Otra tarde para la historia, otra tarde que quedará grabada en la memoria de todos los aficionados. Lo que hemos vivido esta tarde en Las Ventas es un sensacional resumen de lo que significa nuestra Fiesta. Se ha sumado el arte, la torería, la profesionalidad, el valor, el dolor, el triunfo. Una tarde llena de sensaciones, de las que hacen grande nuestra afición y de las que echan por tierra a todo ese artefacto propagandístico antitaurino que desconoce la verdad del toreo.
Tal como comentaba esta mañana, se presentaban seis toros de la ganadería madrileña de Montealto, encaste Domecq. Los seis magníficamente presentados, serios, cuajados, bonitos de hechuras, astifinos, con unas puntas que parecían puñales y que, dentro de las dificultades, han dado buen juego, destacando 3º y 5º. Como nota anecdótica, los seis han saltado al ruedo con divisa negra. Posteriormente he sabido que ha sido en señal de luto por el reciente fallecimiento de la mujer del ganadero, D. Víctor Arribas. Para su lidia y muerte (como decían las crónicas antiguas) se anunciaba la terna compuesta por Morenito de Aranda, Angel Teruel y Alberto López Simón.
El primero, "Barrabás", 616 Kg, sale despistado. Morenito de Aranda se había ido a recibirlo a porta gayola, pero al montealto le da igual, ni le mira. Tiene que ponerse en pie el burgalés y llama al toro para torear bien a la verónica, como él sabe, y con mucho mérito por las condiciones del animal, que de entrada no apunta fijeza ni buenas maneras. En el caballo sigue mostrando similar comportamiento. Sin fijeza, no se emplea en el peto, cabecea, sale suelto del encuentro. Aprovecha Angel Teruel su turno para realizar un quite por chicuelinas recibido con aplausos en los tendidos. Hablar del tercio de banderillas y nombrar a David Adalid es sinónimo de torería. Y así ha sido. Se gusta, se deja ver, anda hacia el toro, se arranca, ejecuta la suerte con limpieza, en la cara, sensacional de ejecución y colocación. No es raro, por tanto, que suene con fuerza la primera gran ovación de la tarde. Muletazos de tanteo del de Aranda por el pitón derecho. El toro no humilla, echa la cara arriba, presenta complicaciones por ese pitón. Lo ve el matador y cambia rápido a la izquierda. Por es pitón va algo mejor y logra sacar 2 ó 3 naturales aplaudidos. El toro sólo tiene un pitón, el izquierdo, y por ahí sigue la faena, sin que en ningún momento el animal se entregue, todo lo tiene que poner Morenito, pero la faena no toma vuelo, carece de emoción, no "transmite". Lo intenta de nuevo por el derecho en 2 tandas que nada cambian. Con la espada es fulminante. Gran estocada que hace doblar al toro. Ovación de reconocimiento a una más que digna actuación del burgalés.
El segundo de la tarde, "Bordador", de 551 Kg es más bajo que el anterior. Toro también muy bien presentado, muy serio, aunque apunta escasez de fuerzas desde el inicio, sin permitir lucimiento a Teruel con el capote. En el tercio de varas demuestra más movilidad que su hermano, se emplea y empuja más, pero sale con el mismo defecto, suelto. En el segundo puyazo pilla al picador mal colocado y pica mal, trasero, rectificando hasta en dos ocasiones. Como en el toro anterior, aprovecha López Simón su turno para ejecutar unas chicuelinas que gustan al público y que responde con aplausos para el madrileño. Banderillean Fernando Téllez y José María Tejero. El primer par cae trasero, no en vano reúne a toro pasado. Mejora mucho Téllez en el tercer par, bien de ejecución. Tejero cumple de forma eficaz. Toma la muleta Angel Teruel e inicia la faena por el pitón derecho, intentando bajar la mano. El toro parece tener más movilidad, pero blandea, pierde las manos y denota escasez de fuerzas. Y así es, empieza a cortar el viaje, echa la carita arriba, hay que poderle. Decide el madrileño dar un pasito "palante" y consigue meter en la muleta al montealto. Siempre por el pitón derecho, toreando en redondo, llevando la muleta muy puesta en la cara, rematando hacia dentro para evitar la querencia del toro a salir suelto tras cada muletazo. Avisa por es pitón debido a su falta de fuerza. tanto es así que se le cuela a Teruel por le derecho y el coge de fea manera. Parece que lleva una cornada en la ingle y es conducido a la enfermería. Morenito de Aranda, con buen criterio, toma la espada y pasaporta al astado de picazo y media efectiva.
Salta el 3º, "Durmiente", 533 Kg, muy serio, astifino, sobre todo el pitón derecho, asusta. Como sus hermanos, algo corto de cuello, lo que puede explicar que humillen poco. Pero ante ese defecto, la virtud de picar bien, que para eso está el tercio de varas. Los lances de recibo resultan insulsos, carentes de emoción y brillantez, no permite lucirse al de Barajas. En el caballo no se emplea y, además, se le pica trasero. Mal asunto. Tampoco renuncia Morenito a su turno y deja un quite a la verónica rematado con una media de altura, aplaudido. En banderillas Vicente Osuna deja un par de mucho mérito ante un toro parado, que no le ayuda, se asoma la balcón y coloca los palos reunidos en lo alto. López Simón inicia la faena de muleta doblándose por bajo por el pitón derecho, con gusto, sometiendo al toro, que se mueve y repite, permitiendo a Alberto ejecutar buenas series con la diestra, con ligazón, bajándole la mano, rematando con un muy buen pase de pecho. Ha entendido a la perfección al toro. Toma la muleta con la mano izquierda. Por ese pitón presenta más dificultades, con menos claridad en la embestida, a pesar de lo cual consigue un par de naturales de mérito rematados con un buen pase de pecho. Ovación.El toro está sin fuerzas, pero López Simón le da distancia, el animal toma aire y remata la faena con derechazos largos y adornos nuevamente ovacionados. Sabe que tiene la oreja en su mano y se le ve que va a por todas. Monta la espada el madrileño, pincha al primer intento y se tira sobre el toro en el segundo intento, colocando una estocada desprendida, casi entera, pero en el encuentro resulta cogido en la parte posterior de la pierna. Intenta descabellar, casi no pede ni andar, pero no se rinde y al final da muerte al animal. Lección de pundonor y torería, premiada con una oreja fuertemente pedida por el respetable.
Dialogan Morenito de Aranda y López Simón en la boca del burladero de cuadrillas. Incomprensiblemente, el madrileño no toma el camino de la enfermería, Está herido, lleva una cornada ¡y pide permiso para torear su segundo toro!. Salta, por tanto, en cuarto lugar, el anunciado sexto, "Lentejuelo", un bicho de 620 Kg, imponente, de tremenda presencia. Hecho un cuadro, demacrado, el vestido blanco y azabache lleno de sangre, malherido, con un torniquete en su pierna derecha, no puede casi mantenerse en pie. ¿Valor, vergüenza torera, temeridad?. No sé, pero la plaza está estremecida. En unos segundos despeja dudas. lancea a la verónica con gusto y deja para el recuerdo una media desmayada coreada con un rotundo olé en los tendidos. ¡No puede casi andar!. nervios, miedo, ansiedad en el público. ¿El toreo? sigue tal cual, increíble. Se huele algo grande. Con estas limitaciones físicas del matador toma Vicente Osuna la brega y lleva el toro al caballo. Se le propina un primer puyazo largo, prueba el madrileño al toro en la salida, otra vez da la cara. El tercio de banderillas a cargo de César Pérez y David Peinado resulta acelerado, deslucido, con cierto desorden. ¡Brinda al público!. La plaza está entregada al valor y profesionalidad de este hombre. ¡Olé!. Comienza la faena por el pitón derecho, quieto, sin inmutarse, se pasa al toro una y otra vez, olés y ovación del público. Sigue toreando con la diestra, el esfuerzo es tremendo, le da la distancia justa, le baja la mano y receta una tanda de derechazos rematado con un magnífico pase de pecho. De nuevo gran ovación. Por el izquierdo no tiene un pase, lo prueba y lo ve claro. Vuelve al derecho y ahí comienza el delirio. Tres trincherazos tremendos, otra gran ovación. El toro se apaga, su falta de fuerzas le lleva a cortar el viaje pero al de Barajas le da igual, sigue quieto, pasándose al toro por el costado como si nada. Está exhausto, le cuesta cada vez más dar un paso. ¿Cómo va a matar al toro?. Se perfila en la suerte contraria y coloca una estocada entera desprendida pero ¡qué más da!. El montealto rueda sin puntilla en terrenos del 2. Oreja y puerta grande para un hombre que ha demostrado a tantos lo que significa ser TORERO. Entre el clamor del público se retira a la enfermería. No cruzará la Puerta Grande, pero su triunfo resonará por todo el planeta taurino aún con más fuerza.
Quinto y sexto quedan para Morenito de Aranda. "Frutero", de 524 Kg, es anunciado en 5º lugar. Va Morenito con decisión a porta gayola. Se nos viene el recuerdo de David Mora el 20 de mayo del año pasado. Sale un toro impresionante de presentación, serio, velero, con dos puntas terribles. Torea con gusto y arte a la verónica, rematando la serie con una media de escándalo. Gran ovación a los lances de recibo. En el caballo se muestra más codicioso y se emplea más, a pesar de que le han picado trasero, muy trasero, mal picado una vez más. En el tercio de banderillas se luce Luis Carlos Aranda. ¡Qué buen torero de plata!, ejecuta la suerte a la perfección, con u gusto y un saber que encandila al público. Bien, maestro. Brinda el burgalés al público. se le ve con decisión , va a por el triunfo. Torea por bajo, doblándose con un gusto exquisito por ambos pitones. Primera ovación. Retoma la faena por el derecho, el toro va muy bien, le toma muy bien la distancia, lo lleva largo, la mano baja, con mucho temple, suave, con un cambio de mano lento, de cartel. Muy bien. Por el izquierdo el toro no es fácil, protesta, pero el de Aranda lo mete en la muleta con maestría, lo somete y le puede. Eso es torear. Termina con ayudados por alto y bajo y unas trincheras de bellísima factura. Todo está hecho, pero hay que rematarlo. ¡Y vaya si lo consigue! Estoconazo en todo lo alto que revienta al animal. Está muerto pero se resiste a doblar, muerte de bravo. Por fin cae rodado sin puntilla. Dos orejas ganadas a pulso, para mi sin ningún tipo de discusión. Segunda Puerta Grande de la tarde.
El último de la tarde, "Veraniego", 598 Kg es precioso, un señor toro. Otra cosa será su comportamiento. Cumple, sin más, en los primeros tercios, sin prestarse en el capote del burgalés ni emplearse en el caballo. Deslucido tercio de banderillas. Inicia la faena de muleta como en su anterior oponente, por bajo, tratando de someter la embestida del toro. Es complicado, cabecea, no humilla, no define la embestida. hay que sacarle los pases uno a uno, casi robárselos, por ambos pitones. A media faena parece que dándole distancia crece en la embestida, pero se apaga rápido y comienza a defenderse, dando un susto al torero que, visto que no hay más que rascar, toma la espada y deja de nuevo otra enorme estocada que hace rodar a Veraniego sin puntilla. Gran ovación y salida a hombros por la puerta de la gloria camino de la calle Alcalá.
Una gran tarde de toros, compendio de lo que significa ser TOREROS.
Antonio Vallejo
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