Tarde luminosa, cielo azul
radiante, sobre la plaza de Las Ventas una luz primaveral y unos 26 grados de
temperatura para saludar a la undécima de abono, segunda novillada del ciclo
programada para este lunes 16 de Mayo. ¡Qué curioso! Ayer fue San Isidro, hasta
ayer frío y lluvia, y desde hoy sol y calor, como toda la vida, el clima sigue
igual a pesar de las modernas teorías apocalípticas. En el cartel seis novillos
de El Montecillo, encaste Juan Pedro Domecq, bien presentados en general,
serios, aunque desiguales de hechuras, con movilidad, faltos de clase y casta,
alguno manso declarado como el primero, nulo el cuarto, siendo quinto y sexto
los que más juego y oportunidad han dado para el lucimiento, para los
novilleros Filiberto, Juan de Castilla y Luis David Adame, siendo el mexicano
Adame el único que hacía por vez primera el paseíllo en la Monumental de las
Ventas. Paseíllo al término del cual se guardó, como cada año, un
respetuosísimo minuto de silencio en recuerdo de la muerte de José Gómez Ortega
“Gallito III”, posteriormente también llamado "Joselito", en la plaza de Talavera de la Reina un 16 de Mayo de hace 96 años.
Casi tres cuartos de plaza para ver esta novillada, con suficiente atractivo
para el aficionado, pero con un transcurrir y un desenlace que nadie preveía,
dos de los novilleros cogidos, Filiberto y Adame, quedando la responsabilidad
tremenda para Juan de Castilla de lidiar cuatro novillos, todo un reto siempre,
pero aún más en Madrid y en pleno ciclo de San Isidro. Y hay que decir que el
colombiano ha estado muy digno y valiente, con los defectos lógicos de un
novillero que lleva año y medio con caballos, pero que ha dado la cara y ha
mostrado ganas, disposición y muy buenas maneras.
Serio novillo el primero,
“Garrafa”, muy armado, astifino y cornidelantero. Sin fijeza de salida, huyendo
de los capotes, signos de mansedumbre. Protesta en el caballo, cabecea y suena
el estribo, se le mide mucho el castigo. Como debe ser en un novillero entra al
quite y no deja pasar ni una oportunidad. Quite por gaoneras de Juan de
Castilla sin excesivo lucimiento. Aprieta en banderillas y complica a Roberto
Ortega y Ricardo Izquierdo que resuelven con oficio. Inicio de faena a pies
juntos, muy firme el murciano ante la embestida brusca del novillo, sin ninguna
clase, sin humillar. Este inicio es quizás lo mejor, el novillo es
descaradamente manso, clara querencia hacia chiqueros, se va en cada muletazo,
además desarrolla sentido y tiene peligro, arreones constante hasta llegar a
desarmar a Filiberto. Pocas opciones para el lucimiento, aunque insiste el
murciano por ambos pitones sin sacar nada en claro de este manso. Mata pegado a
tablas de cinco pinchazos y entera arriba. Para colmo de males, resulta herido
en su mano izquierda al entrar a matar, sección de tendones es el parte médico,
tiene que retirarse a la enfermería quedando imposiblitado para continuar la
lidia.
El segundo, “Habanero”, es
un novillo de muy buenas y bonitas hechuras, hondo, aunque con menos cara.
Suelto de salida, parece que mete la cara en el capote de Juan de Castilla y
humilla. Entra con fuerza al caballo que monta Antonio Jesús Apresa, derriba y
sale suelto, sin fijeza. Segundo puyazo tan solo señalado. Quite del mexicano
Luis David Adame por gaoneras, un farol y una larga de remate. En banderillas
sigue un tanto a su aire, manseando, mostrando la querencia. Pares bien
resueltos por Manuel Macías y Diego Valladar. Brinda al público el colombiano.
Sin fijeza en los primeros muletazos, se va suelto a chiqueros, huye de todo y
de todos. Se va a por él el colombiano, con decisión, para finalmente logra
fijarlo con la derecha poniéndole la muleta en la cara, tapándole la salida. El
de Montecillo se defiende, empieza el muletazo por bajo pero corta el viaje y
echa la cara arriba, rebrincado, incómodo y peligroso. Valiente el colombiano,
se pone por el pitón izquierdo, le pega un revolcón en el primer natural,
afortunadamente sin consecuencias, lo cual no arruga a Castilla que vuelve a la
cara del novillo para terminar sacando un par de naturales de gran mérito ante
este manso de solemnidad. Muy digno y valiente, exponiéndose, muy en novillero,
como creo debe ser. Mata de entera al primer encuentro y recibe una calurosa y
cariñosa ovación en reconocimiento a su disposición y entrega a la que responde
saludando desde el tercio.
El tercero, “Grabador”, le
corresponde a Luis David Adame. Es su primer novillo en Madrid, el de su
presentación, se va a recibirlo a porta gayola con una larga cambiada a la que
siguen unas verónicas de saludo ramatadas con una buena media. Palmas para el
mexicano. Lleva al novillo galleando por rogerinas, bonitas, con el reverso del
capote, dejándolo en largo. Se arranca pronto el montecillo, empuja en un
puyazo largo pero con poco castigo. Quite muy lucido y con emoción de Adame por
chicuelinas ceñidas a manos bajas rematado con una revolera coreado con olés y
fuertemente ovacionado. Replica Juan de Castilla con otro quite por gaoneras,
bonita rivalidad, especialmente en novilleros, así hay que venir a Madrid,
luego saldrán mejor o peor las cosas, pero disposición jamás debe faltar.
Magnífico tercio de banderillas a cargo de Miguel Martín y Alberto Zayas, de
poder a poder, reuniendo en la cara del toro y clavando con claridad. Gran
ovación a la que deben responder saludando montera en mano. Brinda el toro a su
hermano Joselito. Inicio de faena estático, a pies juntos, dos pases cambiados
por la espalda. Toma la muleta con la mano derecha. Protesta el novillo, echa
la cara arriba y la serie resulat deslucida, con enganchones a la tela. Se
coloca bien para la segunda serie en redondo, surgen muletazos más largos,
templados y ligados, bajando la mano, sometiendo al de Montecillo, olés en los
tendidos. Continua el toreo en redondo con mucha calidad, templando muy bien,
alargando el viaje y todo por abajo, como debe ser. El novillo mide, busca y
acaba por encontrar, prende al de Aguascalientes de la pierna izquierda y
atraviesa el gemelo de lado a lado con su pitón, la imagen es sobrecogedora.
Herido el mexicano, agunata como un jabato en el ruedo, se planta en la cara del
animal para torear con la mano izquierda. Naturales templados y ligados,
corriendo bien la mano, bajos, buenos, alguno sensacional, ante este novillo
que sigue midiendo y mirando al cuerpo de Adame, con mucho peligro. Manoletinas
finales ligadas con un redondo lento de mucho sabor. Mata de entera
ligerísimamente desprendida y corta una oreja de mucho valor, merecida oreja,
sin discusión. Tras la vuelta al ruedo, tiene que retirase a la enfermería para
ser operado, quedando la segunda parte de la corrida en manos del colombiano
Juan de Castilla, gran reto.
El cuarto, “Canastero”,
sería un toro en muchas plazas por su trapío. Cuajado, alto, abrochado y
engatillado, serio. Otro que huye de salida, no quiere saber nada del los
capote que le ofrece Juan de Castilla. Manso en el caballo, cabecea, no se
emplea, en cuanto nota el puyazo sale suelto huidizo a más no poder. Complicado
en banderillas, con la cara arriba, defendiéndose como manso que es. Buenos
pares de José Mora y Ricardo izquierdo, de la cuadrilla de Filiberto, ahora a
las órdenes del colombiano, bien reunidos, con valor y exposición ante las
dificultades del novillo. Para la muleta no vale el novillo, nula clase en su
embestida, sin recorrido, defendiéndose constantemente, revolviéndose con la
cara arriba. Deslucido y peligroso. Acorta las distancias el de Medellín y se
mete entre los pitones para tratar de sacar algo, pero no hay nada más que
riesgo de ser cogido con los arreones que mete el novillo. Mata con diligencia
de entera que pasaporta al de Montecillo.
Aún le quedan dos novillos
más por lidiar al colombiano. El quinto, “Fandanguero”, otro de buenas
hechuras, cuesta arriba, abierto de pitones, bizco por el izquierdo, muy
astifino, sobre todo el derecho, un puñal. Humilla y repite en los lances de
saludo a la verónica, con gusto el colombiano. Como varios de sus hermanos
mansea en el caballo, mucho ruido de estribos. Lo prueba Castilla por
chicuelinas bajas y revolera como remate que gusta, palmas del público. Buen
tercio de banderillas a cargo de Tomás López y Diego Valladar, en el quinto y
sexto se reparten las labores entre la cuadrilla de Castilla y Adame. Inicio de
faena con un pase cambiado por la espalda, con movilidad, pero el novillo echa
la cara arriba, le baja la mano y lo somete algo. La segunda serie por el pitón
derecho es más lucida, con temple, bajando la mano, llevándolo metido en la
muleta, redondos ligados, con mucha clase. Una serie más también de mucho gusto
y calidad, seguida con olés en los tendidos. Sigue por ese pitón, el novillo se
complica, se defiende con la cara arriba. Cambia Juan de Castilla a la mano
izquierda. Por ese pitón va más corto gazapea y es reservón, aguanta y traga el
colombiano para llegar a sacar naturales buenos, con mucho mérito, rematando la
serie con un muy buen pase de pecho. Enorme el esfuerzo que ha hecho el
colombiano, valiente y digno, muy torero, conduce al novillo por el pitón
izquierdo, le saca uno, dos naturales con clase, pero al tercero no traga, se
revuelve el de Montecillo con mucho peligro. Manoletinas finales para cuadrar
al novillo y colocar una estocada trasera y tendida suficiente para liquidar al
animal. Petición probablemente insuficiente a juicio del presidente que no
concede la oreja. Vuelta al ruedo merecida para el colombiano tras una faena de
mucho arrojo y verdad.
Ya tan solo le queda un
novillo por lidiar. ¡Si le cuentan esto al salir del hotel!. Se va a recibirlo
a porta gayola, pero de pie, a unos metros de la segunda raya y con el capote a
la espalda. Sale “Perezoso” haciendo honor a su nombre, parado, distraído, no
va a por el capote de Juan de Castilla. El de Medellín va a por él, aprieta el
novillo, lo lidia por bajo para someter las acometidas del montecillo, muy bien
hecho a mi juicio, para posteriormente lancear a la verónica sin demasiado
lucimiento pero con mucho valor por la
brusquedad de la embestida, pegando arreones. Buena pelea en el caballo, toma
dos puyazos empleándose, con más castigo el primero. Brillante tercio de
banderillas el que realizan Miguel Ángel Sánchez y Alberto Zayas, pares bien
colocados, en la cara. Brindis del colombiano al público. Inicio de faena por
el pitón derecho, buena serie, con temple, ligando los muletazos, bien
colocado, bajando la mano. Suenan los olés. Extraordinaria resulta la segunda
tanda, el novillo repite, con nobleza y calidad, mete la cara abajo.
Sensacional el toreo con la mano derecha del colombiano, redondos realmente
buenos, hondos. Gran ovación. El pitón izquierdo no es igual, se defiende el
novillo, echa la cara muy arriba, le llega a poner los pitones a la altura de
la mejilla, mira a Juan de Castilla, que no se inmuta, lo aguanta, y el novillo
hace de nuevo por cornear, nuevo susto. Retoma el toreo con la derecha, pero a
estas alturas el novillo de El Montecillo ha desarrollado mucho sentido, sabe
perfectamente de qué va esto y se defiende, aculado en tablas, arreando. La
faena está más que hecha, solo falta culminar con una buena estocada y la oreja
caerá. Mata al hilo de las tablas del 6 de casi entera atravesada que hace
rodar al novillo sin puntilla. Oreja de ley para el colombiano Juan de
Castilla, que tiene papeletas más que suficientes para la sustitución de Luis
David Adame en la novillada del próximo lunes. Ya veremos. De momento, esta tarde, sobre la arena de Las Ventas, tres novilleros de raza, la que ha faltado a los novillos.
Antonio Vallejo
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