lunes, 16 de mayo de 2016

10ª de abono: Lo imposible


Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible es, posiblemente, una de las frases más célebres atribuidas al genial torero cordobés Rafael Guerra "Guerrita", y también una de las más utilizadas a diario por cientos de miles de españoles para describir cualquier situación en la que se intenta todo, de todas las formas posibles, haciendo todo cuanto uno sabe o es capaz, y no sale nada. Ese podría ser el resumen perfecto de lo sucedido esta tarde en la Monumental madrileña en el día de su Santo Patrón, el que da nombre a su feria. Lo han intentado, se han puesto los tres y expuesto en varias ocasiones, sin taparse, sin cortar de golpe ni tirar por la calle de en medio, intentando buscar la distancia, la altura y la largura en la que sus toros pudieran lucir algo. No tengo ninguna duda para afirmar que Alejandro Talavante, Andrés Roca Rey y Posada de Maravillas que confirmaba alternativa, han estado por encima de sus lotes. Cartel de lujo, tarde de las gordas, con lleno absoluto en Las Ventas, cartel de "no hay billetes" colgado en las taquillas, algo nada extraño puesto que tan solo habían transcurrido 48 horas de la enorme actuación de Talavante y Roca Rey el viernes. Al igual que dije entonces, nadie se lo quería perder, incluidos el Rey emérito D. Juan Carlos y su hija la Infanta Dª Elena, ambos ocupando las mismas localidades de la meseta de toriles que hace dos días. Y tarde festiva, tanto por la fecha como por el ambiente reinante en la plaza de toros. Se respiraba alegría, se respiraba optimismo, se respiraban ganas de ver toros, de ver triunfos, en definitiva, de vivir y disfrutar la Fiesta. Daba gusto ver la gran cantidad de niños que hoy han ido a los toros, que me han recordado a mi cuando mi abuelo materno me llevaba a los toros, niños que deben ser el futuro de la afición, a los que hay que transmitir la belleza de la Fiesta. Y me ha parecido un detalle muy valioso lo ocurrido durante el quinto y sexto toro, ambos devueltos a los corrales por inválidos. A muchos les puede parecer una tontería, una frivolidad incluso, pero a mi me ha gustado escuchar a la banda de música interpretar, mientras la manada de cabestros retiraba del ruedo los toros inválidos, los chotis Madrid, Madrid, Madrid y Los Nardos, coreados con palmas por gran parte de los tendidos. Imagen de fiesta, de alegría, en las antípodas de la imagen insensible, cruel, criminal, brutal, asesinos nos llaman, que los antitaurinos nos dedican. Creo que esta es una de las imágenes a transmitir al mundo entero, y más aún en esta temporada tan relevante para el futuro de la Fiesta, para que entiendan que esto es precisamente eso, una fiesta, no un espectáculo cruel y crispado en el que el público solo disfruta con el dolor y la sangre, y que es un arte que amamos y que queremos ver sin que nadie, por motivos exclusivamente políticos para destruir todo aquello que le suene a España, nos lo prohiba. 
La tarde y la fiesta hubiera sido completa si los toros de Juan Pedro Domecq anunciados y aprobados para esta tarde del día de San Isidro, precisamente día en el que se ha colocado y descubierto por la mañana el azulejo en el patio de arrastre que reconoce a esta ganadería como la triunfadora del pasado año, hubieran dado otro juego. Blandos, faltos de fuerza, muy deslucidos, salvo quizás el tercero, el que más fondo tenía pero al que también le ha faltado gasolina. Difícil, complicado, prácticamente imposible para los tres espadas sacar algo en positivo de sus enemigos.

El primero, "Danzarín", 590 Kg, toro de la confirmación para el pacense Posada de Maravillas, alto, con peso, cuajado, hondo, con cara, muy serio por delante, buenas hechuras y presencia, sale suelto, midiendo. Mete bien la cara el juanpedro en el capote del extremeño que lo recibe con verónicas casi delantales suaves y lentas, con gusto, arrancando los primeros olés. Bonita de verdad la media verónica de remate a manos bajas, respondida con un sonoro olé. Cumple, sin más, en el caballo de Juan Antonio Orihuela, sin que se le castigue mucho. Lo prueba Posada a la salida del peto por verónicas. El toro mete la cara con cierta clase y nobleza, humilla, pero va muy justo de fuerzas. Replica Talavante por tafalleras. banderillas con oficio a cargo de Jesús Márquez y Antonio Vázquez, cumplidores. Inicio de faena tras la ceremonia de confirmación con muletazos de tanteo por bajo, doblándose, en terrenos del 8. Pero el juanpedro va con lo justo de gasolina, echa la cara arriba al final del muletazo y se queda corto, lo que desluce la labor de Posada. Por el pitón izquierdo logra arrancarle algún natural más hondo y bello, pero la faena no remonta. Poco más tiene este primero de la tarde, a pesar de la disposición y la entrega del confirmante. Mata de cuatro pinchazos, todos arriba, y casi entera también arriba, sin recurrir en ningún momento a una estocada caída o un bajonazo para abreviar, algo que merece reconocerse como meritorio. Silencio para Posada de Maravillas.

El segundo, "Desenvuelto", 538 Kg, es más bajo que su hermano, hondo, de muy buenas hechuras, muy serio, descarado por delante, astifino. Lances de saludo a la verónica de Alejandro Talavante, suaves, templadas, bonitas , con mucho gusto, y una revolera de remate preciosa, con mucho sabor. Se arranca galopando al caballo que monta Miguel Ángel Muñoz, humilla en le peto, empuja con los riñones, se emplea el juanpedro en ambos puyazos. Quite espeluznante por la colocación y por cómo se ha pasado al toro, rozándole la taleguilla, sin moverse ni rectificar un centímetro, y variado y vistoso en cuanto a su composición, alternando talaveranas, gaoneras, faroles y una brionesa de remate coreadas con olés profundos, poniendo a la plaza patas arriba. Deslucido el tercio de banderillas a cargo de Valentín Luján y Julio López. Inicio de faena con una pedresina con riesgo para ligarla a una primera serie por el pitón izquierdo. Torea templado Talavante, el toro tiene clase pero le falta fuerza, le saca dos primeras series al natural con belleza, alguno muy bueno, pero a la tercera el animal se hunde y empieza a defenderse y cabecear. Pese a ello sigue Talavante intentándolo todo, templado, bajando la mano para cubrir el defecto del toro al final del muletazo pero se queda sin enemigo. No hay emoción ni transmisión ante la sosa embestida del juanpedro, totalmente apagado. Muy por encima Talavante. Mata de pinchazo y casi entera trasera. Silencio

El tercero corresponde a Andrés roca Rey. "Marc" se llama, toro fuerte, bajo, con mucha seriedad, musculado, armónico. Se le protesta de salida, sin embargo, supongo que porque "solo" pesa 505 Kg, pero es un toro bien hecho y proporcionado. Aprieta en tablas a Roca Rey al lancear de capote, mete bien la cara pero echa las manos por delante. Se arranca con fuerza al caballo que monta Manuel Molina, empuja con la cara abajo. Primer puyazo largo porque le tapa la salida, protestas del 7, se duerme debajo del peto. sale justo de fuerzas perdiendo las manos al probarlo Roca Rey a la verónica tras el tercio de varas, con lo que el nivel de decibelios de la protesta sube un tanto. Banderillas resueltas con oficio y eficacia por parte de Juan José Domínguez y Francisco Gómez. Inicia Roca Rey por estatuarios sin moverse un ápice, en la primera raya del 10. Tras una primera tanda en la que le cuesta arrancarse al juanpedro compone el peruano tres tandas en redondo templada, ligada, bajando la mano, sin quitare la muleta de la cara, que levantan los olés del público. Está calentando a la plaza, consigue transmitir emoción con lo que hace, con ese toreo tan particular, colocándose en sitios que parecen imposibles para que el toro pase. Por pitón izquierdo no obedece al toque, no traga un muletazo, lo prueba pero es imposible. Vuelve a tomar la muleta con la mano diestra, lo torea en redondo con temple, apurando hasta la última gota al animal por ese pitón, por el que el de Domecq ha demostrado calidad y nobleza. Con el toro agotado se mete entre los pitones, un nuevo alarde de valor del limeño, a persa de las críticas del sector habitual, que hoy también le están midiendo y exigiendo como si fuera una figura consagrada. Mata de dos pinchazos y entera desprendida a este toro, totalmente parado, congelado más bien, que no le ha ayudado nada en la suerte suprema. Palmas para el toreo.

Cuarto de la tarde de nombre "Bellaco", 575 Kg, de bonitas hechuras, largo, con cuello, muy serio. Verónicas de saludo suaves, con gusto, metiendo bien la cara pero escaso de fuerzas, con las manitas por delante. Toma un primer puyazo largo con bravura, empuja con clase. Segundo puyazo con menos castigo. Pierde las manos al salir del caballo, demostración de la falta de fuerzas que venía anunciando de salida, lo que recrudece las protestas del público. Quite de Roca Rey, que no perdona ni uno, mezclando chicuelinas ceñidas con tafalleras. De nuevo nos pone el corazón en un puño al ver cómo se pasa al juanpedro. Gran ovación tras el remate con una bellísima media verónica. Magnífico tercer par de Juan José Trujillo, resarciéndose de su primer par, en el que tan solo pudo clavar uno de los avivadores, y buen segundo par de Julio López, con pureza. Inicia la faena con ayudados por alto y una trinchera para ligarlo con una tanda de naturales. El toro va al límite de sus fuerzas, lo sabe bien Talavante, que lo cuida, lo mima en la muleta, todo suavidad y temple, ni un enganchón a las telas. El toro es noble, mete la cara, pero su falta de condición física hace que la faena no emocione, y eso que el torero extremeño está haciéndolo todo bien, todo lo bien que se puede con una toro así. Lo ha probado por ambos pitones, lo hemos visto todos, el toro está exhausto, no alarga el trasteo Talavante, monta la espada de verdad mata de tres pinchazos y entera arriba. Silencio para el de Badajoz que se despide por esta tarde y al que aún le resta una más en este San Isidro.

El quinto, "Caradura", 585 Kg, es otro de buenas y bonitas hechuras, muy serio, hondo, alto y largo, con mucha cara, haciendo gala de su nombre. Mete la cara con clase, repite en el capote de Roca Rey. Toma dos puyazos en los que empuja con cierto celo. Lo prueba Roca Rey por gaoneras, pierde los pies y cae al suelo, quedando a merced del juanpedro. Pero con unos reflejos increíbles se aleja de los pitones haciendo la croqueta en el suelo a velocidad de vértigo, mientras el toro se derrumba y cae aparatosamente al suelo. Pañuelo verde en el palco, toro al corral. Sale el primer sobrero, "Aludido", 505 Kg, del hierro titular de la corrida. Pitado por falta de cara y justeza de presencia. Lo recibe Roca Rey en el medio del anillo, ¡y lo torea de saludo como si fuer un quite!, por gaoneras ceñidísimas rematadas por ¡un alarga cambiada de rodillas!. Es impresionante lo de este tío, está rompiendo moldes, con una personalidad arrolladora, solo hay que verle cómo se mueve en la plaza, la despaciosidad de todos y cada uno de sus movimientos, su decisión y su actitud. Olés rotundos a este saldo capoteo tan especial, la plaza se viene abajo, o la plaza patas arriba, como prefieran, pero la realidad es que desata la locura. Pierde las manos de manera clara al salir del caballo y es también devuelto a corrales. Sale el segundo sobrero,de José Luis Marca, 523 Kg, bajo, badanudo, musculado, muy serio, dos auténticos leños por pitones. Suelto de salida. El tercio de varas es una simulación, no se le castiga y el toro no se emplea lo más mínimo en el caballo de Sergio Molina. Complicado en banderillas, echa la cara arriba y corta el viaje, con oficio resuelven el tercio Francisco Durán "Viruta" y Francisco Gómez. Inicio de faena con ayudados por alto ceñidos, escalofriantes, asustan, pero no se mueve el peruano. Por el derecho no traga, se defiende a base de tornillazos por su debilidad manifiesta. Se pone el limeño, se justifica, muy digno y valiente Roca Rey, lo intenta por ambos pitones, pero una vez más resulta imposible. Más creo que no se le puede pedir a este torero, dignísimo, firme y valiente. No entiendo los gritos desde el 7, no entiendo el por qué se le mide de esta manera y no se le pasa ni una, incluso da la impresión que están esperando el mínimo error para abroncarle, da la impresión que sea una nueva figura que haya llegado sin su consentimiento ni mecenazgo, y eso no lo toleran bien algunos. Como decía al principio, esto es una fiesta, prefiero el ambiente alegre de la banda con los chotis que el crispado y eternamente cabreado del 7. Con buen criterio acorta la faena Roca Rey y mata tras pinchazo de una entera fulminante volcándose, tanto que el pitón le rasga la taleguilla a la altura de la barriga. No sé si la estocada les valdrá o habrá caído algunos milímetros a un lado u otro de la línea media exacta de toro. Silencio para el peruano en tarde en la que nos ha vuelto a dejar muestras de su toreo valiente y comprometido.

El último de la tarde salta pasadas las nueve y media de la noche, pese a lo cual prácticamente nadie se ha ido de la plaza, el aspecto que presentan los tendidos sigue siendo lleno. "Gracioso" se llama este sexto, 558 Kg, alto, un tanto destartalado y vareado, con poca cara pero muy serio, vaya dos pitones que presenta el juanpedro. Deslucido en el capote, se le coloca muy mal en varas, entra al caballo, no se emplea y dobla las manos de manera aparatosa. Nuevo pañuelo verde y otra vez la manada de cabestros retirando al toro con enorme diligencia. ¡Bravo, Florito! Sale un sobrero de Conde de Mayalde, "Segurito", 547 Kg, de buena hechuras, bajo, serio, bien armado. Repite y mete la cara en el capote del extremeño Posada de Maravillas. Torea  a la verónica, bien, sin encontrar mucho eco en los tendidos. Entra con fuerza al caballo que monta Antonio Torrado, primer puyazo largo, castigado, se le tapa la salida y se duerme en el peto del caballo. Derriba en el segundo encuentro. En este momento la lidia es una auténtica capea, tal es el desorden en el ruedo. Toma las riendas Talavante como director de lidia, coloca a cada uno en su sitio y lleva al toro de nuevo al caballo para ser picado. Sensacional Alejandro, eso también es saber torear.  Horrible, para olvidar, el tercio de banderillas. Hasta siete veces han tenido que pasar Joao Diego Fera para colocar cuatro banderillas. ¿El resto de los palos?, caídos sobre la arena, con el consiguiente cachondeito del público contando en ova alta, a gritos, cada uno de los palitroques recogidos del suelo. Cita en largo Posada de Maravillas  con la muleta plegada, pero el toro no se arranca. Desiste e inicia el toreo en redondo, templado, intentando bajar la mano, pero el de Mayalde se  cae, otro blandito y sin fuerzas. por el izquierdo aún menor recorrido, cabecea para defenderse, con peligro por la altura a la que echa la cara. No hay toro, otro imposible. A pesar de ello se justifica Posada, incluso intenta un arrimón , ni por esas embiste el toro. No hay más que tomar la espada y acabe con este último bis, que el reloj ya marcaba las diez de la noche y ya son horas de salir de los toros, aunque mañana sea festivo y no haya que madrugar para trabajar. Mata de entera arriba. Silencio para el confirmante.

Así, de noche cerrada, hemos abandonado la plaza de toros en el día de San Isidro, con la sensación de haber visto a tres toreros que han estado muy por encima del malo, malísimo juego de sus lotes, en una tarde en la que todo lo que han intentado ha sido inútil, la tarde de lo imposible.

Antonio Vallejo

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