Dos pasiones, los toros y mi Madrid; dos triunfos, Diego Ventura y mi equipo baloncesto; 15 Puertas Grandes para el mejor rejoneador de la actualidad y uno de los más grandes de todos los tiempos y 10 Copas de Europa para el mejor equipo de baloncesto del mundo fuera de la NBA. ¿Se puede pedir más?. Pues sí, que el próximo sábado repita con una novillada también triunfal y la 13ª de mi equipo de fútbol.
Todo ha empezado a las siete de la tarde en una plaza de Las Ventas prácticamente llena para ver un mano a mano entre dos figuras de rejoneo, Diego Ventura y Leonardo Hernández frente a toros de San Pelayo, encaste Murube, como es tradicional en estos festejos de rejones. Como igual de tradicional es ver la cantidad de niños y jóvenes aficionados que acuden en estas tardes a Las Ventas en un ambiente familiar, festivo y alegre, muchos de los cuales pisan por vez primera una plaza de toros y descubren la magia de esta afición a través del toreo a caballo. Sin ir más lejos, una de mis hijas, ya aficionada "veterana" que lleva unos cuantos años acompañándome a estas corridas de rejones, amante del toreo a caballo, admiradora confesa de Diego Ventura y que hoy ha ido acompañada por tres niñas más que han disfrutado de una tarde triunfal y que han salido de Las Ventas con ganas de volver. Siempre lo he dicho, año tras año lo repito cuando escribo sobre estos festejos, son una oportunidad de oro para abrir las puertas a nuevos aficionados, la cantera que dentro de años tomará el relevo que les dejaremos los que ahora vivimos con pasión la Fiesta. Y lo que han visto cuantos han llenado Las Ventas ha sido una corrida dura, complicada, exigente y mansa de San Pelayo y a dos grandes figuras del rejoneo que han sabido lidiar con las tremendas dificultades que ha presentado, algo nada fácil, que exigía, como suele decirse, el carnet de torero y que para muchos del escalafón se habría convertido en una tarde imposible y terrorífica.
Lo de Diego Ventura es histórico, es el torero con mayor número de Puertas Grandes de Madrid a sus espaldas, seguido por S.M Santiago Martín "El Viti" con una menos, 14. Y lo que le queda al luso-sevillano. De momento el día 9 de junio en oro mano a mano con Andy Cartagena y en Otoño con una encerrona en solitario, casi nada. La cuadra que tiene es impresionante, su doma es una maravilla, la belleza de sus caballos y como llevan templado a los toros es un espectáculo fuera de serie. Impresionante como Campina o Lambrusco paran al toro de salida, como lo templan y lo encelan en su lomo, la manera de citar y colocar los rejones de castigo, portentoso. Pero claro, es que luego Ventura saca a Dólar, Lío o Fino en banderillas y lo raro es que no se ponga la plaza en pie. Llegan a la cara del toro con pureza, quiebran ante los pitones, se dejan llegar al toro hasta milímetros, las banderillas resultan de una espectacularidad suprema y salen del embroque con piruetas increíbles, todo con una belleza indescriptible. Y por si falta algo tiene un caballo de nombre Nazarí que es materia aparte, algo sobrenatural, una maravilla que tiene una elegancia suprema, ¡cómo llama la atención del toro y cómo se enfrenta a él!, torea de verdad, usa su cuerpo como una muleta, lleva al toro cosido a su lomo y su grupa y permite a Diego Ventura hacer auténticas diabluras incluso ante los toros más complicados, como han sido los de su lote de hoy, mansos, sin fijeza, huidizos, a los que había que hacerles absolutamente todo porque colaboraban lo mínimo, que se iban del caballo, que había que recogerlos y cerrarlos para evitar esa huida, parados, esperando, sin entregarse. Pero tanto caballero como caballos tienen clase, calidad y aptitudes que superan todas esas adversidades a base de torería y de darle todas las ventajas al toro, enorme mérito. Y para matar que mejor nombre que Remate, un precioso caballo albino que hace la suerte a las mil maravillas que ha permitido a Ventura colocar dos rejones de muerte fulminantes al primero y al quinto de la tarde que le han valido una oreja por cada toro y así traspasar a hombros por decimoquinta vez la Puerta Grande de Las Ventas.
Leonardo Hernández ha cortado una oreja de mucho peso al sexto y ha perdido otra con el segundo por el mal manejo del rejón de muerte, aunque creo que ha sido más cuestión de mala suerte que impericia ya que los dos primeros intentos han chocado con el palo de las banderillas y luego el rejón no se ha partido, un cúmulo de circunstancias que no creo que se vuelvan a repetir nunca. Ha tenido un lote sumamente complicado, con un toro que era un manso de solemnidad, que ha saltado al callejón nada más saltar al ruedo y lo ha intentado dos veces más, los otros dos sin fijeza, rehuyendo la pelea, parados, a la defensiva, soltando la cara, a los que ha tenido que hacérselo todo el extremeño. Digo lo mismo que con Ventura, que la cuadra de Leonardo me parece otra maravilla y que su doma es otro espectáculo, siendo yo un ignorante total en ese tema pero que lo veo como un simple aficionado al que la belleza de las cabalgaduras y lo que el rejoneador hace sobre ellas me parece increíble. Caballos como Estoque para templar al toro de salida y colocar los rejones de castigo, capaz de dar una vuelta entera al anillo venteño con los pitones del toro cosido su lomo, o como Picasso, otro que para los toros y los encela con una elegancia tremenda, con Calimocho, Sol y Despacio, auténticas joyas en banderillas, que quiebran en un palmo de terreno, dejándose llegar al toro hasta límites inverosímiles, y con otro caballo espectacular que es Xarope y que Hernández utiliza para la suerte suprema. La oreja que ha cortado al sexto ha sido más que justa y merecida por la inmensa disposición del pacense y lo bien que ha estado toda la tarde, muy torero, haciendo todo bien a tres toros a contraestilo ante los que ha estado muy por encima.
Hubiera sido una tarde redonda si Leonardo Hernández hubiera cortado la oreja del segundo, con los dos a hombros, la mejor imagen de la Fiesta, la del triunfo y la alegría, esa que nos gustaría ver cada tarde. Quince veces ha salido a hombros de Las Ventas el maestro Ventura, un hito muy difícilmente inigualable. Tan inigualable como el otro triunfo, el otro hito histórico que una hora y media después de los rejones ha culminado mi Real Madrid de baloncesto conquistando la ¡Décima Copa de Europa!. Unos auténticos maestros que, como Ventura, han vencido a todas las complicaciones que le han presentado sus oponentes y a un sin fin de adversidades y contratiempos a lo largo de toda la temporada. Los toros y el Madrid triunfando de la mano en el mismo día, ¡qué felicidad!.
Antonio Vallejo
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