Tres días faltan, tres, para que se abran las puertas a un nuevo San Isidro, la feria más importante del mundo, y también la más larga,en la llamada primera plaza del mundo, la catedral del toreo. Desde que el pasado 16 de marzo se hicieran oficiales los carteles, muchas han sido las reacciones y muchos los comentarios foros, portales, blogs..., pero hay algo en lo que casi todo el mundo coincide. Se trata de una feria larga, muy larga, quizás excesivamente larga. No en vano son 31 festejos repartidos entre 24 corridas de toros, 3 novilladas picadas y 4 corridas rejones, prácticamente igual que en los últimos años. Yo también me sumo a los que opinan que es un ciclo excesivo. Desde hace 9 años se añadió al tradicional ciclo isidril de unas 23 ó 24 corridas lo que se denominó Feria del Aniversario, con motivo de los 75 años de inauguración de la plaza de Las Ventas. Se incluyó de forma obligada en le abono y a lo largo de estos años pasó a denominarse Feria de Arte y Cultura y en los dos últimos años, directamente, se ha unido al abono propio de San Isidro. Pienso que 31 tardes son muchas para conseguir carteles rematados, que aparecen nombres que, con todo el respeto, no tiene la categoría ni la trayectoria para anunciarse ene estas fechas. Toreros que vemos, año tras año, que torean 2 ´0 3 corridas en toda la temporada y, curiosamente, una de estas es en San Isidro. A lo mejor, reduciendo el abono a 21 festejos, 3 semanas, se podían rematar mejor algunos carteles, y se podía valorar la idea de muchos aficionados de hacer de la de Madrid una plaza de temporada, en la que todos esos nombre que, por supuesto, merecen una oportunidad, puedan anunciarse. No voy a nombrar a nadie por el respeto que merecen todos aquellos que se visten de luces y que se ponen delante de un toro, pero a la vista está que tardes son perfectamente prescindibles para el público en general y que, sin embargo, tendrían cabida y seguramente buena acogida en el verano madrileño o en las corridas de inicio de temporada, por ejemplo. Si demandamos crear afición y que el gran público se acerque a la plaza y vea toros, pienso que tenemos que ser consecuentes y generar entusiasmo, algo difícil de lograr con este diseño de la feria más comercial que otra cosa.
Otro aspecto a reflexionar es el reparto de tardes. 5 toreros repiten tres tardes: Alejandro Talavante, Miguel Abellán, Miguel Angel Perera, Sebastián Castella y Diego Urdiales. Por otro lado, nos encontramos con que Morante de la Puebla y Jose Mari Manzanares actúan una sola tarde. No sé lo que cada uno pensará a l respecto, pero así, a priori, a mi me parece cuanto menos chocante, rayando en lo decepcionante. Como dicen ahora, vamos, que no me pone. Tampoco voy a analizar la ausencia de Enrique Ponce tras lo que demostró el pasado año. Aquí ya entra mi apetencia personal por este torero y mi opinión al respecto está sesgada, muy sesgada. Me parece algo increíble, que no me entra en la cabeza. Hasta 16 matadores harán el paseíllo dos tardes. Aquí, al menos, encontramos a Julian López "El Juli", Iván Fandiño y Manuel Jesús "El Cid", quien se anuncia una tarde en solitario frente a seis toros de Victorino Martín, ¡vaya aventura!, que veremos cómo acaba. Analizen los nombres de quienes repiten tarde y díganme si es normal solo ver una actuación de Manzanares . Lo dejo a criterio de cada uno, mi opinión creo que queda clara.
Respecto a las novilladas con picadores no tengo mucho que objetar. repite Francisco José Espada, triunfador el pasado año y me parece de justicia su inclusión en los carteles de esta manera, junto con Gonzalo Caballero, quien dejó buen recuerdo y destellos de su toreo y Posada de Maravillas, del que tanto espera el aficionado. Respecto a las corridas de rejones, al menos están los dos primeros de escalafón, Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, junto a Leonardo Hernández, Manuel Manzanares, Joao Moura y Sergio Galán. A buen seguro prestarán espectáculo al público de los sábados y serán un éxito de aforo y de triunfos, casi seguro.
Capítulo aparte es el apartado de ganaderías. 28 son las anunciadas. Si quitamos las 4 tardes de rejones, encaste Murube, nos queda 24 tardes de toreo a pie, con 3 novilladas y 21 corridas de toros. Pues bien, de las 24 tardes, ¡14! son encaste Domecq. Seis tardes se reparten entre Nuñez, Albaserrada y Atanasio-Lisardo y cuatro quedan para Miura, Baltasar Ibán, Cuadri y Pablo Romero. Este quizás es el punto que más críticas concentra entre los aficionados y los profesionales de la información taurina. El predomino Domecq se considera abusivo, el "monoencaste" lo denominan. Se echan de menos, por ejemplo, los Samueles, Saltillo, Dolores Aguirre, Cebada... Algo más de variedad y no todo concentrado en dos fase muy diferenciadas. Los dos primeros tercio de la feria con Domecq tarde tras tarde y la última semana, la denominada "torista", con las ganaderías que se consideran "duras" agrupadas en torno a esos últimos festejos. Lo cual, dicho sea de paso, se ha convertido en algo ya tradicional en San Isidro. ¿Problema?, que en las primeras dos o tres semanas asistamos, como suele apuntar tan certeramente Carmen, esa gran persona y aficionada que ocupa una localidad adyacente a la mía, a las "juanpedradas".
Dejo, por tanto, este análisis y reflexiones para que cada cual opine y juzgue. Solo espero y deseo una cosa. Que sea un San Isidro triunfal para toreros y ganaderos, que asistamos a grandísimas tardes de toros, disfrutemos de nuestra Fiesta y, sobre todo, que la enfermería quede inédita. ¡Que Dios reparta suerte!
Antonio Vallejo
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