La primera novillada anunciada este San Isidro apuntaba alto tras ver esta mañana los novillos a lidiar y los novilleros anunciados para tal efecto. Me llama la atención, por tanto, ver lo que me parece una pobre entrada (menos de 3/4 de plaza). No lo entiendo, de verdad, que ante un cartel atractivo respuesta sea tan tibia. Lejos quedan aquellos años 90 en los que las novilladas de San Isidro eran uno de los mayores reclamos para el público que llenaba la plaza esas tardes. La afición se crea desde la base y sólo cuidando la cantera de lo que en su día serán figuras. Nos quejamos de cómo está el escalafón de novilleros, de lo complicado que lo tienen para llegar ser matadores, de que les cuesta dinero y gran sacrifico salir adelante. ¡No me extraña!. Si son reconocidos novilleros, se anuncian en Madrid en pleno San Isidro y no acude el público....¡no quiero ni pensar lo que se encuentran estos muchachos por ahí!.
Pero vayamos a lo de hoy. Seis novillos de El Parralejo, procedencia Domecq Díez, de buenas hechuras, muy bien presentados, bastante parejos en líneas generales, serios y astifinos. De comportamiento noble en general, faltos de transmisión y emoción, eso sí, pero que, como suele decirse, han valido.
El primero del lote de Gonzalo Caballero es un toro. 521 kg, bien armado, serio, que sé que es novillo por la fecha de nacimiento, pero que da ciento y vuelta a muchos toros anunciados en tantas plazas. Lo recibe el madrileño a la verónica, el novillo mete la cara y da una voltereta completa. No sé si eso habrá influido en que posteriormente perdiera las manos y blandeara tanto al entrar al peto del caballo como a la salida del encuentro con el equino. Se oyen palmas de protesta ante la presumible falta de fuerzas del animal. Se le castiga poco en varas para no agrandar la protesta. En banderillas tampoco se emplea el novillo, resultando los pares colocados por Manuel Larios y Pablo Delgado, aseados, que suele decirse. Le da unos minutos de respiro el madrileño antes de tomar la muleta. Comienza la faena en redondo, templado, conduciendo la embestida del animal con suavidad, sin enganchones, dándole la distancia y el sitio que pide el novillo. Mete bien la cara el de El Parralejo, es noble, pero le falta un punto de emoción. Por el pitón izquierdo le cuesta más, se defiende y corta el viaje, quizás por su escasez de fondo. No se rinde Caballero y vuelve a la diestra. Con los pies clavados en la arena, sin moverse ni un milímetro del sitio, saca una tanda de pases con mérito, con valor, de verdad, que calientan a los tendidos. Rompen en aplausos y remata la faena con ceñidas manoletinas, nueva ovación. Toma la espada y deja una estocada entera de efecto inmediato. Fuerte ovación y petición de oreja que el presidente considera insuficiente. Yo no he contado los pañuelos que había en proporción al público, pero la estocada era de oreja, la faena ha sido limpia, ha hecho bien las cosas, ha sacado lo que tenía el novillo y, ¡qué demonios! es un novillero. Aún le queda a Caballero el cuarto para sacarse la espina. Ese cuarto se llama "Espléndido". Desde luego que bonito es, y mucho. Un castaño de 491 Kg, armónico, cuajado, serio, algo menos aparatoso de cuernos que sus hermanos, pero un tío. Mansea sin embargo en el caballo, hace cosas feas, haciendo sonar el estribo, sale suelto doliéndose del puyazo. Lucido quite por lopecinas el que deja el madrileño, bien ejecutado, con limpieza, que gusta mucho en los tendidos respondiendo con fuerte ovación. Deslucido tercio de banderillas, de trámite. Pero va a por todas. Brinda al público y se dirige a la segunda raya en terrenos del 8. Allí recibe al novillo por estatuarios, que va, repite, tiene movilidad. Remata la serie con un trincherazo por el pitón izquierdo de bella factura. Suenan las primeras palmas. Sigue toreando en redondo, con largura, bajando la mano. Cambia a la mano izquierda, pero los naturales no tienen la misma calidad. El de El Parralejo corta más el viaje y busca, hay menos claridad en su embestida. De nuevo por el derecho sube el tono de la faena. A medida que se apaga la fuerza del astado acorta la distancia el madrileño, que acaba exponiendo entre los pitones, todo de verdad. En un descuide se descubre y el novillo le voltea sin que aparentemente lleve cornada, pero el costalazo ha sido de órdago. Se levanta y sigue como si nada, vuelve a estar entre los pitones y le arranca los últimos muletazos con gran mérito, arrojo y valor, cerrando la faena con manoletinas ceñidísimas que arrancan otra gran ovación. Le queda rematar con la espada, y lo sabe. Se perfila para entrar a matar, tira la muleta al suelo y se lanza a cuerpo limpio sombre el morrillo, resultando volteado de nuevo. Pero ha dejado una estocada entera, que precisa del descabello para que el novillo ruede. Petición esta vez sí mayoritaria y oreja concedida entre protestas de parte del público. ¿Justa, merecida?. No lo sé, no soy quién para juzgarlo. El público la ha pedido y el reglamento lo dice claro: hay que concederla. ¿Mi opinión?, que en conjunto, por sus dos faenas, su valor y arrojo y sus dos estocadas, merece al menos una oreja.
El primero del lote de Fernando Rey es un buen novillo, de buenas hechuras, serio y astifino, que permite al malagueño lucirse en el toreo a la verónica y con unas elegantes chicuelinas al paso muy ceñidas para llevar al toro al caballo, todo hecho con gusto, con maneras de buen capotero. Pica este toro nada menos que Oscar Bernal, quien recibió varios premios al mejor puyazo el pasado año. Se le protesta por parte del 7 la colocación en le primer puyazo, pero pica bien y señala en el sitio en el segundo encuentro. El toro cumple tanto en el tercio de varas como en banderillas, con buenos pares a cargo de Antonio Molina y Jose Antonio Prestel, ovacionados ambos subalternos. Brinda el malagueño al doctor Máximo García Padrós, auténtico ángel de la guarda para los toreros, excepcional cirujano y gran persona, además de magnífico aficionado. De bien nacidos es ser agradecidos y Fernando sabe lo que le debe al doctor. Comienza la faena con gusto, doblándose con unos ayudados por bajo de gran plasticidad. Le da distancia al novillo que mete la cara con clase, lo lleva largo, muy templado, haciendo las cosas muy bien, con técnica y estética. Torea bien el de Torremolinos, sí señor. Por el izquierdo no lo ve tan claro, pese a ello le saca naturales de mérito, aunque sueltos, sin ligazón. Por ponerle un pero, apuntar que larga un tanto la faena, pero hay que entender que se presenta en Madrid, es su primer novillo y está templado, disfrutando, ¡es un novillero, por Dios!. Mata de pinchazo arriba y entera recibiendo una ovación que recoge desde el tercio, que se suma a la fuerte y merecida ovación al buen novillo en el arrastre. El quinto de la tarde, segundo para el malagueño Fernando Rey es un ejemplar de 524 Kg, precioso, con trapío, astifino, magnífico de presentación. Bien otra vez el malagueño con el capote. Torea muy bien a la verónica este muchacho. El tercio de varas es un desastre. ¿tan difícil es que alguno de los subalternos fije al toro, novillo en este caso, en el burladero del 6 para que no salga suelto al picador que guarda puerta?. Al toro hay que picarlo contra querencia, ¿de qué sirve este tercio si se pica en la puerta de toriles?. Pues eso es lo que ha ocurrido en le primer puyazo de este novillo, que se ha ido suelto al caballo de Bernal sin que nadie lo impidiera. Buen tercio de banderillas, sin embargo, a cargo de Joselito Rus, que ha colocado un magnífico tercer par. Comienza la faena de muleta con ayudados por alto, rematando con una trinchera de mucho arte. Pero creo que este novillo requería bajarle la mano y llevarlo muy metido en la muleta, por la tendencia del animal a echar la cara arriba. A lo mejor es que también había que haberlo picado bien, vamos, digo yo. El resultado es que el trasteo carece de emoción y el malagueño no acaba de encontrar el sitio. Mata de estocada entera trasera, por lo que tarda en doblar el novillo. Palmas para despedir al novillero.
Francisco José Espada venía con le cartel de triunfador el pasado San Isidro, toda una responsabilidad. Su primer novillo, "Amante", un colorado de 474 Kg ha sido, para mi gusto, el más bonito de la corrida; bellísima estampa, magníficamente presentado, serio y astifino como sus hermanos. Sale con brío, entra al capote del de Fuenlabrada con clase, permitiendo lucirse en el toreo a la verónica. Cumple bien en el caballo, se emplea y empuja con cierta codicia, aunque "El Legionario" deja dos puyazos algo traseros. Aprovecha su turno de quites Gonzalo Caballero, luciéndose por gaoneras. En banderillas sigue con movilidad, permitiendo a Jose Daniel Ruano colocar un buen par. No es fácil el novillo, pero creo que tenía más de lo que se ha visto. No es que fuera un dechado de virtudes, pero creo que había que hacerle muy bien la cosas para lograr meterlo en la muleta. Comienza la faena en terrenos del 10, junto a las tablas, sacándolo hacia fuera. Es fácil decirlo desde arriba, pero creo que era un novillo al que había que bajarle la mano para someterlo, llevarlo muy toreado en la muleta y rematar hacia dentro, para evitar el defecto a salir suelto al final del muletazo. Por eso creo que la faena de Espada ha quedado desdibujada, falta de emoción, sosa. Y, cuando a un novillo no se le rectifican los defectos desde el principio, ya sabemos cómo acaba, multiplicándolos, defendiéndose, cortando la embestida, desluciendo cualquier intento de faena. Y eso creo que ha pasado con este animal. No ha gustado tampoco que alargara la faena toreando en corto, muy encima del novillo, algo que no es del agrado de Madrid. Con la espada tampoco ha estado bien, estocada trasera y caída. Silencio con algún pito para su actuación en el primero. El sexto, segundo del lote del fuenlabrense, posiblemente ha sido el más deslucido de toda la corrida, tanto en presentación, serio y astifino, pero un poco alto, descabalgado, menos armónico de hechuras que sus hermanos. Y el comportamiento tampoco ha sido el deseable. No ha lucido nada de salida, sin romper en el caballo. Mejor en el tercio de banderillas, pares limpios, bien ejecutados, en la cara del novillo, a cargo de José Aponte "Candelas" y David Saugar "Pirri". Brinda al público. El inicio de faena sube el tono. Por bajo, doblándose, el toro va largo, repite, deja el madrileño buenos detalles toreando por el pitón derecho. Va bien el novillo pro ese pitón, mete la cara con nobleza, persigue el engaño una y otra vez. Así como por el izquierdo se complica más y no embiste con la misma claridad, creo que Espada ha desaprovechado un muy buen pitón derecho, en algunos momentos incluso de ensueño por cómo ha metido la cara el animal. ha finalizado la serie con las ya clásicas manoletinas, sin demasiada limpieza. Mata de estocada entera aunque algo delantera y caída. Silencio final para su actuación.
En fin , que novilladas como las de hoy creo que merecen más atención por parte del público. Novillos muy serios, magníficos de presentación, con nobleza, que les faltaba un punto de emoción, sin duda, frente a tres novilleros contrastados, con una oreja cortada por Gonzalo Caballero premio a su actuación en conjunto a lo largo de la tarde. ¡Por cierto!, con esta son cuatro orejas en cuatro festejos, buena media. Si esto sigue así.....
Antonio Vallejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario