viernes, 3 de junio de 2016
26ª de abono: Javier Ambel
Tras la tempestad llega la calma, suele decirse. Tras lo de ayer, tempestad, temporal, huracán, ciclón, tsunami torero en el capote, la muleta y la espada de José María Manzanares en la corrida extraordinaria de Beneficencia, llegaba la calma de hoy. Tras el lleno de "no hay billetes" de ayer regresaban los tres cuartos de plaza. Tras la emoción y la apoteosis de la Fiesta vivida ayer ha llegado el letargo. Tras los toros de Victoriano del Río, posiblemente la corrida más completa vista en este mes, que no en el abono puesto que era extraordinaria y, por tanto, creo que no puede optar a ninguno de los premios que otorguen los diferentes jurados, llegaban los de Celestino Cuadri. Ganadería muy peculiar, encaste y estirpe nueva desde 1954, fruto del cruce de sangres Ibarra-Santa Coloma, Urcola, Conde de la Corte y Gamero Cívico, una de las fetiches de los toristas, de las respetadas y toleradas por el sector más intransigente de la plaza para con otros encastes, uno de los buques insignias de las denominadas duras, una ganadería que, si juzgamos lo de hoy, tiene más de nombre e historia que otra cosa. Decepcionante en mi opinión la corrida de Cuadri. Bien de presencia, seria, es lo mínimo para Madrid y en este tipo de ganaderías, desigual de hechuras a mi modo de ver y con algunos ejemplares cuya morfología no es la que a mi más me gusta, pero es tan solo una opinión, una cuestión de estética. Mala en cuanto a comportamiento, sin raza, descastada y escasa de fuerzas en mi opinión, aunque con cierta nobleza, esa cualidad que utilizamos para definir de manera más o menos educada al toro que pasa pero lo hace andando al paso, a media altura, sin emplearse y sin transmitir la mínima emoción. Es decir, un eufemismo para no llamarlo soso y aburrido. Y es que la línea general de la corrida me ha parecido eso, sosa y plomiza, aletargada, quizás porque aún estábamos bajo los efectos hipnóticos de lo visto ayer en manos del maestro Manzanares. Más de uno mirábamos al ruedo y veíamos el lugar donde dio las verónicas, nuestra mente volaba al recuerdo de las chicuelinas a manos bajas como las de su padre, los redondos y naturales, los pases de pecho, las trincheras…. y esa tremenda estocada que si hubiera sido en corrida de abono se llevaría el premio a la mejor de la feria. Pero los sueños, sueños son, y la realidad de hoy era bien distinta. Basta señalar un detalle de la tarde de hoy para resumir lo que me ha parecido. Siendo Cuadri una ganadería "torista" y "dura", protegida y mimada por los puristas, esos que exigen poner al toro en largo para que se arranque al caballo y que consideran que solo estas ganaderías de su agrado pueden hacerlo, hoy no ha tenido ni eso. Si mis apuntes y mi memoria no fallan tan solo contabilizo una arrancada en largo y un buen puyazo, bien agarrado a la primera y con el toro empujando y metiendo los riñones, en el lidiado en tercer lugar. El resto de los tercios de varas han sido decepcionantes, sin la vibración y la belleza que este tercio aporta y que se supone en este encaste, con los toros colocados en corto, midiéndose mucho el castigo, cuando no ha sido solo señalado, sin que los cuadris hayan peleado como bravos y hayan metido los riñones, más bien han cabeceado. Y no se crean que el siete ha estallado, ¡qué va!, silencio en general, permisivos…..¿o también hechizados por el embrujo torero de su "odiado" Manzanares? Je,je,je. En definitiva, que si ni en varas se han empleado, apaga y vámonos. Y es una lástima, porque Cuadri ha dado grandes tardes de toros en Madrid, pero hoy no ha sido su día. No sé si llamarlo petardo, pero mala sí. Y va otro fracaso de los "toristas", algo que por desgracia se veía venir, así lo he repetido desde el pasado domingo. Lo dije y lo mantengo, el timo de la estampita, muchos kilos de carne y poco más, cuando eran ganaderías que en otros tiempos, con menos tonelaje, se han movido y han sido más que emocionantes, vibrantes. Eso sí, hoy sin protestas ni gritos de "toros, toros", paradojas de la vida.
Malo el lote del madrileño Luis Miguel Encabo, sin opciones. Su primero, "Desconfío", nombre que era un auténtico presagio de todo lo que iba a venir. Verónicas de saludo aplaudidas, ganando pasos, el toro se desplaza pero no parece que tenga ni mucha clase ni muchas fuerzas. No cumple en el caballo ni en banderillas, colocadas por el propio matador con solvencia. Corta el de Cuadri en el primer par, resuelve con oficio Encabo, mejores el segundo y tercero, en la cara, se nota su veteranía de 20 años de alternativa. Faena deslucida en la que Encabo ha mostrado esa veteranía y técnica, tratando de templar la embestida corta del de Cuadri, que no humilla y cabecea, poniéndole la muleta alante, pero sin emoción, pases y más pases con voluntad, con tesón, técnicamente bien, pero sin pizca de emoción por lo soso del toro. Mata de media y tres descabellos.
El cuarto, "Astrólogo", toma el capote del madrileño rebrincando, lo tiene que llevar andándole hacia atrás para que humille y meta algo la cara, bien lidiado pero sin lucimiento. No se emplea en el caballo, se deja pegar echando la cara arriba, mala pelea. En banderillas espera, clava Encabo con facilidad, oficio de veterano. Lo que apuntaba desde salida se ha confirmado en la muleta. El de Cuadri no humilla, cabecea, se frena, un prenda, vamos. Tira de nuevo veteranía aunque sin demasiada confianza. Faena, por llamarlo de alguna manera, deslucida, pases y pases tratando de sacar lo que no hay. Para colmo de desgracias mata horriblemente mal, saliéndose de la suerte, pinchando bajo en tres ocasiones. Si al menos hubiera matado de bajonazo nos habría ahorrado los ¡once descabellos! que ha tenido que dar para acabar con este toro. Imaginen la bronca.
Recibe Fernando Robleño a su primero, "Sembrador", por verónicas, ganando terreno, con una media de remate de cierto gusto. Palmas para el también madrileño. No se emplea en el caballo, empuja con la cara medianamente alta en la primera puya, se deja pegar en la segunda y se le castiga poco. Bandirellea con calidad Raúl Ruiz, cuadrando y reuniendo en la cara, ovación para el buen subalterno. Firme y sobrio ha estado Robleño con la muleta. Inicia la faena allá por terrenos del 4, el toro se desplaza pero sin demasiada emoción. Paciente Robleño, lo va templando y metiendo en la muleta a base de ponérsela en la cara y llevarlo muy toreado. Saca una notable serie por el pitón derecho con la mano baja, con temple, ligados. En la siguientes tandas por ese pitón el cuadri acorta el recorrido y se defiende, echa la cara arriba. Mejor el pitón izquierdo, más claro. Por ahí surge una serie de naturales con más empaque, largos y templados, siempre poniéndole la muleta en la cara. Bien el madrileño, por encima del toro, bueno su toreo por el pitón izquierdo, con clase, hasta que el animal se agota, que es pronto. El bajonazo con el que ha matado afea su actuación, que ha quedado en silencio.
El quinto de la tarde, "Jabato", viene marcado por el salto a la arena previo a su salida de un antitaurino al que sus promotores podemitas han pagado una entrada de sol para que monte su numerito. Rápidamente ha sido reducido por el mozo de espadas y parte de las cuadrillas, que se lo han llevado a golpes y arrastras hasta el burladero del 1, donde el canalla en cuestión ha tenido la gran suerte de ser tomado por la policía, porque de no haber sido así a lo mejor había sido lidiado como sobrero, una lástima. Toro muy grande y alto, 627 Kg, demasiado volumen. Lo recibe Robleño a la verónica, buenos lances coreados con olés. No se emplea en el caballo, se deja pegar, sin más. Deslucido en banderillas, sin humillar, tercio de mero trámite. Inicia Robleño su faena por bajo, flexionando la rodilla, suave, tratando de templar la embestida descompuesta del toro, con gusto. Pero no humilla, sigue con la cara alta. Tremenda voluntad y entrega del madrileño, le pone la muleta en la cara, el toro no pasa, le mira, malas intenciones. El trasteo resulta soso, no dice nada, imposible sacar algo mínimamente lucido. Las pasa canutas Robleño para entra a matar por la altura de la cara del de Cuadri. Consigue a la tercera colocar una casi entera que liquida a este mal toro.
El lote mejor le ha correspondido al albaceteño Rubén Pinar. Ojo, que decir el mejor de hoy no es decir bueno, simplemente aplicar aquello de que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Si sus hermanos han sido malos, la medianía se convierte en algo bueno. El tercero, "Berraquillo", parece que humilla en el capote de Pinar pero echa las manitas por delante. Buenas verónicas de saludo. Toma dos puyazos. El primero sin emplearse, arrancando en corto. Es en el segundo donde se alteran los ánimos de los toristas y se aceleran los corazones, ¡va a entrar largo la caballo!, ¡qué maravilla!, ¡un puyazo de 12 posibles con el toro galopando al caballo y agarrando bien el picador! Esto merece por sí solo el precio de la entrada, señores, ¡vaya toro!. Digo yo que eso es lo que han debido pensar los que ya sabemos. Triste bagaje. Es en este momento de la lidia donde entra en escena Javier Ambel, lo dejo ahí. El toro tiene un solo pitón, el izquierdo. Por el derecho corta y no pasa. Naturales con recorrido, templados, hondos, sobre todo cuando ha corrido la mano y ha llevado en largo la embestida del cuadri. Toda la faena la ha llevado por el izquierdo, con empaque, seguro, trazando series cortas de naturales largos, lo que pedía el toro. Se le ven cualidades a Pinar, ya lo ha demostrado abriendo la Puerta Grande en la Feria del Aniversario de 2009, buen torero, con técnica más que sobrada, pero a veces un tanto academicista, sin ese pasito adelante que termine de llegar a los tendidos y genere más emoción. Pero hoy ha estado muy por encima de sus toros. Mata de estocada entera y escuchan ovación tanto el torero como el toro en el arrastre.
El sexto, "Mediador", es para mi gusto el más serio y de mejores hechuras del encierro. Sale sin emplearse en el capote, verónicas suaves de Pinar, buena la media de remate, palmas para el albaceteño. No se emplea en el caballo, se deja pegar sin más. Tercio de banderillas, toma los palos Javier Ambel….Faena pulcra, solvente, académica, con técnica la de Rubén Pinar a este sexto, con temple, llevando bien al toro en la muleta, redondos largos y ligados, bajándole la mano para corregir su defecto de echar la cara arriba. Para mi, por ponerle un pero, con un pequeño defecto de colocación, algo fuera al citar . Quizás lo mejor hayan sido dos cambios de mano lentísimos de gran calidad, recibidos con olés por los tendidos. Todo esto por el pitón derecho, porque por el izquierdo el toro no quiere saber nada, sale suelto del muletazo, no humilla nada, imposible. Al igual que en su primero, he visto a Pinar muy por encima de este toro, al que mata de estocada casi entera arriba. Recoge la segunda ovación, premio a su firme actuación esta tarde venteña.
Cada día hablamos de los toros, de cada uno de los matadores, de sus pases, sus estocadas, y reseñamos la actuación de la escuadrillas. Pero nunca encontramos un espacio reservado para los de plata, tan importantes para el correcto desarrollo de la lidia. Hoy no va a ser así. Hoy tengo que destacar a un magnífico subalterno, Javier Ambel. La brega de este magnífico torero al tercero de la tarde ha sido, sencillamente, extraordinaria. ¡Cómo ha llevado al toro sin darle un solo capotazo!, andándole hacia atrás, con el capote bajo, dejando al toro perfectamente colocado para que sus compañeros entren a colocar los pares, y como se ha llevado a punta de capote al toro en el momento en que su matador se dirigía a cumplimentar al palco previo al inicio de la faena de muleta. ¡Olé, eso es bregar, eso es torear!. Pero su labor no acaba ahí. En el sexto ha colocado dos excelentes pares de banderillas, dejándose ver, andando despacio a la cara del toro, reuniendo en la misma cara, entre los pitones, colocando arriba los cuatro palos. Sensacional banderillero Javier Ambel, uno de los nombres que cuando aparecen en le programa de cada día aseguran lucimiento. Hay una magnífica hornada de banderilleros en este momento: Angel Otero, Juan José Trujillo, David Adalid, Fernando Sánchez, Curro Vivas, Raúl Ramírez, Vicente Osuna, Jesús Arruga y otros muchos que seguro se me olvida citar, amén del mencionado Javier Ambel. Por eso hoy el título de la entrada va para un magnífico torero de plata que esta tarde ha arrancado la mayor ovación de la tarde con su labor de brega y sus pares de banderillas, en representación de tantos buenos toreros de plata que cada tarde hacen las delicias de los aficionados. Desde aquí mi profundo agradecimiento y mi reconocimiento a su torería. Hoy va por ellos, va por Javier Ambel.
Antonio Vallejo
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