lunes, 8 de junio de 2015

Premios Taurodelta a los triunfadores de San Isidro


Anochecía en Las Ventas, aún no se habían cerrado las puertas de la plaza ni se habían apagado las luces, resonaban los ecos de los comentarios de los últimos aficionados que se resistían a echar el telón a esta San Isidro, cuando se hacían públicos los primeros galardones a los triunfadores en los distintos apartados, concedidos por la empresa gestora de la plaza de Las Ventas, Taurodelta. La relación de nombres es la siguiente:

Triunfador de la feria: Sebastián Castella

Mejor faena: Sebastián Castella

Mejor novillero: Posada de Maravillas

Mejor rejoneador: Diego Ventura

Torero revelación: Alberto López Simón

Mejor estocada: Joselito Adame

Mejor picador: Pedro Iturralde, de la cuadrilla de Paco Ureña.

Mejor brega de subalterno: Curro Javier, de la cuadrilla de Manzanares

Mejor par de banderillas: Juan José Trujillo, de la cuadrilla de Alejandro Talavante

Mejor ganadería: Juan Pedro Domecq

Mejor toro: Jabatillo, nº 145, 3º de la ganadería de Alcurrucén, lidiado el 27 mayo. 


Por supuesto, nada que objetar, ni mucho menos. En el toreo, como en todo en la vida, no hay verdades absolutas, todo es subjetivo, y depende mucho de los gustos y las apetencias de cada uno. Es imposible discutir al triunfador de la feria, lo de Castella es inapelable y creo que la unanimidad es absoluta. Pero sí que pueden aparecer en otros premios de otros jurados nombres que difieran de los publicados por Taurodelta. Por ejemplo, "Jabatillo" fue un torazo, espectacular, pero no se quedan atrás, a mi modo de ver, "Agitador", de Fuente Ymbro, lidiado por Paco Ureña, o "Lenguadito", de Nuñez del Cuvillo, lidiado por el propio Sebastián Castella. No sería de extrañar que estos nombres aparecieran en alguno de los diferentes jurados. Lo mismo digo en el apartado de mejor par de banderillas. Aquí reconozco que me puede mi admiración por los hombres de la cuadrilla de Javier Castaño, en concreto Angel Otero y Fernando Sánchez. No puedo olvidar el memorable tercio de banderillas que protagonizaron ante "Hurante", de la ganadería de Pedraza de Yeltes, tras el que recibieron una de las mayores ovaciones que se han escuchado en esta feria. Por valor, arte y pureza a la hora de reunir y clavar, por tanta torería como emana de su forma de andar hacia la cara del toro y la manera tan airosa de salir de la misma, por las actuaciones que han tenido en cada uno de los días que han comparecido en Las Ventas, con una regularidad, eficacia y un nivel artístico extraordinario. Por todo eso creo que también pueden ocupar el puesto más alto del podio en opinión de otros jurados. ¡Y qué voy a decir del gran Tito Sandoval con la segunda vara colocada al sexto de la corrida de Victorino, "Mentorillo"!. Magnífico puyazo  que le fue reconocido con una clamorosa ovación mientras se retiraba por el callejón. A nadie puede sorprenderle si su nombre aparece en algún premio de los muchos que se otorgan. Y en el capítulo de toreo a caballo tres cuartos de lo mismo. Lo que vi hacer a Diego Ventura el día 16 fue maravilloso, cortó dos orejas que podían haber sido cuatro, pero no se queda a la zaga Leonardo Hernández, con cinco orejas cortadas en dos tardes, saliendo por la Puerta Grande en sus dos actuaciones. Merecedor, por tanto, de algún galardón por parte de cualquier jurado.

Así que estos son los primeros triunfadores de este San Isidro 2015 que ya es historia y del que podemos hacer multitud de balances y sacar infinidad de conclusiones. Desde el número de trofeos cortados, 29 en total, 19 cortadas por toreros de a pie (sólo una en la última semana) y 10 por rejoneadores, hasta el preocupante estado de la cabaña brava. Esto se ha hecho especialmente patente en esta última semana, la torista, que nos ha llevado de decepción en decepción. Ya lo he comentado cada uno de estos días y no voy a repetirme, pero creo que la empresa debe replantearse la ubicación de estas corridas toristas con ganaderías "duras" a lo largo del ciclo, no todas seguidas en la misma semana, algo difícil de tragar y digerir, al menos bajo mi punto de vista. Igual que debemos reflexionar por qué, además de motivos económicos y de la famosa crisis, solo hemos visto una tarde a toreros como Jose Mari Manzanares o Morante de la Puebla, mientras otros, muy respetables y que a buen seguro se lo han ganado, han tenido dos y hasta tres tardes. Por supuesto que esto es muy opinable y discutible. Aquí los gustos y preferencias de cada uno nos llevan a lo mismo que decimos cuando se anuncia la lista de convocados a la selección nacional de fútbol, que cada uno es un seleccionador y cambiaría unos nombres por otros. En los toros y en San Isidro ocurre lo mismo, que cada uno somos empresa a nuestra manera y confeccionaríamos los carteles a nuestro gusto, a lo mejor sin reparar en el coste que supone una feria como esta. Pero, repito, algunos casos sobrepasan lo que a mi modo de ver es la lógica.

Pero el mundo no acaba en Madrid y su San Isidro. Por delante queda un verano que seguramente será apasionante en lo taurino. En pocos días tomarán el relevo Burgos y Pamplona, San Sebastián con el coso de Illumbe reabierto a los toros, la Semana Grande de Bilbao, cita obligatoria en el verano taurino, el Puerto de Santa María, la feria de Málaga....¡Esto sigue y no para!. ¡Viva nuestra Fiesta de los toros!.

Antonio Vallejo




5 comentarios:

  1. LA FRAGANCIA DE CASTELLA

    “Una faena en la cumbre, quiera Dios se haga costumbre.”

    Vigésima la corrida,
    que San Isidro decida,
    en histórico festejo,
    gran cartel, del sol reflejo.

    Sebastián, ¡viva la Francia!,
    dio muestra de su fragancia,
    en Las Ventas, fue Castella,
    torero de digna estrella.

    Vestido, tabaco y oro,
    santiguado fue su imploro,
    muy formal, fiel paseíllo,
    soñando en el propio brillo.

    Astado serio, sincero,
    de la tarde fue el tercero,
    cuernos altos, colorado,
    bella estampa, asaz armado.

    “Jabatillo”, se llamaba,
    raza fuerte, estirpe brava,
    los genes al cien por cien,
    divisa de Alcurrucén.

    Capote pulcro, educado,
    con tersura dibujado,
    “chicuelina” pinturera,
    suave media a la cadera.

    Varilargas son las jaras,
    polémico tercio, varas,
    verónicas en el quite,
    arte joven se transmite.

    Que decir de la muleta,
    tela roja cual veleta,
    faena por naturales,
    suertes espectaculares.

    Público puesto de pie,
    de tal magia me apropié,
    con ambas manos, maestro,
    ¡que zurda, del galo diestro!

    Un fino lance cambiado,
    molinete destacado,
    trincherillas, el desprecio,
    pases que no tienen precio.

    Con ritmo, profundidad,
    la templanza sin piedad,
    largueza de cabo a rabo,
    en mi memoria lo grabo.

    El deseo del ganadero,
    dualidad, toro, torero,
    hermanados en la lidia,
    entregados, sin perfidia.

    Toro que humille, que embista,
    que nunca pierda la pista,
    que tenga un tranco de más,
    que muestre siempre esa faz.

    Y, un hombre, torero, esteta,
    tauromaquia de etiqueta,
    que conduzca acometida,
    de manera muy sentida.

    Cóncavo, feliz, convexo,
    final, genial, genuflexo,
    matador tozudo, exalto,
    estoconazo, en lo alto.

    Toda tienta así germina,
    ser humano, adrenalina,
    vuelo de pañuelos blancos,
    tendidos, aplausos francos.

    Presidente justiciero,
    par de orejas, premio entero,
    “Jabatillo”, vuelta al ruedo,
    arrastre despacio, quedo.

    Finca del “Egido Grande”,
    pasto verde que se expande,
    Pablo Lozano Martín,
    este triunfo buen festín.

    Por el peto, por la espada,
    dos “peros” que no son nada,
    como la nube que empaña
    el astro de la mañana.

    Puerta grande bien lograda,
    española tan deseada,
    un francés que sale a hombros,
    que no cesen los asombros.

    En Madrid se toca el cielo,
    toreando con mucho celo,
    surtió efectos la oración,
    Castella, en su mejor versión.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 27 de mayo del 2015
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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    1. Muchas gracias por tan bellos versos, con el añadido de llegar de una tierra que ama tanto el toreo como es México.
      Un cordial saludo

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    2. Al contrario, gracias a Ustedes, por su atención, amable opinión y por dar foro. Saludos a la Madre Patria, desde mí México Lindo y Querido. Hasta luego.

      Eliminar
    3. Al contrario, gracias a Ustedes, por su atención, amable opinión y por dar foro. Saludos a la Madre Patria, desde mí México Lindo y Querido. Hasta luego.

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  2. LA FRAGANCIA DE CASTELLA

    “Una faena en la cumbre, quiera Dios se haga costumbre.”

    Vigésima la corrida,
    que San Isidro decida,
    en histórico festejo,
    gran cartel, del sol reflejo.

    Sebastián, ¡viva la Francia!,
    dio muestra de su fragancia,
    en Las Ventas, fue Castella,
    torero de digna estrella.

    Vestido, tabaco y oro,
    santiguado fue su imploro,
    muy formal, fiel paseíllo,
    soñando en el propio brillo.

    Astado serio, sincero,
    de la tarde fue el tercero,
    cuernos altos, colorado,
    bella estampa, asaz armado.

    “Jabatillo”, se llamaba,
    raza fuerte, estirpe brava,
    los genes al cien por cien,
    divisa de Alcurrucén.

    Capote pulcro, educado,
    con tersura dibujado,
    “chicuelina” pinturera,
    suave media a la cadera.

    Varilargas son las jaras,
    polémico tercio, varas,
    verónicas en el quite,
    arte joven se transmite.

    Que decir de la muleta,
    tela roja cual veleta,
    faena por naturales,
    suertes espectaculares.

    Público puesto de pie,
    de tal magia me apropié,
    con ambas manos, maestro,
    ¡que zurda, del galo diestro!

    Un fino lance cambiado,
    molinete destacado,
    trincherillas, el desprecio,
    pases que no tienen precio.

    Con ritmo, profundidad,
    la templanza sin piedad,
    largueza de cabo a rabo,
    en mi memoria lo grabo.

    El deseo del ganadero,
    dualidad, toro, torero,
    hermanados en la lidia,
    entregados, sin perfidia.

    Toro que humille, que embista,
    que nunca pierda la pista,
    que tenga un tranco de más,
    que muestre siempre esa faz.

    Y, un hombre, torero, esteta,
    tauromaquia de etiqueta,
    que conduzca acometida,
    de manera muy sentida.

    Cóncavo, feliz, convexo,
    final, genial, genuflexo,
    matador tozudo, exalto,
    estoconazo, en lo alto.

    Toda tienta así germina,
    ser humano, adrenalina,
    vuelo de pañuelos blancos,
    tendidos, aplausos francos.

    Presidente justiciero,
    par de orejas, premio entero,
    “Jabatillo”, vuelta al ruedo,
    arrastre despacio, quedo.

    Finca del “Egido Grande”,
    pasto verde que se expande,
    Pablo Lozano Martín,
    este triunfo buen festín.

    Por el peto, por la espada,
    dos “peros” que no son nada,
    como la nube que empaña
    el astro de la mañana.

    Puerta grande bien lograda,
    española tan deseada,
    un francés que sale a hombros,
    que no cesen los asombros.

    En Madrid se toca el cielo,
    toreando con mucho celo,
    surtió efectos la oración,
    Castella, en su mejor versión.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 27 de mayo del 2015
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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