sábado, 30 de mayo de 2015
Vigésiomosegunda de San Isidro, primera parte: ¡La tarde soñada!
Impresionante, maravillosa, extraordinaria, espectacular, magnífica, grandiosa, triunfal, importante y no sé cuantos calificativos más podría estar aplicando a la tarde que hemos vivido en Las Ventas. La conjunción perfecta entre toros, toreros y afición. Al margen de todo se han quedado 20, los integristas-fundamantalistas de siempre, que han tenido su merecido. Pero eso será comentario aparte, hablemos de lo que ha pasado en el ruedo, que dejará a la corrida de este 29 de mayo grabada en la memoria de los aficionados. Ayer decía, sobre la corrida de Victoriano del Río, que el peor comentario que podíamos hacer sobre una corrida de toros es que no haya pasado nada. Hoy ha sido todo lo contrario, joy ha habido de todo. Toros de magníficas hechuras e impecable presentación, de muy buen juego, bravos y nobles. Arte a raudales, valor, temple, improvisación, clase y toreo de gran dimensión por parte de los tres matadores. Tercios de varas según mandan las normas y muy buenos pares de banderillas, con los toreros de plata reivindicando su importancia en la lidia. Lo dicho, la tarde soñada por cualquier aficionado, en la que toros, toreros y afición han llegado a una fusión y un entendimiento perfecto.
LLeno en los tendidos en una tarde que amenazaba tormenta y que media hora antes descargaba una preocupantes gotas de un cielo que venía peligrosamente gris y cerrado. Pero hasta eso ha pasado de largo, se ve que en el cielo sabían lo que iba a suceder y querían verlo desde allí, por los claros que se han ido abriendo. Seis toros de Juan Pedro Domecq, de preciosas hechuras, todos en tipo, serios, bien armados, perfectamente rematados por delante, armónicos, impactante la estampa del sexto, un jabonero espectacular que ha ido devuelto por invalido, saliendo en su lugar un sobrero de Toros de Parladé correcto de presentación. Si exceptuamos el cuarto, todos han dado juego y han aportado cualidades válidas para la lidia. Nobles y bravos todos, alguno con más o menos fuerza, pero bueno o muy bueno su comportamiento en todos los tercios. ¡Olé por el ganadero!, magnífica corrida la que ha traído a Madrid, para mi la más completa hasta el momento.
Se anunciaba la terna compuesta por Finito de Córdoba, Alejandro Talavante y Daniel Luque. Los tres han tenido una actuación rebosante de arte y torería, salpicada de valor y valentía, que no es lo mismo. Valor ante el toro y valentía para plantarse frente a los integristas de todos los días con una elegancia y una torería inmensa, como ha hecho Finito en su primero. Tarde importantísima para los tres, de la que salen catapultados Talavante y Luque. Faenas de orejas en ambos casos, lastimadas por el fallo a espadas. De no haber sido así estaríamos hablando de algo histórico, dos Puertas Grandes seguro y un mínimo de cuatro orejas.
Abría plaza "Delineante", entipado, muy serio, recto de pitones, abierto de cuerna. Algunas protestas no se a qué. Verónicas de saludo de Finito con gusto. Blandea algo y pierde las manos. Se le cuida en el caballo de Jesús Vicente, midiendo el castigo. Sale algo justo de fuerzas. Quite de Talavante por tafallera y gaoneras, sin demasiada brilantez, pero con corrección. Banderillas colocadas con oficio y limpieza a cargo de Álvaro Oliver y Jaime Padilla. Muletazos de tanteo del de Sabadell por bajo, impregnados de su clase, con mucha torería, sacando al toro a terrenos de fuera con mucha facilidad, donde le pega un redondo y un cambio de mano de mucho gusto. Torea en redondo Finito, con temple, ligando los muletazos, sin un solo enganchón, el toro embiste con nobleza aunque le falta un puntito de fuerza para romper y emocionar. Pero Finito está muy bien, toreando con facilidad y suavidad, bajándole la mano. Protestas y falta de respeto de alguno de los 20 indeseables que campan por el 7, grita algo así como "¡qué asco de toro y de toreo!" y "¡qué emoción!". El maestro se aparta de la cara del toro, se vuelve hacia ese tendido y mirando a la cara, sin esconderse entre la masa anónima, invita al cobarde miserable gritón a bajar y ponerse delante de ese toro, a ver qué opinaba. Torería y elegancia al por mayor para callar definitivamente a los malos aficionados. ¡Olé Finito!, que cunda el ejemplo. Remata la faena con trincheras y trincherazos por bajo muy aplaudidos, con gran clase, coreados con olés. Mata de entera traserita y dos descabellos, recibiendo una merecida ovación respondida con saludo, como corresponde, con la protesta del rebaño integrista.
El segundo del lote de Finito, "Historiador", un señor toro de 578 Kg, algo más alto de caja que sus hermanos, muy serio, astifino, buenas hechuras y bien rematado, ha sido el menos lucido de la corrida. Con Un punto de manso apuntado desde salida, con tendencia a rehuir los capotes y a irse hacia la puerta de chiqueros. No da opción al lucimiento con el capote. Lo entiende muy bien Finito y hace lo que hay que hacer en estos casos, bregar, llevar al toro metido en el capote, encelarlo, poderle en una palabra, ganándose una gran ovación. Muy bien, maestro. Flojo tercio de varas, se le castiga poco, prácticamente señalados los puyazos. De nuevo con oficio y bien ejecutados los pares de banderillas de Álvaro Oliver y Jaime Padilla. No hay duda de la clase de Finito, nos la deja patente con los primeros muletazos suaves, ligados, llevando al toro embebido en la muleta,ante un toro soso, con poca emoción. En uno de los lances le arrolla con las patas traseras, susto sin consecuencias. Por encima del toro siempre el de Sabadell, fácil y dispuesto, sin esconderse, llevando al toro bien toreado, en función de sus condiciones, pocas a decir verdad para el lucimiento, pero todo lo que ha hecho el torrero lo ha hecho bien y con torería. Mata de pinchazo, entera trasera y dos golpes de verduguillo. Silencio para despedirse, en tarde más que digna en la que nos ha dejado su clase y elegancia de siempre.
Salta el segundo de la tarde, primero del lote de Talavante, "Embestido". No podía haber elegido mejor nombre el ganadero, he hecho gala de él. Preciosa estampa la del Juampedro, muy serio, astifino, rematado en puntas hacia arriba. Brioso de salida, se desplaza por ambos pitones con clase. Desarma a Talavante. Sensacional tercio de varas el protagonizado por Manuel Cid, con dos varas bien colocadas, frenando bien la embestida del toro, que mete los riñones con clase y empuja con celo el peto del caballo. Sensacional también Juan José Trujillo con dos extraordinarios pares de banderillas, asomándose al balcón, cuadrando en la cara, clavando y reuniendo a la perfección, obligado a saludar montera en mano ante la gran ovación del público. ¡Qué gran torero de plata Trujillo!. Brinda al público. Toma la muleta con la izquierda. Magnífica serie de naturales ligados, bajos, rematada con un molinete y el obligado de pecho. Decidido, firme el extremeño. Sigue al natural, traga sin inmutares dos coladas del Juampedro, está enorme, la plaza estalla en aplausos. Baja un poco el nivel con la derecha, algo menos franca la embestida, pero lo somete y deja una buena tanda en redondo. Vuelve a la mano izquierda,ante un toro que se va apagando, que corta el viaje, pero con mando y temple lo mete en la muleta y finaliza con unos adornos por bajo muy toreros que gustan mucho. Tiene la oreja en su mano. ¡Lástima la espada!. Mata mal, cuatro pinchazos antes de colocar una entera. Ovación respondida desde el burladero por Talavante.
El segundo del de Badajoz, "Ballenito", es otro gran ejemplar en cuanto a presencia y presentación. Muy bonito de hechuras, entipado, con dos pitones que asustan. Precioso saludo con saltilleras, mucha torería posteriormente en la conducción con el capote a una mano al caballo que monta Miguel Angel Muñoz, quien coloca dos buena varas, tomadas con clase por el toro. Buena ejecución del tercio de banderillas, haciendo las cosas bien, con torería, Valentín Luján y Julio López. Se planta de rodillas ante el Juampedro, exigente animal, se le cuela pero está valentísimo el extremeño, saliendo de un apuro con una arrucina espectacular que pone en pie a la plaza. Torea en redondo, jugándose los muslos, pasándoselo a milímetros de la taleguilla. Está inmenso Talavante, sereno, seguro, llevando templada la embestida de "Ballenito", que aprieta. Bravo animal. En una de esas el toro se frena ante Talavante. Con un elegante cambio ante la situación cambia al pitón izquierdo y conduce la embestida del Domecq. ¡Olé por sus.... y su torería!, aunque a tres o cuatro no les gusta, inexplicable. Sigue tragando el de Badajoz por el izquierdo, algo más corto el viaje del toro. naturales con empaque, ligados, enlazados con un circular. Toreo vertical por ambos pitones, emocionando el maestro, disfrutando delante de la cara del toro, rematando la faena con unas manoletinas ceñidísimas mirando al tendido, con un cambio por la esplada y un cambio de mano final que hacen estallar a la plaza en olé y aplausos. Como en su primero, tiene la oreja en su mano, pero otra vez falla con la espada. La oreja y la Puerta Grande más que segura de haber estado acertado a la hora de matar se van al limbo. Tremenda ovación para despedir a Alejandro Talavante, que tiene un precioso detale de agradecimiento recogiendo un puñado de arena de Las Ventas, besándolo y llevándoselo al corazón en señal de agradecimiento a este público que sabe entregarse como ninguno ante le valor y el arte. Da una merecida vuelta al ruedo, a mi juicio, tanto por lo hecho esta tarde como su anterior actuación, en la que cortó una oreja. Faenas de gran relevancia que lanzan como un cohete al extremeño para lo que resta de temporada.
La evolución de Daniel Luque, apuntada ya la pasada temporada es hoy en día un hecho irrefutable. Desde que confirmó alternativa en junio de 2008 hemos sabido de sus grandes cualidades como capoteo. Hemos visto altibajos en su carrera, que desde hace un par de temporadas ha seguido una tendencia ascendente hasta llegar a la tarde de hoy, en la que se ha mostrado como un torero completo que conjuga valor y capacidad artística impregnada de ese sabor sevillano que deja en cada lance. Importantísima tarde la del de Gerena en Las Ventas. No creo que nos equivoquemos mucho si decimos que hay un antes y un después en la carrera de Luque tras su actuación venteña. Pleno de facultades, pleno de valor, pleno de técnica, con una madurez y una claridad de ideas de figura del toreo.
Recibe al tercero de la tarde, "Destajoso", precioso de hechuras, serio, armónico, suelto de salida, con dos verónicas impregnadas de su sello, lentas y largas, acompañando el viaje. Lleva al toro al caballo que monta Juan Francisco Peña con un gusto exquisito, puro placer visual las dos medias de cartel con las que deja al Juampedro perfectamente colocado para tomar dos varas bien señaladas, medidas en el castigo. Magnífico resulta el tercio de banderillas. Se gustan los hermanos Neiro, los dos "Algabeños", en sus respectivos pares, perfecta reunión, saliendo con enorme torería de la cara del toro. Responden desmonterados la enorme ovación del público, no podía ser menos. Brinda al público lo que será una auténtica obra de arte. Inicio por estatuarios junto a las rayas del 5, se cuela el toro en la segunda pasada y arrolla a Luque que durante unos segundos angustiosos está a merced del de Domecq, entre los pitones, luego en el suelo, saliendo milagrosamente sin una solos cornada tras el tremendo revolcón. No lo podemos creer, temíamos algo grave por lo fea de la cogida. Se repone el matador y, como si nada hubiera pasado, torea en redondo de manera extraordinaria. Templado, largo, corriendo baja la mano, con hondura, cadencia, toreo de muchos quilates con un toro que humilla, que mete la cara con clase y nobleza, que repite y repite al engaño. Gran ovación, se calientan los tendidos, se huele algo grande. Por el izquierdo continúa su lección, toreo al natural de mucha altura, firme, sereno, templado a pesar de que el Juampedro avisa por ese pitón. La plaza está entregada al sevillano, que termina con una pase de desprecio y unas luquesinas exquisitas, reventando la tarde, con los tendidos enfervorizados. coloca un estoconazo atravesado que hace guardia, probablemente por que se ha hinchado de toro, porque se ha volcado sobre el animal con enorme decisión. Dos descabellos y dobla el de Juan Pedro, despedido, al igual que segundo y quinto, con una gran ovación en el arrastre. Oreja de ley para Luque.
Le queda el sexto a Daniel para redondear la tarde. Lástima la invalidez de "Atrevido" en su mano derecha, porque su presencia era impactante, como su nombre. Un jabonero bellísimo con dos velas por pitones. Sale en su lugar "Mensajero", de Toros de Parladé, correcto de presentación. No apunta buenas maneras, se defiende, corta el viaje. Lo fija Luque en su capote como hay que hacerlo, bregando, lidiando, ¡que bonita es la brega cuando se hace bien!, para rematar con una bellísima media verónica muy torera. El Parladé protagoniza un vibrante tercio de varas, arrancándose de lejos, metiendo los riñones con clase y codicia. Dos magníficos puyazos los que coloca "Carioca", despedido con una cerrada ovación. Otro espectacular tercio de banderillas en este toro. Antonio Chacón ha colocado dos pares de premio, gustándose, dejándose ver, arrancando, cuadrando en la cara, de poder a poder, clavando y reuniendo a la perfección, saliendo airoso del encuentro , andando hacia atrás, sin perder la cara al toro. ¡Pura torería de este gran subalterno!. Como es lógico, saluda montera en mano la tremenda ovación que recibe. Brinda Luque a Alejandro Talavante, precios detalle que deja bien claro la madera de la que están hechos estos hombres. El Parladé se arranca largo, va con brío a la a muleta que le ofrece el de Gerena. Lo para y lo templa, como mandan los cánones del toreo, dejándonos un toreo en redondo sensacional, de lujo, todo en los medios. Hasta tres tandas por el pitón derecho a cual mejor, rematando con un cambio de mano inmenso. Está relajadísimo Luque, alcanzando una enorme dimensión en su toreo. Más complicado por el pitón izquierdo, pero le puede el sevillano en una serie corta en la que nos ha enseñado los defectos y los ha superado, a pesar de las absurdas protestas del grupúsculo fundamentalista, ¿qué demonios quieren que haga?. Ha bordado el toreo, todo en los medios, de verdad, sin ventajas...¡y protestan!. Increíble. Sabe Luque que tiene la Puerta Grande en su mano. Tan de verdad está que perfila prácticamente en el centro del anillo. Podía buscar terrenos más abrigados, donde el toro le ayude más y le presente menos complicaciones. Pero quiere el todo o nada, demostrar que ha venido a por todas, sobre todo cuando un impresentable grita "¡está sin torear!". Un pinchazo al primer encuentro se lleva la oreja al limbo, tremenda desolación en los tendidos. Vuelve a cuadrar al toro en los medios y esta vez sí coloca una estocada entera que fulmina al Parladé. Gran tarde de Luque lastimada por el mal manejo de los aceros, una pena. Pero su toreo quedará en la retina de todos.
Al salir de la plaza, pasadas las nueve y media de la noche, la sensación era de inmensa felicidad por lo que habíamos visto. Buenos toros para buenos toreros; lo que decía en el título, la tarde soñada..... menos para 20 ó 30. Pero eso es otro capítulo.
Antonio Vallejo
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