¡Esta es la imagen de la Fiesta! La salida a hombros por la Puerta Grande de un torero es el epílogo ideal de cualquier tarde, la que resume el sentir de un pueblo que ama sus tradiciones y que celebra con alegría el triunfo de un hombre que se ha jugado la vida ante un toro bravo, la esencia de la Fiesta. Leonardo Hernández, torero a caballo, triunfador absoluto en esta tarde y casi seguro ganador del premio al mejor rejoneador ha encarnado esta tarde esa esencia al cortar cuatro orejas, dos a cada uno de sus toros.
Es cierto que estas corridas de rejones presentan un carácter especial, se respira un ambiente muy diferente al de las corridas a pie, cambia el público, desaparece el abonado habitual y se da paso a un público familiar, alegre y festivo, algo que, sinceramente, viene muy bien a la Fiesta, y más en estos tiempos duros en los que se intenta criminalizar a la Fiesta y a los aficionados. Plaza llena, algo habitual en estas tardes, muchos niños y público joven. En mi caso concreto, hoy he acudido a Las Ventas acompañado de una de mis hijas y de una niña de la localidad francesa de Toulouse que en estos días vive con nosotros dentro un programa de intercambio organizado por el colegio. A la salida de la plaza, mientras volvíamos a casa dando un paseo, ha dicho algo que me ha llegado muy dentro y me ha emocionado. Ella, una niña de trece años, francesa, me dice que le ha gustado mucho ir a los toros, que lo conocía porque en el sur de Francia hay afición, pero que nunca había ido a verlo, hasta ahí algo normal, que para ella ha sido una experiencia preciosa, lo que me alegra y, aquí viene lo que para mi es transcendente, lo que más le ha gustado ha sido que así ha conocido mejor y de verdad algo que es cultura. Así lo ha definido, tal cual, ¡chapeau!. Esa frase es la que me ha emocionado, la que me hace pensar que merece la pena darlo todo por nuestra Fiesta Nacional y que lo ocurrido esta tarde en Las Ventas es algo para sentirse orgulloso de nuestras tradiciones y proclamarlas muy alto y a los cuatro vientos: ¡Viva la Fiesta de los toros!.
Seis toros pertenecientes laos hierros de El Capea, Carmen Lorenzo y San Pelayo, los tres de encaste Murube-Urquijo, lo habitual en las corridas de rejones. Los rejoneadores Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo Hernández la terna de caballeros rejoneadores, como así se denominan realmente, acompañados de sus correspondientes cuadras de caballos, preciosos animales, todo elegancia y plasticidad en sus movimientos, una doma que para alguien como yo que de caballos lo desconoce todo me resulta admirable, además de bellísima.
Sergio Galán se ha ido con Amuleto a recibir la primero a porta gayola, colocándose en la misma puerta de chiqueros. Fija al toro en el caballo de manera maravillosa, girando en un palmo de terreno, precios saludo. Dos rejones colocados con facilidad, el primero algo caído, el segundo arriba. Con Ojeda realiza auténtico toreo con le cuerpo del caballo a modo de muleta, dejando llegar a los pitones del toro a escasos centímetros del caballo sin llegar a tocarlo en ningún momento. Si fuera muleta hablaríamos de temple, con el caballo también me atrevería a llamarlo igual, por qué no. Coloca dos banderillas que gustan mucho, ovacionado caballo y caballero. Espectacular caballo Titán, tanto por su lámina como por su comportamiento. Lucidas banderillas saliendo del encuentro adornándose con giros de 360º en la misma cara del toro, precioso. Fado es el elegido para colocar banderillas cortas para finalizar la faena, bien clavadas y reunidas arriba, y matar colocando un rejón de muerte entero pero que ha precisado del uso del estoque de cruceta para terminar con el toro. Escucha fuerte ovación tras petición insuficiente a la que responde saludando desde el tercio.
También monta a Amuleto para recibir la cuarto de la tarde. Toro parado de salida, con muy poca fijeza en el caballo. No ayuda en los primeros compases de la faena, coloca dos rejones con limpieza a mi modo de ver, pero sin demasiada espectacularidad. Con Caprichoso consigue meter al toro en el caballo, lo fija, el murube mete la cara y persigue a la cabalgadura, permitiendo a Galán colocar dos buenas banderillas, con más emoción. Apolo es un caballo precioso, que torea con su cuerpo de manera excepcional, llevando al toro con una suavidad pasmosa. Literalmente baila Apolo frente al toro, citándolo, reclamando su arrancada, tardea, finalmente coloca dos buenas banderillas haciéndolo todo el madrileño y un par a dos manos que me parece increíble que sea capaz de hacerlo con la precisión que lo ha hecho sin caerse del caballo, maravilloso, respondido con una atronadora ovación de los tendidos. Fado es de nuevo el elegido para la muerte, previa colocación de una roseta que gusta mucho al público. Mata de certero rejonazo, entero peor algo traserito, lo que hace que el toro no doble rápido, obligando a Sergio Galán a utilizar el descabello. Escucha de nuevo fuerte ovación recogida desde el tercio tras petición insuficiente.
Diego Ventura regresaba a la plaza que tantas tardes le ha visto triunfar y salir a hombros con la espinita clavada de la segunda oreja negada por le palco el pasado sábado 9 de Mayo. Lambrusco ha sido el caballo elegido de salida en el segundo. Sale el toro distraído, sin fijeza alguna, a su aire, no persigue la caballo. Poco a poco lo mete en el caballo, consigue que el murube lo siga para colocar de manera eficaz dos rejones de castigo sin demasiado lucimiento por las cualidades del toro y su querencia, que apunta a manso. Nazarí tengo entendido que es una de las estrellas de la cuadra del portugués, y no me extraña nada. ¡Qué manera de embarcar al toro!, espectacular toreo, meciendo al toro, llegando hasta la cara para dejar tres buenas banderillas, haciéndolo todo con limpieza, sin colaboración del murube, escaso de fondo. Con Bronce remata la faena colocando tres banderillas cortas al violín de gran espectacularidad, al menos para el profano como yo, reunidas arriba, muy ovacionadas. Mata con un rejón de muerte más descabello, recibe ovación con saludos que seguramente hubiera sido algo más de matar a la primera.
En el quinto monta a Añejo de salida para fijar al toro, otro que sale un tanto suelto, sin ayudar demasiado en los rejones d castigo, bien colocados por Ventura, limpios. Sale Sueño, sensacional caballo, capaz de montar un lío él solo. Cómo torea, acuna al toro, lo hipnotiza y hace que le siga allá donde va, se adorna cortando por dentro, hacia las tablas, arriesgado y bella suerte a la vez. Buenas banderillas quebrando con pureza. Ovación para el portugués. Vuelve Nazarí, otro caballo estrella, lleva al toro cosido a su cola, derrota el murube pero no roza al caballo, tremendo. Cita en largo al toro, le da distancia, no se arranca, reclama su atención con vistosos giros, hasta tres, de 360º coreados con olés. Finalmente coloca una banderilla arriesgando, sin ayuda del toro, que espera. resuena el olé y la ovación, reconociendo el mérito y la belleza de la suerte. Con Bronce repite también para colocar otras tres banderillas cortas plenas de espectacularidad, fuertemente ovacionadas, así como para matar. De nuevo pierde los trofeos por culpa del rejón de muerte, dos intentos, más descabello. De nuevo ovación saludada desde el tercio. Se despide el maestro portugués de este San Isidro sin abrir la Puerta Grande de par en par, no por demérito, ni mucho menos, sino por el robo de una oreja más que merecida el día 9 y del mal manejo de los aceros en la tarde de hoy. Pero nos ha dejado su arte y habrá muchas más tardes para triunfar.
Aún quedaba la traca final, la que ha encendido y con la que ha incendiado a Las Ventas, poniéndola patas arriba, con una afición entregada al extremeño Leonardo Hernández y que le ha premiado con dos orejas en cada uno de sus toros por dos faenas vibrantes, extraordinarias, plenas de técnica y torería, de una belleza suprema. Recibe a su primer toro con Champán, nada mejor ni más adecuado nombre para saludar a este extraordinario toro, bravo y noble, con una fijeza extraordinaria, que no se ha cansado de seguir al caballo, de meter la cara abajo sin una mal derrote, un señor toro, con raza, casta y clase. Vamos, que si llega a haber salido ayer o estos días pasados hubiera formado el lío gordo en la muleta. Lo lleva Leonardo cosido a la cola de Champán, excepcional, para colocar un magnífico rejón de castigo. Primera ovación, y fuerte. Amatista sigue llevando al toro con elegancia, hipnotizado, siguiéndole humillando, con una clase tremenda. la imagen ha sido realmente bella, sumando espectacularidad en unos recortes hacia las tablas que han hecho vibrar a los aficionados, para dejar posteriormente unas banderillas de enorme mérito, magníficas. La plaza está caliente, las ovaciones son tremendas, pero nada comparado con lo que iba allegar con Despacio. Lo de este caballo y Leonardo ha sido la locura. Cita al toro a escasos metros, la distancia parece imposible para hacer nada si el toro se arranca. Pues no, ha hecho dos quiebros de impresión, emocionantísimos, los pitones del toro a milímetros del cuerpo de Despacio sin rozar lo más mínimo la piel del caballo. La plaza patas abajo, los olés yo creo que se oyeron en Toledo, todo el público en pie rompiéndose las manos a aplaudir. Por si faltara algo,el extremeño se ha encargado montando a Xarope de rematar la faena. Cumbre ha estado con este caballo, precioso también, como todos, adornándose con un gusto exquisito antes de colocar tres banderillas cortas reunidas arriba de nota. Para matar monta a Estoque, imposible un nombre más adecuado. Sobre él coloca un rejonazo entero que fulmina al toro, que tiene una muerte de bravo. Dos orejas para Leonardo Hernández y fortísima ovación para este gran toro en el arrastre.
Ya tenía Leonardo Hernández ganada la Puerta Grande, pero le quedaba el sexto y ha dejado claro que iba a darlo todo, que no se conformaba solo con cuajar un toro como el anterior. De nuevo monta a Titán de salida, fija bien al toro, que sigue al caballo con fijeza. Coloca dos rejones con limpieza, muy ovacionados. Sobre Calimocho pone banderillas al quiebro, magníficas, de nuevo levanta la ovación de los tendidos. Vuelve a escena Amatista, luce en banderillas, cita, llega a la cara del toro y quiebra para permitir colocar los palos con limpieza. Pero lo mejor de este caballo ha sido la forma de salir de la reunión con el toro, llevándolo de perfil, dándole los centímetros necesarios para que se encele pero sin llegar a rozarle ni una sola vez. Es impresionante lo que consiguen estos hombres sobre sus caballos. Como en su primer toro monta a Xarope para colocar banderillas cortas. Cita al toro haciendo la corbeta sobre sus cuartos traseros para después pegar un salto y caer en el mismo lugar. Seguro que tiene un nombre pero no tengo ni idea de cuál es, pero es una preciosidad. Las tres cortas que pone caen reunidas arriba, reclamando al toro con giros completos sobre sus patas traseras, precioso, pura estética, saliendo del encuentro con Leonardo haciendo el teléfono. De nuevo la plaza en pie, solo falta rematar con el rejón de muerte, para lo que saca de nuevo, como en su primer toro, a Estoque. Nuevo rejonazo fulminante y dos orejas más para salir por la Puerta Grande de Madrid en un día que creo que jamás olvidará el rejoneador extremeño.
Fiesta, eso ha sido hoy la plaza de toros. Fiesta que reclamamos y que necesitamos, tanto como que los jóvenes y los niños asistan a los toros y aprendan a querer y apreciar algo tan nuestro. Me queda el consuelo de aportar mi granito de arena en la figura de una de mis hijas, hoy con el añadido de una niña francesa de trece años que, como contaba al principio, me ha dado una lección y se la hubiera dado a todos los que se llaman antitaurinos al disfrutar de lo que ha vivido y definir lo que ha visto como cultura.
¡Viva la Fiesta!, ¡Viva España! y ¡Vive la France!
Antonio Vallejo
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