Imperdonable mi olvido ayer en mi relato de la décima de feria al omitir la referencia a algo que, por desgracia, se está convirtiendo en un hecho demasiado frecuente. Me lo recuerda mi buen amigo Raúl nada más llegar a su localidad esta tarde, con el consiguiente rapapolvo merecido y bien ganado por mi parte. Hace unos días hacía unas reflexiones entre las que hablaba de lo mal que se apuntilla a los toros, de cuantas veces la impericia del puntillero pone en pie un toro estoqueado y casi muerto, con el consiguiente contratiempo que eso supone para el matador a la hora de conseguir un hipotético trofeo, sin hablar de lo que desluce la muerte del toro. Pues bien, ayer volvió a ocurrir en el sexto de la tarde, al que Adame había recetado una estocada con olor a oreja. Dobla el toro y el puntillero, con gran "habilidad", lo pone de nuevo en pie. ¡Ay los tiempos aquellos del gran Agapito, puntillero de Las Ventas durante tantos años!. No había toro que se le resistiera. Al primer golpe con la puntilla finiquitaba al animal. Así que, como te he prometido antes de que empezara la novillada de hoy, iba a iniciar mi comentario con lo importante, con el tema de los puntilleros, como dice el título. ¡Va por ti, gran maestro!
Ahora vamos con lo de hoy. Segunda de las novilladas programadas. El pacense Posada de Maravillas, de estirpe torera, el francés Clémente Dubecq, "Clemente" en los carteles, y el peruano Andrés Roca Rey. Ante ellos una muy seria, cuajada y perfectamente presentada novillada de Conde de Mayalde, destacando en este apartado el quinto y sexto, dos auténticos toros. De buen juego el tercero aunque con poco fondo, gran novillo el cuarto, complicado y exigente el sexto, nobles en general pero faltos de raza el resto. Otra vez mucho cemento en la plaza, casi despoblados el 5 y el 6. ¡Qué pena que las novilladas no tengan tirón!. El escalafón novilleril está muy complicado, no vive sus mejores tiempos, pero si el público no responde es de cierta lógica que las empresas no apuesten por ellos.
El primero es un novillo serio, de bonitas hechuras, bien rematado, con movilidad en el capote de Posada. cabecea de forma fea en el primer encuentro con el caballo, muestra más codicia en la segunda vara que toma, empujando más y mejor. Entra al quite Clemente por gaoneras adornadas. Es lo que tienen que hacer los novilleros, no perdonar ni un quite, ir a por todas, demostrar a Madrid a qué vienen, con las ganas propias del que quiere triunfar. Luego lo hará mejor o peor, pero que por pundonor no quede. Correctamente ejecutados los pares de banderillas, pero sin excesivo lucimiento. Primeros muletazos del extremeño con gusto probando al toro. Se echa enseguida la muleta a la mano izquierda, sacando naturales sueltos, de uno en uno, sin ligazón. Palmas cariñosas al tesón. El novillo es muy soso, de embestida corta, que no transmite emoción alguna a los tendidos. Lo intenta Posada pero no hay más, el novillo se apaga, poca fuerza y raza la de este "Boticario". Mata de pinchazo y estocada trasera efectiva. Silencio para el novillero y tímidos pitos para el de Conde de Mayalde en el arrastre. El cuarto, segundo del lote de Posada de Maravillas ha sido un caramelo para el pacense. El mejor del encierro, de largo, por comportamiento. De salida ya ha apuntado lo que llevaba dentro. Se fija en el capote de Posada, entra con ganas al engaño, repite. En el caballo de Antonio Palomo mete bien los riñones, empuja con clase. Al salir del caballo avisa el de Mayalde a Joao Diego Costa, y en el siguiente lance, al intentar Posada llevarlo al caballo por segunda vez, lo arrolla. No apreciamos desde la distancia si hay cornada, parece en un principio que sí, pero afortunadamente "solo" ha sido el golpetazo. ¿Solo?. Vamos, que si a mi un bicho de 524 Kg me mete ese viaje, no tengo días en mi vida para reponerme. Desorden y caos en el ruedo por momentos, el novillo campa a sus anchas y embiste a todo lo que se le ponga por delante. Tampoco perdona Clemente su quite por gaoneras en este novillo, aunque lo de las gaoneras empieza a ser ya una rutina. Visto lo visto en varas, las esperanzas de ver un buen tercio de banderillas no parecen muchas. Sin embargo colocan unos aceptables pares de banderillas Jesús Márquez y Antonio Vázquez. Sale a torear el extremeño sin la chaquetilla, en mangas de camisa y con el chalequillo abierto. Se planta ene el centro del anillo y abre el cartucho del "pescao", enlazando con unos naturales con clase, muy aplaudidos. Por el pitón derecho el novillo va de dulce. Mete la cara, lo lleva bien Posada, muletazos largos, bajos, templados, rematados por un cambio de mano muy lento, excelente, de mucha altura. Está entendiendo bien al novillo, lo hace todo despacioso, le da su tiempo. Con las siguientes tandes de naturales, también largos, bajos, templados, rematando hacia dentro, como debe ser, se hace con la plaza que rompe en olés sonoros y una atronadora ovación. Se le ve relajado, , toreando muy bien. Mide, además, muy bien el tiempo de la faena, sin prolongarla en exceso, aprovechando todas las fuerzas del novillo en una tanda final de adornos elegantes, gustándose. Sabe que tiene la oreja en la mano. Desde un tendido le piden que coloque al novillo en la suerte natural. Y así lo hace para tirarse a matar de entera desprendida que acaba con "Agachado". Oreja de ley y de peso para Posada de Maravillas y gran ovación al extraordinario novillo en el arrastre.
El francés Clemente se ha llevado el lote más deslucido del encierro. El segundo novillo, "Cuartelero" es un castaño de preciosas hechuras que aprieta de salida al francés en las tablas. Lo saca por verónicas hacia fuera ganándole terreno al de Mayalde. Entra al caballo que monta Diego Ochoa a lo loco, va a su aire, pegando cabezazos en el peto sin que el del castoreño consiga colocar la puya. Al segundo encuentro con el caballo vuelve a sorprender a Ochoa, que tampoco consigue colocar el puyazo. Al tercer viaje consigue por fin agarrar un puyazo. ¡Madre mía lo que ha costado!. Sale el novillo y lo espera Roca Rey para hacer su quite. Así tienen que venir los novilleros, ya lo he dicho. Y si encima recibe la réplica de Clemente en un quite por chicuelinas muy ceñidas y serpentina final no es de extrañar que la plaza lo premie con una ovación. Tiene que entrar aún una cuarta vez al caballo, porque solo se le ha recetado un puyazo, y el coloca Ochoa uno trasero que enfada al público. Bronca al picador. Coloca Morenito de Arles dos buenos pares de banderillas, con mérito, aplaudidos por el respetable. Comienza la faena de muleta el de Burdeos por bajo, intentado someter la embestida del novillo.Al no estar bien picado, pone de manifiesto el defecto de echar la cara arriba. Si a eso le sumamos que es un novillo ciertamente descastado y falto de fuerzas los intentos de sacar algo de mérito se esfuman enseguida. Faena deslucida por ambos pitones, carente de la mínima emoción. El novillo no va, no hay nada que hacer. Mata mal de estocada muy trasera y tendida, pinchazo, una casi media trasera y 3 descabellos. Silencio. El quinto, "Joyero", es un novillo, ¡qué digo novillo, es un toro!, precioso, de hechuras impecables. Se cuela por ambos pitones en el capote del francés, avisando de sus cualidades. Se le lidia mal, el novillo manda y no hay orden en el ruedo. No se emplea en el caballo, haciendo sonar mucho el estribo. Vuelven a entrar al turno de quites y réplica Roca y Clemente. Aplausos a la disposición más que a la calidad de los quites. Coloca dos buenos pares de banderillas Jesús González "Suso", con mucho oficio. El novillo tiene genio, no es nada fácil, hay que poderle, someterlo. No se hace el francés con el novillo, no encuentra el sitio, le desarma varias veces, la faena va cuesta abajo. Mata de pinchazo hondo y descabello. Silencio final.
Andrés Roca Rey venía precedido de su Puerta Grande del pasado 19 de abril. Gran expectación para ver de lo que era capaz y comprobar si lo suyo había sido flor de un día o si realmente hay torero en ele peruano. El primero de su lote, "Jibelino" es un tremendo novillo, precioso, de hechuras, como toda la corrida, con dos leños que asustan. Gaoneras de saludo, con un farol y una revolera como remate. Recibe los primeros aplausos. Muy atento Ernesto Caballero, peón que cuida del caballo que guarda puerta, a meter el capote para evitar que el toro, suelto y distraído, entre al caballo que monta Jose Manuel Quinta. ¡Bien otra vez por los buenos toreros de plata!. Recibe el Mayalde un primer puyazo largo, se le tapa la salida, mucho castigo el recibido en este encuentro. En el segundo puyazo se limita Manuel Molina a señalar. No gusta en el 7. Una vez más entran a rivalizar en quites los novilleros. Posada de Maravillas por verónicas que remata con media muy baja, y Roca Rey combinando chicuelinas con tafalleras y un remate con mucho gusto echando el capote por bajo a una mano. Aplausos del público que agradece estos gestos. Brinda al público. Inicia el toreo natural , pero en cuanto le baja la mano, el novillo cae. Murmullos de desaprobación a la colocación del novillero. Está muy parado "Jibelino", está al mínimo de fuerzas, le cuesta un mundo arrancarse y cuando lo hace se defiende echando la cara arriba. Recula y se encoge el novillo, totalmente rajado. Se echa encima el novillero, no es que acorte las distancias, es que no hay distancia. No gusta esto en Las Ventas. Solo queda tomar la espada, pero matar a este novillo totalmente encogido se presume complicado. Pnicha al primer intento. El toro está moribundo, si le dejan se echa, y así es. Consiguen levantarlo de nuevo. Coloca una estocada entera que, sinceramente, no esperaba que pudiera hacerlo a la vista de como estaba el novillo. Silencio. El último del encierro, segundo del lote del limeño, "Chorlito" es un castaño salpicado de hechuras que parecen más un toro que un novillo. Buenos lances de recibo para fijar al novillo en terrenos del 1, aplaudidos. Le deja largo en el caballo, se arranca y entra al peto con buen son. Buena vara la primera de Jose Manuel Quinta, trasera la segunda, pero mete los riñones con clase y codicia. Nuevo quite pro gaoneras.... ¡y van ya muchos!. Tercio de banderillas aseado, sin más. Brinda de nuevo al público. Comienza su labor de muleta por estatuarios, clavado en el centro del anillo, pasándose al novillo por la espalda. El novillo no es fácil, es ciertamente exigente, hay que llevarlo por bajo para vencer la tedencia que tiene a echar la cara arriba. Además corta el viaje, sabe lo que deja atrás y hay que alargarle el muletazo. Va mejor por el derecho. Por ahí lo toma Roca, con muchas ganas de hacerle las cosas, quizás con demasiadas. Parece un poco acelerado, quizás dándole más pausa y un poco más de distancia luciera mejor. Pero es innegable que está muy valiente y dispuesto frente a este complicado novillo, colocándose y dando la cara en todo momento, con más ganas que acierto, pero vence las carencias técnicas que aún tiene que pulir con altas dosis de valor y pundonor. Mata al tercer encuentro con la espada. Ovación merecida para el peruano.
Así que ya ves, mi buen amigo Raúl. Hoy no ha habido puntilleros que levanten al novillo. Espero haber cumplido penitencia por mi tremendo fallo de ayer. En cualquier caso, como cada día, es un placer seguir y vivir una tarde de toros contigo, por lo bien que lo paso y lo que aprendo. Gracias, amigo y maestro.
Antonio Vallejo
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