La tarde comenzó dando una lección de comportamiento, educación y sobre todo sensibilidad ante la tragedia humana, con las banderas de la plaza de toros a media asta y el minuto de silencio por el último atentado islamista de Manchester, que se guardó de manera más que respetuosa, estremecedor silencio que permitía escuchar la respiración de cada uno y la rabia contenida de quienes llenábamos en casi tres cuartos los tendidos venteños. Sentimientos de repulsa y de asco ante la barbarie del Islam que no para y no parará mientras no se tome la determinación de acabar con ellos como se debe, y solo hay una manera, pero no es "políticamente correcta". El Islam es odio y muerte, eso sí es barbarie y no la Fiesta de los toros. Luego resulta que los que se llaman "animalistas" y nos tachan de asesinos se niegan a condenar este terrorismo y lo defienden, es más, se subvencionan con fondos provenientes de países y organizaciones afines a esos canallas. Son barbarie, crueldad y crimen. Una vez más el toreo ha mostrado su sensibilidad ante la tragedia humana, porque para nosotros, los taurinos, que amamos al toro como nadie, lo primero son las personas, no como para esos filoterroristas disfrazados de animalismo que no soportan ver "maltratar" a un toro pero son insensibles ante el terrorismo que nace de su ideología, que les parece que la vida de un toro es sagrada pero defienden sin rubor el asesinato del no nacido inocente. Esa es su ideología, no otra. ¿Guardarían hoy un minuto de silencio en cualquiera de sus algaradas populacheras?
Pero esto es un blog de toros, para hablar de toros, nada más, así que vamos a lo de hoy en las Ventas, que no quiero seguir enredándome con asuntos tan desagradables. Hoy he tenido el placer de estar acompañado por un gran tipo, un señor de pies a cabeza, una gran persona de esas a la que se puede llamar amigo de verdad, Luis Vadillo, alguien a quien tengo un aprecio y un cariño especial. Una pena que hoy no haya venido a los toros otra persona por la quien también tengo un cariño muy especial, otra gran persona, otra de esas pocas a las que puedes llamar amigo de verdad, Raúl, la tarde hubiera sido redonda. Las cosas buenas no van solas, y las personas menos, así que es fácil comprender la calidad humana de Luis para quienes conocemos a su familia, Blanca, una mujer excepcional, alguien que siempre sabe estar a la altura sea cual sea la circunstancia, tanto en los buenos momentos como en los más difíciles y dolorosos ha dado muestras de su categoría, y unas hijas que son todo alegría y que irradian bondad y cariño. Luis me ha comentado, viendo cómo iba la tarde, que tenía ganas de leer la entrada de la corrida de hoy. Pues aquí la tienes, la de una tarde en la que sin duda lo mejor ha sido tu compañía, lo que nos hemos reído ¡y lo bueno que estaba el gin tonic de Bayswater que nos hemos metido al cuerpo!. Una pena que el hielo haya escaseado un poco, pero por suerte nos lo han recargado y la copa ha revivido. No sé si Bayswater me gusta tanto por lo fresca que es como porque me haga volar la imaginación a las tardes del torneo de polo de Sotogrande, esas que en breve compartiremos, ¡ya queda menos para ir a Soto, amigo Luis!. Sin duda, la mejor faena de la tarde la ha hecho Bayswater, ¿no te parece?.
¿La corrida?. Ha sido un auténtico petardo. De verdad, no hay manera de maquillar lo de esta tarde, y no merece mucho la pena dar vueltas a la nada, que es en lo que se puede resumir la corrida de Valdefresno y Hermanos Fraíle Mazas, así como los remiendos de Adelaida Rodríguez y Carriquiri, nada. Se podría decir que ha estado correcta de presentación, variada de hechuras, unos más en tipo Atanasio y otros más en Lisardo, seria, astifina, pero que encanto a comportamiento y juego ha sido la nada. Nada de raza, nada de casta, nada de fuerzas, tres toros devueltos por flojos e inválidos, nada de movilidad, varios auténticos marmolillos, nada en el capote, nada en el caballo, casi nada en banderillas, excepto en primero bis y sexto que hemos visto algo, y nada en la muleta. Tengo que rebuscar mucho entre las notas que he tomado durante la corrida para encontrar algún detalle que merezca la pena. Por ejemplo, una segunda vara al sexto que ha colocado Germán González, la única de una corrida que se ha picado mal y muy poco por la falta de fuerzas, quizás los pares clavados por Juan Contreras y Alfredo Cervantes al primero bis, con limpieza, cuadrando en la cara, otro de Raúl Caracol al cuarto bis de y los de Marc Leal y José Luis Neiro "El Algabeño" al sexto, que no es que hayan sido la octava maravilla, pero que al menos han tenido riesgo y buen hacer. Nada, en definitiva. Bueno, temas justos, que me olvido que los de Valdefresno sí han tenido algo, y hay que reseñarlo, un punto de mansos, pero nada comparado con lo del segundo sobrero, el de Carriquiri, que ha saltado en lugar del primer sobrero en cuarto turno, porque también se había devuelto el corrido en primer lugar por inválido y corrió turno para sacar como primero bis el que hacía cuarto del hierro titular. ¿A que ha quedado claro?. Pues así ha sido todo, un auténtico galimatías, algo incomprensible e intolerable para la primera plaza del mundo que hoy ha dado una lección de saber estar desde el minuto de silencio hasta el final, protestando con razón y con respeto pero con contundencia ante el pésimo espectáculo que estábamos contemplando. Lo que se ha escuchado desde los tendidos es hoy irreprochable, se han reclamado toros, y se ha puesto el dedo en la llaga, esta no es la renovación anunciada, la "revolución" cacareada, no era esto lo que se vendía, y cada día que pasa da más la impresión que se ha vendido más humo que otra cosa, un discurso atractivo, ilusionante, precioso desde la retórica, pero a la hora de la verdad humo, y solo espero que ese humo no venga de un fuego que convierta a este San Isidro en cenizas. Veamos el devenir en los próximos días, claves. Como el juego de los toros no cambie y las figuras no estén a la altura el panorama pinta muy mal, y no sé hasta donde y hasta cuando va a durar la paciencia de los aficionados.
Para lidiar este encierro, mejor dicho, esta encerrona, tres jóvenes matadores, Daniel Luque, Fortes y Juan Leal que no se lo merecen. No es por sacar la cara por ellos, no lo necesitan, pero han estado por muy encima de los toros. Han hecho lo que han podido, pero cualquier lucimiento ha sido imposible ante la sosería, la falta de clase, la blandura y el escaso empuje de los de Valdefresno, Hermanos Fraíle Mazas, Adelaida Rodríguez y Carriquiri. Daniel Luque ha puesto voluntad, lo ha intentado, ha dejado muestras de firmeza y oficio y ha cumplido ante un auténtico marmolillo que fue su primero y un manso de solemnidad que fue su segundo, al que llegó asarle una serie meritoria en redondo templada y ligada bajando la mano. Por lo demás sólo algún lance suelto con calidad por la clase que lleva dentro el sevillano. El malagueño Fortes ha refrendado que lo del pasado martes no fue casualidad y ha dejado de nuevo sensaciones de seguridad y solvencia, bien colocado y con una actitud encomiable, como al inicio de faena al segundo, de rodillas, llevando al toro en largo, templado, para posteriormente sacar una buen serie en redondo con clase y gusto en los muletazos. Y poco más, porque aunque todo lo ha hecho bien, ha puesto la muleta planchada, ha llevado al toro sin un solo toque a las telas y ha matado con enorme facilidad a sus dos toros, pero la sosería, la falta de empuje de su primer toro y la embestida rebrincada, soltando derrotes, sin un átomo de clase del quinto han deslucido cuanto de bueno ha hecho el malagueño ante sus dos toros. Y del francés Juan Leal habría que decir más de lo mismo, enorme su actitud y su entrega, pero hay que sumarle el plus del valor seco que ha demostrado ante el tercero, un toro complicado por malo, con un peligro sordo, reservón, andarín , que medía y miraba, que se revolvía, que solo buscaba carne y hacer sangre en los muslos del de Arles, quien se los ha ofrecido de verdad, un arrimón sin dobles vueltas, sincero, jugándosela a cuerpo limpio, junto a las tablas, dándole todas las ventajas al toro en esos terrenos. Muy valiente y firme Leal, que nos puso el corazón en un puño porque veíamos que en cualquiera de los barones o los arreones del animal le iba a prender y herir. Ante el sexto ni una sola opción, otro marmolillo deslucido al máximo. La ovación que ha recibido el galo al matar a su primer toro es el justo reconocimiento a su entrega y arrojo.
Lo habíamos rozado en varias tardes, o en prácticamente todas la verdad, pero unos día lo ha salvado un toro o dos, uno de los matadores, luna buena o gran faena, la gran actuación de los toreros de plata, en definitiva, detalles que han ido esquivando lo que hoy ha sido inevitable, el primer petardo de la feria. Santa paciencia y extraordinario comportamiento de los aficionados, sobre todo los más beligerantes, en la tarde de hoy, protestando con razón y haciéndolo como se debe, sin insultos ni descalificaciones, además de respetar a quienes estaban jugándosela ante esos toros infumables.
No sé lo que te habrá parecido, Luis, amigo, pero esta entrada va por ti.
Antonio Vallejo
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