miércoles, 13 de julio de 2016
El toreo es arte, el arte es sentimiento
Desde el pasado sábado vivimos inmersos en un mar de tristeza, de dolor, de rabia ante los insultos, en definitiva, de emociones, de sentimientos. Días muy complicados para todos cuantos amamos la Fiesta, aún más por la ola de insultos a la figura de Víctor Barrio, en la que los profesionales están dando una muestra de hombría, de gallardía, de valentía, de rectitud inigualable, demostrando cuales son los valores del toreo, aquellos que desde muy niños aprenden en la escuelas taurinas, el respeto y la verdad, lo que englobamos en ese concepto tan bonito y que solo quien lo siente sabe qué significa: torería. La templanza de ánimo que el mundo del toro está mostrando al mundo en estos momentos tan difíciles son un ejemplo de cara al mundo. Pero templanza y saber estar no van reñidos con firmeza y rotundidad en la respuesta y en la acción contra los ataques.
Reconforta escuchar las palabras de Sebastián Castella, presente ayer en un burladero del callejón, ante las cámaras de Canal Plus Toros. Con mucha emoción recuerda a Víctor Barrio, como dice el galo, la ausencia más dura de estos sanfermines y, con enorme serenidad pero con tremenda contundencia responde a los insultos vertidos en estos días. Dice el maestro que "le hierve la sangre", que el cuerpo le pide responderles de igual manera, pero deja una reflexión acertadísima. Dice Castella que entrar en el insulto fácil no es la manera de defender la Fiesta, que ese no es el estilo de los toreros, que los valores del toreo son otros y que la respuesta debe hacerse con la máxima dureza pero por los cauces que se debe, sin perder ni un minuto más, todos remando en la misma dirección y aportando cada uno nuestro granito de arena en defensa de la Fiesta. Totalmente de acuerdo con Sebastián Castella, todo un torero y un caballero.
Igual que reconforta ver a un actor británico, James Cosmo, célebre por su papel en la serie Juego de Tronos, así como por su actuación en películas como Braveheart, Las Crónicas de Narnia o Troya, emocionarse y llorar en una barrera cuando Juan José Padilla le brinda un toro. Demuestra que el toreo es arte, que genera sentimientos y emoción y que llega atoro aquel que quiera acercarse a él, sea de donde sea, porque el arte y la belleza es eso mismo, sencilla expresión de sentimientos y emociones. Eso es el toreo, que no conoce fronteras, ni barreras sociales, ni políticas, como el arte, que gusta o no, pero que jamás puede ser prohibido por oscuros interese políticos siempre ligados a la misma ideología marxista totalitaria.
Y como también reconforta ver y escuchar a otro maestro, Julián López El Juli, no solo por su portentosa faena al quinto, sino por sus palabras al terminar la triunfal vuelta al ruedo con las dos orejas del toro en sus manos. Emocinadas y cargadas de sentimiento sus palabras que reproduzco textualmente, dedicando el triunfo a Víctor Barrio y a su familia: "Me siento hasta mal de estar tan feliz porque hay un compañero que no está con nosotros. Esto va por él, por su familia y su mujer por demostrar unos valores y una categoría que no existen en otro mundo que no sea el del toro. El mejor homenaje que los toreros podemos hacer a Víctor Barrio es torear bien. Va para él y para su familia". ¿Se puede ser más sincero?, ¿se puede ser más hombre?, ¿se puede ser más íntegro?. Son superhombres, se juegan la vida por crear arte y gozan de unos valores que debieran ser ejemplo para gran parte de la juventud acomodaticia y conformista que no conoce ni quiere conocer términos como superación, entrega, sacrificio.
Son tan solo tres ejemplos. En estos días hemos escuchado y visto cientos de ellos más, pero son tres ejemplos que reconfortan y reafirman nuestra afición y nuestro amor hacia esta bella Fiesta que son los toros, expresado y vivido desde la emoción y los sentimientos, porque el toreo es arte y el arte es sentimiento.
Antonio Vallejo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario