viernes, 13 de mayo de 2016

7º de abono: Morenito pone de acuerdo a Madrid


Jesús Martínez Barrios, Morenito de Aranda, ha conseguido esta tarde algo que no es fácil de lograr en Las Ventas, poner a todo el público de acuerdo con la oreja de ley cortada a un sensacional toro de El Ventorrillo lidiado en quinto lugar. Y lo ha conseguido por una faena plena de gusto, de temple, de hondura, de emoción. Nadie de cuantos estábamos esta tarde en la Monumental ha discutido la concesión del trofeo, ni el sector más exigente, el que siempre pone un pero a todo, reconociendo la enorme torería del burgalés. Tarde fría, ventosa, desagradable una vez más, y van siete, aunque sin el agravante del agua, que hoy solo ha asomado en forma de chubasco aislado, como dicen los hombres del tiempo, durante la lidia del segundo toro. Bueno, los hombres y las mujeres del tiempo, que es como se dice ahora, a ver si además de taurino me acusan de sexista. 
Poco más de media entrada para ver una corrida de El Ventorrillo, encaste Domecq Solís. Seis toros bien presentados, serios, en tipo, aunque desiguales de pesos y hechuras, complicados, con peligro y deslucidos, a excepción del extraordinario quinto, para la terna formada por Pedro Gutiérrez "El Capea", Morenito de Aranda y Gonzalo Caballero, cuya historia de alternativa y confirmación, todo en una, es curiosa. Sucedió el pasado mes de octubre. Anunciado Alberto López Simón, la sensación de la temporada, para las tardes del 2 y 3 de Octubre en la feria de otoño. En la tarde del día 2 es cogido durante la faena a su primer toro. Mata al de Puerto de San Lorenzo, corta una oreja y se va camino de la enfermería. Renqueante y disminuido de facultades, contra el criterio de los médicos, sale a matar su segundo toro, al que corta otra oreja. Aunque se le da una vuelta al ruedo a hombros no sale por la Puerta Grande puesto que es conducido de nuevo a la enfermería para operarle de la cornada recibida. Todo esto lo está viendo un novillero amigo de López Simón en uno de los burladeros del callejón. Ese novillero se llamaba Gonzalo Caballero, quien destaca en el escalafón por su valor y poder. Ni de lejos pensaba que, ante el percance sufrido por su amigo, allí mismo, en el callejón de Las Ventas, Manuel Martínez Erice le iba a proponer apoderarle y sustituir al día siguiente al de Barajas, tomando la alternativa y confirmando a la vez. Ni un segundo tardó el novillero madrileño en decir que sí, y me contaron en su día que fue una guerra de nervios encontrarle un vestido acorde a la ocasión. Finalmente, el vestido le fue regalado por Miguel Abellán, uno blanco y plata de los que él tantas tardes ha llevado en Madrid, y los trastos de torear eran los de López Simón. 

Hoy se anunciaba Gonzalo Caballero  en su plaza de Madrid, en pleno San Isidro, un sueño con tan solo ocho meses de alternativa, en reconocimiento a la magnífica imagen que dejó aquel día de su alternativa. El primero de su lote, "Aéreo" de nombre, 490 Kg, es un toro serio, buenas defensas, badanudo, con morrillo, bonitas hechuras, armónico, para mi gusto eso es  trapío sin necesidad estar atacado de kilos. Poco juego, fea embestida, en el capote del madrileño. Tampoco juega un buen tercio de varas, sin emplearse, entra al caballo y se deja pegar, sin más,con la cara arriba, cabeceando, mucho ruido de estribos, sintomático de sus condiciones. Se le pita a El Capea al hacer uso de su turno de quite, influenciado esto por la deslucida, realmente mala, labor del salmantino en el primero. Pero cada cosa tiene su lugar, el turno de quites es el que es y cuando es, y el momento de protestar es el que es y cuando es, es decir, al terminar la faena, o el quite en esta caso, si lo hace mal. Pero negarle su derecho a su quite por muy mal que te caiga el torero, como así sé que es entre un sector amplio de la plaza de Las Ventas, no es justo ni de buen aficionado. Para eso mejor hacer lo que varios abonados que conozco, no venir hoy "porque torea El Capea y no me gusta", más noble y educada actitud. Finalmente quita por chicuelinas limpias rematadas con una buena media. Bien Curro Robles con los palos, dejándose ver, con torería, dos pares bien reunidos y clavados. Banderillea al aire José Luis Neiro "El Algabeño", quien no tiene oportunidad de resarcirse de su fallo puesto que el Presidente cambia el tercio al ver cuatro banderillas clavadas, con la consiguiente protesta de un amplio sector del público. Brinda al público el madrileño Gonzalo Caballero. El toro se desplaza con más brusquedad que clase, echa la cara arriba, complicado, con muchas cosas que hacerle, al que hay que poder, al que hay que ponerle la muleta en la cara y llevarlo muy toreado, puesto que el de  Ventorrillo repite, pero tiende a derrotar al final del muletazo. Buenos pases en redondo, si bien falta ligazón, algunos derechazos con hondura. Toma la muleta con la izquierda para iniciar el toreo al natural. Le da el pecho, cruzado, tanto que en el primer muletazo con la izquierda es prendido del muslo, volteado para acabar sobre los lomos del ventorrillo. Sangre abundante en el muslo izquierdo, gesto de dolor de Caballero, está herido y la cuadrilla se lo quiere llevar en volandas a la enfermería, pero el madrileño se revuelve, literalmente se pelea con sus subalternos y, con un torniquete hecho con uno de los corbatines, se envalentona y vuelve a la cara del toro, con división de opiniones entre quienes aplauden su gesto de rabia y pundonor y los pitos de quienes consideran que es una temeridad torear en esas condiciones, herido de seriedad como está. Mata al animal de dos pinchazos, casi entera y cuatro descabellos, retirándose por su propio pie camino de la enfermería en medio de una gran ovación. Posteriormente, en la misma plaza y por un mensaje que me envía un gran aficionado, gran amigo y extraordinaria persona, me entero que Gonzalo Caballero lleva dos cornadas de 15 y 20 cm en el muslo izquierdo, y que los cirujanos de la plaza no se explican cómo ha podido mantenerse en pie y matar al toro. Gracias, Raúl, una vez más por tu información y tu colaboración. Como bien dices, ¡estos tíos son extraterrestres!. Cuando se reponga seguro que vemos a Caballero de nuevo en Madrid, creo que se lo merece por lo demostrado hoy.

Pedro Gutiérrez "El Capea", volvía a Madrid para matar su única corrida anunciada en este San Isidro. El todo o nada de muchos matadores que depositan todos sus sueños e ilusiones en esa tarde madrileña. Y me temo que a quien lleva sobre sus espaldas tan ilustre nombre de la historia del toreo le ha salido nada. Es cierto que los tres toros que ha tenido que matar, los dos de su lote y el sexto, que hubiera correspondido a Gonzalo Caballero, han tenido genio, complicaciones y peligro, pero para eso está la lidia, para poder a los toros y someterlos, parar, templar y mandar, las reglas básicas del toreo. A cada toro hay que darle su lidia, y cuando se hace bien, el aficionado lo ve y lo sabe reconocer y premiar. Sinceramente, en ningún momento de la tarde he visto a El Capea capaz de dominar a uno solo de sus oponentes, desconfiado, sin encontrar el sitio ni la distancia.
El primero, "Bronquista", 493 Kg, bonitas hechuras, armónico, musculado, estrecho de sienes y abrochadito de pitones, pero curiosamente protestado de salida por poca presencia, es decir, poco peso. Es lo único que puedo entender. Echa la cara arriba en el capote del salmantino, poco lucimiento en el saludo capotero. No se emplea en varas, dejándose pegar, sin empujar. Segundo puyazo con mucho castigo, pitos para el picador. Banderillas con facilidad y limpieza a cargo de Luis Carlos Aranda y Ricardo Izquierdo. Inicia el trasteo por bajo, se le acuesta por el pitón derecho, se desconfía Capea. Y ahí se ha acabado. Realmente no ha habido faena de muleta, se ha limitado a dar machetazos y trapazos por bajo, con lo que además ha conseguido que el toro desarrolle aún peor sentido que el que pudiera tener el de  Ventorrillo. El toreo por bajo, doblándose, cuando se hace bien, acaba por dominar y someter al animal, pero cuando se hace mal hace aún peor al toro. Y eso creo que es lo que ha a pasado en este primer toro, en medio de protestas y pitos que han ido creciendo hasta acabar en una gran bronca. Mata de entera caída entrando de manera poco ortodoxa y tres golpes con el estoque de cruceta. La primera de las broncas de la tarde. 
El cuarto, "Naranjito", 520 Kg, segundo del lote de Capea es, para mi gusto, precioso, colorado de capa, con cara, bien hecho serio, astifino, proporcionado de pitones, muy entipado a mi modo de ver. Sin embargo alguno le grita "¡qué birria!". Puede ser, pero esa birria, si te coge te puede mandar al otro barrio. Suelto, distraído, a su aire, no consigue Pedro fijarlo en su capote. Solo un dato, el primer puyazo se ejecuta en terrenos del 9 junto al burladero de cuadrillas, con eso queda todo dicho sobre el mando sobre el toro y la capacidad de llevarlo a los terrenos de contraquerencia en los que se debe picar. Por cierto, tercio de varas que ha sido un simulacro. Joselito Rus, extraordinario torero de plata, coloca dos buenos pares de banderillas aplaudidos por los tendidos. Brinda al público entre algunos pitos, aunque finalmente triunfan la ovación, que es lo lógico. Ya habrá tiempo para la recriminación. Muletazos de tanteo por bajo para probar al de El Ventorrillo. Enseguida se  echa la muleta a la mano izquierda y comienza el toreo al natural. Primera tanda con muletazos limpios pero sin emoción, sin que creo que haya encontrado ni el sitio ni la distancia, colocado algo fuera. Es cierto que en este toro se le ve algo más entonado, logra algún derechazo con temple y acaba metiéndose entre los pitones al apagarse el toro. Faena en general deslucida, sin ritmo, que no ha trascendido a los tendidos. mata de pinchazo y entera arriba tendida sin que el ventorrillo doble, amorcillándose, haciendo muy difícil descabellar. Tras una infinidad de intentos y tras sonar el segundo aviso dobla por fin el toro. Nueva bronca para Capea.
Por el percance de Gonzalo Caballero le corresponde a Capea matar al sexto, "Cañamón", 505 Kg, terciadito, escurrido, justo de presencia. Mal con el capote el salmantino. El toro aprieta hacia las tablas. Ante eso hay que sacarlo y llevarlo hacia terrenos de fuera, algo que no hace Capea, al que se ve totalmente desconfiado ante las condiciones que deja entrever el de Ventorrillo. El tercio de varas ha resultado un auténtico escándalo, una bronca monumental. Sin ningún orden  ni criterio, me da al impresión que con el único objetivo de castigar al toro todo lo que se pueda, como solemos decir, "matarlo" en el caballo. Si no no entiendo cómo se ha picado a este sexto, tres puyazos nada menos, pegándole una barbaridad y en cualquier terreno, daba igual, el caso era castigar al toro. basta decir que el primer puyazo ha empezado cerca del 8 y camino del 9, el segundo en terrenos de la divisoria del 10 y el 1 y el tercero justo debajo del 1, un auténtico despropósito. Imagínense la bronca, monumental, con gritos de "fuera, fuera". En este ambiente tan hostil consigue colocar Curro Robles dos buenos pares de banderillas que han pasado desapercibidos. Hablar de faena de muleta es un eufemismo, no ha existido. Se veía venir y así ha sido. Ha despachado al de Ventorrillo con doblones por bajo, cuatro machetazos y nada más, en medio de gritos, abucheos y algo que no me ha gustado nada. Entiendo la bronca, justificada, pero los olés de cachondeo me parecen una falta de respeto, creo que debe haber un límite a la manera de recriminar a un torero su actuación, y los olés burlándose del diestro no me han gustado. Con razón o sin ella hay algo que tengo muy claro, quien se viste de luces y se pone delante de un toro de más de  500 Kg merece mi respeto. Otra cosa será que silbe su actuación, pero sin despreciarle ni burlarme de él por muy mal que piense que la ha hecho, lo tengo claro. Mata de estocada caída saliéndose de la suerte. Tercera bronca, esta la más sonora. Sin excusas, no vale apelar al mal juego o al peligro de los toros para dulcificar la mala tarde que hoy ha tenido Pedro Gutiérrez "El Capea" en su única comparecencia en San Isidro. No sé si mi amigo David, otro gran aficionado, que me ha mandado un mensaje preguntándome si hoy también iba a ser indulgente con Capea, obtiene con esto respuesta. Yo creo que sí, es más, creo que también estará de acuerdo en que aunque ha estado fatal debe haber un límite y un respeto a alguien que, no olvidemos, se juega la vida delante de un toro. Un abrazo desde aquí.

Morenito de Aranda cumplía hoy su segunda y última tarde en este San Isidro. Se va recibir al segundo de la tarde a porta gayola. Grande este "Estudioso", bonito de hechuras, abrochado y acapachado de pitones. Larga cambiada de rodillas a la que sigue el toreo a la verónica, acompasadas, alguna molestada por el viento, pero con gusto,  jaleadas con olés de los tendidos. Buena media para rematar el saludo capotero. Ovación para el burgalés. Fea pelea en el caballo que monta Héctor Piña, rebrincado, cabeceando, sale espantado del embite, sensaciones de manso. Se va hacia el caballo que guarda puerta, mal picado, bajo. Por tercera vez va al caballo, sin emplearse, haciendo sonar el estribo. Quite de Gonzalo Caballero por gaoneras algo atropelladas, poco lucido. Buen segundo par de Pascual Mellinas, reuniendo en la cara del toro, exponiendo. Brinda al público. Inicia la faena en terrenos del 10, genuflexo, por bajo,alargando el viaje, de gran belleza el pase de desdén. Saca al Ventorrillo fuera de las rayas del tercio. El toro tiene el defecto de echar la cara arriba al final del muletazo, hay que someterle, bajar la mano y llevarlo muy templado, sin que toque las telas. Corta el viaje, lo que hace que las primeras series por el pitón derecho no lleguen a emocionar. Palmas de ánimo para Aranda.  No toma vuelo la faena, toro andarín, incómodo, deslucido pese a la tremenda voluntad y las enormes ganas de Morenito, quien tan solo logra sacar muletazos sueltos de mayor empaque. Pinchazo y media caída ligeramente atravesada que termina con el de Ventorrillo. Tibias palmas para el burgalés.
El quinto, "Chocolatero", 532 kg, ha sido el toro de la corrida. Protestada su presencia, poco cuello, si bien es serio de pitones. Sale abanto, sin fijeza. Muy bien Morenito de Aranda con el capote, lidiando, llevando al toro andándole hacia atrás, sin darle capotazos, mostrándole la tela, "enseñándole" a embestir para inmediatamente después comenzar a torear a la verónica, lucidas, con gusto, para rematar con una magnífica media. Pica Francisco José Quinta. Primer puyazo delantero, sin mucho castigo, segundo puyazo mejor, con el toro arrancándose en largo, agarra bien el picador, buena pelea, midiendo bien el castigo. Aplausos para Quinta. Quite a la verónica de Capea, quizás lo mejor que ha hecho esta tarde, más entonado, rematado con una medía a manos bajas de buena factura. Tercio de banderillas aseado, bueno el segundo par a cargo de Pascual Mellinas. Brinda al público el burgalés. Inicio de faena con lances suaves, conduciendo la embestida desde terrenos de dentro hacia los de fuera. Primera tanda por el pitón derecho templada, ligada, bajando la mano, olés de los tendidos, magnífico el de pecho para rematar. Le sigue una  segunda tanda por el mismo pitón de gran calidad, con un cambio de mano lento, precioso, y uno de pecho para rematar la serie de mucha altura. Le da pausa, le da distancia, el de Ventorrillo va, repite, mete la cara con clase, continúa con el toreo en redondo de altísimo nivel. Por el pitón izquierdo aún aumenta la emoción y la transmisión. naturales hondos, la muleta baja, barriendo la arena. Olés rotundos de los tendidos, entusiasmados con el toreo al natural de Aranda, templadísimo, largo, ligado, ¡enorme!, poniendo a la plaza en pie. Faena completa, repleta de gusto, de clase, de torería, de temple, de emoción, ¡de todo!. Además mide bien la duración, no se pasa de faena. Ayudados por alto y bajo bellísimos y un pase de desprecio mirando al tendido para terminar su obra de arte. Tremenda ovación que precede a un silencio absoluto cuando se perfila para entrar a matar. Media arriba en muy buen sitio que tiene mucha muerte. Y así ha sido, el toro dobla y la oreja se pide y se concede con unanimidad. Gran ovación al excelente toro de El Ventorrillo en el arrastre.

Morenito de Aranda ha conseguido, como decía al principio, algo  muy complicado en Madrid, más quizás que cortar orejas: Poner de acuerdo a toda la afición venteña. Enorme mérito, enorme valor el de este torero burgalés. 

Antonio Vallejo

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