Dos toros, Tremendo y Hortelano, y dos toreros, David Fandila "El Fandi" y José Garrido, han iluminado esta tarde y han puesto luz en el túnel de mediocridad en el que estaba sumido el arranque de este San Isidro. Más de tres cuartos de plaza, tarde de bochorno, calor pegajoso y nubarrones que amenazaban posibles tormentas, más o menos como hasta ahora la feria, con muchos nubarrones tarde tras tarde y pocos claros que nos ilusionen, para ver una corrida de Fuente Ymbro muy seria, muy bien presentada, con trapío, astifina, de variadas hechuras, armónicos y bien rematados, sin estridencias ni exageraciones que ha prestado juego desigual con dos buenos toros , tercero y cuarto, presentando los demás más o menos movilidad, genio, bravura y complicaciones para la terna formada por Fandi, Miguel Ángel Perera y José Garrido.
Ante de dar inicio el paseíllo comentaba con mi amigo Jacobo Souviron, con el que hoy he tenido el placer de compartir la tarde, que tenía muchas ganas de ver torear en Madrid a Garrido como le había visto hacer a través de la televisión hace dos veranos en Bilbao y esta pasada feria de abril en Sevilla. Las ocasiones en las que le había visto en Madrid siempre he tenido la sensación de quedarme a medias, que el toreo que lleva dentro era mucho más de lo que había mostrado, le notaba un tanto acelerado y encimando a los toros, con sensación de prisas por hacer mucho y bien, con cierta ansiedad. Pues bien, mis deseos se han cumplido y he visto a un José Garrido muy firme y seguro ante un encastado y exigente fuenteymbro corrido en tercero lugar. Y también comentaba con mi gran amigo Raúl Rodríguez que, aunque ninguno de los dos somos presidentes del club de fans de Fandi tampoco tenemos fobias ni predisposiciones en contra, que me gustaría ver a Fandi como hace unas semanas en Sevilla. Pues parece que esta tarde esta de suerte y también lo he visto con el cuarto fuenteymbro, un gran toro bravo y con clase en el que, igual que pasó en Sevilla, el presidente se ha convertido en desafortunado protagonista. En el primer toro habas tenido dandi un curioso episodio de retos entre él y el palco tras clavar defectuosamente el tercer par, en el que tan solo dejó colocado uno de los palos y a mitad del lomo. Cambió el tercio el presidente al ver que el toro llevaba puestos cinco banderillas, cuatro es el mínimo para hacerlo, pero Fandi, contrariado por lo malo que había resultado su tercer par, solicitó permiso al señor presidente para colocar otro más y resarcirse del error. No sé si aún tenía potestad para concederlo o ya había sacado el pañuelo y eso le imposibilita ceder a ese favor, pero la gran mayoría de la plaza lo pedía y tampoco creo que hubiera pasado más si le hubiera permitido entrar a parear por cuarta vez. Lo que sí tengo claro es que, igual que a la presidenta de Sevilla aquel día de la feria de abril, le ha faltado sensibilidad y le ha sobrado gesticular y ganar protagonismo de forma muy exagerada, negando ostensiblemente con la cabeza y con el dedo. El presidente no es un aficionado y no puede ni debe mostrar sus gustos, filias o fobias y debía haberse ahorrado tanta gesticulación. No sé si esa disputa y las miradas retadoras de Fandi al palco tras negarle el cuarto par han influido en la no concesión de la oreja en el cuarto. Evidentemente no he medido los pañuelos, el presidente supongo que sí, y no sé si numéricamente eran mayoría o no, pero había muchos, y me arriesgo a decir que aunque no de manera abrumadora había mayoría de pañuelos. Y cuando eso ocurre al presidente no le queda otra que conceder la oreja puesto que la primera la concede el público con su petición. Creo que se ha equivocado y ha actuado como un aficionado o, quizás suene mal y duro, como alguien más preocupado en contentar a un sector de Las Ventas que marca la pauta y odia a ciertos toreros a los que ni siquiera respeta cuando están delante de la cara de un toro, que en ser ecuánime y justo. Por cierto, para mi Fandi sí ha sido merecedor de una oreja, sin que yo sea un devoto del toreo granadino, pero cuando cualquiera que se vista de luces lo hace bien lo reconozco, se llame como se llame, no salgo de casa contra nadie ni voy a la plaza predipuesto a reventar la faena de ciertos toreros. Y en el cuarto Fandi ha estado muy bien, en su estilo, pero que muy bien. El presidente se ha equivocado...¡y lo sabe!.
Abría plaza un negro veleto muy serio al que Fandi recibió con dos largas cambiadas de rodillas y una serie de verónicas templadas ganando terreno para llevarse al fuenteymbro más allá de las rayas del tercio y sacarlo a los medios. Pierde las manos al intentar su quite reglamentario Perera y da muestras de falta de fuerzas. No se emplea en el caballo y se le mide mucho el castigo. Protagoniza el granadino un tercio de banderillas fiel a su estilo atlético, demostrando unas facultades físicas que siguen intactas a pesar del paso de los años, con facilidad y agilidad, quizás con alguna ventaja y un segundo par de la "moviola" que ha sido el mejor, cuadrando en la cara. Ha sido en este tercio donde ha acontecido el episodio relatado con el palco, muy poco afortunado en mi opinión. Sin clase en la muleta, echa la cara arriba, cabecea, se defiende, tiene poco recorrido y sea genio en algunos momentos, pero carece de clase alguna. Lo intenta Dandi por ambos pitones, lo prueba, le pone la muleta y trata de conducir la embestida, pero no hay nada que rascar. Abrevia con buen criterio y mata mal con dos pinchazos y dos descabellos.
El cuarto, Hortelano, muy serio y ofensivo por delante sale sin fijeza y no cumple en el capote de Fandi, se duele del castigo y huye del caballo y echa las manos por delante, sin que aparentemente señale buenas condiciones. En banderillas coloca los pares David con la facilidad habitual, llegando a tomar dos pares en el tercer encuentro, uno lo coloca al violín y otro de manera clásica, dejando de esa manera ocho banderillas en el lomo del fuenteymbro, cuatro pares, lo que pedía en el primer toro. Inicia la faena de rodillas, por el pitón derecho, llevando al toro largo, una explosión que desata los olés en los tendidos, pegándole un circular completo, 360º girando sobre sus rodillas. Sensacionales las primeras tandas en redondo, echando la muleta alante, muletazos templados, ligados y con la mano baja de mucha calidad. El toro repite con clase y humilla, tiene recorrido, por fin hay emoción y transmisión. Muy bien el granadino exprimiendo cada lance por ese pitón. Por el izquierdo le cuesta más tomar el engaño, la primera tanda es algo más deslucida y desacoplada pero en la segunda se centra y saca dos naturales hondos de mucho empaque. El toro se raja y va a menos, desluciendo un poco la faena. De nuevo con la diestra consigue una serie más ligando por bajo y con enorme temple para dejar al público en ebullición con la manoletinas finales de rodillas. Mata de un estoconazo en todo lo alto y se pide la oreja, en mi opinión, por una mayoría del público, no abrumadora, de acuerdo, pero suficiente. Quería ver a Fandi entregado y toreando bien, como en Sevilla, y lo he visto, como también he visto como el presidente le ha birlado una oreja, como en Sevilla, ¿por qué?. ¿Y por qué no una vuelta al ruedo, con la importancia que siempre ha tenido en Madrid?.
Miguel Ángel Perera ha tenido que lidiar con el peor lote de la corrida. El segundo, un cornidelantero muy desarrollado de pitones no ha cumplido en el capote ni se ha empleado en el caballo, pierde las manos a la salida del peto en un deslucido quite de Garrido. Sensacional Curro Javier en la brega, perfecto, sin un capotazo de más, como extraordinario ha sido el tercio de banderillas protagonizado por Javier Ambel y Guillermo Barbero. ¡Menuda cuadrilla la de Perera!, toreros de plata enormes. Sin clase en la muleta, sin recorrido, echa la cara arriba y se defiende a arreones. Deslucido trasteo, soso y sin emoción, lo ha intentado Perera por ambos pitones, le ha presentado la tela y ha intentado someterlo por bajo, misión imposible incluso para alguien con el mando y el poder del extremeño que ha conseguido sacar una serie en redondo a mediados del trasteo de cierta clase y ligazón. Mata mal de bajonazo trasero y atravesado muy feo.
Antes de saltar el quinto a la arena me ha comentado mi amigo Jacobo con gran acierto que Perea iba a salir a por todas tras ver cómo habían estado Garrido con el tercero y Fandi con el cuarto. Dice con gracia Jacobo que el de la Puebla de Prior debía pensar: "¡A mi me van a comer el terreno el de las banderillas y el jovencito este!, ¡que yo soy Perera!" (dicho en tono jocoso y con todo el respeto del mundo hacia ambos matadores, sin ánimo alguno de ofender). Y lo ha intentado por activa y por pasiva, pero ha sido imposible. Toro que ha pasado sin pena ni gloria por los primeros tercios, que no ha permitido el toreo de capote y que en el caballo se ha dejado pegar durmiéndose en el peto del caballo. Extraordinario de nuevo Curro Javier en banderillas ante este toro reservón que esperaba y que presentaba peligro cuadrando con gran riesgo y enorme mérito en la cara, dejándose ver, asomándose al balcón, para salir con una torería suprema. Embiste rebrincado en la muleta que le pone Perera, sin clase, protestando, soltando tornillos puntea las telas, no responde y no hay emoción ni transmisión. Se ve a las claras que no hay nada que hacer con este quinto pero el extremeño se ha justificado con creces y ha estado digno, valiente y profesional ante este toro áspero y complicado que lo único que podía hacerle era cogerle. Mata de entera trasera suficiente para hacer doblar al toro.
José Garrido ha mostrado hoy lo que venía anunciando desde tiempo atrás en una faena de temple y dominio dejando una gratísima sensación, al menos en mi. El tercero, Tremendo, un animal de buenas hechuras, musculado, serio, repite en el capote de Garrido que le pega unas verónicas flexionando las rodillas de mucho gusto y sabor. Pelea fea en el caballo, cabecea y hace sonar el estribo. Inicia la faena por estatuarios en los medios, el toro repite y aprovecha Garrido esa inercia para calentar el ambiente. Se echa la muleta a la mano izquierda e instrumenta una buena serie al natural con la mano baja, templada y ligada de mucha calidad. Por el pitón derecho también mete la cara, galopa con brío y va en largo, serie de derechazos templados, ligados y bajo. Inteligente Garrido le pierde un pasito en cada lance para quedarse bien colocado y así ligar muletazos con emoción y transmisión llevando siempre muy toreado al fuenteymbro. Firme, seguro, con las ideas claras, sereno y templado, así he visto al pacen durante toda la faena. Incluso cuando el toro empieza a apagarse sabe darle la pausa necesaria y sacar una serie con la izquierda con dos naturales hondos de muchísimo empaque, además de adornos por bajo repletos de gusto. Con el toro apagado y parado no duda garrido en acortar distancias y pisar terrenos del toro, valiente además de artista, asumiendo el riesgo, dispuesto a triunfar. Las Bernardino finales ceñidísimas así lo prueban. Lástima de la espada, media arriba y dos descabellos que se llevan al limbo un trofeo que tenía más que ganado. Pero el regusto y el gran sabor de boca que nos ha dejado vale por mucho, incluso por una vuelta al ruedo que bien podía haber dado ante la atronadora ovación que ha recibido.
El sexto era un toro precioso para mi gusto, armónico, bien rematado, serio, astifino. Muestra poca fijeza en el capote, va a su aire, directo hacia el caballo que montaba Curro Sanlúcar, y ahí aparece Fandi perfectamente colocado para hacer un quite extraordinario solo con el cuerpo, envuelto en el capote, sin desplegarlo, sensacional. No se emplea en el caballo, espera en banderillas, complicado tercio que resuelven con oficio Antonio Chacón y José María Amores. Justo de fuerzas el fuenteymbro, no le puede obligar Garrido porque se viene abajo, lo tiene que llevar a media altura, con suavidad, sin someterle para que no se venga abajo. Toro con poco recorrido que por su falta de fuerzas se defiende con la cara alta, protesta y se revuelve, peligroso aunque muchos no lo hayan visto, pegando derrotes, revolviéndose, brusco y con genio, muy complicado. De nuevo ha estado firme Garrido, presentándole la muleta y tratando de torear templado, demostrando entrega y un esfuerzo innegable. Más no se le puede pedir en esta tarde en la que por fin he visto al José Garrido que esperaba.
Sin tirar las campanas la vuelo, sin que hoy haya sido una tarde para volverse locos pero ha mejorad claramente lo anterior, ha habido emoción y motivos para pensar y soñar con que la feria vaya a más gracias a Tremendo, Hortelano, José Garrido y David Fandila "Fandi", dos toros y dos toreros.
Antonio Vallejo
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