viernes, 8 de julio de 2016

3ª de San Fermín: Roca Rey también revienta Pamplona


No hay quién le pare, ni las cornadas, da igual, su valor, su entrega, su decisión y su toreo poderoso no se frenan ante nada ni ante nadie. Lo de esta tarde en Pamplona con los de Fuente Ymbro ha sido otro más de los capítulos a los que nos tiene acostumbrados Andrés Roca Rey, da igual donde, le vale Nimes, le vale Valencia, le vale Sevilla, le vale Madrid, le vale Alicante, ¡le vale todo!, estamos ante un torero que emociona, que expone y al que le sirve cualquier toro, el que embiste con clase porque sabe torear de maravilla, y el que no embiste porque es él quien lo hace, sacando lo que parece imposible a base de un par. Así es lógico que reviente las puertas grandes de cada plaza en la que se anuncia. ¡Cómo habrá sido lo de hoy en Pamplona que durante la faena al tercero de la tarde el público no ha merendado!, tal era la emoción, con la respiración contenida y el corazón en un puño ante la demostración de testiculina a la que estaban asistiendo. Feamente cogido el peruano por el fuenteymbro, el escroto desgarrado, roto de dolor, se ha incorporado como si nada y ha plantado cara a un toro complicado al que había que hacerle todo y además hacerlo muy bien, poniéndole la  muleta con decisión, sin quitársela, tragando parones y arreones, haciéndole embeberse en las telas para culminar con la espada tirándose encima del animal con total desprecio a la muerte. Épica y toreo de la mano, valor y arte abrazados, dolor y estética en unión, así ha sido lo que ha salido del corazón y las manos de este peruano de tan solo 19 años que está poniendo patas arriba el escalafón. 
Todo esto ha ocurrido en el tercero de una magnífica corrida de Fuente Ymbro, de procedencia actual Jandilla, encastre Domecq Díez, muy seria, tremendamente armada por delante, salvo este tercero, algo más recogido, con una anchura de cara y de pitones que asustaban, astifinos y tendentes a veletos, de muy buenas y bonitas hechuras en general aunque con algunas variaciones. Magnífica de presentación por tanto, y que ha tenido tres toros de triunfo, los corridos en primer, segundo y sexto lugar,  de los cuales, los dos primeros,  se han ido al desolladero con las orejas puestas por la mala suerte de Abellán y Ureña al entrar a matar. Y esa era la terna anunciada, el madrileño Miguel Abellán, el murciano de Lorca paco Ureña y el limeño Roca Rey, en otra tarde con lleno absoluto, la plaza a reventar, pero ya con el ambiente propio de los sanfermines, es decir, un estruendo ensordecedor, canciones de todo tipo, desde la chica ye-ye hasta rancheras, pasando por un amplio repertorio de pop, canciones populares y los cánticos regionales típicos de esa fase de la borrachera que sigue a la de la exaltación de la amistad. Porque en Pamplona la corrida de toros supone una merienda pantagruélica donde lo de menos son los bocadillos, allí se come de todo, guisos, tortillas, empanadas, carne… ¡y se bebe aún más! entre gritos, cánticos y bailes en los tendidos de sol, abarrotados por las peñas. Yo sólo he ido una vez a San Fermín y agoté todas las existencias de Nolotil disponibles en las farmacias para calmar el dolor de cabeza tras salir de los toros. Es algo único, difícil de entender para la gran mayoría de aficionados, pero que al menos una vez en la vida hay que vivirlo y sentir esa plaza en todo su esplendor y que hace mucho bien a la Fiesta. Sinceramente, ¡qué sería de los toros sin los sanfermines!

Abre plaza el madrileño Miguel Abellán, un torero que está viviendo una madurez esplendorosa tras 19 años de alternativa.  Es una auténtica delicia verle torear, seguro, relajado, disfrutando de lo que hace, se le nota al andar, al colocarse delante de la cara de los toros, en cada pase. Recibe al primero por suaves verónicas y una media de remate con mucho sabor. Algo distraído el de Fuente Ymbro pero apunta clase por cómo mete la cara y toma el capote del madrileño. Buena pelea en el caballo que monta "Jabato", dos buenos puyazos empujando con celo, la cara abajo, metiendo los riñones. Quite de Paco Ureña por verónicas con el toro mostrando ese defecto inicial, desentendiéndose del capote del murciano. El animal rompe en banderillas, acude pronto, mete bien la cara y permite a Miguel Martín colocar dos muy buenos pares, buenos augurios de cara a la muleta. Brinda Abellán este toro a Manuel Escribano, preciosas y sentidas las palabras del madrileño hacia el torero sevillano, convaleciente tras la gravísima cogida de Alicante. Así son estos hombres, así es el toreo, estos son sus valores, la amistad más que el propio compañerismo, la sensibilidad al saber lo que se siente cuando uno está herido, el respeto a los demás, la capacidad de sufrimiento y superación de las adversidades, algo que debiera servir de ejemplo a la sociedad, sobre todo a los más jóvenes, acomodados en el buenismo, la inmediatez y la falta de sacrificio, especialmente aquellos que integran las filas del antitaurinismo, carentes de todo tipo de valores. Inicio de faena pleno de torería, muletazos ejecutados con suma facilidad y limpieza, por bajo, ganando terreno al fuenteymbro. Poderoso y dominador Abellán, redondos y naturales templados, suaves, largos, la mano baja, la muleta siempre en la cara del toro, gustándose, ligando los pases con una calidad excepcional, la misma que tiene el toro que acude al toque, repite y mete la cara con nobleza, humilla, una maravilla. Totalmente entregado el madrileño Miguel Abellán, sobre todo en una serie con ambas rodillas en tierra iniciada con un molinete, extraordinario. Faena de mucha altura que no ha podido culminar con la espada. Cuatro pinchazos esfuman la posibilidad de oreja, pero sobre la arena pamplonesa ha dejado una imagen de madurez y poso de torero bueno difícil de olvidar. 
El cuarto, segundo para Abellán es un precioso jabonero, bajo, musculado, cuajado, abierto de cara y muy serio por delante, dos puñales por pitones. Lo recibe a la verónica con gusto pero convoca emoción por las condiciones del de Fuente Ymbro que no mete bien la cara y anuncia ir justo de fuerzas. Deslucido en varas, no se emplea, se deja pegar sin más. tampoco demuestra buenas condiciones en el tercio de banderillas, corta el viaje y aprieta a los subalternos. Destaco de nuevo a Miguel Martín en la brega, sensacional, cuidando al máximo al toro, ni un capotazo de más, gran torero de plata. A la vista de las condiciones del toro inicia la faena Abellán doblándose por bajo, con mucho oficio, obligando al toro a humillar, pero este no acaba de romper, siempre con la cara arriba, embestida descompuesta, sin pizca de gracia y nada de clase. Exhibición de técnica de Miguel Abellán, la muleta siempre adelantada, sin quitársela de la cara, sacando pases de donde no los hay, muy por encima el madrileño, pero el trasteo carece de emoción y transmisión, con el agravante que en el cuarto de la tarde los tendidos están más preocupados de comer y beber que de lo que sucede en el ruedo. De nuevo falla a espadas y se despide estos sanfermines 2016 con silencio, pero dejando patente su excepcional momento y su madurez como torero.

Otro torero que está en un estado de forma extraordinario es el murciano Paco Ureña. Toreo poderoso y artista, cuajado en mil batallas, que durante años ha lidiado las corridas denominadas duras y que ahora, tras demostrar toda la clase que lleva dentro, es anunciado en todas las ferias y con los hierros llamados "de las figuras". Y se lo merece este hombre, una persona íntegra y un gran profesional. Saludo a la verónica a su primer toro, derrochando gusto en cada lance, para rematar con una media preciosa. Buenas condiciones las del fuenteymbro, mete bien la cara y repite en le capote, buena pelea en varas, empuja con celo en el peto. No perdona Roca Rey su turno de quites, alterna faroles y tamaleras pasándose al toro a milímetros de la barriga, tremendo valor el del peruano. Como hizo Abellán en el primero, brinda Ureña a Manuel Escribano, con palabras más de amigo que de compañero de profesión, todo un caballero. Estatuarios en el centro del anillo como inicio de faena para enlazar con pases por bajo y una trinchera de enorme sabor. Muy buen toro este segundo, mete la cara con calidad, humilla y repite con bravura, va largo, cualidades que aprovecha el murciano para sacar redondo y naturales limpios, templadísimos, suaves, largos, bajando la mano, haciendo correr la muleta por la arena, exigiendo al toro, que no se cansa de embestir. Faena de mucho peso, de oreja u orejas seguras, pero que se pierde por la mala fortuna con la espada. Una auténtica lástima, al igual que pasó en Madrid, la posibilidad de la puerta grande y un triunfo sonado en el limbo por culpa de la espada. No importa, llegarán los triunfos, seguro, porque este torero nos va a dar muchas y muy buenas tardes de toros.
El quinto, segundo del lote de Ureña va suelto de salida, con poca fijeza. Lances a la verónica sin demasiada emoción por las condiciones del toro, que además pierde las manos en la media de remate. No se emplea en varas, se duerme en el peto sin emplearse. Poca esperanzas ofrece el fuentymbro, lo conduce muy templado Ureña, por bajo, pero el toro se defiende, acorta la embestida, echa la cara arriba al final del muletazo, puntea las telas y desluce todo. Firme y decidido el murciano, por encima de las condiciones del animal, ofreciéndole la muleta, poniéndose por ambos pitones, todo entrega, llegando a sacar un natural de auténtico ensueño, un natural mágico, un solo natural pero que ha valido por toda la faena. Visto el poderío y el mando de este torero de Lorca no me extraña que el de Fuente Ymbro haya terminado encogido y acobardado ante la figura del maestro. Mata de entera algo trasera insuficiente, teniendo que recurrir al estoque de cruceta para liquidar a su enemigo. Una tarde más ha dejado paco Ureña muestras de su calidad y su valor, ya llegarán los trofeos, seguro.

Andrés Roca Rey, peruano, limeño, con menos de un año de alternativa, hacía el paseíllo en esta tarde de San Fermín desmonterado ya que era su presentación como matador de toros en esta plaza, la  misma cuya puerta grande descerrajó los pasados sanfermines siendo aún novillero y la que hoy ha hecho añicos al cortar tres orejas en una exhibición de valor, entrega, arte y torería. De su primer toro, el tercero de la corrida, ya hemos hablado al inicio de esta entrada, pero vale la pena volver a recordarlo porque lo que le ha hecho el peruano tiene mucho mérito. Un toro que ha salido sin fijeza, sin permitir lucimiento alguno en el capote, que ha hecho cosas de manso, sobre todo en varas, suelto, huidizo, clara la querencia, siempre buscando la puerta de chiqueros. Pues a Roca Rey todo esto le ha debido dar igual: ¿que tú no embistes?, lo haré yo, ¿que quieres ir a esos terrenos?, pues allá voy. Supongo que eso es lo que ha debido pensar el limeño, al menos así lo ha parecido cuando ha clavado las zapatillas a la arena y ha hecho un quite por tafalleras pasándose al toro por la barriga, ajeno al miedo, sin mover un pelo. Ahí algunos han empezado a dejar la merienda porque no les pasaba la comida, tal ha sido la emoción de los pases. El toro ha seguido demostrando sus malas cualidades en banderillas, corta el viaje y aprieta una barbaridad, haciendo pasar las de Caín a los banderilleros de la cuadrilla de Roca Rey. ¡Pues nada, que va el tío y brinda al público!, ¡encima se planta de rodillas y en los terrenos del toro, dándole todas las ventajas!. Al segundo lance engancha por el bajo vientre al peruano, lo lanza por los aires y cae de manera muy fea. Tiene una herida en los testículos, la bolsa escrotal desgarrada, le quieren llevar a la enfermería ¡pero le da igual!, dice que no y se planta delante de la cara del toro como si nada hubiera ocurrido. ¡A la bolsa los bocadillos, a la cazuela los guisos de la merienda, en los tendidos se para todo!. De verdad, en la plaza ha tenido que ser sobrecogedor, en televisión lo ha sido, cortaba la respiración, hacía contener el aliento, el corazón encogido al ver como este gladiador le ha pegado a este mal toro los naturales que le ha pegado, plantándose en la cara, ofreciendo la muleta, ¡haciendo que embista y bajando la mano!. Lección de entrega, lección de pundonor, lección de valor y lección de torería, jugándose el físico en cada pase, haciendo callar los cánticos de las peñas, algo inaudito en Pamplona. Los ayudados por alto clavado a las rayas del tercio han acabado por desencadenar la locura, culminando la antológica faena con un estoconazo arriba que revienta al de Fuente Ymbro. Oreja con petición de la segunda que vale mucho, muchísimo. Como es lógico tiene que pasar a la enfermería, la duda era el alcance de la cogida y si sería capaz de matar al sexto. Dudas despejadas al finalizar la lidia del quinto y ver asomar por el callejón al peruano.
Con varios puntos de sutura en el escroto sale Roca Rey a por el segundo de su lote, un toro veleto, muy armado, astifino, abierto de cara y con una anchura de pitones espectacular. Lo recibe a la verónica ganando terreno a cada capotazo, llegando a la segunda raya donde le pega una tanda de chicuelinas ceñidísimas que despiertan olés en los  tendidos. No acaba ahí la cosa. Con mucho garbo se lleva al toro hacia el caballo  galleando, con el capote echado a la espalda, bellísima suerte. Mete la cara con clase y codicia en el peto el fuenteymbro, empuja bien, denota buenas condiciones. De nuevo brinda al público. El inicio de faena corta de nuevo la respiración. Cambiados por la espalda pasándose al toro a milímetros del cuerpo, de pánico, ligándolos con un cambio de mano y un pase de pecho extraordinario. El toro es una joya, noble y con clase, bravo, humilla y repite con prontitud y largura, a pesar de haberse lesionado y llegar a la muleta mermado de facultades físicas. Sensacional, portentoso el toreo de Roca Rey por ambos pitones. Muletazos largos, templados, ligados, bajando mucho la mano, embraguetándose al animal. faena de mucho gusto y de enorme clase, demostrando que no solo tiene un par bien puestos, sino que sabe torear y lo hace muy, pero que muy bien. ¡Cómo ha sido que se han oído olés coreando los muletazos en lugar del estruendo habitual!. Al final de la faena, com el toro venido a menos, acorta las distancias y se mete entre los pitones para recetar circulares por la espalda, pases dejándose llegar la punta del cuerno hasta la misma barriga, pasándose al toro sin despegar los pies del suelo, clavado en una palmo de terreno, toreando en una baldosa. Los redondos finales de rodillas son antológicos por largos y profundos, con la plaza enloquecida, gritando olé a cada pase. paró la merienda en el tercero y ha parado el bullicio en el sexto, lo que he hecho Roca Rey en esta tercera de San Fermín creo que quedará para la historia de esta plaza y tardará mucho en borrase de la memoria de los aficionados. El estoconazo con el que revienta al toro culmina una tarde de épica y arte, dos orejas y petición de rabo, que creo que le presidente ha confundido con petición de vuelta al ruedo para el toro. Al final se ha premiado al toro con esa vuelta al ruedo, que tampoco me parece mal porque supone un reconocimiento a la corrida de Fuente Ymbro, muy seria, magnífica de presentación y que ha tenido tres toros francamente buenos.
La puerta grande abierta para Roca Rey, el público enloquecido, toreando por la calle, contando a todo el  mundo lo que han visto en la plaza. Un día más, y ya van tres, la Fiesta es triunfo, alegría, emoción, sentimiento y diversión. ¡Viva San Fermín!

Antonio Vallejo

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