martes, 11 de octubre de 2016
Zaragoza, triunfo y dolor
Dos imágenes que resumen a la perfección la tarde de hoy en la tercera de la Feria del Pilar en Zaragoza; la del mexicano Joselito Adame paseando la única oreja cortada en la corrida de Fuente Ymbro y la de la cogida que ha sufrido el sevillano Javier Jiménez al entrar a matar a su primer toro por derecho, volcándose, porque sabía que tenía la oreja en su mano. Dos imágenes de la verdad del toreo, la de la lucha entre un hombre y un animal en la que cualquiera puede salir vencedor, de igual a igual, sin ventajas, en las antípodas de la imagen de espectáculo cruel y macabro que los antitaurinos quieren dar de la Fiesta. Sí, los mismos que ayer y hoy siguen vomitando bilis en las redes sociales deseando la muerte de un niño de 8 años enfermo de cáncer cuyo único y tremendo delito es soñar con ser torero y a quien varias figuras del toreo han brindado un hermoso festival el pasado sábado en Valencia. Realmente despreciable la doble moral de esos antis, pero por desgracia algo que al defensor del menor le debe parecer muy normal, porque que yo sepa aún no ha dicho ni mú al respecto, con lo rápido que salió pidiendo pena de cárcel para Francisco Rivera por publicar una foto con su hija en brazos dando un muletazo a una becerra. Mejor me ahorro calificativos para el tal defensor del menor, no se merece ni el insulto, es muy poca cosa el personaje, un don nadie. Así que mejor vamos a los toros, que es lo que nos gusta y lo que de verdad importa.
Seis toros de Fuente Ymbro, procedencia pura Jandilla, encaste Juan Pedro Domecq, para la tercera del Pilar, cuya lidia y muerte ha correspondido a los diestros Iván Fandiño, Joselito Adame y Javier Jiménez. Toros desiguales de presentación, variados de hechuras, serios y astifinos, y también desiguales de juego, con tres ejemplares de oreja, segundo, tercero y quinto, manejables, con un fondo de bravura y casta, y tres de escasa posibilidades para el lucimiento, los corridos en primero, cuarto y sexto lugar que han correspondido al vizcaíno Iván Fandiño.
Nulas posibilidades para el de Orduña ante tres toros que no acompañaron. Noble y manejable pero sin fuerzas el primero, perdía las manos cuando el vizcaíno le obligaba lo más mínimo. Correcto y con oficio se mostró Fandiño en un trasteo deslucido en el que llevó al fuenteymbro con suavidad y mimo sin que la faena llegara a tomar vuelo ni conectara con los tendidos. Sensacional la estocada con la que lo despachó, lo mejor sin duda. El cuarto no tuvo historia, grandón y muy abierto de cuernas, basto de hechuras y de comportamiento, de embestida bronca al que trató de templar en el capote y en la muleta. Tan solo los lances iniciales de capa y algún natural aislado tuvieron algo de eco en los tendidos. Voluntarioso y firme Iván para matar de certera estocada que pasaporta al toro. Debido al percance de Jiménez al matar al tercero le corresponde a Fandiño lidiar al sexto, otro toro grande y bronco, un ejemplar con complicaciones que embestía con la cara arriba sin entregarse, buscando en cada lance. Y tanto buscaba que acabó encontrando carne hiriendo al vizcaíno en la ingle, un auténtico navajazo el que le propinó al hacer hilo cuando el diestro perdía pasos tras uno de los múltiples arreones del de Fuente Ymbro. No se descompuso y se plantó de nuevo ante la cara del toro dando ejemplo de pundonor y vergüenza torera. Lo mató, que ya es bastante, dolorido y con las carnes abiertas, siendo despedido con una merecida y cariñosa ovación en premio a su entrega.
Decía la semana pasada, hablando de la Feria de Otoño en Las Ventas, que había algunos nombres que bien hubieran ocupado un lugar en los carteles madrileños. Uno de esos nombres que destacaba era el de Javier Jiménez, quien esta tarde ha dejado claro el momento extraordinario por el que atraviesa y su capacidad para estar presente en la plaza de Madrid. El primero de su lote, alto y abrochado de pitones, suelto de salida, sin definirse, no se empleó en los primeros tercios, sin celo en el caballo. Tampoco mostraba fijeza en la muleta que le presentaba adelantada el sevillano pero éste le fue ganado terreno, poniéndole el engaño en la cara, sin quitárselo, para someterlo y sacar una magnífica serie por el pitón derecho que hizo despegar la faena. Firme y templado Jiménez, bien colocado, cargando la suerte, llevando al de Fuente Ymbro muy toreado cuajó una faena de menos a más con muletazos hondos de gran altura a un toro que demostró nobleza pero que se apagó pronto. Fue entonces cuando con enorme decisión y valor se metió entre los pitones, apretando al toro, un arrimón de los de verdad sacando muletazos de donde parecía imposible, de uno en uno, de nuevo bien colocado, firme y poderoso. Importante faena de Javier Jiménez que sabía que la oreja dependía de la espada. Se tiró a matar con todo, pero pincha y resulta prendido de la rodilla derecha, volteado y zarandeado en el suelo, con los pitones rozándole los hombros, la cara y la cabeza, por momentos se mascó de nuevo la tragedia, pero afortunadamente todo quedó en una cornada limpia en la rodilla y el tremendo palizón, siendo operado con éxito en la misma enfermería de la plaza. La cuadrilla recogió una fuerte ovación al abandonar el ruedo zaragozano en reconocimiento a la buena faena del diestro de Espartinas. Esta era su última tarde contratada en España. Seguro que en la temporada americana que ya se inicia y que copará el invierno español tendrá contratos de sobra para refrendar lo que ya es una realidad y que deseamos continúe el próximo año.
Joselito Adame es posiblemente el máximo exponente, la cabeza de puente del toreo mexicano en este momento. Bueno, eso con permiso de su hermano Luis David que viene arreando fuerte. También creo que los hermanos Adame son dos de los nombres que en el otoño madrileño hemos echado de menos. Esta tarde lo ha demostrado con creces Joselito ante el segundo, un toro grande y con mucho volumen, serio, que apretó en la primera vara. El inicio de faena, con un precioso y majestuoso pase de trinchera era solo el anuncio de lo que vendría continuación. Faena con algún altibajo en la que creo que hay que destacar la capacidad de Adame para acoplarse a la embestida del fuentymbro, templado, dándole la distancia y perdiendo los paso necesarios para domar los derrotes del animal al final de los muletazos terminando por sacar dos magníficas series por el pitón derecho con la mano baja y ligazón, así como una tanda al natural con el compás abierto, despatarrado, llevando al toro largo y ligado, faena con emoción y transmisión que culminó con manoletinas ceñidas y un espadazo que valió una oreja. El quinto fue protestado de salida por escurrido de atrás, si bien es cierto que por delante era muy serio. Bonitas y lucidas las verónicas de saludo, rematada con una media de órdago. Una vez más se lució en banderillas Fernando Sánchez que pareó con su estilo y torería habitual al segundo y quinto de la tarde. Sencillamente sublime la manera de colocar las banderillas de Sánchez, cómo va hacia la cara del toro, las manos bajas, despacioso, acompasando el braceo a cada paso, cómo cuadra en la cara y cómo sale andando con la figura compuesta y una chulería que no se puede aguantar, ¡Olé maestro!. Es muy posible que los pocos kilos en el toro que el público ha protestado hayan sido los que han permitido su movilidad y con ello la emoción en la faena de muleta. No entro a juzgar la presencia del de Fuente Ymbro, quizás escasa para una plaza de primera, pero por otro lado está la movilidad, el eterno debate entre el torazo de mucha presencia pero que no se mueve y que llega agotado a la muleta o el toro "pequeño" que se mueve y repite en la muleta. Por supuesto que lo que queremos es el equilibrio perfecto, pero como eso es muy complicado cada uno tendrá preferencias por cada tipo de toro. Por cierto, que este toro de "tan solo" 487 Kg y un par de pitones afiladísimos se llevó por delante a Rafael Limón corneándole en la ingle, lo que demuestra que jamás hay que faltar al respeto al toro, aunque pese "poco". Inicia la faena por estatuarios el de Aguascalientes, tomándole la medida y acompasando los muletazos a lo que pedía la embestida del toro, temperamental y con emoción, andando suelto y muy vivo delante de la cara del fuenteymbro, que apretaba lo suyo. Sensacional de técnica y dotes de mando el mexicano que supo mantener el tono y la conexión con los tendidos a lo largo de todo el trasteo. Lástima que la primera estocada cayera atravesada haciendo guardia, porque de haber matado como al segundo encuentro casi seguro que hubiera paseado otro trofeo. Fuerte y merecida ovación para Adame quien en breve hará las maletas para volver a su tierra natal donde le espera una cargada temporada.
Emoción, triunfo y dolor se han conjugado en esta tarde de toros en Zaragoza. Así es la Fiesta, aunque a muchos les moleste.
Antonio Vallejo
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