sábado, 7 de mayo de 2016
1ª de abono: Gris en el cielo y en la arena
Por fin llegaba el día y la hora esperada. Las siete de la tarde de este viernes 6 de Mayo han marcado el inicio del San Isidro 2016. Tarde gris en lo climatológico, el cielo amenazando lluvia, afortunadamente el piso de Las Ventas presentaba un aspecto magnífico gracias a haber estado cubierto todo el día por una lona protectora y a que en las horas previas a la corrida la lluvia nos dio un respiro. Y tarde gris en lo taurino, deslucida, merced al mal juego de los toros. Gris en el cielo y en la arena podía ser el mejor resumen de lo vivido en esta primera del abono isidril. Por supuesto que no era esto lo que esperábamos los aficionados. Momentos previos de reencuentro, de alegría por ver las caras de siempre en el tendido, por comprobar que seguimos los mismos, sin novedad tras los meses de invierno, saludos, abrazos y deseos de disfrutar de una gran feria, un ritual que año tras año repetimos y cumplimos con devoción.
En el cartel cinco toros de Valdefresno, ganadería salmantina de procedencia Atanasio-Lisardo, mítico encaste que tantas tardes de triunfo ha dado en Las Ventas, y uno de Hermanos Fraile Mazas, de idéntica procedencia. Desiguales de presentación, bajando mucho en presencia quinto y sexto, muy protestados nada más saltar al ruedo. Juego pobre en general, noblotes pero sin casta ni fuerza, a excepción del cuarto, el mejor de la corrida y el único que llegó a la muleta con condiciones favorables para el toreo. Para su lidia y muerte tres matadores con nombre y que gozan del reconocimiento de Madrid: Un madrileño, un sevillano y un malagueño, Miguel Abellán, Daniel Luque y Fortes. Atractivo cartel en teoría. Y digo en teoría porque en la práctica la plaza ha presentado dos tercios escasos (y a lo mejor soy generoso) de entrada. Supongo que la climatología habrá tenido mucho que ver a la hora de restar aficionados en los tendidos, porque si no ha sido por eso…¡mal empezamos!.
Detalle de sensibilidad y de elegancia de esta plaza al dedicar una gran ovación a Fortes tras romperse el paseíllo, como recompensa a sus esfuerzos y sus ganas de reaparecer en esta plaza madrileña tras las graves cogidas sufridas en Madrid y Vitigudino la pasada temporada. Bonito gesto de la afición que el malagueño recoge saludando desde el tercio.
El primero de la tarde y de la feria, "Buscavísperas", negro salpicado de 512 kg, bajo de agujas, musculado, buenas hechuras y presencia, muy serio por delante, rematado en puntas, muy en Atanasio es recibido por Miguel Abellán con una larga cambiada de rodillas a la que sigue el toreo a la verónica, relajado, dejando muestras de su torería. Primeras palmas para el de Usera. Poca fijeza del atanasio, justo de fuerzas, parece que se acuesta por el pitón derecho. Mal tercio de varas, tanto en colocación, ambos puyazos traseros y rectificados por Domingo García "Jabato", como en castigo, muy medido, sobre todo el segundo puyazo, tan solo señalado, sin que el toro se emplee en el caballo. Afloran las primeras protestas, tanto al picador como al toro, escaso de fuerzas a la salida del caballo. Aprovecha su turno de quite el sevillano Luque para dejarnos tres chicuelinas ceñidas y a manos bajas rematadas con una media repleta de gusto que arranca los aplausos de los tendidos. Banderillas limpias, buenos pares a cargo de Miguel Martín y José Antonio Prestel, magníficos en reunión y colocación, las seis banderillas juntas, arriba y ligeramente traseritas, como gusta al matador. Inicia Abellán su faena de muleta clavado en los medios, citando al de Valdefresno en largo, que se arranca, pasándoselo por la espalda. Toreo en redondo suave, cuidando al toro, la muleta a media altura para no someterle mucho en vistas de las escasa fuerzas del animal. Embestida sosa, noblote sí, pero sin chispa, sin emoción alguna. Está bien el de Usera, por encima del valdefresno, con firmeza y temple ante la embestida corta del toro, que cabecea producto de su poca fuerza, defectos aún más acusados por el pitón izquierdo, haciendo imposible cualquier intento de toreo al natural. No alarga la faena el madrileño, toma la espada y mata de entera arriba que despacha a este "Buscavísperas". Palmas de reconocimiento a la voluntad de Abellán, repito, muy por encima de las condiciones del toro.
El cuarto de la tarde, segundo del lote de Miguel Abellán, "Trasquito", 590 Kg, grande, alto, abierto de cara, muy serio, ligeramente veleto y muy fino de puntas es el mejor del encierro. Buena presencia, buena hechuras y buenas condiciones las de este valdefresno. Y eso que de salida no apuntaba mucho, la verdad. Suelto, sin demasiada fijeza en los capotes, incluso huye de la pelea. Tanto es así que se va directo al caballo del picador que guarda puerta, recibiendo un primer puyazo largo, con el toro dormido en el peto del caballo. Lo saca Miguel Martín de manera sensacional, llevándose al toro corriéndole hacia atrás, con el capote en la cara del animal pero sin darle ni un capotado, sensacional brega que, curiosamente, no ha recibido ni un aplauso. Toma un segundo puyazo también largo y con castigo en el caballo de Manuel José Bernal. Deslucido tercio de banderillas, hasta seis veces han tenido que pasar Ramón Moya y José Antonio Prestel para dejar los tres pares, colocados de sobaquillo, efectivos pero sin lucimiento. De verdad que hasta este momento nadie habíamos visto cualidades en el toro que nos hicieran pensar en la faena de muleta del madrileño Abellán. O, a lo mejor, es que la maestría del de Usera ha sacado lo que estaba escondido. A mi modo de ver, enorme faena de Abellán a este toro que embestía rebrincado, con la cara alta, dando cabezazos, al que le ha puesto la muleta en la cara, sin quitársela, al que a base de paciencia, técnica y conocimiento del toreo ha ido sometiendo y metiendo en la muleta, hasta conseguir tres series en redondo de gran altura, templadísimas, ni un solo toque a la franela, largas, bajando la mano y ligadas, perfectamente colocado, terminando el muletazo hacia dentro para conseguir esa ligazón que es la base de la emoción y la transmisión, conceptos básicos del toreo actual. Inmenso ha estado Abellán por ese pitón derecho, ¡qué toreo en redondo!. La plaza se entrega en una gran ovación, tanto que desde un tendido alguien da un grito de ¡Viva España!, respondido con un fuerte ¡Viva! desde la mayoría de los tendidos y otra tremenda ovación. Y es que esta es nuestra Fiesta y nada ni nadie nos la va quitar, para que algunos se vayan enterando. Por el pitón izquierdo se le protesta la colocación al madrileño, algo fuera de cacho. Por ese pitón el de Valdefresno no traga, sale algún natural suelto pero de mucho menos empaque los derechazos. Retoma el toreo en redondo, pero el toro está apagado, le quedan escasas reservas. En mi opinión es momento de tomar la espada de verdad y entrar a matar. Manoletinas finales con poco eco en los tendidos. Mata de entera arriba recogiendo desde la segunda raya la ovación del público tras petición de oreja insuficiente. Sinceramente, creo que Abellán ha dado hoy una lección de toreo frente este "Trasquito", al que ha hecho lo que manda el toreo, someterlo y poderle. Por cierto, un detalle curioso. El pasado lunes 2 de Mayo, en la goyesca, lucía el madrileño un peinado hacia atrás completamente enfijatado, mientras que hoy mostraba su peinado habitual, con el cabello ligeramente rizado. Y me pregunto, conociendo a Abellán, ¿era un guiño o un homenaje a Joselito precisamente en el veinte aniversario de su triunfal goyesca, la de 1996, la de las seis orejas?. Quién sabe.
El segundo, "Pandereto", 562 kg, muy de Lisardo, serio y ancho de sienes, sale suelto, sin fijeza, rehuye los capotes, apuntando a manso. Lo fija Daniel Luque en terrenos del 10, aprieta en tablas al sevillano, echa las manos por delante y no humilla. Poca fuerza y poca raza a priori. Tercio de varas tan medido en el castigo que le receta Rafael Campos "Carioca", que parece más un simulacro que otra cosa. Prácticamente sin picar por esa falta de fuerzas. A la salida del caballo capotes arriba para que el de Valdefresno no pierda las manos, con la consiguientes y lógicas protestas de los aficionados. Intenta el quite Fortes, pero en el primer lance pierde las manos el toro, lo que desata aún más protestas, que rayan en bronca cuando el presidente cambia el tercio. El tercio de banderillas no es una sorpresa, deslucido ante las escasas condiciones del animal. Desde el 7 gritan "mátalo ya, Luque, no perdamos tiempo". Hombre, tampoco es eso. Otra cosa se le puede achacar al sevillano, pero nunca falta de actitud ante este manso y flojo valdefresno, que se defiende a base de pegar constantes tornillazos, sin clase, sin casta, sin raza y sin fuerza, ¿se puede añadir algo malo más?. Sobrado de técnica y paciencia, poniéndole la muleta en la cara, sin quitársela, tapándole la salida lo va sometiendo para terminar sacando una tanda en redondo de muchísimo mérito, templada y bajando la mano, rematada con un sensacional pase de pecho. Cambian las tornas y las protesta de antes se convierten en ovación para el sevillano. Por el pitón izquierdo no tiene ni un pase, totalmente imposible este "Pandereto", manso de solemnidad, huyendo hacia las tablas, junto a chiqueros, donde lo mata de una casi entera caída que liquida al animal. Palmas de reconocimiento para Luque.
El quinto, segundo de Daniel Luque, "Cordobán", es protestado de salida por escasa presencia. Poca cara, escurrido por detrás, descompensado, demasiada arboladura para la caja que presenta. Otro que, como toda la corrida, ha salido suelto y escaso de fuerzas. Saludo a la verónica del sevillano sin especial brillantez, crecen las protestas del público. Tercio de varas de mero trámite. A este paso se va a acabar uno de los tercios fundamentales, básicos, para la lidia, además de encerrar una gran belleza cuando se ejecuta bien. Es una lástima pero el camino parece que es ese. Deslucido tercio de banderillas, tan solo destacar el tercero, buen par a cargo de Alfredo Cervantes. Brinda Luque al público. El de Valdefresno embiste sin clase, un tanto descordinado, con poco recorrido, soso, sin transmitir. Lo prueba el sevillano por ambos pitones, pero no termina de romper. Toda la faena discurre entre pases sin emoción, técnicamente bien por parte de Luque, por encima del toro, seguro y firme, pero sin enganchar con los tendidos. Y viendo a esas horas cómo venía el cielo…podía acortar la faena. Pero es al contrario. Se encuentra sobrado ante el toro, lo tiene dominado y decide irse a las tablas del 5 para torear en corto, la muleta retrasada, sin moverse un centímetro, pases por la espalda, circulares, redondos cambios de mano, todo en un palmo de arena, algo que no gusta en Madrid, al menos en un sector amplio de la plaza. Se mezclan las protestas con las ovaciones de los tendidos 5 y 6, donde está planteando la faena el de Gerena, división de opiniones que aumenta cuando, al coger la espada de verdad monta de nuevo la muleta y continúa toreando en los mismos terrenos. Más voluntad imposible, pero a veces la voluntad hay que saber medirla y dosificarla, porque un exceso puede volverse en su contra. Pero como casi todo en nuestra Fiesta, es opinable, y hay a gente que le gusta y a otros que no. Personalmente prefiero el toreo en largo y soy de los que piensa que alargar una faena artificialmente no tiene demasiado sentido, que si el toro no tiene nada es mejor abreviar y matarlo rápido para no aburrir, que es lo peor que puede pasarle a un aficionado. Pero por otro lado comprendo y respeto al torero que quiere darlo todo y demostrar que vale, aunque su esfuerzo sea estéril, sobre todo en esta plaza de Las Ventas. División de opiniones, como en este quinto al que Luque pasaporta de una entera arriba volcándose sobre el morrillo.
Dentro del tono gris que apuntaba al principio como dominante en toda la tarde, el gris más oscuro le ha correspondido a Fortes con su lote. El tercero, primero del malagueño, "Cantarero" de nombre, 540 kg, protestado de salida por su justa presencia y su escasez de fuerzas, es recibido a la verónica con gusto por parte de Fortes, rematando con una media a manos bajas sensacional. Una vez más el tercio de varas no existe. Señala Francisco de Borja dos puyazos ante lo justo que va el animal, con las protestas lógicas de los tendidos. Para colmo de males, este de Hermanos Fraile Mazas pierde las manos al salir del primer encuentro con el caballo. Siguiendo con el tono general, el tercio de banderillas resulta un tanto caótico, desordenado y deslucido. Mal la lidia de este toro. Brinda al público el malagueño, no sé si por haber visto algo en el toro o como agradecimiento a la cariñosa ovación que la Monumental madrileña le ha dedicado al romperse el paseíllo. Muletazos de tanteo con ayudados por alto, poco viaje el de este toro, que cabecea y no humilla, sin clase en su embestida. Traga dos, tres muletazos, pero al cuarto se va y no quiere saber nada de la pelea. Trasteo soso y deslucido, con Fortes poniéndole la tela, intentando hacerlo todo, por ambos pitones, pero el toro es manso, huye, se acobarda y termina junto a las tablas, pegado a ellas, dando la sensación que se va a echar. Mata de pinchazo y media trasera. Silencio a su actuación.
El sexto no es mejor, ¡qué va!, es aún mucho peor. Protestado por escasa presencia, muy desarrollado de pitones, abierto, demasiado en relación al cuerpo del toro. Además demuestra estar más que justo de fuerzas y no apunta detalles que sugieran casta, bravura o clase. Por si fuera poco lo que se anunciaba en el quinto se hace realidad y comienza a caer un chaparrón que provoca la huida masiva de los tendidos. Con todos estos condicionantes es fácil resumir que los primeros tercios han pasado sin pena ni gloria, en un abrir y cerrar de ojos, sin nada en el capote, creo que ha habido tercio de varas pero ya casi lo dudo y lo mismo de los garapullos, se han colocado tres pares sin ningún tipo de lucimiento. Nada ha cambiado en la muleta, seguía cayendo agua a mares, quedábamos cuatro en los tendidos y, sinceramente, viendo que el de Valdefresno era infumable, que era misión casi imposible sacarle un pase, lo único que le pedíamos a Fortes era que abreviara. Lo poco que ha podido hacer el malagueño lo ha hecho en terrenos del 1, trasteo en corto, embistiendo más el torero que el toro, sin ninguna emoción, con el animal parado. Cuando por fin decide tomar la espada de verdad, un suspiro de alivio en los que aguantábamos en los tendidos. Mata de dos pinchazos y entera, suficiente para acabar con "Molinero", que así se llamaba la joyita.
Como decía, tarde gris en todo, con el oasis del cuarto y la maestría de Abellán, la superioridad de Luque ante su lote y las ganas y voluntad de Fortes ante un lote infumable. Espero que solo haya sido un mal arranque y que, a partir de ahora, cambien las cosas y los toros embistan. Qu así sea.
Antonio Vallejo
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