jueves, 28 de mayo de 2015

Vigésiomprimera da San Isidro: De resaca


Volvíamos a Las Ventas comentando en los corrillos previos la enorme faena de Sebastián Castella a "Jabatillo" apenas 24 horas antes. Emocionados aún recordando la borrachera de toreo que se dio monsieur Castella y la borrachera de toreo con la que nos acostamos ayer. Y claro, ya se sabe, cuando uno se excede, al día siguiente no rinde. Es lo que tiene el estado resacoso a nuestra edad.

Casi lleno en la plaza, con algunos claros en gradas y andanadas del sol, al reclamo de una ganadería de prestigio, la de Victoriano del Río, procedencia Juan Pedro Domecq, y tres toreros de cierto nombre, Diego Urdiales, David Fandila "Fandi" e Iván Fandiño. A  priori había motivos para pensar en una tarde en la que pasarían cosas, en la que incluso podría seguir aumentando el casillero de trofeos, que, si  mis cuentas no fallan, va ya por 25 entre toreros de a pie y a caballo. Pero todo se ha venido abajo en una tarde calurosa, propia de estas fechas, en la que creo que hemos sufrido la resaca de la borrachera de ayer.

Poco, muy poco, se puede rescatar de lo que hoy hemos, iba a decir visto, más bien padecido, en Las Ventas. Ha sido una tarde plana, sosa, incluso aburrida, lo peor que podemos decir. Toros de buena presentación, alguno asustaban por veletos y astifinos, ¡vaya velas!, aunque algo desiguales. Por ejemplo, un tercero con una cornamenta exagerada y desproporcionada, a mi modo de ver, para la caja que portaba. Para mi gusto, toros cuajados, serios, de muy buenas hechuras, muy armados, el primero (muy abierto de pitones), cuarto y sexto. Pobre juego en general, aunque podemos salvar de la quema y destacar algo del segundo, el de mejores cualidades en la muleta, tercero, noble y manejable, y los complicado quinto y sexto, a los que creo se les podía haber sacado más. Pero, aunque parezca lo contrario contado así, han dado pocas posibilidades para el lucimiento de los tres espadas.

Tampoco se puede decir que Urdiales, Fandi y Fandiño  hayan tenido su mejor tarde. Es cierto que el material con el que se han topado no es el que todo torero desea pero, francamente, creo que les ha faltado algo, no creo que falta de ganas, voluntad o disposición, pero no les he visto con chispa, incapaces de entender y acoplarse a lo que los toros de hoy requerían, sin ser precisamente una maravilla. Atropellados a veces, sin dominar las embestidas de los de Victoriano, sin sitio. Parecían tan resacosos como estábamos nosotros. Poco a poco nos han ido sumiendo en el aburrimiento, por la poca, escasa, mínima emoción de sus faenas. Algún lance suelto con el capote, pero puro espejismo, porque ninguno de los tres alternantes han lucido en el toreo de capa.

Mal, muy mal en general el tercio de varas durante toda la tarde. Picadores realizando la suerte fuera de sus terrenos, puyazos traseros, mal colocados y rectificados, unos muy largos y con mucho castigo y otros solo señalados,  "puyitas" podríamos llamarlas, con el lógico enfado del público. Tan solo destacar las palmas a Víctor Hugo "Pirri" picando bien al primero de Urdiales, una vara aplaudida por frenar bien al toro que se arrancaba de largo al caballo de Diego Vicente en el segundo de la tarde, primero de Fandi, y una pelea en el caballo de Manuel José Bernal con más fijeza del sexto, segundo de Fandiño. Si de un mínimo de doce puyazos posibles destaco tres siendo generoso, podemos hacernos una idea de lo que ha sido el tercio de varas.

Tampoco es que el tercio de banderillas haya sido la alegría del siglo. Fandi ha tirado de su repertorio y sus portentosas aptitudes físicas para colocar seis pares de los que salvo quizás el primero de su primer toro, más de poder a poder, cuadrando más en la cara y reuniendo bien. Los demás con ventaja, a toro pasado, sumados a los habituales de la moviola y el violín. Como cada tarde que viene a Madrid, parte del público se rompe a aplaudir y otra silba al granadino. Disparidad de criterios, Fandi tiene su público y es muy respetable, pero particularmente busco más cosas que una exhibición atlética. Sí que se ha lucido en sus pares Miguel Martín en el sexto y Pedro Lara y Jesús Arruga, respondiendo montera en mano a la ovación, en el tercero de la tarde, es decir, la cuadrilla de Iván Fandiño.  El resto de pares, digamos que aseados, sin excesiva brillantez, con oficio, correctos, sin más.

Y nos queda el capítulo de las faenas de muleta. A mi modo de ver todas cortadas por el mismo patrón. Muchos pases, gran cantidad pero limitada calidad de los muletazos. Faenas planas, sin emoción, pases y más pases, en la mayoría de los casos toreando al hilo del pitón, fuera de sitio, sin acoplarse a la embestida de los animales, que si bien era bronca, cabeceando echando la cara arriba, cortando el viaje, sin celo en la muleta en líneas generales, sí que segundo y tercero han mostrado cualidades de prontitud y manejabilidad en la muleta que creo no han sido bien aprovechadas por Fandi y Fandiño. Igual que quinto y sexto, bruscos pero a los que creo que buscando un poco mejor la distancia y dando un pasito más se les podía haber sacado algo más de partido. Tono discreto el de las seis faenas, un tanto vulgar, anodino, de esos días en los que decimos eso tan triste en los toros como es "no ha pasado nada". Lo peor en este aspecto se lo ha llevado Fandi, que ha tirado por la calle de en medio en el quinto, al que no ha querido ni ver, con la consiguiente pitada, rayando en bronca.  Como la tarde iba como iba, la suerte suprema sólo nos ha dejado una buena estocada de Fandiño al tercero de la tarde, al que ha enviado junto a "Jabatillo" con una entera en el sitio. Lo demás, si entraban enteras eran defectuosas por tendidas o traseras, precisando del descabello, mal manejado en general, y si no, pinchazos y casi medias poco efectivas.

Por tanto, aunque seguro que nadie iba con esa intención, se ha convertido en una tarde de resaca tras la de ayer. Espero que mañana recuperemos el ánimo, la lucidez y todos, toros, toreros y aficionados, vayamos a las siete de la tarde en condiciones para disfrutar de una gran corrida de toros. Que así sea.

Antonio Vallejo

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