Antes de nada, pedir perdón y disculpas por un garrafal error cometido por mi parte. Escribía esta mañana sobre los toros lidiados por la tarde y hablaba de "la cuarta de abono". Como excusa podría decir que era la cuarta corrida de toros, pero sería una excusa pueril, infantil diría yo, porque dejaría de lado la novillada de ayer. Por tanto, la de hoy ha sido la quinta de abono. Corregido el error, espero clemencia.
Tal y como apuntaba etsa mañana, tenía muchas dudas acerca del comportamiento de los toros de Pedraza de Yeltes. Lo que se intuía se ha convertido en una realidad. Corrida mastodóntica. 686 kilos son una barbaridad, 639 y 626 también, 597 son muchos, excesivos, 574 es algo más razonable y 547 es un peso que, según las hechuras del toro, puede ser un muy buen peso. Esos eran los pesos de los seis ejemplares de esta tarde y, curiosamente, el mejor, el más bonito en mi opinión, el que más se ha movido, el que ha permitido torear y, si no falla a espadas, ha sido el tercero, el de menor peso, que no por ello menos presencia, porque era un señor toro, serio y con trapío, como debe ser un toro. Así que mis dudas sobre si los astados iban ser capaces de mover semejante volumen se han disipado: NO.
Otro punto de interés que señalaba esta mañana era ver actuar a la cuadrilla de Javier Castaño. También se han cumplido las expectativas, en este caso para bien. Buena actuación de Fernando Sánchez, fuertemente ovacionado, y "Tito" Sandoval en varas y magnífico tercio de banderillas en el quinto a cargo de Angel Otero y Fernando Sánchez, obligados a desmonterarse y saludar tras la clamorosa ovación recibida.
Por tanto, lo que tenía que pasar, pasó. Para bien y para mal.
Abría plaza "Brigadier", un colorado de 626 Kg. Toro grande, ¡cómo no con ese peso!, serio, con dos buenos leños. la impresión que da en el capote de Javier Castaño es que le cuesta moverse, echa las manos por delante, no parece sobrado de fuerzas, incluso dobla las manos al bajar el capote el leonés toreando a la verónica. En varas parece que se anima. Se arranca al caballo con más brío, el topetazo es brutal con tantos kilos en movimiento. Agarra bien Fernando Sánchez, es derribado en el primer puyazo, pero ejecuta bien la suerte y es despedido con aplausos al retirarse por el callejón camino del patio de cuadrillas. Entra al quite paco Ureña por chicuelinas rematada por una lucida revolera. Se esperan las banderillas, se espera con ilusión al la cuadrilla de Castaño ene ste tercio. Y no han defraudado. Marco Galán coloca dos pares de buena ejecución y colocación. Pero es Fernando Sánchez el que hace las delicias de los aficionados. Gran par, andando despacio hacia la cara del toro, arrancándose y asomándose al balcón como mandan los cánones, reuniendo los palitroques en lo alto, saliendo airoso de la cara del animal, con torería. Merecida ovación para el de plata. Otra merecida ovación la recoge Angel Otero al sujetar al toro en el burladero de cuadrillas llevándolo a punta de capote, sin dar un capotado de más, mientras el matador cumplimentaba a la Presidencia antes de iniciar la faena de muleta. Algo que parece tan sencillo resulta cada día más difícil de ver, pero mientras haya toreros como Otero podermos seguir disfrutando de las cosas bien hechas. Gran subalterno el que ha fichado Castaño esta temporada. Comienzo de faena flexional la rodilla, para someter al toro que tiene tendencia a echar la cara arriba. La embestida es incómoda, a pesar de lo cual consigue sacar dos redondos de clase. Pero a la faena le falta continuidad, veo desconfiado a Castaño, incluso llega a desarmarle. Al natural está fuera de sitio, no consigue rematar el pase, se escuchan protestas por la colocación. Vuelve al pitón derecho, el único que tiene el toro. Por ahí se muestra ahora más manejable, le saca algún derechazo suelto pero falta emoción por la sosa embestida del de Pedraza. poc más que hacer. Mata de pinchazo, estocada entera algo trasera y dos descabellos. Silencio para el torero y tímidas palmas para el toro en el arrastre. El segundo del lote del leonés criado como torero en Salamanca se llama "Hurante". Otro bicho grande, 639 Kg, ¡casi ná!. Como su hermano, parece escaso de fuerzas, o pasea de peso, que a veces viene a ser lo mismo, o al menos parecido. No luce en el capote de Castaño, lleva la cara alta y también echa las manos por delante. Pierde las manos, y para evitar problemas echa el capote arriba. Entra al caballo con fuerza. Bien agarrada o el puyazo de Sandoval, delantero, pero el empuje del toro derriba al caballo de manera aparatosa. En este momento se viven momentos de desorden, desconcierto y, finalmente, de auténtico bochorno (mayor que el climatológico de la tarde) para la primera plaza del mundo. No había manera de levantar al caballo. Pasaban los minutos, más de diez, y el equino seguía tumbado incapaz ponerse en pie. Y digo yo, ¿no podían haberle quitado el peto antes?. En cuanto se ha hecho eso por parte de los monosabios el caballo se ha levantado tan pancho. Y mientras decidía qué hacer, ¿por qué no se ha llevado al toro al caballo que guardaba puerta?: Por supuesto que todos sabemos dónde hay que picar al toro, pero hay situaciones en las que el picador que guarda puerta está justificado que actúe. Al final así ha sido, segundo puyazo a cargo de Fernando Sánchez. No voy a repetir lo que ya he contado sobre el tercio de banderillas con Angel Otero y Fernando Sánchez. Magistral. Entre el desorden en varas, el castigo recibido y las condiciones del toro no es difícil imaginar que a la faena de muleta le iba a costar tomar vuelo. Trasteo carente de todo, de arte, de emoción, insulso, tedioso, desconfiado, fuera de sitio. mata estocada casi entera, trasera y atravesada, pero que al menos hace doblar al animal. Pitos para Castaño.
Hacía su segundo paseíllo en este San Isidro el murciano Paco Ureña. Su primer toro, "Norteño", de 574 Kg, de buena presentación y mejores hechuras, serio y astifino, sale suelto, sin fijeza, sin querer tomar el capote de Ureña. No permite el toreo a la verónica. Se cambia el tercio y se arranca con ganas al caballo, empuja, encelado en el peto, dejándose pegar. Aprovecha Juan del Álamo su turno de quites a la verónica, rematando con dos buenas medias, sobre todo la primera, con las manos muy bajas. Banderillas de trámite a cargo de Víctor Hugo "Pirri" , que clava trasero a toro pasado, y Alvaro López "Azuquita". El comportamiento del toro en la muleta del murciano es carente de emoción. Lo intenta Ureña por ambos pitones, pero el recorrido del animal es corto, falto de fondo, pierde las manos, corta el viaje, se revuelve y, en un descuido del matador, se descubre y resulta volteado. Se repone del susto y la paliza y vuelve a la cara del toro. Acorta la distancia, demasiado, pases sin emoción, con el toro parado, amorcillado, agotado, no puede con su alma. No gusta este toreo en Madrid y s escuchan protestas de los tendidos que le piden que abrevie. Finaliza con manoletinas de más protestadas por el público y mata de entera caída. Silencio con tímidas palmas de cariño. Tiene que pasar a la enfermería y, par poder reponerse y salir de nuevo en condiciones, dej apara el sexto lugar al segundo de su lote, "Caralinda", de 597 Kg, negro, de muy bella planta, muy serio. Sale sin fijeza, sin permitir lucimiento en el capote de Ureña. Se le pica mal, trasero, puyazos largos, mucho castigo para el de Pedraza que pierde las manos al salir del caballo. Aseado, sin más, el tercio de banderillas a cargo de Curro Vivas y "Azuquita". Pasaban quince minutos de las nueve de la noche cuando comienza la faena de muleta el murciano. Inicia toreando en redondo, sacando dos buenos pases por el pitón derecho. Peor el toro se apaga, se vuelve andarín, cabecea, se defiende. Está voluntarioso Ureña, pero no consigue trasmitir emoción a unos tendidos ya poco poblados y con sensación de fatiga ante lo visto al largo de la tarde. Se empeña en alargar la faena, algo que desespera aún más a los tendidos. Se arrima, se eleva el nivel de la protesta, otra vez resulta volteado. Se le pide, se le suplica que tome la espada y pasaporte al animal . Por fin mata de pinchazo y entera trasera caída. Silencio para la actuación del murciano.
Juan del Álamo es de esos toreros que han caido de pie en Madrid. Cierto es que ha cortado un trofeo en cada una de sus últimas seis actuaciones. Se le esperaba con ganas en su segundo y también último paseíllo (eso si no hay sustituciones futuras). El primero del lote del salmantino se llama "Joya", y ha hecho honor a su nombre. Colorado, de 547 Kg, el de más bonita estampa de toda la corrida, en tipo, muy serio, astifino, terminado en puntas, ligeramente hacia arriba, perfectamente presentado, armónico. En resumen, eso es trapío. Por algo ha sido el más aplaudido nada más saltar a la arena. Y en Las Ventas se sabe reconocer cuando sale un buen toro. Para colmo ha salido con movilidad y fijeza en el capote de del Álamo, que lo torea a la verónica arrancando los olés del respetable. Bellísima, además, la media de remate. Entra con alegría la caballo de Paco María, que coloca dos buenos puyazos, siendo ovacionado al retirase por el callejón. Sale bien del peto esta "Joya", sigue toreando a la verónica del Álamo, coreado con más olés. Corercto tercio de banderillas, ejecutado con limpieza por Agustín Serrano y Javier Gómez Pascual. Ve Juan del Álamo las condiciones del toro y se va a brindar al público. Inicio de faena muy torero, combinando ayudados, tirncherazos y pases desmayados mirando al tendido. Suena de nuevo los olés y las palmas. Toreo de altura en redondo a cargo de Juan del Álamo, con largura, temple, sin un solo enganchón, con la mano baja, ligando los muletazos, rematados hacia dentro, como debe ser, bien colocado. Por el pitón izquierdo no se queda corto el salmantino, recetando naturales de empaque. El toro repite, mete la cara con clase, es noble el animal, ¡es muy buen toro!. Adornos finales de gran valor estético que calientan a los tendidos. Sabe que tiene la oreja en su mano, pero deja una estocada fulminante pero defectuosa por delantera y desprendida que hace que se esfume el apéndice. Madrid tiene esto. Se puede torear bien, muy bien incluso, y se puede matar a la primera de forma efectiva, pero si se hace de manera defectuosa, no vale. Lo que en cualquier otra plaza sería una apoteosis en la primera plaza del mundo se queda en ovación. Madrid es Madrid por algo, y los triunfos en Madrid valen lo que valen por algo. El sexto de la tarde salta en quinto lugar al correr turno por la cogida de Ureña. Se llama "Bellito", de 686 Kg. Lo que sale a la arena no es un toro, es un buey. Enorme, para mi gusto feo, desproporcionado, aspecto de búfalo por el morrillo. Y las condiciones que demuestra desde los primeros tercios no permiten soñar grandes cosas. Poca fuerza y muchos kilos, dobla las manos en el capote, poco lucido. Entra al caballo y se duerme bajo el peto, empuja pero sin codicia. En banderillas pasa sin pena ni gloria, sin empleares ni apretar. Con estos mimbres no es difícil adivinar que el cesto no va a ser de los mejores que pueda uno ver. Embiste sin emoción, al tran-tran, no dice nada. Realmente no tiene ni un pase. No obstante lo intenta del Álamo por ambos pitones, pero no hay donde rascar. Abrevia con la espada y pasaporta al toro con una entera de efecto fulminante. Silencio para despedir al salmantino.
Igual que sabemos que no solo de pan vive el hombre, no solo de kilos vive la Fiesta. Ejemplo, el tercer toro, "Joya", que con 547 Kg ha sido una ídem y que, si no falla con la espada Juan del Álamo, se hubiera ido al desolladero sin, al menos, una de sus orejas.
Antonio Vallejo
P.D: La aclaración inicial ya está corregida en este blog, como habrán visto
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