Muchos días me habrán oído, o mejor, leído, sobre lo que hablamos en el tendido, las impresiones que intercambiamos sobre lo que vemos, chascarrillos, apuntes de los que aprendo muchísimo gracias a los buenos aficionados que nos reunimos a diario. Pero lo de hoy ha sido un auténtico lujo. Solo así puede calificarse haber disfrutado de la tarde junto al maestro José Miguel Pérez Prudencio, "Joselillo",quien el pasado sábado 16 de mayo cortó dos orejas a dos toros de Hdros. Baltasar Ibán, precisamente en Talavera de la Reina, en la fecha que se cumplían 95 años de la muerte de José Gómez Ortega, el gran "Joselito", en esa misma plaza. Un lujo y un auténtico placer escuchar sus comentarios, sus puntualizaciones, anécdotas, matices, cada palabra que dice tiene un sentido, el sentido del que lleva el toreo en la sangre, el sentido del que sabe lo que es estar en la arena frente a un toro, el sentido que solo puede dar un torero. Gracias por esta tarde, maestro, en la que he disfrutado de los toros como hacía mucho tiempo, rodeado de amigos, grandes aficionados y un gran profesional. Un lujazo.
Se anunciaban seis toros de Alcurrucén, encaste Nuñez. Correctos de presentación, algo desiguales quizás, primero y cuarto posiblemente los más completos en cuanto a presencia, protestado el tercero por poca cara. En cuanto al juego creo que ha sido una corrida en la que había que hacer algo que es fundamental, lidiar, y hacerlo bien para luego torear. Destacan segundo y quinto, ambos aplaudidos en el arrastre, se dejaban hacer tercero y sexto, siendo los más deslucidos primero y cuarto. Curiosamente, el reparto de virtudes y defectos para el toreo coincide con el reparto de los lotes. El peor lote la ha correspondido al balear Antonio Ferrera, manejable el de El Capea y, sin duda, se ha llevado el mejor lote el francés Juan Bautista, que componían la terna anunciada.
Comentaba antes de la corrida el miedo a las condiciones meteorológicas. Si bien no ha llovido, la tarde ha sido realmente desapacible, tal como apuntaba, con un viento que, además del frío que que nos ha hecho pasar en los tendidos, ha sido otra vez más el mal compañero de viaje al que nunca queremos ver aparecer en la plaza. Otra tarde en la que había que buscar los terrenos del sol, allá por el tendido 5, para encontrar donde escapar de la fuerza de Eolo.
Mala suerte en el sorteo para Antonio Ferrera. Le ha correspondido lo peor del encierro, sin duda. Su primero es el más grande de la corrida. Alto, serio,toma el capote de Ferrera repitiendo. Lo lleva el balear al caballo por bajo, conduciendo al toro, muy en su estilo lidiador. Es el balear un torero al que se le podrán reprochar cosas, pero nunca desconocimiento de los terrenos y capacidad como lidiador. El primer puyazo lo toma bien el Alcurrucén, es largo. Lo saca Ferrera del caballo y le receta unas verónicas muy suaves, como meciendo al toro. Banderillea el matador, lo habitual. Bueno el primer par. Con ventaja, a toro pasado, los otros dos, lo que despierta las protestas de parte del público. El toro parece que se desplaza en los primeros muletazos por bajo, sometiendo al animal, realizando ese toreo con los pies tan típico de Ferrera. Por el pitón derecho no consigue acoplarse. Embestida bronca del de Alcurrucén, con genio, echa la cara arriba, engancha la muleta, se le protesta la colocación, fuera de sitio, sin cruzarse al pitón contrario. Por el pitón izquierdo tampoco ayuda el animal. Naturales sueltos sin emoción, con el torero poniendo voluntad, pero sin conseguir transmitir. Va acortando la distancia en función de la falta de fuerzas y movilidad del toro, se mete entre los pitones y ejecuta dos circulares por la espalda que le son reprochados, no gusta. Nada más que hacer a "Amoroso". Mata a la primera de entera bien colocada. El toro dobla y.... ¡entra en acción el puntillero!, que tiene que dar hasta nueve golpes de puntilla para terminar con la vida del animal, levantando al toro entre medias. A este paso se va a convertir en la feria de los puntilleros resucitadores. ¡Qué razón tenías, Raúl!. A todos esto, Angel Zaragoza, puntillero de Las Ventas, en le callejón. ¡Ahí lo dejo!. Silencio para Ferrera. Bien armado por delante el segundo de Antonio, "Arrogante", astifino, abrochado de cuernas. Deslucido, suelto, poco válido en los primeros tercios. Se va él solo al caballo que guarda puerta, lidia desordenada, algo raro en Ferrera, buen lidiador a mi juicio, como ya he dicho. Para mi gusto coloca mejores pares de banderillas en este toro, con menos ventaja, con un tercer par al quiebro, hacia dentro, hacia las tablas, muy aplaudido. Realmente es un portento físico el balear. El toro tiene poca raza y poca clase. Faena deslucida, sosa, que no conecta con los tendidos, ante un toro que no pone nada de su parte para el lucimiento. Se mueve mucho Ferrera, muchos pies, parece ir a cámara rápida. A medida que se apaga el Alcurrucén se va asentando más, pero la faena ya no levanta el vuelo. Sigue con voluntad Ferrera y se le reprocha que prolongue la faena. Mata de dos pinchazos y entera. Silencio.
Pedro Gutiérrez, El Capea, ¡vaya apellido y vaya nombre en los carteles!, se ha enfrentado a dos toros que han sido manejables, escasos de fuerzas, eso sí, pero a los que había cosas que hacer y torear. Su primer toro, "Cumbre-Roja" es protestado de salida por escasa presencia. Mal juego en los primeros tercios, con tendencia a irse, distraído, suelto, con lo que cercen las protestas. Toma dos varas largas, que desgastan al animal. Banderillas poco lucidas, de sobaquillo a cargo de Pedrito de Mérida y un tercer par más correctamente ejecutado por Ricardo Izquierdo. Inicia la faena El Capea con ambas rodillas en tierra, no responde mal el toro, se desplaza con cierta alegría. Torea algo descolocado, al hilo del pitón, fuera de sitio, sin rematar el muletazo, con enganchones a la tela del salmantino. Si hay algún pitón aprovechable es el derecho. Por ahí se deja algo más el Alcurrucén, es más manejable, pero no acaba de acoplarse El Capea, sin que desde los tendidos se le dé valor a lo que hace. Mata de dos pinchazos y entera. Silencio. El segundo de su lote salta al ruedo a las nueve menos cinco, ya anocheciendo, con un vendaval frío y desagradable. Es bizco del pitón izquierdo, distraído como su hermano. Torea a la verónica, bien, pero no cala en los que aún resistimos en los asientos pese a lo desagradable de la noche. Se le castiga duro en la primera vara, pero "Guitarra" empuja, mete los riñones. Sale suelto, sin fijeza. En banderillas tampoco dice nada, pares aseados, sin más. Brinda al público. Se dobla con el toro. Flexionando la rodilla le pega tres pase largos bajando mucho la mano, sometiendo mucho al toro. Quizás este inicio haya castigado bastante al animal, que ya venía de dos puyazos largos. A partir de ahí se ha notado un apagón del Alcurrucén. Se le complica la faena a Pedro, no encuentra la distancia para citar al toro, se le reprocha de nuevo la colocación y escucha pitos. Poca emoción, lo intenta pero no engancha el salmantino. Alarga la faena, hace frío, se hace tarde.... ¡vaya cóctel!. El público se impacienta, le pide abreviar. mata de pinchazo más entera a este toro que, a lo mejor, con una lidia más correcta y picado en su justa medida, pudiera haber dado más juego, porque cualidades sí parecía que tenía, y era manejable. Silencio.
Juan Bautista se ha llevado los dos mejores toros de la tarde, segundo y quinto, "Palillo" y "Peladito", respectivamente. Sale bienel primero, toma el capote del francés, quien deja unas verónicas de recibo aplaudidas. Bien el picador Francisco María en el primer encuentro, empuja el toro. Más trasero el segundo puyazo, se ha ido a buscar al toro a las rayas del tercio, le tapa la salida, siendo reprobado por parte del público. Coloca Rafael González dos buenos pares de banderillas, recibe aplausos. Brinda al público. Se va hacia el 5, donde parece que el viento molesta menos. Primeros tanteos con la muleta muy baja, a ras de suelo, barriendo la arena, bonitos, aplaudidos con ganas. Tiene clase el pitón derecho del animal. Mete la cara con calidad y sigue la muleta con prontitud, repitiendo. Redondos bien llevados por el francés, largos, sin que le toque la tela, bien colocado, culminados con un cambio de mano de gran calidad, con mucho arte. Olé. Menos clase por el pitón izquierdo, pero poniéndole la muleta en la cara, llevando al Alcurrucén muy toreado, le consigue sacar algunos naturales de buena factura. Baja el nivel de la faena, se le acaban las fuerzas al toro, se defiende, enganchones y deslucimiento final. Mata de trasera algo caída y descabello. Silencio. Los primeros compases del quinto de la tarde, segundo del lote del de Arles, son caóticos, de desorden absoluto. Va a su aire, suelto, de allá para acá, da la vuelta al ruedo él solo. En estas se encuentra a los dos varilargueros nada más salir por la puerta del patio de cuadrillas. Allí arremete contra ambos, que señalan dos puyazos como pueden. Sigue a su bola, suelto, sin ninguna fijeza.Cuando por fin consiguen colocarse los dos picadores se le castiga duro en el caballo que monta Francisco Ponz "Puchano". Sigue siendo desordenado el tercio de banderillas, a pesar de lo cual Rafael Viotti coloca dos pares de mérito. Hace dos días también destacó en banderillas. Otro de plata que sumar a la lista de los que lo están haciendo bien en esta feria. Sinceramente, viendo el comportamiento del toro, no me esperaba lo que Juan Bautista ha sacado de él. Ha roto en la muleta del francés, quien lo ha entendido muy bien. Por el derecho ha dejado series de derechazos muy templados, bajando la mano, con mucho sabor, muy relajado el torero. Por el izquierdo también ha conseguido sacar una tanda de naturales muy buena, que apuntaba alto, pero en el momento decisivo, en le pase que podía marcar el despegue definitivo de la faena, le ha pisado la muleta y le ha desarmado. Justo en el momento clave de la faena, tal como me apunta y enseña el maestro Joselillo. ¡Un lujazo de clase particular para ver lo que solo un profesional como él puede descubrir!. No pierde la compostura el francés, que por ese pitón sac aún varios naturales muy aplaudidos. Adornos finales para cuadrar al toro. Literalmente revienta al Alcurrucén con un espadazo que hace rodar al animal sin puntilla. Fuerte ovación para Juan Bautista con petición insuficiente, dando una merecida y ganada vuelta al ruedo, de esas que toda la vida se han dado, con el valor que tiene una vuelta al ruedo en Madrid, una costumbre que, desgraciadamente, se está perdiendo sin que sepa por qué, aunque intuyo de donde parte la manía de protestar con vehemencia cuando un torero trata de dar la vuelta al ruedo tras una buena faena, pedida pero no recompensada con oreja. Por cierto, ambos toros del lote de Juan Bautista han sido ovacionados en el arrastre.
Así pongo fin al relato de un lujo de tarde a pesar del viento y el frío, gracias a la compañía de un amigo, Raúl, y de un maestro, Joselillo, que nos ha embelesado con todos y cada uno de sus precisos comentarios. ¡Así da gusto!
Antonio Vallejo
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