jueves, 15 de marzo de 2018

David Mora y Economista, valores seguros


Como Fray Luis de León, decíamos ayer que hoy estaba convencido que los tendidos de la plaza valenciana presentaría un aspecto muy distinto al de los dos días previos con las novilladas. Como dicen ahora, toma zasca. Algo más si, casi media entrada, pero sigue pareciéndome muy pobre para ser la segunda corrida de toros de Fallas tras la del pasado domingo y por el cartel de hoy con toros de Alcurrucén, ganadería de postín, encaste Nuñez, para la terna compuesta por David Mora, Álvaro Lorenzo y Luis David Adame.
De David Mora poco puedo decir que no les haya contado en otras ocasiones. Es uno de mis toreros favoritos por clase, elegancia y gusto, no tengo por qué ocultarlo ni que duelen prendas en reconocerlo. Más aún tras aquel 20 de mayo de 2014 y la terrible cogida en Las Ventas en la que salvó la vida de milagro. Después casi dos años de calvario, de lucha contra lo que parecía imposible en un afán de superación y un pundonor encomiable. La historia la conocen todos y no voy a repetirme otra vez para no ser pesado, pero no puedo callarme que debiera ser un ejemplo para esta juventud acomodaticia y buenista que padecemos. Álvaro Lorenzo se presenta en Valencia para afrontar una temporada en la que tiene que dar lo que se le presupone que lleva dentro para asentarse en le escalafón. Cualidades tiene y ganas también. Y Luis David Adame representa lo más puntero del toreo mexicano juro a su hermano Joselito, Saldívar, Silveti o El Payo. La pasada temporada, primera de alternativa era uno de los atractivos en casi todas las ferias, sobre todo tras las expectativas generadas tras su apoteósica trayectoria como novillero. es cierto que no acabó de romper pero es un torero al que, en mi opinión, no se le pone nada por delante y que cada tarde sale a comerse a los toros, algo que le ha llevado a recibir tantas cornadas por ese ímpetu desmedido que pone a sus faenas.
Matadores de nombre y atractivo, al menos a mi me lo parece como aficionado. Desde luego, si este cartel lo ponen en San Isidro es una de las tardes que marco desde el principio para no perdérmela. Una corrida de Alcurrucén, con un remiendo de El Ventorrillo , procedencia Juan Pedro Domecq, que me ha parecido muy bien presentada, de buenas hechuras, toros rematados y con cuajo, serios y muy astifinos pero sin excesos, proporcionados, con cuello y cara, muy en tipo Nuñez. Por cierto, un detalle. David Mora hallado hoy el mismo vestido que lució en Las Ventas en San Isidro de 2016 la tarde de su reaparición tras la grave cogida. Una corrida precisamente de Alcurrucén en la que desorejó al toro Malagueño y abrió la Puerta Grande. Precioso gesto del torero que, aunque nacido en Borox (Toledo) todos creo que consideramos madrileño.

¡Cómo ha toreado David Mora en esta tarde de Fallas! Con elegancia, con gusto, condesa torería que depende en cada movimiento, siendo y sintiéndose torero a cada instante. Sensacional toreo de capote  en ambos toros, verónicas de saludo cadenciosas, jugando las manos con una suavidad exquisita, con el mentón metido sobre el pecho, templado, con ritmo y compás, algunas con desmayo, dejando el capote muerto para mecer al toro y rematando con una media de cartel en el cuarto que vale por toda una tarde. El primero es noble, dulce y con muy buen ritmo en la embestida pero al que le ha faltado un punto de empuje y de fuerzas. Lo lleva cosido a la muleta Mora, templado, con ese gusto y ese sabor que impregna su toreo, con largura, despacio, sin un toque a la tela , elegante, bajando la mano sin obligarle en exceso para que no pierda las manos. Extraordinario David Mora también al natural, templado, pero por ese pitón el alcurrucen se desplaza peor y va a menos, desluciendo el buen toreo de Mora que ha estado muy a gusto ante este primero. Una lástima la falta de chispa y emoción del toro porque el empaque del madrileño frente a este toro con algo más de emoción podría haber valido una oreja si además el estoconazo arriba y hasta la yema hubiera caído al primer encuentro. La fuerte ovación que ha recibido da muestras de la dimensión de su toreo. Economista, un nombre con el que habrá que quedarse y tener presente al final de temporada a la hora de hacer balance y destacar a los mejores toros de la temporada. Un gran toro, de una presencia y unas hechuras imponentes, hondo, bajo y cuajado, serio, armónico y muy bien rematado. Como ya he dicho las verónicas de recibo han sido sublimes, un ramillete de lances celestiales, acompasando el movimiento de los brazos con la cadera, hundiendo el mentón, el capote lacio y la media de cartel referida. ¡Con qué gusto ha toreado hoy David Mora!. Bueno, hoy y siempre, ¡qué demonios!, si no lo digo reviento. Gran tercio de banderillas de Angel Otero, una vez más, con dos pares monumentales, reunidos y clavados en la cara saludando desmantelado la atronadora ovación de los tendidos. Decidido, firme, seguro, sin probaturas David Mora con la muleta, poniéndosela planchada para torear en redondo con temple, largura y ligazón, bajando la mano y frenando las arrancadas del toro de Alcurrucén, bravo, encastado, repetidor, con fijeza, humillación y duración, sin cansarse  de embestir  ¡Cómo lo ha sometido Mora, obligándole!. Siempre con la muleta adelantada, en redondo y al natural con una serie por el pitón izquierdo antológica, con hondura, rematando por bajo. Emoción y belleza suprema emanan a cada pase del madrileño, enorme, con su sello particular, esa elegancia y torería de la que me declaro admirador profundo. Estoconazo sensacional que fulmina a este Economista, un valor seguro que en la bolsa del toreo cotizará al alza. Oreja de peso para David Mora en su arranque en la temporada española y que también va a subir su cotización de cara al futuro.

Álvaro Lorenzo se presentaba hoy en Valencia para arrancar una temporada que puede ser fundamental para el despegue de su carrera. Y lo ha hecho con un precioso vestido azul purísima y oro de estreno. ¡Sí señor!, como debe ser. No le ha dejado lucir  el toreo de capa como el toledano sabe hacerlo, es sin duda un magnífico capotero como ha demostrado en un quite a la verónica al cuarto de David Mora, pero con la muleta se ha desquitado. Firme, decidido, dispuesto, entregado, todo lo que se diga es poco, poniéndole la muleta en la cara, llevando templado y muy toreado a un toro bravo, que humilla con el hocico a ras de arena, que mete la cara con clase pero que a la vez es exigente y pide una colocación  perfecta, máxima concentración y no permite el mínimo descuido. Gran toreo por ambos pitones, redondos largo y bajos, naturales con hondura y pases de pecho de pitón a rabo son el argumento de la faena del toledano, siempre en el sitio, muy seguro, dominador, en resumen, importante faena de Álvaro Lorenzo. Al igual que Mora mata de un tremendo estoconazo a la segunda, lo que sin duda ha frenado la posibilidad de cortar una oreja, pero a cambio ha recibido una fuerte ovación saludada desde el tercio. El quinto, segundo del lote de Lorenzo es el remiendo de El Ventorrillo, procedencia Juan Pedro, que presenta una defensa que asustan, tremendo por delante. Buen recibo a la verónica y una cordobesa con clase a cargo del toledano pero sin demasiada emoción por las condiciones del toro, un tanto desconcertante. Inicia la faena con suavidad en las rayas del tercio, por doblones, para someter la embestida del toro y obligarle a humillar. Bien Lorenzo, firme, pulcro, aseado, con técnica, pero el toro no se presta al lucimiento, suelta algo la cara y se desentiende al salir del muletazo. Por encima el toledano pero la faena no toma vuelo ni llega a los tendidos por la sosería del de El Ventorrillo. Una lástima, pero por lo mostrado hoy no creo que le falten oportunidades de lucir su buen concepto del toreo a lo largo de la temporada. De momento le veremos en Madrid en Resurrección y dos tardes en San Isidro.

El mexicano Luis David Adame ha venido a Valencia dispuesto a hacerse un nombre y si es posible convertirse en referente del toreo mexicano en España, con permiso de su hermano Joselito. Como su compañeros d eterna también se ha presentado elegantemente vestido, azul marino y oro, también de estreno. Puede parecer una tontería o una banalidad pero lo primero que debe exigirse a los toreros, y más en plaza y ferias de primera, es que su presencia esté acorde a la categoría del festejo y el lugar. Su primer toro carece de la fijeza de los dos primeros en los primeros tercios y no permite al hidrocálido lucir su buen manejo del capote en los lances de recibo. Mejor en le quite por chiquilinas a manos bajas y ceñidas pero el toro no tiene una embestida clara ni parece guardar mucha clase. Inicia la faena atacando al toro, clavando las zapatillas, con cambiados por la espalda y estatuarios buscando la emoción más allá del toreo estético ante un toro desclasado, sin ritmo, que es cierto que va y viene, que pasa, pero al que le falta calidad y humillación, con una embestida un tanto descompuesta. Lo que no se le puede negar a Adame son sus ganas de agradar y su entrega, poniéndose por ambos pitones, quizás un tanto embarullado y acelerado en algunas fases por esas ansias de hacer mucho y mostrar más, tremendamente voluntarioso y dispuesto, incluyendo las manoletinas ceñidas en el final de faena y una estocada volcándose encima del morrillo que casi le cuesta un susto gordo. Iba a por la oreja y casi lo consigue, pero la petición fue insuficiente y todo quedó en cerrada ovación y saludos desde el tercio. Con el que cerraba plaza tampoco ha podido lucir su buen manejo del capote, sin poder estirarse a la verónica ya que se acostaba por el pitón derecho. Buena pelea del alcurrucén en el caballo, metiendo los riñones con fijeza y un lucido quite por lopecinas o zapopinas que llaman en la tierra del mexicano preceden a un buen tercio de banderillas a cargo de Tomás López y Luis  Cebadera y una faena que en sus inicios resulta un tanto acelerada pero que en cuanto el hidrocálido decide adelantar la muleta, dejársela en la cara y llevarlo toreado las brusquedades del toro se atemperan y logra cuajar un par de tandas en redondo de buena factura con temple y ligazón. Pero a la faena le falta continuidad, por el pitón izquierdo el toro tiene poco recorrido y baja la emoción, a pesar de los intentos de Adame por sacar algo, hasta el arrimón final. De nuevo entrega y disposición máxima pero le ha faltado la colaboración de sus toros, deslucidos y faltos de clase. 

¿Será mañana con al corrida de Fuente Ymbro para Juan Bautista, Daniel Luque y José Garrido cuando por fin se vean unos tendidos poblados en su mayoría?, ¿o habrá que esperar al viernes con  los de Nuñez del Cuvillo para Sebastián Castella, Jose Mª Manzanares y Roca Rey para ver un lleno?. Porque como no sea ese día, apaga y vámonos.

Antonio Vallejo

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