sábado, 12 de diciembre de 2015

JOSÉ TOMÁS: 20 AÑOS DE ALTERNATIVA, 20 AÑOS DEL MITO


José Tomás es algo más que un torero, quizás más que un mito, si me apuran. José Tomás creo que encaja mejor en el apartado de leyenda, apoyado sobre ese ambiente de mística y de misterio que le rodea. Por un lado está el José Tomás torero, una figura que ocupa un lugar destacadísimo en la historia del toreo, sin duda alguna. Quienes le hemos visto torear hemos vivido experiencias irrepetibles, lances que posiblemente nunca volvamos a ver, le hemos visto colocarse no ya en el sitio, sino en lo aparentemente imposible, menos para él, rozando la muerte tantas y tantas tardes que resultaba cogido, algunas de tremenda gravedad. Y por otro lado está el José Tomás personaje, un tipo peculiar, reservado, enigmático, siempre rodeado de ese halo de misterio del que hablaba, algo que quizás haya contribuido sobremanera a construir su leyenda, con su particular forma de ser, sus idas y venidas, sus desapariciones y regresos, su constante negativa a los medios de comunicación, especialmente la televisión y que tantos quebraderos de cabeza ha dado a los empresario taurinos. Personaje, no podía ser de otra forma, controvertido, como todos los genios, admirado creo que por todos los taurinos y, por qué no decirlo, discutido en los últimos tiempos por su manera de afrontar la profesión. Muchos no compartimos, aunque yo la respeto, su decisión de apartarse de las plazas de primera en los últimos años, de anunciarse a cuentagotas en plazas de menor categoría, con reses de trapío algunas veces más que discutible. A mi, al menos, me hubiera gustado volver a verle en Madrid, en Sevilla, en Bilbao…
Como decía, José Tomás es especial. Para empezar, su alternativa. Fue hace ya 20 años, un 10 de diciembre de 1995 (la fecha ya por sí sola llama la atención) en la México, la plaza de México D.F. No me negarán que se alejo de lo que es al uso en España, donde los toreros españoles suelen tomar la alternativa a lo largo de nuestra temporada y, a poder ser, en las grandes ferias. Pero no, el maestro de Galapagar ya apuntaba sus características diferenciales. Quizás por ese hecho, su alternativa en tierras mexicanas, se explique su personal idilio con aquella tierra y aquella afición, donde su figura desborda la barrera de mito. Y probablemente no ha sido La México la plaza azteca donde ha cosechado sus mayores éxitos, pese a haber cortado seis orejas en sus diversas tardes, pero sin llegar a salir a hombros. Posiblemente Aguascalientes haya sido el escenario donde con más intensidad ha desarrollado su tauromaquia, en lo bueno y en lo malo, en el éxito, volviendo loca a su afición cortando orejas, saliendo a hombros en repetidas ocasiones, y también en el dolor y la tragedia, sobre todo la última, un 25 de abril de 2010 ante un toro de la ganadería De Santiago que le empitonó en el muslo izquierdo y que le tuvo al borde de la muerte. Alternativa, triunfos y dolor son, por tanto, los lazos de unión tan grandes del madrileño con México. 
Sería injusto olvidarnos de otro de los lugares donde José Tomás es un auténtico ídolo, Francia. Dax, Arlés, Bayona, Beziers, Mont-de-Marsan, todas han visto torear a José Tomás y le han visto triunfar. Pero si hay una por encima de todas, esa es, en mi opinión, la de Nimes. A quien se le va a olvidar la tarde del domingo 16 de septiembre de 2012 en el anfiteatro nimeño, con legiones de aficionados españoles desplazados hasta allí junto a la querida afición francesa. José Tomás frente a seis ejemplares de distintas ganaderías (Victoriano del Río, Jandilla, El Pilar, Parladé y Garcigrande), todo un recital del toreo, tanto de capa como de muleta, rematado con espadazos de antología. El resultado fueron las ya míticas once orejas y un rabo simbólico que cortó a aquella tarde abriendo la Puerta de los Cónsules y que ocupan un lugar con letras de oro en la historia de nuestra Fiesta, algo que no creo que volvamos a ver jamás.
Pero no solo México y Francia han visto tardes apoteósicas en el capote y la muleta de José Tomás. En nuestro suelo patrio son muchas las plazas que han enloquecido con su arte y su valor, a veces temerario. Repasar todas seria interminable, así que voy  a ceñirme a las plazas de primera. Valencia, Pamplona y Barcelona le han visto cruzar a hombros sus Puertas Grandes. Para el recuerdo quedará la tarde de Barcelona previa al cierre por motivos políticos de La Monumental barcelonesa, a hombros de la afición desde la Puerta Grande hasta su hotel por las calles de Barcelona. Todo un símbolo. Menos suerte quizás haya tenido en Zaragoza, donde ha cortado 2 orejas en su carrera, y en Bilbao, plaza en la que aún no ha logrado sumar ningún apéndice. Pero si hay dos plazas españolas que han visto el toreo en la cumbre de José Tomás han sido Sevilla y Madrid. La Real Maestranza asistió en la Feria de Abril de 2001 a faenas antológicas que le abrieron de par en par la Puerta del Príncipe. Fueron las tardes del 15 de abril frente a toros de Torrealta y el 28 de ese mismo mes frente a astados de Nuñez del Cuvillo. Dos salidas a hombros del coso maestrante que elevaron a los puestos más altos del escalafón al madrileño. Toreo de lujo, arte y valor de la mano, con la entendida afición sevillana rendida al madrileño.
Pero el resumen de tanto y tanto triunfo quedaría huérfano si no se hace un aparte especial para el binomio José Tomás-Madrid o Madrid-José Tomás, como prefieran. Hasta en seis ocasiones ha salido en hombros camino de la calle Alcalá el maestro de Galapagar. Hubo una séptima Puerta Grande en Las Ventas en la que no pudo salir a hombros pese a cortar cinco orejas a toros de Puerto de San Lorenzo y El Torero, ya que resultó cogido, una vez más, teniendo que ser intervenido en la enfermería de la misma plaza. Su carrera torera se inició nada más nada menos que cortando una oreja a un ejemplar de Jandilla el día de su confirmación, un 14 de mayo de 1996, con Ortega Cano como padrino y Jesulín de Ubrique como testigo. A partir de ahí una carrera meteórica jalonada de triunfos, aunque salpicados con algún que otro lunar com aquella tarde de junio de 2001 en la que se dejó un toro vivo de Adolfo Martín. Pero lo que realmente nos ha dejado impactados a los aficionados venteños han sido, repito, sus numerosas tardes de triunfo, muchas de ellas haciéndonos pasar auténtica angustia y más de un sobresalto por su colocación y ver cómo se pasaba los toros, en terrenos auténticamente inverosímiles. Sin duda hay un trienio mágico, el comprendido entre 1997 y 1999 que marcaron el devenir de José Tomás en Madrid. Las tres Puertas Grandes consecutivas en otros tantos sanisidros crearon grandísima expectación ante el anuncio de José Tomás en Las Ventas. En el 97 frente a toros de Alcurrucén, en el 98 con los de El Torreón y en el 99 los de Puerto de San Lorenzo, su figura creció y llegó a lo más alto. Hubo que esperar al año 2001 para ver al de Galapagar abrir de nuevo la Puerta Grande ante reses, una vez más, de Puerto de San Lorenzo, hazaña repetida al año siguiente, durante el San Isidro de 2002 ante astados de Martelilla. Cuatro años de sequía nos conducen a un mes y un año mágicos tanto para la plaza madrileña como para José Tomás. Fueron dos tardes de ensueño del mes de junio de 2008. En el cartel posiblemente dos de las ganaderías consideradas talismán para el maestro: Victoriano del Río y Puerto de San Lorenzo. Cartel de "no hay billetes" desde que se anunciaron. La reventa alcanzó aquellos días niveles estratosféricos, fuera incluso de toda lógica. Dos Puertas Grandes apoteósicas, antológicas, de toreo magistral, donde también estuvo presente el otro denominador común de su carrera, el dolor, ya que fue herido por su último toro privándole del privilegio de abandonar la plaza de Las Ventas a hombros por su Puerta Grande. 
Esa fue su última parición en la arena venteña. Como decía al principio, la trayectoria torera de José Tomás a partir de entonces ha variado su rumbo. No entro a juzgar si acierta o no, no soy quien para criticar a un figurón del toreo. Desconozco, aunque lo intuyo, cuales serán los motivos reales que le hicieron tomar la decisión de medir muy mucho cuánto y dónde torea, así como las ganaderías elegidas. No sé si los motivos económicos son lo principal, el peso de los derechos televisivos, su caché, si se refugia en festejos "menores", incluso se le acahaca "miedo". Sí que hay algo de lo que no tengo dudas. La terrible cornada de Aguascalientes en 2012 le marcó mucho, y no me extraña nada, es algo lógico y humano. Puede haber pesado en su ánimo, por supuesto, pero me reitero en lo mismo: Es su decisión y es respetable, aunque discutible. El apartado ganadero es, quizás, uno de los flancos por el que más se le ha atacado en los últimos años. Como todas las figuras tiene sus predilecciones a la hora de elegir el ganado. Puerto de San Lorenzo, Victoriano del Río y Nuñez del Cuvillo han sido testigos de sus rotundos triunfos, les ha llamado ganaderías talismán, y es lógico que elija reses de esos hierros en las corridas que se anuncia, ¡quién no lo haría!, y menos siendo la máxima figura. Mucho se le ha criticado por este motivo, pero me parece injusto. Otro asunto es el trapío de los toros elegidos, y ahí sí que soy algo crítico con la presencia de muchos de los animales estoqueados por José Tomás en las últimas temporadas. Aunque sean lidiados en plazas de segunda y alguna de tercera, es una figura de primera categoría y creo que debiera cuidar mejor la presentación de los toros elegidos. Pienso, sinceramente, que le beneficiaría a ojos del aficionado, de ese aficionado que tanto le añora en Madrid y al que le gustaría volver a ver torear en la primera plaza del mundo.
José Tomás, figura y enigma, tras 20 años de alternativa, sigue sin dejar indiferente al aficionado. 

Antonio Vallejo

sábado, 21 de noviembre de 2015

Avance de temporada


Puede parecer muy lejano en le tiempo, pero cuando queramos darnos cuenta estaremos inmersos en la temporada taurina española y noticias como ésta se sucederán sin pausa. Estando como estamos a finales de noviembre, con la temporada americana en todo su cénit, con las noticias de los triunfos de los matadores españoles por aquel continente, en las plazas de México, Venezuela, Colombia , Perú o Ecuador, con el frío invierno por delante, saltan noticias que nos meten en el cuerpo, al menos a mi me lo ha hecho, ese gusanillo, ese cosquilleo que sentimos al ver que los toros vuelven a nuestra Patria. Repito, aunque parezca lo contrario no está tan lejos, el tiempo vuela. Si no, recuerden esta entrada cuando estemos en esos días de verano a las 8 de la mañana preparados para ver el primero de los encierros.
La Casa de Misericordia pamplonica acaba de hacer público el listado de ganaderías que lidiarán en los próximos sanfermines 2016, a celebrar entre el 5 y el 14 de julio. El listado de ganaderías reseñadas para la Feria del Toro 2016 es el siguiente: 

– Miura, de Lora del Río, Sevilla.

– Victoriano del Río, de Guadalix de la Sierra, Madrid. 

– Cebada Gago, de Medina Sidonia, Cádiz. 

– Jandilla, de Medina Sidonia, Cádiz. 

– José Escolar, de Lanzahíta, Ávila. 

– Núñez del Cuvillo, de Vejer de la Frontera, Cádiz. 

– Fuente Ymbro, de San José del Valle, Cádiz.

– Pedraza de Yeltes, de Castraz de Yeltes, Salamanca. 

Este es, sin duda, uno de los anuncios más esperados por la afición por cuanto significa el toro en Pamplona y el valor que se le da, y tiene muy buena pinta. Tras este anuncio y en no mucho tiempo  comenzará el goteo de noticias y anuncios de cara a las distintas ferias, comenzando por Las Fallas (por lo que he oído y leído cerradas ya varias tardes en lo que a ganaderías y matadores se refiere), la Feria de Sevilla en la que Morante será el centro de atención (cinco tardes parece ser que serán las que el de La Puebla actúe en la Real Maestranza) y el esperado San Isidro, la cúspide de la temporada y posiblemente la que más demore la confección definitiva de sus carteles, algo ya tradicional por otra parte. 
Como tantas veces he dicho el planeta toros no para y, mientras en América se suceden los festejos y en España se sucede el baile de apoderados y fichajes en las cuadrillas, los despachos no paran y están a pleno ritmo preparando lo que en dos meses escasos será una realidad, la temporada española que comenzará en Ajalvir a finales de enero.

Antonio Vallejo 

lunes, 26 de octubre de 2015

La México abre sus puertas a lo grande



Con la temporada española dando sus últimos coletazos, veáse el triunfal festival a beneficio de Cáritas celebrado en La Puebla del Río (nada menos que catorce orejas y cuatro rabos) en el que Ruiz Miguel, Ortega Cano, Vicente Ruiz "El Soro", Morante de la Puebla, el novillero Daniel de la Fuente "Liqui" y el rejoneador Diego Ventura hicieron las delicias a los aficionados que llenaron la plaza del  municipio sevillano, le toca el turno a la temporada americana, que a lo largo de los meses del invierno español y en la plazas de Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y México recogerá el testigo de la Fiesta en este planeta toros que no descansa. 
Aunque ya se llevan lidiados festejos en plazas americanas desde hace unas fechas, lo cierto es que es México y su Monumental, La México que dicen por allá, quien lleva la batuta y la voz cantante de lo que será la temporada. La México es por aquellas tierras lo que La Monumental de Las Ventas en nuestro suelo patrio, el epicentro del toreo, la que, como suele decirse, da y quita. Durante mucho tiempo nos hemos tenido que conformar con seguir la temporada mexicana por las crónicas recibidas desde aquel país, buscándonos la vida en portales y páginas web que retransmitían las corridas de La México, quien tenía parabólica buscando canales que retransmitieran los festejos.. en fin, una odisea. Pero este año va a ser más fácil... o no. Lo digo porque Canal + Toros va a retransmitir la Temporada Grande (así llaman los manitos a su feria), lo cual es, además de una gran noticia, un alivio  para poder ver los toros. Pero todo tiene su precio, y el desfase horario hace que la hora de inicio de las corridas sea algo así como las once y media de la noche española, por lo que va a ser inevitable robar horas al sueño si uno quiere seguir lo que pasa por aquellas tierras. Pero si todas las "noches" de toros son como la de ayer, merece la pena el trasnochar y las ojeras del día siguiente.
Para abrir el ciclo azteca se anunciaba una corrida de Julián Hamdan y Xajay (ganaderías mexicanas, como es fácil de suponer) para los diestros Eulalio López "Zotoluco", el veterano maestro mexicano, Jose María Manzanares y Joselito Adame, posiblemente el mayor exponente de la buena hornada de toreros mexicanos que en las últimas temporadas han brillado en Madrid. Cartel sin duda atractivo, al menos en lo que respecta a los matadores. Porque en cuanto a las ganaderías anunciadas, personalmente ni idea sobre su encaste, procedencia y trayectoria. Este apartado, el ganadero, quizás sea el que más sorprende al aficionado español que por vez primera se asoma a La México o a cualquier plaza del otro lado del Atlántico. Que nadie espere un toro con las hechuras y la presentación a la que estamos acostumbrados en España, sobre todo en Madrid, Sevilla, Pamplona o Bilbao. Es más, pueden parecernos hasta feos. El toro que se lidía en México posiblemente no pasaría el reconocimiento de estas plazas. Terciadito, estrecho de sienes en general, menor arboladura que los toros de la Península, ajenos a la aparatosidad de cuernas, cuello corto y escaso morrillo, con menos cara, en definitiva, hechuras que de primeras llaman la atención por aparente escaso trapío. Pero, ojo, que nadie se llame a engaño, que son toros bravos, están en tipo en cuanto a su encaste y tienen el mismo peligro que los otros, aunque su morfología sea distinta, que no es lo único que los diferencia de los toros lidiados en España y Francia porque si hablamos de los nombres que se ponen  a los toros... ¡dignos de telenovela!. Atentos a los de ayer. Por orden de lidia: "Igual que yo", "Imborrables  momentos", "Grabado en el alma", "Bucles", "A la primera persona", "Javito". No me imagino la tablilla de Las Ventas con alguno de esos nombres.

Poco o muy poco ha podido hacer Zotoluco frente a su lote. Dos animales de poco fondo, malas condiciones, que además han desarrollado sentido y cuyas intenciones no eran precisamente las de una ursulina. El primero se quedaba corto, defendiéndose, se revolvía con peligro, buscando el cuerpo del torero en cada lance. Firme ha estado el mexicano, con paciencia, demostrando su veteranía y saber, entendiendo bien a sus dos oponentes, dándoles el sitio y la distancia, llegando a sacar muletazos de mérito por ambos pitones, sobre todo al natural, con mucho empaque en dos series, aunque carentes de ligazón y ritmo por la falta de fondo de ambos astados. Mata bien al primero y de bajonazo al cuarto, escuchando silencio en ambos.
Espléndido toreo de capote de Jose Mari Manzanares en los lances de recibo al segundo, ganando terreno, sacándolo hacia los medios, jugando magníficamente los brazos, acompasando el lance con el cuerpo, grandísimo toreo de capa del alicantino. Complicados en la muleta sus dos oponentes, de embestida brusca, echando la cara arriba, a los que había que poder, dominar y meter en la muleta. Muy bien Manzanares en su primero, ligando dos buenas tandas en redondo, relajado, con la muleta adelantada, corriendo la mano para alargar el viaje. Muy sereno y templado el maestro, demostrando la madurez adquirida. Mata de estocada entera y corta una oreja con algunas protestas. Similar en comportamiento el segundo del lote del alicantino, bronco, con la cara arriba y el viaje aún más corto por su falta de fuelle, lo mete en los engaños a base de temple y técnica, sobre todo en dos sensacionales tandas en redondo y una extraordinaria al natural. Lástima del mal manejo de los aceros en este quinto de la tarde, porque probablemente hubiera cortado otro apéndice a este toro.
Pero si la tarde mexicana de ayer, madrugada en España cuando salta a la arena el tercero, tiene un nombre, ese es Joselito Adame. ¡Qué toreo de capa!. Despacioso, suave, meciendo al toro en el vuelo del capote, acompañandolo con el cuerpo, ganándole un paso al toro en cada lance, con una media y un recorte como remate de bellísima estampa, y un quite por chicuelinas ceñidas que han incendiado los inacabales tendidos de La México. Muy bien Adame, que crece como la espuma y que, de seguir con esta progresión, nos va a dar muchas y muy buenas tardes de toros en un futuro muy cercano. Y si con el capote ha estado sensacional, con la  muleta ha estado, sencillamente, sublime. Ambas faenas han estado marcada por el temple, la hondura y la ligazón. En todo momento en el sitio, reposado, relajado el torero, llevando la mano baja, la muleta delante, el lance largo y profundo, cargando la suerte, pasándose a ambos toros por la cadera, con gusto exquisito y sabor a toreo del bueno. Por redondo y al natural, muletazos de gran altura, combinando adornos y recursos que han aportado un punto de variedad y vistosidad a sus dos faenas, rematando ambos toros con dos magníficos espadazos que le han servido para cortar una oreja a su primero y desorejar a su segundo. 
Primer gran triunfo en la Temporada Grande, primera Puerta Grande en La México para un torero de la tierra. A buen seguro que no va a ser la última. Por delante nos espera una temporada que siempre resulta apasionante, con el carácter y las peculiaridades de aquel país que tanto ama la Fiesta, tal como se vio en el prólogo del festejo con asociaciones de aficionados portando pancartas en defensa de los toros, pidiendo el mismo respeto y  libertad que los aficionados tenemos para con aquellos a quienes no les gusta nuestra Fiesta. Serán noches con escasas horas de sueño, pero seguro que merece la pena. 

Antonio Vallejo 

domingo, 18 de octubre de 2015

Última del Pilar: Talavante, López Simón y en la presidencia un ladrón










Quizás a muchos les extrañe ver tantas fotos en esta entrada del blog. Pero no me cabe ninguna duda que quien no haya visto la corrida que cerraba la Feria del Pilar en Zaragoza y que acceda a este comentario lo entenderá cuando finalice su lectura. Para quienes hayan tenido la suerte de poder ver la corrida, bien en la plaza de toros, bien a través de las cámaras de Canal + Toros, incluso les parecerán pocas las imágenes.
Se anunciaba un interesantísimo y esperadísimo mano a mano entre Alejandro Talavante y Alberto López Simón para cerrar la última de las ferias importantes de la temporada, la Feria del Pilar de Zaragoza, la que allá por el mes de junio las hordas podemitas decían que iban a impedir, que en Zaragoza no habría toros durante las fiestas de el Pilar, que no tolerarían más el "maltrato animal" y tantas y tantas tonterías como de sus podridas bocas salen tan a menudo. ¡Pues toma ya!, ha habido toros, la plaza casi llena todos los días, la afición ha disfrutado por todo lo alto y además se ha convertido en un escenario diario de reclamo de libertad y reivindicación de nuestra Fiesta. Y la gente ha acudido a la plaza en paz, pagando religiosamente su entrada para disfrutar de un espectáculo artístico con siglos de tradición en esta tierra aragonesa, que es decir España. Solo un detalle antes de analizar lo que ayer pasó en el coso zaragozano. Había estoqueado Talavante al quinto de la tarde, se esperaba su muerte para pedir los trofeos. Hasta ahí todo normal, como en cualquier plaza de toros. Lo increíble fue la manera de esperar a que el toro doblara: ¡La plaza puesta en pie cantando el "que viva España"!. ¡Toma ya, podemitas!. A pesar de las campañas en contra, las amenazas, los insultos, las agresiones, el acoso brutal a la Fiesta, esta sigue viva, a lo mejor más que nunca, a lo mejor habéis avivado un fuego que parecía que podía extinguirse. Enorme ejemplo de la afición maña.
Pero, siendo éste un detalle, o más que un detalle, tremendamente significativo a mi modo de ver, de la tarde de este sábado 17 de octubre, lo realmente importante es lo que ocurrió sobre la arena de Zaragoza. Anunciados tres toros de Garcigrande y Domingo Hernández (primero, tercero y quinto), mal presentados, fuera de tipo, para Alejandro Talavante, y otros tres de Vellosino (segundo, cuarto y sexto), bien de presentación, serios, para Alberto López Simón. Mano a mano entre dos de los nombres de la temporada. Uno ya veterano y torero consagrado, el extremeño, que ha cuajado una magnífica temporada. El otro la revelación de la temporada, el madrileño de Barajas, que como ya he apuntado en varias ocasiones, ha salido disparado, mejor dicho, ha despegado como un reactor desde su triunfo en Madrid el 2 y el 24 de mayo, luego Sevilla, Pamplona, Bilbao, Nimes, Logroño, Albacete, aterrizando ayer en Zaragoza donde cuajó dos importantes faenas, de toreo del bueno, del de verdad. Por tanto, todo preparado para una gran tarde. ¿Todo?. Desgraciadamente, no. En el palco de Presidencia se coló un sujeto cuyo nombre no sé ni me importa, no pienso ni tan siquiera perder un átomo de energía en buscarlo, como tampoco sé a qué se dedica. Desconozco si en Zaragoza la presidencia de las corridas de toros recae, como en Las Ventas, en comisarios de Policía. Espero que no se así, porque en ese caso tenemos un problema, ya que quien ha presidido la corrida de ayer sábado en Zaragoza se comportó como un vulgar ladrón, además de ser un pésimo, un nulo aficionado (si lo es), que ha manchado la Fiesta con su sola presencia, robando a Alejandro Talavante una segunda oreja y una Puerta Grande que tenía más que ganada por su arte y su valor.
Todo ocurrió en el quinto de la tarde, un muy buen toro de Domingo Hernández. Sensacionales lances de recibo de Talavante, como toda la tarde, marcada por un toreo de capote de muchos quilates por parte de ambos espadas, pleno de arte, gusto, variedad y torería. Cumple en varas el toro y recibe dos extraordinarios pares de banderillas por parte de Juan José Trujillo, de poder a poder, cuadrando en la cara del toro, asomándose al balcón que suele decirse, reuniendo perfectamente y saliendo de la cara del astado con una torería marca de la casa. Tremenda la ovación, respondida por el de plata montera en mano desde la boca del burladero. El toro de Domingo Hernández se presumía bueno, había dado muestras de buenas condiciones. ¡Cómo lo ha toreado Talavante!. Inicio de faena con el toro arrancándose de largo y, para empezar, una arrucina que quitaba la respiración. A partir de ahí una borrachera de toreo en redondo, al natural, pases de pecho, uno de farol y otro de las flores con aroma a México, trincheras, ayudados por bajo. Una lección de colocación, siempre cruzado al pitón contrario, de temple (ni un enganchón a la tela), de ligazón, toreo largo, hondo, bajando la mano, rematando hacia dentro, cargando la suerte. Faena de, al menos, una oreja. Para colmo se tira a matar entre los pitones, despreciando al miedo, derrochando valor tras haber desparramado arte sobre la arena zaragozana. Dos orejas, sin duda. El toro tarda en doblar (en ese espacio de tiempo es en el que contaba antes que se había vivido la emocionante escena del público puesto en pie cantando el "que viva España") y Talavante, con buen criterio, toma el estoque de cruceta y con un certero golpe de descabello fulmina al toro, para el que, por cierto, algún aficionado desde  el tendido había pedido el indulto unos minutos antes. La plaza puesta en pie, flamear de pañuelos blancos pidiendo las dos orejas, parecía que había nevado en los tendidos, tal era la blancura que se veía. Pues al presidente no le ha salido de sus relaños conceder la segunda oreja a quien se la había ganado por derecho, por arte y valor. Ahora entenderán el por qué de haber traído las imágenes iniciales. En ellas se ve la cara del ladrón que ocupaba el palco, a quien espero no dejen entrar jamás en una plaza de toros. En ellas se ve cómo ha toreado Talavante, ¡cómo y dónde ha matado!, arriba y jugándose la vida. En ellas se ve al extermeño roto, hundido, llorando sentado en el estribo, sin consuelo a pesar de los ánimos de su cuadrilla. al sentirse robado e insultado por un ser moralmente ínfimo, un indeseable que ayer ocupaba el palco de presidencia. Gesto torero el de Alejandro negándose a recoger la oreja de manos del alguacilillo, emocionante y que honra al matador. ¡Sí señor, eso es vergüenza torera!. A partir de ahí dos apoteósicas vueltas al ruedo, que podían haber sido tres, cuatro o las que hubiera querido porque el público así lo pedía, finalizando con el torero rodilla en tierra, en el centro del anillo, recogiendo un puñado de arena, besándola y guardándola junto a su corazón. Bello final a pesar del delincuente del palco. Por cierto, en Las Ventas he presenciado broncas monumentales. Juegos de niños al lado de la que se llevó este tipejo ayer por la tarde. Me quedo con los comentarios de los maestros Manuel Caballero y Emilio Muñoz y de los de David Casas que ayer retransmitían la corrida y cuya indignación era superlativa (no quiero pensar lo que hubiera dicho el maestro Molés), de los de Simón Casas en el callejón, atónito, con un enfado  monumental, de lo que se oía y se veía en los tendidos. Indiganción absoluta, con razón, contra ese delincuente.
Entenderán, por tanto, que lo que acabo de contar eclipsa todo lo bueno que ayer se vió en la ultima del Pilar, que fue mucho. Pero es que no podía ser de otra manera que intentando contarles el atropello a la Fiesta y el robo a un torero que ayer se produjo en Zaragoza. Para empezar, ya lo he dicho, toreo de capa de mucha altura. Verónicas, medias de remate, serpentinas, tafalleras, chicuelinas, un recital por parte de ambos matadores, quienes no han rehusado al turno de quites, rivalizando en cada toro con el capote, precioso espectáculo, como las figuras de antaño. En banderillas los de plata han estado a buena altura, pares bien colocados en general, con oficio y dominio de la suerte. Pero hay dos subalternos a los que sería injusto no destacar en la tarde de ayer. Domingo Siro en el segundo y el ya reseñado Juan José Trujillo en el quinto. Inmensos pares de banderillas los suyos. Con razón han saludado ambos montera en mano para responder la atronadora ovación de los aficionados.
Y lo de Alberto López Simón con la muleta ha sido de escándalo. Ha cortado una oreja al  buen segundo con una faena plena de temple y conocimiento del toreo. Parece mentira que sea un torero de tan solo cuatro años de alternativa y que prácticamente no había toreado hasta el pasado mes de mayo. Temple, hondura y ligazón, ¿alguien da más?. Siempre colocado, ha desplegado un recital de toreo por ambas manos, lleno de clase, arte y emoción. Lástima del mal manejo de la espada, porque si no hubiera sido así, posiblemente estaríamos hablando de tres orejas, dos en el segundo y una en el sexto. Aunque, claro, con el ser miserable que ayer ocupó la presidencia, cualquiera sabe qué hubiera pasado.
A falta de la Feria de San Lucas de Jaén y algunos festivales, la temporada taurina española echa el cierre. Ya está en marcha la temporada americana. Allí nos esperan México, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela. Allí estarán las figuras y el planeta toros no parará. Por cierto, al final de la magnífica retransmisión que ayer hizo Canal + Toros desde Zaragoza, David Casas anunció que iban a retransmitir corridas de la temporada americana desde la Monumental de México, sensacional noticia para los aficionados que podremos disfrutar, como en aquellas tierras lo hacen, de nuestra Fiesta. Y con la profesionalidad y el magnífico trabajo de cuantos realizan y comentan las corridas de Canal + Toros será un espectáculo que no hay que perderse. Enhorabuena por su labor, maestros.

Antonio Vallejo

lunes, 5 de octubre de 2015

Cuarta de Otoño: La verdad por delante


Tarde otoñal, incierta, amenazante de lluvia, ésta de cierre de la Feria de Otoño. Anunciados, y aprobados en el reconocimiento, seis toros de Adolfo Martín, los "adolfos". Un encierro bien presentado, con hechuras acordes a su encaste, muy serios todos, bien armados, astifinos, muy en Albaserrada los cuatro primeros, más en Saltillo los dos últimos. ¿Su comportamiento?. Deslucido en general, aunque con las complicaciones propias de este encaste tan peculiar, que hacen que en ningún momento, ni un solo segundo, el torero pueda perder un átomo de atención y concentración, porque se revuelven, buscan, traen mucho aprendido en su sangre y desarrollan aún más sentido en la lidia como no se hagan bien las cosas. Escasos de fuerza los cinco primeros, peligrosos los seis, noble pero sin fondo el quinto y un sexto con clase, fondo y raza, además de muy complicado por lo exigente que ha sido y con el que Paco Ureña ha rozado el triunfo, de no fallar a espadas.
Para su, como se decía antes, lidia y muerte, tres matadores veteranos en esta lides, tres toreros fajados en mil batalles con este tipo de encastes denominados duros. ¡Cuántas corridas de Adolfo y Victorino Martín, José Escolar, Miura, etc habrán lidiado Rafaelillo, Fernado Robleño y Paco Ureña!. Sin ir más lejos, el pasado 7 de junio, Rafaelillo toreó a un Miura como hacía mucho no se veía, faena que llevaba camino de las dos orejas que lastimosamente se fueron al limbo por matar mal. Pero el reconocimiento a su toreo fue inmneso y pesó mucho, casi tanto como si hubiera cortado los apéndices del Miura.
La Monumental de Las Ventas casi llena para presenciar lo que presumíamos podía ser una gran tarde de toros. Buen dato, magnífico, que la afición responda. Da gusto ver los tendidos poblados, sobre todo de jóvenes, el futuro de la Fiesta. Porque ayer nos llamó sobremanera la atención este hecho, y lo comentamos antes de iniciarse el paseíllo. Gran cantidad de chicos y chicas (como se dice ahora para no herir sensibilidades, lo de la igualdad, el sexismo y tantas tonterías como imperan), juventud sana, que acude a la plaza para ver algo que siente y que le gusta de verdad. Una maravilla, sí señor.
El primero de la tarde, "Aviador", cumple a la perfección las hechuras de este encaste. Albaserrada puro, cárdeno, muy serio, perfectamente armado, en tipo. Abanto de salida, olisqueando las tablas, hace amago de saltar al callejón en terrenos del seis. No parecen buenas señales de inicio, como tampoco parece que vaya sobrado de fuerzas. Toma dos puyazos sin emplearse demasiado, entra en corto al caballo, empujando pero sin mucho celo, dejándose pegar más que peleando. Tampoco se le castiga en exceso, muy medido en varas. Las señales emitidas de falta de fondo se confirman tras este tercio y se hacen aún más patentes en banderillas, con el adolfo muy parado, lo que complica la colocación de los palos, resuelto con oficio por Álvaro Oliver y Pascual Mellinas. No parece que vaya a ser sencilla la faena de muleta para Rafaelillo. Comienza el murciano con pases  por bajo flexionando la rodilla, con regusto y sabor torero, sacando al toro hacia fuera. El de Adolfo parece que mete la cara con cierta nobleza y clase, aunque sin fondo aparente. Quizás su falta de fuerzas haya sido el motivo por el que, tras este inicio de tanteo, comience a cortar el viaje, a revolverse y buscar lo que se deja tras la muleta. Como todos sabemos, estos albarradas saben latín, y si no lo saben lo aprenden rápido. Desde ese momento Se complican las cosas para Rafaelillo. El toro busca y se revuelve a cada muletazo, tiene enorme peligro, y el murciano le planta cara como debe hacerse en estos casos, doblándose por bajo, sometiendo al toro, a la antigua, toreando, como se decía entonces, con los pies. Gran labor que es reconocida por los aficionados, quienes responden con una gran ovación. Cada toro tiene su lidia. La de éste entiendo que era esa y así lo reconoce también la mayoría de los aficionados. Esta plaza es así, dura y exigente, pero sabe mucho, y cuando se hacen las cosas bien se entrega, como así ha sido. Por el pitón izquierdo el adolfo sigue siendo una alimaña, quizás con más peligro todavía, revolviéndose con malísimas intenciones, buscando constantemente el cuerpo del murciano, que está como un  jabato, firme y decidido, bien colocado y rápido de reflejos, llegando incluso a dominar la terrible embestida de "Aviador" y sacar dos naturales increíbles que provocan el olé del público, rematados con un trincherazo que levanta a los tendidos. Mata de pinchazo arriba y entera contraria que liquida a la alimaña. Recibe una merecidísima ovación que recoge desde los medios, siendo pitado el toro en el arrastre.
El segundo, "Fogonero", tiene dos pitones que asustan, por lo afilados y veletos. Proporcionado, de buenas hechuras, negro entrepelado, otro muy en tipo Albaserrada. Sin fijeza en el capote de Fernando Robleño, justito de fuerzas, pasa por el caballo sin emplearse, deslucido. Buen quite de paco Ureña con dos chicuelinas muy bajas y ceñidas y una revolera de remate aplaudida. Banderillas con oficio, sin grandes alardes a cargo de Raúl Ruiz y Juan Cantora, dos buenos subalternos. Nulas condiciones para la muleta las de este de Adolfo. Paradísimo, no es que vaya corto, es que no completa ni medio muletazo, y eso que Robleño lo intenta por ambos pitones, pero es misión imposible. Se revuelve, como su hermano, aunque no lo hace con tan mala leche, pero no deja de tener peligro. Robleño lo ve, todos lo vemos y hace lo que, en mi opinión hay que hacer. Si se intenta, todos vemos lo que hay, y aquí no hay un pase que dar; hay que ir a por la espada, abreviar y terminar cuanto antes y de la mejor manera posible con el toro. Asi lo hace el madrileño que manda al otro barrio a esta joyita de un espadazo fulminante colocado en todo lo alto. Silencio para el matador y pitos para el toro.
El tercero, "Rizos", tiene una estampa peculiar. Protestado de salida por escasa presencia, 502 Kg "nada más", con dos pitones ya no veletos, verticales y hasta engatillados diría yo, como dos antenas de televisión, parecido a la cornamenta que lucen los toros tejanos de los rodeos. A mi, personalmente, no me ha gustado, prefiero el toro cornidelantero. Pero son dos puñales acabados en puntas, eso sí. Mete la cara y repite en el capote de Paco Ureña que torea a la verónica con clase, bello saludo capotero ovacionado por el público. Muy buena pelea en el caballo que monta Pedro Iturralde, con un primer puyazo en el que mete los riñones y empuja con codicia. Toma también con celo un segundo puyazo bien medido por el varilarguero. Sale con movilidad del caballo, supongo que ayudado por tener que mover "solo" 502 Kg. En banderillas desarrolla sentido, corta el viaje y pone en apuros a Curro Vivas, dos buenos pares, y a Álvaro López "Azuquita". El toro tiene movilidad, no hay duda, pero no mete la cara con clase, es más, echa la cara arriba y pega arreones. Tampoco tiene excesivo fondo, se le nota. Inteligente Ureña, sabe que hay que ponerle la  muleta en la cara, taparle mucho y bajarle la mano para someterlo. Pero el de Adolfo busca y sabe donde encontrar. Prende sin consecuencias al de Lorca que se levanta como si nada y vuelve a plantar cara al toro que cada vez tiene más peligro. Se faja en la pelea Ureña, valiente, firme, aguantando las paradas a medio muletazo del albaserrada, se huele el peligro, tanto que vuelve a voltear a Ureña. No se echa atrás el  murciano y le pone la  muleta planchada, dándole el pecho, ¿quien dijo  miedo?, ¡y le saca una tanda de redondos de antología! que ponen la plaza boca abajo. Mata de pinchazo recibiendo en los medios, ¡olé sus hu...! y entera fulminante con lo que se gana una grandísima ovación saludada desde los medios, premio a una faena de valor y arte. División de opiniones para el toro en el arrastre, con mayoría de pitos y algunas palmas. Importante actuación de Ureña que supongo que en el próximo mes de mayo se tendrá en cuenta.
El cuarto, "Baratillo", es otro típico Albaserrada. Cárdeno, magníficas hechuras, proporcionado, de una seriedad imponente, astifino y veleto, bonito de cara. Precioso saludo capotero a la verónica en los lances de Rafaelillo con una media de remate de lujo, bellísima, de las de cartel. Magnífico segundo puyazo a cargo de Agustín Collado, con el toro arrancándose en largo, toreando con el caballo y citando con la vara, preciosa estampa, de las que no vemos a menudo. Agarra perfectamente y pica delantero, ¡qué maravilla!, abandonando el callejón entre aplausos. ¡Qué bello es el tercio de varas cuando se jecuta bien!, ¡y que pocas veces lo vemos!. El de Adolfo adolece, como sus hermanos, de escasez de fuerzas, lo que se nota en banderillas, que corta el viaje y echa la cara arriba, complicando la labor de José Mora y Pascual Mellinas. Brinda al público el murciano. Inico de faena en las tablas del 10 con la rodilla flexionada, llevando al toro por bajo, quizás excesivo castigo para un animal que no va sobrado de energías. El comportamiento de este "Baratillo" es muy parecido al del primero. Viaje corto, cortando, revolviéndose, girando el cuello para hacer sangre, busca descaradamente carne. Faena de brega, de poderle, buscando colocación y tragando lo indecible. Firme Rafaelillo, por ambos pitones, pone la muleta pero el toro no pasa, lo lleva toreado hasta medio muletazo y ahí se para, mirando al torero, malas intenciones ante las que no se arruga el murciano, ¡un tío!. Mata de pinchazo y casi entera trasera suficiente para acabar con la vida del adolfo. Merecida ovación por valor y disposición para Rafaelillo y silencio con algunas palmas para el toro en el arrastre. Digna y de verdad la actuación de Rafaelillo esta tarde, se le notan las tablas en este tipo de corridas.
Salta el quinto cuando ya la luz natural es ténue bajo un cielo encapotado, con la iluminación de la plaza encendida, sensación de otoño que anuncia que se nos va la temporada. "Horquillero" se llama. Este es más Saltillo, negro entrepelado, más alto de agujas, muy serio, bonitas hechuras. Salta con muchos bríos, aprieta a Robleño en las tablas del tres en los lances de recibo con el capote. Echa la cara arriba y las manos por delante, malos presagios. Mal, sin paliativos, el tercio de varas. Se protesta, y con razón, que al toro se le coloca corto y que el picador invade descaradamente las rayas del tercio. Magnífico en la brega Raúl Ruiz, ya lo he dicho antes, gran subalterno, llevando al toro con el capote bajo, desplazándolo sin darle un solo capotazo, cuidándole y enseñándole a meter la cara sin darle opción a desarrollar sentido. Gran ovación a la brega de esta afición que, repito, sabe mucho y sabe apreciar lo bueno. En banderillas coloca dos sensacionales pares Jesús Romero que responde desmonterado  a la ovación de los tendidos. Tal como anunciaba, pocas energías las que lleva dentro este toro. Faena deslucida, con enorme disposición del madrileño, pero sin transmisión, carente de emoción, sin ritmo ni continuidad. Firme el torero, colocándose bien, pero el animal no va, resulta del todo imposible. Mata de una magnífica estocada arriba que evita el aburrimiento que tantas tardes sufrimos con toros de estas condiciones a los que se les alarga artificialmente y sin sentido la faena. Silencio para  Fernando Robleño que no ha tenido suerte con su lote y silencio con algunos pitos para el toro.
Cierra esta Feria de Otoño "Murciano", cuya lidia y muerte   corresponde a Paco Ureña, murciano de Lorca, casualidades de la vida. Otro muy bien presentado, de buenas hechuras, serio, bien rematado, muy en tipo Saltillo. En los primeros tercios no apunta buenas condiciones. No luce en el capote, se le trata mal en el caballo, colocándole muy en corto, se le pega quizás en exceso, mucho castigo para este adolfo. En banderillas corta mucho el viaje, sobre todo por el pitón derecho, poniendo en apuros y apretando a Víctor Hugo "Pirri" y Álvaro López "Azuquita", que resuelven con oficio. Toro complicado, otro que corta el viaje y busca, que en los primeros compases de la faena prende a Paco Ureña afortunadamente sin consecuencias serias. Se levanta el murciano, se mira y está entero. ¡A por él! debe decirse a sí mismo, porque a partir de ese momento se envalentona y comienza un recital de toreo de muchos quilates, Valor, temple y colocación, toreo de verdad en la muleta del lorqueño. magníficas series en redondo, con la mano baja, perfectamente colocado, largas, ligando los muletazos, rematando hacia dentro. Gran ovación. Pero la locura ha venido por el pitón izquierdo, gran pitón el que tenía "Murciano". Por ahí han salido naturales citando de frente, con los pies juntos, cruzándose, templados, la mano baja, ligados, rematados por sensacionales pases de pecho. Toreo de muchos quilates, naturales de excelsa belleza, arte puro. Adornos finales por bajo con gran regusto, sabor de toreo del bueno, olor a dos orejas si remata con los aceros. ¡Lástima de fallo a espadas!. Pinchazo, bajonazo haciendo guardia de manera escandalosa y entera fulminante al tercer encuentro. Atronadora ovación y vuelta al ruedo de las de Madrid como premio a la importante actuación de Paco Ureña esta tarde. Aplausos para el toro en el arrastre, sin duda el mejor de la corrida por clase, casta y fondo.
Como titulaba esta entrada, la verdad por delante en esta tarde en el toreo de Rafaelillo, Robleño y Ureña. Sin taparse ni justificarse ante las complicaciones de los toros de Adolfo Martín, dando la cara, poniéndose y exponiéndose, con valor, compromiso y mucha vergüenza torera. Todo de verdad, como es nuestra Fiesta.

Antonio Vallejo

domingo, 4 de octubre de 2015

Tercera de Otoño: Digno Caballero


Aún vivos los ecos de la hazaña de ayer, con López Simón recuperándose en una clínica madrileña de la cornada recibida, estaba claro que los corrillos y las conversaciones en los previos de la corrida de hoy versaban sobre el  mismo tema: El arrojo del madrileño al salir, herido, dolorido e impedido, a matar los dos toros que le quedaban, la torería de esa estampa con el de Barajas hecho un Ecce Homo recogiendo a las puertas de la enfermería la oreja cortada a su primer oponente, el ejemplo de valor y superación del sufrimiento dado por López Simón sobre la arena de la Monumental de Las Ventas, algo que debe servir de ejemplo a una juventud acomodada en lo fácil y lo inmediato, que no aguanta contratiempos y que al mínimo revés se pone de perfil, echa la culpa a los demás y se considera víctima. También en el aire, al menos en mi caso y el de amigos aficionados que compartimos tendido, la duda sobre si era o no acertado programar como sustitución del madrileño a otro madrileño, un amigo de Alberto López Simón, salido como éste de la escuela de tauromaquia de Madrid (la misma que quiere cerrar ese adefesio que ocupa la alcaldía siendo minoría), que ayer estaba en la plaza de toros viendo triunfar a su amigo y que, de repente, se vio con la propuesta de tomar la alternativa al día siguiente, en la primera plaza del mundo, en la Feria de Otoño, ocupando el puesto del de mayor reclamo a día de hoy. Gran responsabilidad, tremenda. De eso hablábamos mientras paseábamos calle abajo camino de la plaza de toros. ¿Sería acertada la decisión de la empresa o sería demasiada responsabilidad para Gonzalo Caballero? Teniendo en cuenta lo que supone tomar la alternativa, encima en Madrid, para un novillero, lo que se preparan para tan importante tarde, lo poco que ha toreado el madrileño, lo repentino y particular de su presencia en el cartel, ¿estaría preparado?. Todas esa dudas han quedado despejadas: Sí lo estaba. Y lo digo porque ha estado más que digno, con compromiso, sereno, con actitud y aptitud para el toreo. De sus manos han salido los mejores lances de la tarde y ha recogido dos merecidas ovaciones.
Plaza casi llena, buena noticia, porque también nos asaltaba la duda sobre si la ausencia de López Simón repercutiría en una menor asistencia del público. Anunciados seis toros de El Vellosino, encaste Juan Pedro Domecq. En mi opinión bien presentados en general, de buenas hechuras, algo más pequeño el segundo y desproporcionado el quinto, serios y astifinos, pero todos ellos escasos de fuerzas, sin fondo, mansos en general, abantos y sin fijeza, descastados y faltos de raza, noblotes primero y sexto, los del lote del toricantano, que compartía cartel con Jose Ignacio Uceda Leal y Eugenio Moreno Villarrubia, Eugenio de Mora en los carteles en honor a la localidad toledana que le vio nacer.

El primero de la tarde, el de la alternativa para Caballero, "Cerillero II", es un bonito colorado de 513 kg, serio, abierto de pitones, astifino. Abanto de salida, rehuye el capote de Gonzalo, blandea y da muestras de pocas fuerzas. No parece que empiece bien la cosa. Se anima algo el animal en el primer puyazo, mete los riñones, se deja pegar sin emplearse en demasía. Lo prueba el madrileño a la salida del caballo con un aplaudido quite por gaoneras, con clase. Complicado el de Domecq en banderillas, se arranca con brío y corta con peligro, pese a lo cual coloca Diego Ramón Jiménez dos buenos pares aplaudidos por el respetable. Tras la ceremonia de alternativa toma la muleta Caballero y plantea un inicio de faena quieto, vertical, a pies juntos, por el pitón izquierdo, dejando una trincherilla final con mucho sabor. Cambia la muleta a la mano derecha, se le ve tranquilo, camina seguro hacia la cara del toro, lo cita y el toro va noble, sin ser un dechado de bravura y casta, pero se deja hacer. Lo ve Gonzalo y aprovecha ese pitón derecho en dos tandas en redondo donde muestra gusto y buen manejo de la franela. Por el izquierdo baja el nivel del trasteo, el vellosino va más corto, se defiende echando la cara arriba, se frena y traga el madrileño lo indecible sin mover una pestaña, arrancando las palmas de los tendidos. Con el toro apagado se mete Caballero entre los pitones; ganas, compromiso y valor no le faltan, y aún consigue robar al toro tres o cuatro pases reconocidos con aplausos desde los tendidos. Mata de pinchazo arriba, entera caída y un descabello, recibiendo una, para mi, merecida y ganada ovación a la que responde saludando desde el tercio.
Tiene que esperar Gonzalo Caballero al sexto para volver a actuar. Dicen los maestros que se les hace interminable esa espera. Sale por la puerta de toriles "Alcaraban", un toro muy serio, de preciosa hechuras, armónico y bien proporcionado, lo que yo considero trapío. Preciosos lances a la verónica que Caballero receta al Domecq en el saludo capotero, acompañadas con el cuerpo, pasándose al toro por la cadera, largas y cadenciosas, plenas de belleza. Se le mide mucho el castigo en el tercio de varas, se le cuida al vellosino, que pega un buen susto a Diego Ramón Jiménez que pierde los pies y queda a merced del toro a la salida del primer encuentro con el caballo de Agustín Navarro. Formaba en la cuadrilla del toricantano Curro Robles, magnífico y reconocido subalterno, que ha dejado dos excelentes pares a este sexto, obligado a desmonterarse para responder la gran ovación de los aficionados. Brinda al público Caballero. Se planta en los medios, clava las zapatillas,  cita en largo al vellosino y se lo pasa por la espalda, cual si Castella o Perera fuera. Torea con mucho gusto el madrileño, lo lleva por el derecho templado, pero el animal tiene menos que lo justo de fuerzas y se viene abajo. El que no se viene abajo es Gonzalo, sigue en la cara del toro, le saca lo poco que tiene el animal y acaba, como en el toro de su alternativa, acortando las distancias, metiéndose entre los pitones, algo que puede gustar más o menos, yo prefiero el toreo largo, pero al que no puede reprochársele falta de compromiso y actitud. Finaliza la faena con manoletinas de riesgo ante un toro ya muy parado que en cualquier momento puede revolverse y propinar un disgusto. Pincha arriba en el primer intento, palmas de ánimo, y mata de entera fulminante al segundo encuentro. Recibe otra merecida ovación como premio a sus ganas y su profesionalidad que también recoge desde el tercio.
Cuando hablo de Jose Ignacio Uceda Leal reconozco, lo digo siempre, que no soy, para nada, objetivo ni imparcial. Es una de mis debilidades. Su presencia, su estampa de torero, su manera de andar y moverse en la plaza destila elegancia, clase y torería a raudales. Además le he visto torear como los ángeles, le he visto torear en un alarde de profesionalidad a las pocas horas de fallecer su padre, le he visto como se rompía tras matar su último toro aquel día que, por cierto, fue herido, le he visto estoquear como a pocos. Y no soy el único que piensa eso, a juzgar por como se le espera y recibe siempre a Jose Ignacio en esta plaza, con cariño, admiración y respeto. No me refugio en un tópico para juzgar su actuación esta tarde, pero es que ha sido así; lo que le ha salido por la puerta de toriles no valía para nada, absolutamente para nada. El primero de su lote "Colombino I", es protestado de salida por escasa presencia. Puede ser, pero tiene dos pitones finos finos, terminados en puntas, que no son moco de pavo. Sale abanto el de El Vellosino, suelto, sin fijeza, a su aire, pasa del capote de Uceda hasta que se encuentra por su camino al caballo que guarda puerta y que monta Germán González. Ni en ese ni en el segundo puyazo, ejecutado por Pedro Iturralde, que es a quien correspondía picar por turno, se le castiga al toro, muy justito de fuerzas, ni el animal se entrega en el caballo. Poco lucido el tercio de banderillas, clavadas con oficio, quizás el mejor el tercer par a cargo de Antoñares.  Si digo que el toro era manso, descastado, soso, sin fondo ni raza creo que defino lo que ha sido la faena de muleta del de Usera. Lo ha intentado, lo ha probado por ambos pitones, algún muletazo suelto con la elegancia, la clase y el empaque marca de la casa. Pero cualquier lucimiento era imposible. Toma la espada y mata a la primera de entera desprendida que pasaporta al vellosino, despedido con pitos en el arrastre. Silencio roto con tibias palmas para Uceda Leal.
El cuarto, "Aguadulce", es un precioso negro bragado de bonita estampa, preciosas hechuras, astifino, con dos puñales por pitones. Otro abanto, suelto, sin fijeza, que pasa sin pena ni gloria por los primeros tercios. Mal picado, en terrenos del 9, que no son los que deben para la suerte de varas, desorden en la lidia, desastroso tercio de banderillas, colocadas por cumplir, donde se pudiera clavar y donde cayeran. Así no puede ser. De acuerdo que el toro era infumable, pero al menos hay que exigir orden en la lidia y tratar de hacer las cosas bien o medianamente bien. Con estas premisas es fácil suponer que la faena de muleta era poco menos que imposible. Faena inconexa a un toro manso y sin fuerzas que tragaba un muletazo y que al segundo salía suelto sin querer saber nada de la pelea. Lo único que el madrileño podía hacer era abreviar y matar como él sabe. Coloca una estocada entera que me da la impresión debía estar algo tendida a juzgar por lo que se ha retrasado la muerte del toro, precisando de dos golpes de verduguillo. Silencio para Uceda y fuerte pitos para el de El  Vellosino en el arrastre. 
Completaba cartel el toledano Eugenio de Mora. Torero con gran clase, peculiar estilo, pero un tanto irregular. El tercero de la tarde, primero de su lote, "Colombino II", es un señor toro, armónico, bien hecho, proporcionado y muy serio, astifino, rematado en puntas desafiantes hacia arriba. Sin embargo es protestado ¡por seis aficionados del 7!. No lo digo de broma, es real, se veía a seis, los hemos contado, protestando con palmas de tango la presentación del toro. En fin, para gustos los colores. Todo va muy rápido, el toro abanto, cuando se fija en el capote de Mora lo hace alocado, apretando al toledano hacia las tablas. El tercio de varas es un visto y no visto, dos varas prácticamente señaladas, sin emplearse el animal y sin castigar el picador. Lo mismo digo del tercio de banderillas, como a cámara rápida, resueltas con oficio pero sin brillantez. Basta decir que en escasos cuatro minutos estaba el de mora de Toledo tomando la muleta para comenzar la faena. ¡Sí que es cierto que la nueva norma de que el picador de turno esté preparado en la Puerta grande para salir al ruedo acorta el tercio!. El toro es alto, no está picado y lleva la cara arriba. Ademas está justito de fuerzas. La única manera de someterlo, por tanto, es obligándole por bajo, el engaño en la cara y la mano baja. Así lo hace Eugenio de Mora y consigue algún redondo de bella factura, largo y templado, pero sin continuidad y carente de emoción, sin conseguir lo que se llama transmisión. Por el pitón izquierdo tiene menos recorrido, se defiende y pierde las manos fruto de su blandura. Poco más puede sacar el toledano que liquida a su enemigo de entera arriba al tercer encuentro. Silencio para Mora y pitos para el toro en el arrastre.
El quinto de la tarde, segundo del lote de Eugenio de Mora, "Nochemala" es el de más kilos de la corrida. Pues, para mi gusto, el de peores hechuras. Me explico. 597 kilos me parecen muchos para un toro de procedencia Juan Pedro Domecq. Este encaste se caracteriza por reses bajas de aguja, proporcionadas y no cargadas de kilos. Este "Nochemala" era alto de agujas, con mucha caja y, en mi opinión, con cara y pitones justitos que no guardaban relación ni proporción con el resto del cuerpo. Por tanto, para mi, fuera de tipo. Como todos sus hermanos, sale abanto, pero al menos nos ha proporcionado el momento de mayor emoción de toda la tarde. Muy buen puyazo el primero que recibe "Nochemala" en el caballo que monta Álvaro Rodriguez, arrancando en largo, bien agarrado por el picador que aguanta el empuje del toro, que mete los riñones con clase, sin rectificar, mientras el animal le aprieta contra las tablas del 8. Quizás se haya alargado un tanto esa primera puya, lo que ha cambiado la sonora ovación a Rodriguez por algunos pitos, si bien es cierto que han sido minoría y el del castoreño ha abandonado el ruedo entre aplausos. Nada que ver esta sensacional vara con lo sufrido en el tercio de banderillas. Tres pares ha colocado J.I Rodriguez "El Puchi", por dos entradas en falso de Víctor Cañas. Hoy, a este subalterno, le puedo perdonar que en su primer par clavara al aire sin encontrar toro, que en su segundo intento de clavar un par pasara en falso sin exponer lo mínimo en cuanto el toro ha cortado un poco, pero lo que no puedo perdonarle es ¡el vestido que ha elegido!. ¡Qué cosa más horrorosa! Dice el programa de mano que barquillo y azabache. No sé. Solo sé que dañaba la vista, parecía más un disfraz comprado en un chino que un vestido de torear. En serio, venir a Madrid es muy serio, y pienso que hay que cuidar todos los detalles. Igual que exigimos presencia a los toros, los actuantes debieran cuidar detalles que no son banales, entre ellos cómo salir vestidos a la que es primera plaza del mundo. En serio, y con respeto, el vestido de Cañas me parece fuera de lugar para Madrid. Comienza la faena de muleta el toledano con las dos rodillas en tierra, por el pitón derecho, largo, arrancando las primeras palmas. Sabe que el animal no va sobrado de energías y para cuidarle le plantea tandas cortas, algo fuera de sitien cuanto a su colocación, dejando respirar al Domecq, sacando algún muletazo de calidad, aislado, siempre por ese pitón derecho, el único potable, ya que en cuanto cambia a la izquierda el toro protesta, se defiende, corta el viaje, sin dar opciones al lucimiento. Poco más puede sacar Eugenio de Mora que mata al de El Vellosino de picazo, estocada entera y un descabello. Silencio para el toro en el arrastre y tibia ovación para el matador.
Por tanto, hoy hemos asistido al doctorado de otro torero más salido de la escuela de Madrid, como Uceda, como López Simón, como Abellán, como Juli, como Puerto, como Higares, como Joselito, como tantos y tantos hasta completar los 124 alumnos de la escuela taurina madrileña que han llegado a matadores de toros, según dato que escuché el otro día en Telemadrid. Todos formados en esa escuela donde se enseña a torear y donde se enseña a ser hombres, donde se les inculcan valores y conceptos como valentía, sacrificio, capacidad de sufrimiento, compromiso, entrega y, sobre todo, respeto. Esa escuela que un ser despreciable quiere cerrar. 
Como decía en el título de esta entrada, digno Caballero.

Antonio Vallejo

viernes, 2 de octubre de 2015

Segunda de Otoño: López Simón engrandece la Fiesta



Se esperaba con ansiedad la tarde de hoy. Desde que se anunció el mano a mano de dos de las figuras que más han brillado en esta temporada, sobre todo en su recta final, las  miradas y la mente de la afición madrileña estaban puestas en esta corrida del 2 de octubre. Máxima expectación en los prolegómenos, ambiente de los de tarde importante, ir y venir de aficionados, la plaza casi llena, la vista en la puerta del patio de cuadrillas y el eterno reloj de Las Ventas, testigo mudo de todo lo que pasa. Las cinco y media de la tarde, se abre el portón y asoman los matadores. Primera gran ovación de la tarde. Se rompe el paseíllo y desde los altos del tendido 7 se abren dos pancartas que rezan "Libertad para nuestra cultura" y "Basta ya de prohibiciones". Segunda y merecida gran ovación de la tarde. Sin solución de continuidad, atronadora ovación, la tercera, para Diego Urdilales y Alberto López Simón, que salen al tercio, montera en mano, a recoger la cariñosa y calurosa manera de recibirles de la afición venteña, exigente y dura, pero justa, que sabe apreciar y valorar el toreo de verdad y que cuando se entrega es única. Todo dispuesto para que comience el espectáculo, para que uno a uno salieran los elementos principales de la Fiesta, los toros de Puerto de San Lorenzo, a los que también se espera con máxima expectación tras sus últimos triunfos. Lo que nadie, absolutamente nadie de los que estábamos en los tendidos esperábamos era el guión de la obra que íbamos a ver. Cada uno podía haber soñado con toros excelentes, bravos, verónicas de cartel, pelea en el caballo, banderillas de poder a poder, redondos, naturales, trincheras, desplantes, pases de pecho, estocadas.... o haber tenido pesadillas con toros mansos, deslucidos, toreros sin disposición, sin recursos ante los astados....Todo, absolutamente todo, entraba en la lógica. Todo excepto lo que hemos vivido en Las Ventas. No sé que calificativo emplear para lo que el madrileño Alberto López Simón ha hecho esta tarde en la que ya, por méritos sobrados, es  su plaza. Podía llamarlo gesta, podía llamarlo épica, podía llamarlo heroicidad, podía llamarlo valor, podía llamarlo disposición, podía llamarlo triunfo, pero también podía llamarlo locura. Porque lo de López Simón ha sido de todo un poco, una mezcla perfecta de todos estos calificativos. Si tengo que aplicar un término par definir lo que he sentido esta tarde otoñal elegiría dos palabras que resumen la actuación del de Barajas: Arte Torero. Arte por lo imprevisible, porque ha salido de dentro, sin pautas marcadas, por la emoción que nos ha envuelto a todos. Torero por su valor, su pundonor, su disposición, su profesionalidad y su entrega. 
Pero por encima de todo, lo que ha hecho esta tarde López Simón es mucho más que cortar dos orejas, mucho más que abrir la Puerta Grande Las Ventas por tercera vez consecutiva en esta temporada, mucho más que dejarnos una de las estocadas de la temporada, mucho más que arriesgar su vida ante un toro estando herido y muy mermado de facultades físicas. Lo que ha hecho hoy López Simón va más allá. Ha hecho grande a nuestra Fiesta, ha demostrado al mundo la verdad del toreo, ha tapado las bocas de tantos y tantos ignorantes que por rencor y odio quieren privarnos de la grandeza que tiene nuestra Fiesta. No tengo ninguna duda que esta tarde marcará mucho el devenir de nuestra afición, que se va a convertir en bandera de la Tauromaquia y que va ser el estímulo que nos empuje a defender aún más esta Fiesta que tanto amamos y a este animal, el toro bravo, que tanto respetamos.
Hoy no importa la presentación y hechuras de los del Puerto, en tipo, algo desiguales pero muy Atanasios, poco importa su falta de casta y raza, su blandura y falta de fuerzas, poco importa si se ha picado bien, mal o peor, poco importa que el riojano Urdiales se haya topado con tres toros que no tenían un pase, imposibles para la lidia, poco importan las faenas de muleta, poco importan las banderillas, las estocadas. Lo que importa es que un torero de Madrid, herido y dolorido, casi inválido, ha plantado cara, de igual a igual a tres toros de más de 500 Kg, con unos pitones que quitaban la respiración y a dos de ellos (su tercero se ha roto una mano y no ha habido faena) les ha dominado y podido con técnica y valor, sin ventajas, poniendo su vida en riesgo. Supongo que aquellos que no ven más allá de su nariz y que se permiten el lujo de llamar asesinos a estos hombres, superhombres tantas tardes, no tendrán lo que hay que tener para ver lo que hoy ha sucedido en Las Ventas, la verdad, la pureza y la grandeza de este Arte. 
López Simón ha engrandecido la Fiesta.

Antonio Vallejo

Primera de Otoño: Mucha presencia, poco juego


Decepcionante el primero de los festejos anunciados en esta Feria de Otoño. Otoño porque es día uno de octubre y el calendario indica que ya hemos entrado en esa estación, porque si atendemos a lo climatológico, cualquiera podría pensar que se había trasladado en el tiempo a uno de los lunes novilleriles de la Feria de San Isidro. Tarde agradable, unos 25 primaverales grados, cielo azul purísima, como se dice en lenguaje taurino, ligero viento que molestó tan solo ocasionalmente, tarde de las que invita a ir a los toros. Al menos así lo hemos pensado los aficionados que poblábamos algo más de media plaza, no creo que llegara ni a dos tercios ni tres cuartos (¡que pena!), para ver una novillada de El Torreón, ganadería propiedad de uno de los nombres míticos en la historia de Las Ventas, César Rincón, ¡casi ná!, para la terna formada por el murciano Filiberto, el salmantino Alejandro Marcos y el peruano Joaquín Galdós. Vaya por delante que la novillada que ha traído el maestro Rincón ha sido magnífica de hechuras, a excepción del quinto, justo de presencia y escaso trapío que fue devuelto a los corrales, serios, bien rematados, armónicos, animales que en muchas plazas de España pasarían por toros. Otra cosa ha sido su comportamiento, faltos de raza y casta, a lo que sumar una escandalosa falta de fondo y fuerzas. Pocas, escasísimas opciones de triunfo las que han dado los utreros de esta tarde. ¡Ay si al maestro le hubieran salido estos animales en aquellos años noventa!, no sé si hubiera traspasado a hombros la Puerta Grande de Madrid tantas tardes. Como decía, primaveral tarde climatológicamente hablando, otoñal, gris, fría tarde en el aspecto taurino. 
Abre plaza "Trajesino", bien presentado, serio, al que recibe Filiberto con verónicas a pies juntos y que a las primeras de cambio dejan al descubierto las escasa fuerzas del animal. Blandea y pierde las manos a poquito que se le obligue en el capote y en el caballo, sin emplearse, recibiendo dos simulacros de puyazo, prácticamente señalados y traseros, para variar. Para colmo, el novillo pierde de nuevo las manos al salir del encuentro con el caballo. Malos presagios, bronca en gran parte de los tendidos cuando el Presidente cambia el tercio y no el novillo. Tercio de banderillas de trámite, sin brillantez. Brinda al público el murciano, algo que no gusta a la vista de las nulas fuerzas del utrero, además de su falta de raza. No extraña entonces que la faena de muleta de Filiberto haya resultado anodina, sosa, sin emoción, con muletazos a media altura, sin bajar la mano ni obligar al animal porque se viene abajo a la mínima. Pone ganas y voluntad el murciano, lo intenta por ambos pitones pero no hay transmisión alguna. Faena otoñal, gris, fría. Mata mal de tres pinchazos y cuatro descabellos. Silencio a su labor.
El cuarto, de nombre "Espejismo", magnífica presencia, muy buenas hechuras, toma el capote de Filiberto con más brío que sus hermanos, dejando el de Calasparra un saludo a la verónica con gusto, demostrando buen manejo de la capa. Mal tercio de varas, puyazos traseros, sin emplearse el novillo y sin castigar al animal más que lo justito. En banderillas se luce Roberto Ortega en dos buenos pares que no han encontrado el eco en los tendidos que yo creo que merecía. En la muleta el novillo va más largo, parece mejor que sus hermanos, repite más y Filiberto lo cita en el centro del anillo, a pesar que en ese momento el viento de otoño aparece para molestar al  murciano, pese a lo cual el novillero no cede y aguanta el tipo. Sin duda ha sacado los mejores muletazos de toda la tarde, sobre todo al natural, ligados, bajando la mano, aunque pienso que algo fuera de sitio y sin cargar la suerte, arrancando algunas de las escasas palmas que esta tarde se han escuchado en Las Ventas, premio a su voluntad y sus buenas maneras. Mata de estocada entera caída y recibe la única ovación de la tarde, recogiéndola desde el tercio, detalle que no ha gustado a un sector de la afición, que se lo ha reprochado con pitos.
El salmantino Alejandro Marcos volvía a Madrid tras sus dos prometedoras actuaciones del 28 de junio y el 2 de agosto. Su primer oponente, "Pajarito", es un animal de buena presencia, serio, astifino, abrochadito de cuernas, bonitas hechuras. Aprieta a Alejandro en el recibo a la verónica. Quizás le ha faltado al salmantino ganarle terreno al novillo y sacarlo  de las rayas del tercio. No es el de El Torreón un dechado de fuerzas. Al contrario, blandea y da sobradas muestras de escasez de fondo. Poco y mal picado, tercio de trámite, como cada vez viene siendo más habitual para desgracia de la lidia, igual que el de banderillas, resuelto con oficio por Jesús González "Suso" y Javier Gómez Pascual. Toma la muleta el de Fuente de San Esteban, inicio de faena con gusto, suave, dibujando una bonita trinchera y un cambio de mano lento con clase, a lo que sigue una serie en redondo templada y ligada, aunque sin obligar en demasía al animal, que pierde gasolina a chorros. Menos lucido el toreo al natural, falto de colocación, más atropellado, encimando al animal, todo muy rápido, algo embarullado, ante un novillo que se apaga y al que pasaporta de estocada entera al segundo intento y dos descabellos. Silencio a su actuación en su primero.
En quinto lugar sale "Maestrino", el único del encierro que, a mi juicio, no tenía ni las hechuras, ni la presencia, ni el trapío adecuado para Madrid. Muy protestado de salida, pierde las manos antes de entrar al caballo y cae aparatosamente tras el primer puyazo, parecía incluso que el varilarguero lo había descordado. No lo duda el Usía y saca el pañuelo verde. Menos de treinta segundos ha necesitado Florito para despejar el ruedo, ¡qué maestría!. Salta el primer sobrero, "Impartidor", de Dolores Rufino, procedencia Nuñez, un ejemplar de 538 kg con hechuras de toro, presencia y trapío mejores que en muchas plazas, que sale abanto,  sin fijeza, va a sus anchas, demostrando enseguida lo que es, un manso. Rehuye la pelea en el caballo, sale rebrincado en cuanto siente la puya, busca los chiqueros constantemente, ¿hacen falta más señales?. Baste un dato para reflejar lo que ha  ocurrido en varas. Como no había manera de picar al novillo, Oscar Bernal se ha ido ¡hasta terrenos del 10 a buscarlo!. Mal, muy mal hecho en mi opinión. Hay que picar contraquerencia y es misión de los toreros, novilleros en el día de hoy, y del director de lidia, tratar de conducir al animal a esos terrenos, por muy manso que sea. Me ha dado la impresión que no había muchas ganas de gastar energías en hacer las cosas bien y que se ha optado por cumplir el trámite de varas lo más rápido posible. Otro tanto digo del tercio de banderillas. Los dos primeros pares se han colocado cerca de la puerta de toriles. ¿Qué ha pasado? Lo lógico, que el novillo ha apretado y cortado poniendo en serios apuros a los rehileteros. El tercer par, curiosamente, se ha puesto entre los terrenos del 8 y el 9, donde debe hacerse, resultando el más lucido de los tres, ¡qué casualidad!. No es fácil de meter en la muleta el de Dolores Rufino, de embestida bronca, con la cara arriba, pero a base de paciencia, poniéndose y exponiéndose el novillero, ha sometido al novillo y ha conseguido robar muletazos por ambos pitones de cierto mérito. De menos  a más la faena del salmantino, estropeada con la espada. Cierto es que ha colocado una estocada entera al primer encuentro, pero ha sido insuficiente para hacer doblar al animal, a lo que ha sucedido una interminable serie de descabellos que ha tornado las palmas que se había ganado Alejandro por su buen hacer y su disposición con las telas en bronca por su mal manejo de los aceros. Todo esto hasta que alguien le aconsejara al muchacho que sacara la espada, lo que ha sido mano de santo, puesto que al siguiente golpe de verduguillo ha caído el animal. Lástima. Silencio a su actuación.
El peruano Joaquín Galdós hacía el paseíllo después de aquel 25 de mayo en el que fue aparatosamente cogido en los lances de recibo con el capote a su primer novillo. Salta "Señorito", bien hecho pero falto de fuerzas, como toda la corrida, lo que he repetido hasta la saciedad. Mala suerte la del limeño con su lote, porque su segundo oponente, "Fandangoso", ha sido una copia, excepto en el color de su capa. Poco, o nulo, juego han dado ambos novillos en el capote del peruano, sin posibilidad de lucimiento. Blandos en el caballo, sin fijeza y sin emplearse, deslucidos tercios. En banderillas se luce Raúl Adrada en el sexto, ovacionado en sus dos pares, de lo más destacable de toda la tarde. Ninguno de los dos novillos han dado opciones en la muleta. Embestida sosa, cansina, descastados, sin fuerzas ni raza, todo es muy plano, carente de emoción, nula transmisión a pesar de las ganas de Galdós por mostrar su toreo.Lo ha intentado por los dos pitones, ha tratado de robar muletazos a los astados como fuera, metiéndose entre los pitones ante dos animales totalmente parados. Pero con este material poco se podía hacer, nada más que abreviar con  los aceros y no aburrir a los tendidos. De justicia me parece señalar que así lo ha entendido el peruano y no ha prolongado artificialmente las faenas, lo que se agradece, y que ha sido rápido con la tizona, que también es un detalle. Silencio en ambos.
Esto ha dado de sí la novillada que abría este ciclo otoñal en la que hemos visto poner en práctica algunas de las medidas adoptadas este pasado mes de agosto encaminadas a aligerar la lidia y acortar los tiempos. Un acierto la disposición de los picadores, que acceden al ruedo por distintas puertas, la  Grande para el de turno y la del patio de cuadrillas para el que guarda puerta, ganando minutos y haciendo más fácil fijar al toro antes de entrar al caballo. Fácilmente se pueden recortar 15 ó 20 minutos cada tarde. La otra medida que hoy hemos visto poner en práctica ha sido la relativa a la indumentaria del chulo de toriles, figura castiza donde las haya. Vestido de corto en vez de luces, ha recaído en Florito, mayoral de Las Ventas, la labor de abrir la puerta de toriles para que salgan los astados. También me parece un acierto.
De igual manera que me parece un acierto el mano a mano Urdiales-López Simón anunciado para mañana con toros de Puerto de San Lorenzo. Pero eso será mañana, viernes 2 de octubre, cuando las manecillas del reloj de Las Ventas marque las cinco y media de la tarde, de una tarde que se anuncia primaveral en climatología y que espero y deseo sea primaveral, radiante, llena de luz y color en lo taurino. Supongo que habrá lleno en los tendidos, cualquier otra medida de aforo me resultaría decepcionante. Hablamos de los ataques despiadados a la Fiesta, hablamos de defender la Fiesta, ¡lo primero que hay que heces es ir a los toros y llenar las plazas!. Quieren matar la Fiesta, asesinar nuestra afición, no se lo pongamos fácil, demostremos que somos más y mejores.

Antonio Vallejo

sábado, 26 de septiembre de 2015

Aires de otoño en Madrid


Cuando los ecos del verano se van apagando, cuando la luz de la lejana primavera es historia, llega el otoño de Madrid. Atrás queda una temporada que poco a poco se apaga y que en unos días echará el cierre. Aires de otoño, cargados de melancolía, recuerdos de triunfos, sustos, decepciones y tantos sentimientos como este arte nos deja en la memoria. Melancolía que se rompe con el ya clásico ciclo venteño otoñal, corto e intenso, que suele ser de reconocimiento a los méritos de los toreros a lo largo de la temporada o a lo largo de su carrera. Por no irnos lejos en el tiempo, ¡quien no recuerda las tardes de otoño en las que el maestro Luis Francisco Esplá y el maestro Juan Mora se despidieron de esta plaza y esta afición!. Fueron esas dos tardes de ocaso temprano, viento frío, en las que los tejidos ligeros de vivos colores primaverales que pueblan los tendidos en el mayo isidril dejaron paso a los tweed, foulares, bufandas y prendas de más o menos abrigo, tardes triunfales de otoño madrileño fijas en nuestra memoria, imborrables, eternas, ajenas al paso del tiempo, que en este otoño caliente en el que la Fiesta y los aficionados estamos en el punto de mira del marxismo podemita que linda con el terrorismo puro y duro, deben servir de defensa de nuestra Fiesta, de reivindicación de nuestra afición, de  muestra de lo que el toreo significa y los valores que encierra. Tardes de otoño en las que tenemos la obligación de mostrar al  mundo que mientras haya un toro, un torero y un aficionado, nuestra Fiesta seguirá viva y nada ni nadie la va a matar. Luchamos solos, frente a una masa inculta, agresiva, a la que solo les mueve el odio a España y todo lo que ellos consideran que representa a España, sobre todo la tauromaquia. ¡Ignorantes!. ¿Se olvidan de Francia, de México, de Colombia, de Perú, de Venezuela?, países con gran afición, con grandes ferias y de los que han salido grandes toreros. Luchamos solos, desamparados, abandonados por quienes en campaña electoral se llenaban la boca con palabras vacías. Promesas incumplidas, como todas, de defensa de la Fiesta. Luchamos solos, pero somos más y mejores. Este otoño madrileño que  llenará de nuevo los tendidos de Las Ventas debe ser algo más que un ciclo de cuatro corridas, debe ser el arranque de un movimiento que frene como se merecen a los que quieren imponer su odio frente a la libertad y el derecho a disfrutar de una afición de muchos siglos de tradición y a los que con su cobarde silencio dejan vía libre a sus atrocidades. Que el  mundo entero se entere de lo que somos y lo que sentimos.
¡Viva la Fiesta Nacional!

Antonio Vallejo

jueves, 24 de septiembre de 2015

La inmensidad del toreo en Logroño


¡Esta es nuestra Fiesta nacional!. Lo que he visto esta tarde gracias a la magnífica retransmisión de Canal + Toros de la corrida de la feria de San Mateo en Logroño resume perfectamente lo que es el toreo. Arte puro, de verdad. Seis toros de Fuente Ymbro, procedencia Jandilla, encaste Parladé-Juan Pedro Domecq, de magnífica presentación, serios, bien rematados, astifinos, con trapío, sin excesos de kilos ni arboladura aparatosa, entipados, un agrian corrida de toros, que además han dado un nuevo magnífico. Si exceptuamos el primero, el de peores condiciones para la lidia, los otros cinco han sido magníficos animales, sobre todo tercero y quinto, y un exigentísimo sexto que ha pegado un susto de órdago a Sebastián Castella. Estos seis torazos se anunciaban para el mano a mano entre Diego Urdiales y Sebastián Castella, ¡vaya mano a mano!. Hacía mucho que no se veía una competencia tan intensa entre dos matadores, como a la antigua, entrando a quites en cada turno, competencia sana, demostrando que ambos están en un momento excelente. Magníficos ambos con el capote, variados, toreando a la verónica con clase y gusto, chicuelinas, galleando, llevando el toro al caballo con garbo y elegancia. Bien picados durante toda la corrida, buena actuación de los del castoreño, midiendo el castigo, ejecutando el puyazo a la primera ¡y picando delantero!. Y con la muleta, ¡que delicia, que temple, que ligazón, que largura!. Por redondo y al natural, ambos han toreado como los ángeles, bien colocados, bajando la mano hasta arrastrar la muleta que por momentos se convertía en alfombra sobre la que embestían estos bellos animales que los populistas-marxistas están empeñados en hacer desaparecer como especie. Y sdeis espolonazos que han servido para que el riojano Urdiales corte tres orejas de ley y el francés Castella cuatro de gran valor. Solo un pero a la tarde. La presidencia creo que no ha estado acertada a la hora de premiar a los toros. Nuestra Fiesta se basa en el toro, y si éste, como esta tarde en La Ribera de Logroño, se comporta con tan magníficas cualidades como han demostrado los fuenteymbros, más de uno hubiera merecido ser premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. 
El resultado final, con los dos matadores y el mayoral saliendo a hombros, resumen todo. Y no ha sido una tarde de charanga en plaza de tercera. Logroño y su feria de San Mateo cuidan mucho el trapío y es una plaza exigente, en la que, como hemos visto esta tarde, la presentación y seriedad de los toros es primordial. Y por si fuera poco, amenizada con la siempre maravillosa retransmisión y los comentarios del maestro Manolo Molés y el maestro Manuel Caballero, asistidos desde el callejón por el no menos maestro David Casas. Un extraordinario equipo que hace de cada retransmisión una auténtica delicia, con los que se aprende mucho, muchísimo, y con los que se vive la Fiesta de verdad. Por ejemplo, gracias a ellos me he enterado que el próximo sábado 3 de octubre, coincidiendo con el mano a mano Urdiales-López Simón de la feria de otoño de Madrid, se prepara una gran concentración de aficionados frente a la Puerta Grande de Las Ventas para responder a los ataques criminales que nuestra Fiesta está sufriendo. Apuntaba con gran acierto el maestro Molés que esta concentración había que hacerla frente al ayuntamiento, en Cibeles. A lo mejor aún hay tiempo de que sea así. Yo voy a estar, desde luego. 
¡Viva nuestra Fiesta Nacional!