Si Fray Luis de León fuera abonado a de Las Ventas seguramente habría repetido su célebre frase. Como decíamos ayer, frío y viento, nada ha cambiado desde que ya de noche abandonamos la plaza tras la segunda de feria hasta que esta tarde hemos vuelto a nuestro tendido. No se han querido ir, ni el viento ni el frío. Uno es desagradable, el frío, pero te abrigas y problema resuelto. Pero el otro, el viento, es un problema difícil de resolver, probablemente el mayor y más odiado enemigo del toreo, y que ha marcado el devenir de todo lo que se ha visto en el ruedo en esta tarde que más parecía de otoño que primaveral. Por cierto, otra cosa que no ha cambiado pero no respecto a ayer, sino a lo que ha sido siempre. De toda mi vida recuerdo la primera parte de la Feria con tiempo desapacible, viento y lluvia, para luego cambiar y subir la temperatura hasta el calor sofocante. Y la noticia será que en julio hay 40º en el sur de España. Vamos, el clima de siempre, sin ese supuesto cambio que tan de moda está.
Mucho ha marcado la tarde de hoy este enemigo que se ha colado en la plaza sin invitación, como un Bolaños cualquiera. Que se lo digan si no a Ángel Téllez y ha Francisco de Manuel que han estado más en lucha contra él que contra sus toros. Ambos voluntariosos y con entrega, pero irregulares, sin acabar de encontrar los terrenos, el sitio, las distancias o la altura con la que dominar y someter a sus lotes, tratando de colocarse y poner la muleta en la cara, aseados y procurando hacer las cosas bien, pero irregulares, sin acabar de coger vuelo y llegar a los tendidos, sin emoción, muletazos sueltos de buen trazo frente a otros anodinos, muchos pases que decían poco o nada y que alargaron el metraje de las faenas sin demasiado sentido. Y cada uno tuvo al menos un toro que, sin poder decir que fueran buenos toros, tuvieron sus opciones, segundo y sexto, con movilidad aunque sin humillación y a los que quizás se les podían hacer las cosas de otra manera. Por poner un ejemplo, me ha llamado la atención que Francisco de Manuel haya arrancado la faena al segundo de rodillas en los medios ante la ventolera que azotaba levantando la muleta y dejando al madrileño totalmente descubierto, con el consiguiente peligro y el susto metido en el cuerpo. Y ya llevábamos un susto y gordo con Ángel Téllez que en su turno de quites por gaoneras al primero fue arrollado y volteado para caer al suelo de manera muy fea y quedarse inmóvil temiéndonos algo grave. Gracias a Dios que una vez más echó su capote salvador pudo volver de la enfermería para matar su dos toros, lo que me admira y me hace respetar a estos hombres que se juegan la vida sin trampas ni cartón por nuestra Fiesta.
Pero las mismas condiciones de viento padeció Daniel Luque y, sin embargo, dejó patente el extraordinario momento que atraviesa gracias a algo que creo ha sido determinante para vencer las adversidades de la tarde: Cabeza fría, mente despejada e ideas claras, poder y mando, firmeza y consistencia. Esas, junto a su extraordinario manejo del capote y la muleta, han sido las claves. Que siempre ha sido un magnífico capotero lo sabemos todos. Pocos aficionados podremos olvidar aquel tercio de quites en duelo con Morante el año 2010, algo antológico. Se le achacaba que con la muleta no estaba a la misma altura, pero desde hace unas cuantas temporadas ha demostrado que eso no es así, que es un torero con mucho poder y capacidad de someter a los toros, además de contar con un gusto y una clase de envergadura. La suavidad de las verónicas de saludo al primero, el quite por cordobinas y las chicuelinas a manos bajas también en ese primero lo certifican, y sus dos faenas de muleta lo ratifican. Desde el arranque de faena en el primero, clavado al suelo, sin moverse un milímetro, pasándose al de Juan Pedro por ambos pitones con temple y calidad, con un cambio de mano sensacional y una trincherilla de ensueño cosida a uno de pecho maravilloso, todo ha sido temple y profundidad. Toreo en redondo de enorme intensidad en su primero, enganchando el muletazo en la cadera para alargar la embestida y aprovechar mejor las cualidades del animal, la mano baja, ceñido, enroscándoselo a la cintura, toreando muy despacio, con mucho sentimiento, ligando las series en el sitio, una delicia. Y profundidad al natural en su segundo, viendo claro que era el izquierdo el pitón bueno, sin dudarlo, las ideas claras de las que hablaba, directamente se ha ido por ahí y ha compuesto un par de series de muchísima emoción, las únicas que tenía el toro que se ha venido abajo. Volcándose sobre el morrillo ha dejado una entera desprendida fulminante para pasaportar al primero y escuchar una fuerte ovación tras petición insuficiente que sumada a la que ha recibido al morir el tercero me dejan con muchas ganas de volver a verle el 1 de junio con la corrida de Alcurrucén.
Y si he hablado del viento, del frío y de Luque tengo que hablar de unos protagonistas de lujo en esta tarde, lo toreros de plata que han estado en los seis toros a un nivel superlativo tanto en la brega como en banderillas, reuniendo y dejando los palos con maestría: Iván García, Juan Contreras, Jesús Arruga, Juan Navazo, Jesús Aguado, José Antonio Ventana "Toñete", Juan Carlos Rey, Daniel Duarte y Francisco Javier Sánchez-Araujo. Para todos y cada uno de ellos mi reconocimiento. Y sin demérito de ninguno de ellos quiero destacar a dos de ellos que han banderilleado con una pureza fuera de serie, Iván García y Juan Navazo, fuertemente ovacionados ambos y desmonterado el último.
Para ir terminando con esta visión particular de la tarde de hoy destacar además de los cuatro protagonistas del título las magníficas hechuras de los seis toros de Juan Pedro Domecq, muy serios, con trapío, preciosas láminas, en especial el tercero, un colorado ojo de perdiz con una bellísima estampa, y el sexto, negro y cornidelantero, imponente, un tío. Como habrá sido la presencia de la corrida que ni uno solo se ha llevado el mínimo reproche por parte del 7, y eso no es fácil cuando se lleva el hierro y la divisa de Juan Pedro Domecq. Enhorabuena, ganadero.
En este sentido también añadir solo un apunte más, el muy buen comportamiento del 7, que miedo me daba tras las broncas de ayer y con los prolegómenos del festejo desplegando una pancarta reclamando más seriedad y menos triunfalismos. Ni una salida de tono, ni un grito fuera de lugar, ojalá se calmen los ánimos y todo pueda discurrir como en esta tarde. Y motivos para enfadarse tienen, y muchos los comparto y apoyo, pero la mejor forma de defender la pureza de la Fiesta es así, como buenos aficionados.
Antonio Vallejo
Gracias MAESTRO!!!por tu enseñanza y tu crónica .
ResponderEliminarTú ya seguidora…., Carmen ( la vecina de tu tendido )