado en tipo aunque es cierto que ha sido desigual de hechuras, pero los seis que se han lidiado han estado en tipo, serios y astifinos, con el hocico afilado, estrechos de sienes y esa cara tan típica de este encaste Albaserrada-Saltillo, perfectamente reconocibles todos ellos, proporcionados, en definitiva, con el trapío que se exige en una plaza de segunda. ¿Que alguno de los seis no valdría para lo que se debe exigir en Las Ventas?. Pues sí, claro, ni probablemente en Bilbao tampoco, pero es que este sábado estábamos a 12 Km, en Vistalegre, a ver si nos situamos. A mi sí me han gustado, y mucho, los toros que ha traído Victorino por tipo, hechuras y seriedad para esa plaza y muchas más. Otro cantar es el juego, con un primero noble, un segundo manejable, un gran tercero exigente, encastado y bravo, el cuarto con clase, y quinto y sexto con poco recorrido y revolviéndose, aunque si hay una nota positiva que en mi opinión ha marcado la corrida ha sido la humillación, aunque por otro lado me haya parecido que en el aspecto negativo haya estado la escasa duración en general y  blandura y falta de fuerzas en varios de ellos. 
¿Y la terna?. Pues digo lo mismo, que yo me lo pasé muy bien y disfruté con el toreo de Curro Díaz, Daniel Luque y Emilio de Justo, quienes a mi modo de entender anduvieron solventes con pasajes de mucha belleza y toreo de empaque, especialmente con el toreo de capa, con toros alegres de salida, humillando y metiendo bien la cara en los capotes, con. Curro Díaz recibió al primero con unas verónicas templadas y acompasadas rematadas con una media de cartel que arrancaron los primeros olés y en el cuarto entendió perfectamente que al toro había que lidiarlo por bajo más que estirarse con el capote y lo llevó por bajo, andándole hacia atrás para sacarlo a los medios y allí rematar con otra media cargada de gusto y sabor. Daniel Luque demostró una vez más con el segundo lo magnífico capotero que es. Verónicas suaves, lentas, meciendo al toro, ganándole pasos para rematar también con una media bellísima. Y Emilio de Justo brilló ante el tercero con lances templados flexionando las rodillas, de enorme carga estética, alargando el viaje del toro para terminar rematando con una media y una revolera también con la rodilla flexionada que puso en pie a la plaza. 
En el caballo creo que a la corrida se le picó lo que había que picar. Soy amante y defensor del tercio de varas porque es un pilar básico de la lidia, pero como decía al principio, en cada plaza debe ejecutarse acorde a su categoría. Y ayer en Vistalegre, salvo al tercero, se les dio un solo puyazo, que entre otras cosas es lo que dicta el reglamento para plazas de segunda. ¿Que se puede poner al toro en el peto más veces? Por supuesto, pero si el toro se considera picado con un puyazo me parece bien. Una vez más creo que algunos se confundieron de sitio al reclamar y reclamar en todos los toros una segunda entrada al caballo. Sobran comentarios. En este tercio merece la pena destacar a Curro Sánchez en el cuarto y a Mario Benítez en el tercero que colocaron dos puyazos delanteros a sendos toros que empujaron con celo y codicia, metiendo los riñones  con clase y fuerza, tanto que el cuarto llevó al caballo de Sánchez hasta los mismísimos medios. Dos grandes tercios de varas que resultaron vibrantes y emocionantes a más no poder. De igual manera que brillante estuvo la cuadrilla de Daniel Luque en banderillas, con Juan Contreras saludando desmonterado tras sus dos pares al segundo, magníficos, cuadrando en la cara, perfecto en la reunión y la colocación, igual que Raúl Caricol, que puso un par al quinto, un toro complicado que echaba la cara arriba, asomándose al balcón, con el pitón del toro a milímetros del chaleco, exponiendo una enormidad y saliendo de la suerte con una torería extraordinaria. También hubiera merecido saludar desmonterado pero en esta ocasión no entiendo como la ovación fue tan escasa.
En la muleta hubo dos toros que sobresalieron con diferencia, tercero y cuarto. A los demás les faltó duración al fallarles las fuerzas. Curro Díaz es uno de esos toreros que tienen algo especial, ese pellizco que en un detalle, en un lance suelto y en un segundo es capaz de generar emoción a raudales. Así fue en el primero, en una faena cargada de gusto pero un tanto desigual, algo falta de continuidad, con altos y bajos, pero con momento de enorme intensidad. Así fueron los trinchazos de inicio, de cartel y una tanda por el pitón izquierdo rotunda, naturales limpios y hondos y algún redondo de mucha clase, como los remates por bajo y un gran pase de pecho. Tuvo que tirar él de un toro que se quedaba corto y que sabía lo que se dejaba por detrás, demostrando mando, firmeza, entrega y valor, además de colocar una muy buena estocada. La petición de oreja fue insuficiente y la cosa quedó en una cerrada ovación saludada desde el tercio. Con el cuarto creo que vimos al jienense en toda su dimensión. Toreo vertical, relajado, desmayado, de muchos quilates ante un toro bravo con recorrido y transmisión. Redondos profundos, bajando la mano, ligando los muletazos en varias series de toreo de altos vuelos que hicieron retumbar Vistalegre, aunque a los dos de mi espalda les pareciera que "no se cruzaba" lo suficiente. Yo no sé, pero a mi me gusta el toreo templado y ligado y para ligar las tandas es IMPOSIBLE  estar siempre cruzado, ¡que manía!. Pero hay gustos para todo, y si a alguno le gusta que el torero de un muletazo, pase el toro, se pare, vuelva a colocarse y se cruce mucho, mucho, mucho hasta incluso más allá del pitón contrario, pues muy bien, pero a mi me aburriría al tercer cruce. Personalmente de los cruces me gusta, como la canción de Los Secretos, el primer cruce y los de la cuarta sevillana. En el toreo prefiero la emoción y la transmisión de las series ligadas. también buenos los naturales templados y alguno con hondura, si bien el de Victorino bajaba un tanto el tono por el pitón izquierdo. Una estocada desprendida no fue obstáculo para que se pidiera con fuerza una oreja merecida a mi modo de ver.
Emilio de Justo conoce este encaste a la perfección. Como él mismo dice le debe prácticamente todo lo que es y su carrera a los albaserradas. Lo demostró ante el tercero, con unos doblones de inicio cargados de emoción, con temple, despacio, barriendo la arena con la muleta para llevárselo más allá de la segunda raya. Los olés retumbaron de nuevo. Toro con movilidad y transmisión y con peligro sordo, con mucho que torear y al que había que poder, porque si no se hace así este encaste enseguida pasa por encima del que se ponga delante. Tragó mucho el cacereño y compuso series en redondo de mucha clase, siempre por bajo, adelantando la muleta, llevando al victorino muy toreado, igual que la. natural, con temple y hondura en series ligadas gracias a una magnifica colocación. La estocada volcándose sobre el morrillo valió una oreja de ley. Ante el sexto pocas opciones tuvo De Justo. Toro soso y sin emoción, sin entrega, desentendido, pasaba sin más. Lo intentó en vano el extremeño y se desvaneció la posibilidad de abrir la puerta grande.
El sevillano Daniel Luque tuvo en el segundo un toro manejable y que humillaba una barbaridad, siempre con el hocico olisqueando la arena, pero le faltó duración. Toreó muy lento el de Gerena por ambos pitones , templando y bajando la mano, con suavidad, cuidando del toro ante su falta de fuelle, muy evidente a mitad de faena cuando empezó a puntear las telas. Muy solvente Luque, mostrando una técnica y un conocimiento enorme, pero a su oponente le faltó ese punto de chispa y energía necesario para transmitir. Ante el quinto poco pudo hacer. Un animal deslucido, a la defensiva, revolviéndose y buscando, con peligro evidente, algo nada inusual en este encaste, por cierto. Se puso Luque, lo intentó pero tuvo que desistir ante la imposibilidad de sacar un solo pase. 
Me alegré mucho de haber estado ayer en Vistalegre, disfruté con el toreo y con los toros, lo pasé muy bien. Yo no sé si fue por las enormes ganas que tenía de sentarme en un tendido y ver toros de nuevo, no sé si fue por la ilusión con la que fui a Vistalegre porque la ocasión lo merecía, no sé si es que fui con ganas de disfrutar aunque fuera del mínimo detalle, pero el caso es que volví a casa sintiendo la alegría que esta maravillosa afición me aporta. Y creo que al final eso debe ser esta Fiesta, un Arte en el que lo que prima es la emoción, los sentimientos y la pasión, sea la plaza que sea. Ayer lo viví y lo sentí así.

Antonio Vallejo

jueves, 15 de febrero de 2018

Plaza México, el final soñado para una Temporada Grande


La Temporada Grande en La México llegó a su fin el pasado domingo. Adios a las madrugadas taurinas invernales, adios a los desvelos, adios a los lunes de resaca y adios, con pena, a disfrutar del toreo con el peculiar estilo de esa plaza y esa afición, tan particular, tan peculiar y que, al menos a mi, me aporta mucho a la hora de conocer la Fiesta en todas su dimensiones. Muchas veces lo he dicho, aconsejaría a todos los aficionados que se asomaran a esa manera de enteder el toreo al otro lado del Atlántico, hay muchas cosas de las que aprender, como hay muchas cosas que al menos a mi me hacen reafirmarme en conceptos e ideas personales de lo que debe ser el toreo, que todo cabe. No hay que olvidar una cosa, que La México es una de las tres únicas plazas del mundo en la que se confirma alternativa, junto a Madrid y Nimes, lo que da idea de la importancia, la relevancia, la exigencia y la trascendencia del coso de Insurgentes. En cualquier caso, enriquecedor y un auténtico lujo poder disfrutarlo cómodamente en casa gracias a unas extraordinarias retransmisiones de la televisión azteca con un magnífico aficionado y comunicador como Heriberto Murrieta, una auténtica institución en materia informativa taurina en aquel país. Una Temporada Grande que arrancó el 19 de noviembre con aquel mano a mano entre Juli y Joselito Adame y que no sé a quien proclamará triunfador, ni siquiera sé si tienen por costumbre hacerlo, porque a mi modo de ver hay varios nombres que perefctamente serían merecedores de tal galardón: Enrique Ponce tras su histórica tarde del 3 de diciembre, Julián López "El Juli" con su apoteósica puerta grande del pasado de 4 de febrero,  las salidas a hombros de Sergio Flores el mismo día que Juli y el 10 de diciembre, la puerta grande de Arturo Macías este pasado domingo... Pero lo que está claro es que el cierre de la temporada capitalina no pudo ser mejor, aunque para ser perfecto y redondo del todo le tenian que haber embestido los toros a Leo Valadez para también haber salido a hombros junto a Andy Cartagena y Arturo Macías " El Cejas".
Así fue, un broche de oro a una Temporada Grande en la que una vez más vi unos tendidos con una pobrísima entrada. Cierto es que La México es muy, pero que muy grande, que llenar sus 50.000 localidades es francamente difícil y más aún en estos tiempos en los que la Fiesta no vive sus días más boyantes  y en los que la economía mundial no está para muchas alegrías, y México me parece que tampoco se escapa a la crisis mundial. Pero es que muchas tardes -madrugadas españolas- el aspecto de los interminables tendidos de Insurgentes ha sido desolador. Si salvamos el festejo de apertura, el de Ponce del 3 de diciembre, el extraordinario guadalupano y el de Juli del 4 de febrero en los que la entrada fue completa en el numerado y más que aceptable en el general, en Le Resto de los días programados la asistencia ha sido más bien pobre, desoladora en algunos casos, como los días 25 de diciembre y 1 de enero y las de este pasado domingo, que para ser el último mostró una imagen del numerado con un índice de ocupación bajísimo, algo que sinceramente me ha extrañado mucho puesto que era un cartel con mucho atractivo especialmente para el aficionado mexicano con una de las grandes figuras de aquel país, Arturo Macías, y otro de los que apuntan muy alto de cara al futuro, Leo Valadez. Junto a ellos un rejoneador con gran cartel en aquel país, Andy Cartagena, una de las grandes figuras del toreo a caballo. Pero exceptuando ese pequeño lunar que ha supuesto la baja asistencia de público la corrida del domingo supuso un final de lujo para su temporada, el final soñado en el que triunfaron los toreros y el toro, porque tan importante es la imagen de Cartagena y Macías a hombros como la del cuarto toro de la tarde, Copo de Nieve, del hierro de Reyes Huerta, que volvió con vida al campo para criar. Es la máxima expresión de la Fiesta, el culmen de la tauromaquia; la bravura, la casta, la raza y la clase de Copo de Nieve suponen el triunfo del toro, personaje fundamental de la Fiesta, la torería, el gusto, el temple y la entrega de Cartagena y El Cejas reflejan el triunfo del torero. Esa es la esencia de la Fiesta y su verdad, algo tantas veces repetido, la lucha entre una fiera y un hombre en la que normalmente solo uno puede salir victorioso, pero que desarma totalmente cualquier acusación de brutalidad cuando el toro, por sus grandes virtudes, regresa con vida a la ganadería. Pero aún hay más, el indulto de Copo de Nieve pasará a la historia como el primero a un toro de rejones y Andy Cartagena supo torear a caballo a este extraordinario toro que reunió bravura, humillación, repetición, celo, raza, nobleza y duración con una pureza, un temple, una maestría y a la vez vibrante y con una espectacularidad tremenda. Como suele  decirse todos los astros se conjuntaron para generar la obra perfecta y una vez más el. mundo entero pudo contemplar la verdad de este Arte, una verdad en las antípodas de la imagen cruel y sangrienta que la ignorancia y el odio irracional de los antis pretende exportar. La faena del de Benidorm sobre sus cabalgaduras fue una auténtico ballet, de una belleza exquisita, y el toro era, pues eso, de indulto sí o sí.
Arturo Macías es un ídolo en México, una figura máxima del toreo azteca y el domingo demostró el por qué del respeto y admiración que sus paisanos le profesan. Puerta grande, nada más y nada menos que la novena del mexicano, casi nada, tras cortar una oreja a cada uno de su lote, dos toros de Las Huertas de diferente condición cada animal y ante los que El Cejas dio una lección de torería y gusto. Sobresaliente estuvo Macías ante el segundo, un animal noble y manejable que humillaba con clase aunque de corto recorrido y poca duración. Pero lo entendió a la perfección y supo llevarlo muy toreado por ambos pitones, con  la muleta siempre en la cara, envolviéndolo con la tela para taparle la salida, lección de temple y técnica a la que sumó detalles de mucho gusto, siempre por bajo aprovechando la humillación del animal, toreando muy despacio, con trincherillas de auténtico lujo, molinetes y unas manoletinas finales que enloquecieron a la concurrencia. Estoconazo y oreja de ley para Macías. Por cierto, en este toro se vio algo poco frecuente hoy en día, el añorado pique en quites en el que El Cejas respondió por tafalleras a un gran quite por chicuelinas de Valadez. Hay tradiciones que no debe perderse, y la rivalidad en quites debe ser una de ellas por lo vibrante y bella que es. Como decía, el quinto, segundo del lote de Macías fue un toro con peligro escondido, ante el que había que mandar y poder para someterlo como hizo el azteca, que le avisó con una tremenda voltereta y un palizón gracias a Dios sin consecuencias en el quite a la salida del caballo. Faena de tesón, de entrega y de gran ambición sabedor que tenía a su alcance la novena puerta grande. Le puso la muleta en la cara, trió del de Las huertas, lo llevó templado, muy toreado y el animal, viéndose podido sacó un fondo de nobleza que no parecía. Toreo de empaque, de muchos quilates, de clase y raza el de Macías que cortó otra merecida oreja que le abría la puerta de la gloria para hacer historia. 
Insisto, la guinda hubiera sido que Leo Valadez hubiera tenido algo, aunque fuera solo algo, en su lote. Infumable, sin un solo pase, sin raza, sin bravura, sin fuerzas, nada de nada, a pesar que el hidrocálido lo intentó y lo intentó en vano. Al menos los aficionados supieron reconocer su esfuerzo baldío. Por delante le quedan muchas tardes al de Aguascalientes para demostrar lo torero que es. Entrega, ganas y disposición ya mostró el domingo, pero sin toros nada es posible.
En fin, que se acabaron las madrugadas desde La México, pero eso no quiere decir que los toros en América hayan terminado. Aún queda por lidiar en otras plazas de México, En Colombia, en Venezuela y en Ecuador, por donde aún están las figuras españolas haciendo las delicias de los aficionados de allende los mares. Figuras que poco a poco irán regresando a nuestra patria para la apasionante temporada que se avecina. Sí, voy a echar de menos las madrugadas taurinas, pero creo que va ser francamente fácil sobrellevarlo. Para empezar este sábado en Vistalegre volveré a ver toros en la plaza, la primera de la temporada, con los Victorinos para Curro Díaz, Daniel Luque y Emilio de Justo. Unos torazos que para los que quieran verlos dejo el enlace al final de este comentario. Sería fantástico que Vistalegre presentara una gran entrada. Ojalá sea así, que la Fiesta necesita a los aficionados más que nunca, no defraudemos al toreo.

Antonio Vallejo

https://www.aplausos.es/noticia/42665/noticias/los-victorinos-de-vistalegre.html

jueves, 8 de febrero de 2018

Castellón, Olivenza, Fallas, ganaderías, Madrid ya...¡y Sevilla!. ¡A toda máquina!


Un chorro, un manantial  un aluvión, una auténtica avalancha de anuncios, de noticias y de confirmaciones nos inunda en este inicio de temporada taurina española mientras al otro lado del Atlántico son México y Colombia quienes enfilan la recta final de sus temporadas. El día 27 de enero Ajalvir abrió sus puertas y el primer toro de la temporada saltó a la arena, este fin de semana Valdemorillo celebra el grueso de su feria de San Blas y la Candelaria y el próximo sábado 17 la cita será en Vistalegre con los toros de Victoriano Martín para Curro Díaz, Daniel Luque y Emilio de Justo a la que sumar una interesante novillada de El Parralejo para Antonio Catalán "Toñete", Ángel Téllez y Rocío Romero. Todo eso ya lo sabíamos desde hace varias  semanas, pero es que en los últimos días ya se han hecho oficiales los carteles de ferias de la importancia de Castellón, Olivenza y Fallas como plato principal.
Por orden cronológico será Olivenza quien abra fuego con una feria que año tras año gana importancia y que en esta edición presenta una combinación de carteles de mucho interés para los aficionados y que rendirá homenaje a Julián López "El Juli" con motivo de los 20 años de su tremenda irrupción en aquella plaza y que este año se anuncia dos tardes. Desde luego es para que, quien pueda ir, no se lo pierda, y si no juzguen ustedes:

Viernes 2 de marzo: Novillos de El Freixo para María del Mar Santos, Juanito, Alfonso Cadaval, Toñete, Marcos y Alejandro Adame.

Sábado 3 de marzo (matinal): Toros del Tajo y la Reina para Juan José Padilla, José Garrido y Luis David.

Sábado 3 de marzo (tarde): Toros de Garcigrande para Julián López “El Juli”, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante.

Domingo 4 de marzo (matinal): Toros de Victoriano del Río para Enrique Ponce, Antonio Ferrera y Roca Rey.

Domingo 4 de marzo (tarde): Toros de Zalduendo, Victorino Martín y Garcigrande para El Juli y Ginés Marín que actuarán Mano a Mano.

Por la arena de Olivenza harán el paseíllo nombres de relumbrón que también estarán presentes en la cita de Castellón, la Feria de la Magdalena, que también está creciendo en importancia y seriedad gracias a una cuidada elección del ganado y una composición de carteles bien rematados. Nada más y nada menos que estos son los festejos que conformarán el ciclo castellonense:

Domingo, 4 de marzo: Novillos de Fernando Peña para Toñete, Sedano Vázquez y Ángel Téllez.

Lunes 5 de marzo: Rejones. Toros de Fermín Bohórquez para Andy Cartagena, Leonardo Hernández y Lea Vicens.

Miércoles 7 de marzo: Clase práctica. Reses de Fernando Peña para Lucas Miñana, de la Escuela Taurina de Beziers, Marcos Andreu, de la Escuela de Tauromaquia de Castellón, Manuel Diosleguarde, de la Escuela Taurina de Salamanca, Jordi Pérez, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, Jorge Martínez, de la Escuela Taurina de Almería, Rafael León, de la Escuela Taurina de Málaga y Jorge Rivera, de la Escuela de Tauromaquia de Castellón.

Jueves 8 de marzo: Toros de Hnos. García Jiménez, Olga Jiménez y Peña de Francia para Juan José Padilla, Juan Bautista y Miguel Ángel Perera.

Viernes 9 de marzo: Toros de Domingo Hernández y Garcigrande para El Juli, Manzanares y Talavante.

Sábado 10 de marzo: Toros de Victorino Martín para El Fandi, Sebastián Castella y Varea.

Domingo 11 de marzo: Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, Manzanares y Roca Rey.

Sin duda dos extraordinarios aperitivos que darán paso a la que cada año es la feria de primera categoría más madrugadora de la temporada, la de Fallas. El coso de la calle Játiva acoge año tras año una feria en la que la calidad no va reñida con un ambiente festivo, en la que se mide y valora con justicia, sin excesos ni intransigencias, donde los aficionados buscan divertirse pero donde a la vez saben diferenciar el tono festivo del festivalero. Es la primera gran cita de la temporada, la primera que empieza a marcar el ritmo y que nos ayuda a adivinar el estado de forma de los matadores y apunta lo que puede ser cada temporada. Los carteles suelen tener gran atractivo y habitualmente están en ellos los principales nombres del escalafón. Para estas Fallas 2018 la empresa ha confeccionado las siguientes combinaciones:

Sábado, 10 de marzo: Novillada sin picadores. Erales de Nazario Ibáñez para José Antonio Valencia, Arturo Gilio y Borja Collado.

Domingo 11 de marzo: Toros de Jandilla y Vegahermosa para Juan José Padilla, El Fandi y Román.

Lunes 12 de marzo: Novillos de Fernando Peña para Jesús Chover, Alejandro Gardel y Ángel Téllez.

Martes 13 de marzo: Novillos de El Freixo para Toñete, Jorge Rico y Marcos.

Miércoles 14 de marzo: Toros de Alcurrucén para David Mora, Álvaro Lorenzo y Luis David Adame.

Jueves 15 de marzo: Toros de Fuente Ymbro para Juan Bautista, Daniel Luque y José Garrido.

Viernes 16 de marzo: Toros de Núñez del Cuvillo para Sebastián Castella, José María Manzanares y Roca Rey.

Sábado 17 de marzo: Toros de Domingo Hernández y Garcigrande para Enrique Ponce, Alejandro Talavante y Paco Ureña.

Domingo 18 de marzo: Toros de Juan Pedro Domecq para Miguel Ángel Perera, Cayetano y López Simón.

Lunes 19 de marzo: Matinal. Toros de Fermín Bohórquez para Andy Cartagena, Sergio Galán y Lea Vicens.

Lunes 19 de marzo: Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés para Antonio Ferrera, Román y Ginés Marín.

Todo esto nos espera a la vuelta de la esquina, en un abrir y cerrar de ojos nos vemos inmersos en una temporada que ya es imparable, pero es que tenemos tantas ganas de toros que estos anuncios nos saben a poco y queremos más. Pues eso han debido pensar en la Maestranza sevillana que han adelantado ya, ¡a primeros de febrero!, los carteles de su Feria de Abril y los de San Miguel, casi nada. Sevilla y su primavera constituyen uno de los momentos de mayor relevancia de toda la temporada, plaza de primerísima categoría, auténtico santuario del toreo en el que se guardan las mejores esencias de este arte, tendidos sabios que gustan saborear los mejores aromas, elegantes, respetuosos pero implacables con sus famosos silencios. Ya sueño con su Alberto  ya sueño con los olés y las palmas a compás, ya sueño con esa manera de ver toros en la Real Maestranza que hace dos semanas visité, ya sueño con su feria y los aromas de azahar. Todo eso llegará sin casi darnos cuenta puesto que de hoy en adelante va a ser un no parar en nuestra piel de toro, por mucho que a algunos les pese. De momento disfruten con lo que nos espera en Sevilla por primavera:

1 de abril. Domingo de Resurrección: Toros de Victoriano del Río para Antonio Ferrera, José María Manzanares y Roca Rey.

8 de abril: Toros de Las Ramblas para Pepe Moral, Javier Jiménez y otro por confirmar.

11 de abril: Toros de La Palmosilla para David Mora, Rafael Serna y otro por confirmar.

12 de abril: Toros de Torrestrella para Juan Bautista, Pablo Aguado y Luis David Adame.

13 de abril: Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, José María Manzanares y Ginés Marín.

14 de abril: Toros de Victorino Martín para Antonio Ferrera, Manuel Escribano y Daniel Luque.

15 de abril: Toros de Fermín Bohórquez para Sergio Galán, Andrés Romero y Lea Vicens.

16 de abril: Toros de Núñez del Cuvillo para Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante.

17 de abril: Toros de Jandilla para Antonio Ferrera, El Juli y Roca Rey.

18 de abril: Toros de El Pilar para Curro Díaz, López Simón y José Garrido.

19 de abril: Toros de Garcigrande para Enrique Ponce, El Juli y Alejandro Talavante.

20 de abril: Toros de Hermanos García Jiménez para Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Roca Rey.

21 de abril: Toros de Fuente Ymbro para Juan José Padilla, El Cid y El Fandi.

22 de abril: Toros de Miura para Rafaelillo, Luis Bolívar y Pepe Moral.

FERIA DE SAN MIGUEL

28 de septiembre: Novillada de Talavante para tres triunfadores.

29 de septiembre: Toros de García Jiménez para Juan José Padilla, Morante de la Puebla y Sebastián Castella.

30 de septiembre: Toros de Juan Pedro Domecq para Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alfonso Cadaval (alternativa).

Hay que estar atento porque Madrid no va a quedarse atrás y, al parecer, en unos días se van a adelantar los carteles del San Isidro 2018 en las Ventas, que abrirá sus puertas el Domingo de Ramos, 25 de marzo, con un encierro de Victoriano Martín para El Cid, Pepe Moral y Fortes y el Domingo de Resurrección, primero de abril, con toros de El Torero para la terna compuesta por David Mora, Daniel Luque y Álvaro Lorenzo. Dos tardes para iniciar con fuerza la temporada venteña que se prolongará hasta el 12 de octubre y que en el mes de mayo, como cada año, concentrará toda la atención de los aficionados del planeta durante la feria más importante del mundo en la plaza más importante del mundo: los sanisidros.
Pero no solo son las principales plazas de España quienes han lanzado a los cuatro vientos la composición de las ferias más relevantes. También las ganaderías, el pilar fundamental de la Fiesta, se han apresurado a desvelar las citas a las que acudirán. Aunque sinceramente, en algunos casos no es un avance, sino más bien una confirmación de lo que a nadie extraña ni va acoger por sorpresa. Por ejemplo, Juan Pedro Domecq, que ha declarado a Aplausos lo siguiente: “Este año en lugar de acudir dos veces a Madrid voy dos veces a Sevilla, una en la Feria y otra en San Miguel. Sueño con que le toque un toro grande a Morante en plenitud en Sevilla. Hay corridas para Castellón, Valencia, Madrid, Málaga, Jerez, Istres, Brihuega, Murcia, Albacete… Serán entre 15 y 16 corridas de toros". De verdad, ¿alguien se imagina Sevilla, Madrid, Valencia, Bilbao, Málaga, etc sin los juanpedros?. Lo mismo que Nuñez del Cuvillo que también estará presente en Sevilla y Madrid, y Bilbao, Málaga, Pamplona, etc, o Victoriano del Río, también fija en las grandes ferias, como Alcurrucén, que este año anuncia doble presencia en Las Ventas durante San Isidro. Noticias que, aunque esperadas y clásicas cada temporada no dejan de ser bien recibidas, aunque también es cierto que nos gustaría ver cada vez más abierto el abanico del elenco ganadero y la variedad de encestes, aunque no es menos cierto que al final son estos hierros los que aportan la mayoría de los grandes triunfos y que es lo que el público demanda.
En definitiva, que la temporada española arranca a todo gas y ya no parará hasta octubre, feria tras feria, tarde tras tarde con el deseo de que los toros embistan y veamos grandes faenas. ¡Ah! y como Juan Pedro Domecq, yo también sueño con que le toque un toro grande a Morante en plenitud en Sevilla o donde sea, en Jerez el 12 de mayo, por ejemplo, en su reaparición, un día necesario para la fiesta, huérfana del duende desde el pasado 13 de agosto. Empecemos soñar y a disfrutar.

Antonio Vallejo