jueves, 6 de junio de 2024

Corrida de la Prensa, otra desilusión

Enfilamos la recta final de este San Isidro 2024 con la Corrida de la Prensa, el viernes la de la Cultura, el sábado la de Homenaje 200 Aniversario Policía Nacional, el domingo la de Beneficencia y el día 16 la Corrida in Memoriam de Antoñete, estas dos últimas "fuera" del abono. No sé si queda algo más por celebrar con otra extraordinaria, si se les ocurre propónganlo a la empresa, a lo mejor hay hueco. Y espero que salgan mejores que la que de Victorino Martín en esta calurosa tarde con otro lleno de "no hay billetes". Llevamos tres seguidas con hierros de los llamados toristas, Pedraza de Yeltes, Escolar y Victorino, mañana toca la de Adolfo Martín... ufff, como siga por la senda de estos días no va a ser fácil de digerir.
No ha estado mal presentada, muy seria y ofensiva, cinco veletos, desafiantes, todos muy astifinos, auténticos puñales, con disparidad de hechuras y pesos pero todos puros albaserradas, salvo el cuarto, para mi gusto demasiado alto y voluminoso, largo, enorme, demasiado en mi opinión para lo que es este encaste, pero en cualquier caso un toro imponente. Y de nuevo desilusión por el juego. Creo que solo el segundo y algo el tercero han dado opciones, los demás muy poco o nada. Una corrida correosa, ingrata, que tuvo muy poca entrega y escasa humillación, alejada de la bravura y nada encastada, con una pelea muy discreta en el caballo, quizás el sexto fue el que más se empleó en la suerte de varas metiendo la cara abajo y empujando con más celo, pero en general llevaron la cara alta en el peto - y en todos los tercios - y se dejaron pegar más que otra cosa, porque lo poco que se emplearon lo hicieron muchas veces con un solo pitón y de manera intermitente, sin demasiado celo. Tampoco mostraron raza y anduvieron justitos de empuje y fuerza, además de escaso recorrido, quedándose bajo las telas, revolviéndose y reponiendo, algo habitual en este encaste, pero otras veces lo hacían por encastados, peleando, exigiendo mucho, hoy me ha parecido más por sus escasa condiciones, reservones, esperando, parados, midiendo y mirando, mucho, sobre todo en banderillas, mucho riesgo resuelto con oficio por los peones de las dos cuadrillas,
Si metemos todo lo dicho en una coctelera es difícil que el resultado sea otro distinto la que ha sido, desilusión. Mucho más se espera siempre de Victorino, hoy no ha sido el día. Además hay que sumar unas fuerzas en el límite, unos cuantos han perdido las manos en repetidas ocasiones pero entiendo que siempre ha pilado al personal atendiendo otras cosas, porque no se ha oído ningún silbido de reproche, ni gritos reclamando toros, ni miaus, ni nada, los fenómenos paranormales de las tardes toristas.
Repitiendo lo dicho en las dos últimas tardes creo que tanto Paco Ureña como Borja Jiménez han estado por encima de la corrida, firmes y valientes, intentando siempre ponerles la muleta y llevarlos tapados y sometidos, pero la falta de humillación, el escaso recorrido, la falta de empuje y la sosería de varios ejemplares ha deslucido el conjunto. Es cierto que han sacado ese carácter que llevan en la sangre y que obligan a tener siempre los cinco sentidos alertas. Las miradas, los parones, las embestidas por dentro, el quedarse a medio muletazo y reponer soltando derrotes, buscando puntear las telas son sus señas de identidad y hoy han aparecido, pero no por bravos y encastados. 
La entrega de ambos matadores creo que queda fuera de toda duda, no se han guardado nada, siempre buscando la colocación al pitón contrario, poniéndose y exponiéndose, adelantando la muleta para llevar muy tapado el viaje del toro y la mano baja, y han llegado a sacar series y muletazos de mucho mérito y muy bella factura con sus respectivos lotes. Así Ureña ha tenido en el tercero y quinto pasajes de toreo ligado y profundo por el pitón derecho , series reunidas y compactas de mucho mérito, naturales sueltos con empaque ya que ambos toros no permitieron nada de nada por el pitón izquierdo. Pero nunca les perdió la cara ni renunció a nada. Una vuelta al ruedo como premio a su labor en el tercero es el único balance destacable de toda la tarde, lo demás todo ha acabado en silencio... para los toreros, otra cosa han sido las ovaciones en el arrastre a algunos toros. Misterios indescifrables de estas tardes en las que parece que los toreros son los malos de la película y viene dispuestos a fastidiar el espectáculo. Ni el mismísimo Urtasun lo podría interpretar mejor. 
Sí que estuvo justificada la gran ovación al segundo, el único bravo, encastado y exigente, que ha humillado de principio a fin, que le ha permitido a Borja Jiménez recitar lances de saludo a la verónica con temple y compás, meciendo la embestida, manos bajas, muy despacio, jugando la cintura, ganando pasos para llevarlo a los medios y rematar con una media  cargada de gusto. Prologó el trasteo por bajo, doblones poderosos, mucho mando para someter al Victorino, transmisión y emoción en este vibrante arranque. Series por el pitón derecho templadas y profundas, dibujando líneas curvas, enroscado a la cadera, con largura, ligazón, ritmo e intensidad. Avanzada la faena el albaserrada se vio podido y comenzó a ir por dentro, con peligro, pero Borja no se arrugó, siempre por bajo, aguantando viajes que buscaban rebañar, muy firme y asentado. Por el izquierdo se dejaba poco, punteando las telas, menos entrega, cara alta, bajando el nivel de la faena, pero siguió fiel a su verdad, colocarse y llevar la mano baja para robar algunos naturales de mucho mérito y calidad. Lástima que se atascara con los aceros porque parecía encaminado al menos a una oreja. Mató mal y anduvo muy desacertado con el descabello, pero leso creo que no debe quitar que lo que hizo con el capote y la muleta, todo con verdad, sincero y comprometido, debía haber merecido al menos una ovación recogida desde el callejón. Pero ni eso, silencio. Me parece francamente injusto en comparación a la ovación merecida para el toro. El resto de su lote no tuvo nada, deslucidos, incluso sosos, sin fondo y con muy poco fuelle, defendiéndose de mala manera con la cara alta, sin pasar, soltando derrotes. Muy digno y firme el sevillano que siempre buscó hacer las cosas por los cánones de la ortodoxia, cuando lo único que merecían era una lidia por bajo, sobre los pies, macheteo y a matar, sin más contemplaciones. Pero su verdad le llevó a asumir riesgos innecesarios y encima tuvo que aguantar que un imbécil, perdonen, pero es la forma más educada de calificar a ese canalla, le gritara "¡Borja, así no se viene a Madrid!" mientras se jugaba el físico con el sexto. Realmente miserable quien fuera.
Y para terminar con la desilusión de hoy al menos reflejar algo muy positivo, de enorme importancia, y que espero se repita con más frecuencia, la presencia del Rey Felipe VI en el Palco Real  dando apoyo y realce a la Fiesta Nacional, acompañado por Isabel Díaz Ayuso y el ministro de agri...cultura. El de cultura no tiene ni un átomo de lo que un hombre debe tener para dar la cara, cobarde.
A la presidenta del gobierno madrileño estamos acostumbrados a verla con frecuencia por el callejón, siempre dando la cara por el toreo, nos gustaría ver al rey en el palco o en cualquier lugar de la plaza, pero que venga más, que se implique y comprometa como hoy lo han hecho Ureña y Jiménez. Atacar la fiesta es atacar a España, su Reino, no lo olvide.

Antonio Vallejo

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